Random – Sobre calendarios, lecturas recientes y otras ñoñadas

Holo!

Bienvenidos a la primera entrada del año!, muy random, muy tranquila, aunque con un par de cositas que pueden ser interesantes :)

Sobre los calendarios

Bien aleatorio ya lo sé, pero me puse a pensar en los calendarios, ¿quibule con ellos?, la idea salió de una conversación que escuche por pura casualidad, el caso es que uno de los interlocutores definió muy bien (a mi parecer) el propósito de los calendarios, al menos en su origen, básicamente que “sirven para saber cuándo sembrar”.

Idea que coincide muy bien con lo que pude recordar del asunto (lit, esta entrada va a ser low-effort así que no va a haber mucha investigación, ¡perdóname Montaigne!).

No recuerdo muy bien la referencia más antigua a un calendario que tengo, tal vez en la cita bíblica de la creación del Sol y la Luna, el texto deja ver que servirían para el cálculo de los días, los meses y los años (Génesis 1:14,15), interesante que ya existía el concepto de año en una época tan temprana como cuando se escribió el Génesis, incluso aunque no seas religioso la gente que estudia los textos antiguos (de cualquier tipo) concuerda en que aproximadamente para el 500 a.E.C. la sección citada ya existía (https://en.wikipedia.org/wiki/Dating_the_Bible).

Periodo contemporáneo (muy vagamente eso sí) a Heródoto y los clásicos, igualmente en Historia, el mismo Heródoto no duda en hacer alusión a fechas y la antigüedad del mundo y de los pueblos que lo habitaban, lo que indica muy fiablemente que la gente ya había dominado muy bien el saber en qué momento del año vivían (innegable el pensar en Lovecraft al contemplar esta idea).

Anterior a estos, que son los registros escritos más antiguos que puedo citar, están las obras megalíticas de la prehistoria, el más famoso de todos, el Stonehenge también servía (entre otras cosas) para calcular los solsticios y así, los restos de una estructura similar son considerados el calendario más antiguo en pie (https://en.wikipedia.org/wiki/Warren_Field) con un estimado de 8,000 a.E.C.

Así, que sip, es una tecnología antiquísima, hablando de cosas más locales, está la idea de que la famosa Piedra del sol es un calendario, la gente que ha estudiado ese asunto sugiere que más bien era un instrumento multipropósito, de significado ritual, político o incuso geográfico (https://es.wikipedia.org/wiki/Piedra_del_Sol), pero ajá, la gente de Mesoamerica de manera independiente encontró los mismos conceptos de año solar y mes lunar que la gente de Mesopotamia, Asia y Europa.

Y en general todos ellos con el mismo propósito, saber cuando iba a haber más luz solar, información vital en la siembra, pero también en la caza y recolección (e.g. el monumento de Warren Field es anterior a la agricultura).

Otro tema interesante es habiendo tan varias propuestas, ¿por qué tenemos el calendario que tenemos?, los snobs van a decir ‘ackshually no solo se usa el calendario gregoriano’, y estarían en lo correcto, aunque tener la razón no te da derecho a ser insoportable so, ‘kyc’ (jeje ¿quien pelea con snobs imaginarios?), tal vez tratemos el asunto en otro momento, por lo pronto, basta reconocer que saber la posición relativa de la tierra respecto al sol es un dato muy útil.

Lecturas recientes

Me gusta la idea de una sección de ‘que se está leyendo en el blog’, robando un poco la idea del newsletter del Internet Archive, aunque dudo que vaya a ser particularmente frecuente esa sección, no soy muy constante la verdad.

Llevo varios meses leyendo de a poco ‘Los momentos críticos’ de Alí Chumacero, citando al prólogo, “¿Qué es eso de llamarse Alí Chumacero?“. Pues sí tiene sentido jeje, es una compilación de ensayos, columnas y otros textos escritos por el aludido, que entran en el terreno de la ‘Crítica literaria’, no se confunda con buscarle errores a todos y demás, más bien, en comprender las obras analizadas. Bueno, pues va desde el análisis de la expresión poética, hasta la novela y el relato breve, creo que este tipo libros pueden servir de ‘mapa’ para meterse en estos asuntos, me recuerda a la guía que sentí con ‘El cuento hispanoamericano’, y es una pena que sean tan ignorados a veces, porque requieren una cantidad industrial de trabajo pero son dejados de lado a menudo, en favor de la narrativa, la poesía, la autoayuda. Entonces, cuando puedas leer un libro ‘de referencias’ te lo recomiendo sobremanera :), los momentos críticos es uno de los mejores que me he topado, una excelente ‘carta náutica’ para navegar en la literatura nacional del siglo XX.

Otro buen lugar para encontrar la próxima lectura son las revistas, en un número de Letras Libres más o menos recientes encontré un artículo sobre cómo ‘vender’ un libro de cuentos, y es que en el mundo editorial hispanoamericano la novela y la poesía son la diarquía por excelencia.

El artículo (léelo! Jaja) expone tres o cuatro formas vender un libro de cuentos a un editor: básicamente convertirlos en novelas, con diversas formas de subterfugios y demás, muy interesante. Los últimos dos casos se responden con un apellido: ‘Borges’, simplemente escribes lo que amas y se lo vendes a un editor que ame los libros, nada mejor que ser un necio en ocasiones :).

Puse dos de los ejemplos aludidos en el backlog: ‘La literatura nazi en América’ de Roberto Bolaño y ‘Crónicas marcianas’ de Ray Bradbury, muy buenos ambos, aunque no soy tan fan de la forma de narrar cosas de la «cientifiction» norteamericana de los años 50, eso no implica que sea mala para nada, solo que no es lo mío, lo acabo de descubrir jaja, pero recomendado de todos modos, chance y contigo funciona mejor :).

Inicio de temporada

¡Y con esta modesta entrada comienza oficialmente la octava temporada!, bruh, ‘pánico éldrico’ saber que ya llevo ocho años escribiendo ñoñadas, admito que no necesariamente en gran cantidad ni calidad, pero aún así es algo que de alguna forma me da felicidad, ¿y que es la vida si no buscarla?, tal vez sea otra cosa, no soy filósofo, yo que voa saber.

El lector avispado habrá notado el cambio de fuente y distribución del blog, y alguna que otra mejora de ‘calidad de vida’, espero que eso facilite un poco la lectura y así, todo bien todo fine.

Bueno, hay planes como siempre, aunque espero que no pase lo de siempre, a saber, que no termino por ejecutarlos, estoy pensando también en cambios a largo plazo, la vida da muchas vueltas y no hay garantía de que pueda mantener esta vaina indefinidamente sooo, ¡a pensar como hacerle!.

Pásala bien amable lector, para mis 4 lectores frecuentes, un <3 los tqm, ¡yoooooo!

El llano en llamas (libro) – Resumen y comentario

‘El llano en llamas (libro)’ es un volumen de diecisiete relatos cortos, todos absurdamente buenos (hay varias ediciones, pero voy a comentar la versión ‘definitiva-oficial’).

Varios teóricos coinciden en que este libro es especial porque todos ellos confluyen en un tema principal, una especie de ‘álbum temático’ pero de cuentos. Vamos a verlo más en detalle, pero si hubiera que decidir cuál es el tema mi proposición millenial sería: ‘La vida en México está difícil, pero no me agüito, vengan esos balazos’.

Idea que creo es válida aún hoy, tal vez tanto como en los años posrevolucionarios.

Sobre Juan Rulfo

Juan Rulfo es un autor con características muy atípicas, la más importante es que publicó en vida dos libros y con eso le bastó para convertirse en uno de los escritores hispanoamericanos más importantes del siglo XX.

Nació en Jalisco en 1917, en plena revolución mexicana, muchos de los temas y ‘escenarios’ de sus obras derivan de este conflicto y sus efectos en la realidad nacional.

De ahí que se le asocie con el realismo, pero su ejecución es sumamente contemporánea, sin descripciones costumbristas, usando la sonoridad del lenguaje como se hablaba (o aún habla) en el campo mexicano, con una técnica más emparentada con las vanguardias que con las letras de principios de siglo, aptamente se le considera uno de los precursores de ‘El boom’ y el realismo mágico.

Hay una entrevista de él en el programa ‘A fondo’ (un must watch) en la que se confirman los rumores de que era un hombre introvertido, callado y en cierta forma enigmático.

‘Pedro Páramo’ es considerada una de las mejores novelas en español del siglo XX (lo que es mucho porque estuvo lleno de hitos) y ‘El llano en llamas’ una de las más brillantes colecciones de cuentos en español, al nivel de las colecciones de Lugones, Quiroga o Borges (arriba el Río de la Plata jaja).

Fotografía de Juan Rulfo autor de 'El llano en llamas'

Sobre la revolución mexicana (parte 1)

Se han escrito montones de libros sobre el tema y aunque soy un ñoño de la historia, el tratar con detalle a la revolución mexicana está fuera de los alcances de esta entrada, así que en muuuy breves palabras:

Don Porfirio fué derrocado, los que lo hicieron empezaron una battle royal en la que el último hombre en pie se quedaba con el país. Cuando uno ganaba otro lo mataba y luego otro le hacía lo mismo y así hasta llegar a un general llamado Álvaro Obregón, le sucedió su protegido, otro general llamado Plutarco Elías Calles que fundó el partido que gobernó al país por setenta años ininterrumpidos.

Y es muy fácil que este tipo de resúmenes le quiten el factor más importante a este hito de la historia nacional, a saber, el humano, de hecho este aspecto suele ser ignorado por los libros y documentales más mainstream, ¿te imaginas cómo sería vivir en aquellos tiempos?.

Literal, un día podías ir muy quitado de la pena a trabajar a tu milpa, una unidad de ejército o de revolucionarios (de los mil sabores que había) pasaba y te ejecutaba o te llevaba de conscripto si eras hombre o te violaba y luego te secuestraban para que les hicieras la comida (y otras cosas) si eras mujer.

La primera revolución social del siglo XX (antecedió a la rusa o alemana) también incorporaba proposiciones sumamente innovadoras, el reparto agrario de Zapata, la igualdad social, y mucho más. La constitución de 1917 en su momento fué la más avanzada de su tiempo, así que en papel la vida en México debía ser de las mejores del mundo, pero en la aplicación de dichas leyes es en donde les falló a los que tuvieron que ver con ello en aquellos tiempos, por lo visto una característica nacional que nos distingue desde los albores de la nación. 

Pero soy apolítico, solo lo menciono porque aún con la revolución concluida y con la mejor constitución del mundo, el país estaba lleno de violencia, pobreza y corrupción (again, algunas cosas nunca cambian).

‘El llano en llamas (libro)’ posiblemente es el conjunto de cuentos que mejor transmite la realidad de aquél México de la postguerra revolucionaria. Y si prestamos atención algunos aspectos en él siguen siendo tan relevantes como hace casi cien años.

Ahora viene un brevísimo resumen de cada relato.

Resumen de cada relato de ‘El llano en llamas’ [Spoilers]

Nos han dado la tierra

Cuatro hombres caminaban por ‘el llano grande’, una extensión enorme de terreno que es seca y mala, cuando el delegado se las entregó como su tierra, ellos no comprendían cómo es que les daban una tierra tan estéril.

Llevaban once horas caminando, el hombre que narraba la historia reflexionó en que de seguir con sus caballos y carabinas la cosa sería distinta, pero también se los habían quitado.

Uno de ellos llevaba una gallina, dijo que cuando salía lejos la llevaba pues no había quien se la cuidara.

Por fin llegaron al desbarrancadero, cerca del río, de inmediato se empezó a notar cómo la tierra se volvía buena.

El hombre de la gallina la volvió a abrazar y le desató las patas, luego dijo: “¡Por aquí arriendo yo!”, los demás siguen adelante, más adentro del pueblo. La tierra que ‘les habían dado’ “está allá arriba”.

La Cuesta de las Comadres

Un hombre comienza a describir el lugar en el que vivía, ‘La cuesta de las comadres’, cómo nadie quería a los Torrico, ni en la cuesta ni en el cercano Zapotlán.

Luego ‘del reparto’ se erigieron en dueños, aunque a ellos les había tocado una pequeña parte nada más.

Remigio Torrico era tuerto, pero tenía una vista muy aguda, el narrador se sorprendía de cómo se pasaba horas vigilando Zapotlán, más tarde se enteró que lo que vigilaba era el camino.

Era un buen amigo de los Torrico, una vez los acompañó, entonces supo que ya era demasiado viejo como para estar en esas ‘andadas’.

Iban por unos tercios de azúcar. El arriero que los cuidaba estaba tendido en el suelo, dormido según los Torrico, muerto según el narrador.

Luego el hombre que relata la historia aceptó que él mató a Remigio Torrico, él lo incriminaba de la muerte de su hermano Odilón, después de gritarle y buscarle problemas fué a por un machete, el narrador estaba remendando un costal y tenía la aguja de arria a la mano, tan pronto se acercó se la clavó en el abdomen.

Al verlo tan triste se apiadó de él y después de sacarla se la clavó en donde suponía que tenía el corazón.

Luego le explicó al difunto Remigio cómo había muerto su hermano, limpió sus enseres y lo tiró en algún paraje mientras quemaban cohetes por las fiestas en Zapotlán.

Es que somos muy pobres

Un niño comienza narrando cómo un sábado, el primero después de la muerte de ‘tía Jacinta’ cayó un aguacero como hacía mucho no se veía.

La cebada que se secaba al sol se había perdido irremisiblemente, el único tamarindo del pueblo había sido arrancado y el río también se había llevado a ‘La serpentina’.

‘La serpentina’ era la vaca de Tacha, su hermana. Que su papá había conseguido tras muchos esfuerzos, se la regaló cuando era una vaquilla con el objetivo de que le sirviera de dote, una vaca muy bonita con una oreja blanca y otra colorada.

Y el río, crecido como nunca, se la había quitado.

Las hermanas mayores de Tacha, debido a que eran muy pobres se habían vuelto ‘pirujas’, habían aprendido malas costumbres de hombres malos y no era raro que las encontraran en el corral con alguno de ellos encima, su papá les aguantó todo lo que pudo, pero las terminó por despedir de su casa y ahora estaban en Celaya, o quién sabía dónde.

Por eso habían comprado a ‘la serpentina’, para evitar ese destino para Tacha, pero ahora que la vaca ya no estaba sus padres habían perdido toda esperanza.

Y allí estaba ella, llorando como si el río se le hubiera metido a los ojos, su hermano la intentaba consolar, pero ella no dejaba de lamentarse.

“Tacha y los dos pechitos de ella se mueven de arriba abajo sin parar, como si de repente comenzaran a hincharse para empezar a trabajar por su perdición”

El hombre

Un hombre camina trabajosamente por el monte. Otro lo sigue. Cada uno reflexiona en los eventos que los llevaron a esa persecución. El primero mató a una familia entera, el otro desea vengarse. El relato se intercala temporal y espacialmente entre ambos personajes, y termina con la declaración de un pastor a un licenciado sobre el hombre que huía, al que halló muerto en una poza cercana al río.

En la madrugada

Era de madrugada en San Gabriel, el viejo Esteban iba guiando un rebaño de vacas, llegó al corral de don Justo pero nadie abría así que saltó la pared para abrirse, así vió como don Justo llevaba en brazos a la niña Margarita de vuelta a su casa.

Le permitió al becerro que iba a ser quitado de su madre una última ordeña, pero al ver que mamaba de las cuatro tetas comenzó a golpearlo.

En eso llegó don Justo que lo golpeó a él tan duro que ya no supo de sí.

Luego leemos la perspectiva de don Justo, después de llevar a Margarita a su cama, pues pasaron la noche juntos, fue a abrirle la puerta al viejo Esteban, iba pensando en que si le pedía al cura que lo casara con Margarita lo acusarían de incesto y los excomulgarían a los dos, entonces vió al viejo golpeando al becerro brutalmente y por su parte lo agarró por el cuello y comenzó a darle de puntapiés, después sintió que se le nublaba la cabeza y cayó en el empedrado, su sobrina lo encontró muerto.

El viejo Esteban estaba declarando (posiblemente a un funcionario), “Yo no me acuerdo; pero bien pudo ser. Quizá los dos estábamos ciegos y no nos dimos cuenta de que nos matábamos uno al otro. Bien pudo ser”.

Talpa

Un hombre relata cómo él y Natalia, su cuñada, llevaron a su hermano Tanilo al santuario de Talpa, para curarlo de las llagas que lo aquejaban.

Ellos habían estado juntos muchas veces, pero la imagen de Tanilo siempre estaba presente, por eso incluso aunque quiso regresar a Zenzontla lo obligaron a continuar, y así, lo mataron.

Ahora solo les quedaba el remordimiento, no cruzaron palabra alguna cuando Tanilo murió a pies del altar de la virgen del templo, ni siquiera cuando lo enterraron escarbando con sus propias manos el surco en el camposanto de Talpa.

Macario

Un hombre, ¿o un niño? nos ‘platica’ (literalmente usa ese verbo) un poco de su vida.

De las ranas que tiene que matar porque su madrina se lo pidió, de Felipa que es quien cocina y a quien quiere más, aunque su madrina es quien paga las cuentas y por lo tanto quien tiene la última palabra.

A Macario no le gusta salir a la calle pues nunca falta quien le arroje piedras, ni lo maltrate.

Su madrina lo lleva a oír misa con frecuencia, y le amarra las manos con las puntas de su rebozo, hay quien dice que está loco y que le da por ahorcar personas, pero él no da crédito a esas palabras.

Felipa lo visita por las noches, Macario la quiere más pues lo deja tomar la leche de “los bultos esos que ella tiene donde nosotros tenemos las costillas” mientras le hace cosquillas por todas partes.

Por fin recuerda que está junto a la alcantarilla esperando a las ranas, pero no ha salido ninguna, de lo que tiene más ganas es de tomar unos “tragos de la leche de Felipa, aquella leche buena y dulce como la miel que le sale por debajo a las flores del obelisco …”

El Llano en llamas

El pichón nos relata los últimos días de los hombres de Pedro Zamora. Primero cuando los hombres de Petronilo Flores mataron a la mayoría de su grupo, el llano grande por fin estaba en paz.

Pero no por mucho tiempo.

Los pocos que quedaron se desperdigaron por los montes, pocos meses después, el recadero de Pedro Zamora llegó con armas y parque, el general estaba juntando a su gente otra vez.

Y ahora tenía más que nunca, todo volvía a ser como en los buenos tiempos, saquearon muchos pueblos, pero de algún modo las cosas habían cambiado.

El gobierno mandó soldados curtidos que no eran como los conscriptos que estaban acostumbrados a combatir, Zamora se dió cuenta de que no durarían mucho si seguían así, dividió sus fuerzas en grupos pequeños que asolaron la región e hicieron mucho daño, incluso más que en su anterior apogeo.

Y probablemente hubieran seguido así por mucho tiempo de no haber sido por el descarrilamiento del tren en la cuesta de Sayula, lograron sabotearlo y miraron cómo caían los vagones llenos de gente al precipicio, se escondieron por varias semanas, pero el gobierno ya no les dió descanso.

La mayoría murió, los pocos que quedaron lograron esconderse, esperando el siguiente levantamiento. Levantamiento que nunca llegó.

El pichón había salido de la cárcel hace tres años, estuvo allí no por ser un hombre de Zamora (de ser así lo habrían colgado boca arriba en un árbol para que los Zopilotes se lo comieran vivo), sino por el hábito que había adquirido como revolucionario de robarse muchachas, una de ellas, que tenía catorce años cuando la secuestró ahora lo esperaba, la mujer más buena del mundo en su opinión, recordaba haber matado a su padre cuando protestó por llevársela, un día llegó a la cárcel y le presentó a su hijo.

“¡Quítate el sombrero para que te vea tu padre!. Y el muchacho se quitó el sombrero. Era igualito a mí, con algo de maldad en la mirada. Algo de eso tenía que haber sacado de su padre. – También a él le dicen el pichón. Pero él no es ningún bandido ni ningún asesino. Él es gente buena”.

¡Diles que no me maten!

Narra las últimas horas de vida de un viejo que en su juventud mató a su compadre por negarse a dejar pasar a sus animales a sus pastizales. Desde entonces vivió lleno de miedo, huía cuando gente extraña llegaba al pueblo, pero de eso hacía mucho, ahora que era abuelo de varios niños, esperaba poder vivir en paz con ellos, su hijo y su nuera, lo que le quedaba de vida.

Pero un grupo de soldados lo capturó, cuando por fin llegó al cuartel, el coronel que había despachado la orden de arresto se descubrió como el hijo del hombre al que asesinó, ordenó que lo amarraran a un arbusto y luego que lo ejecutaran.

La última escena presenta al cadáver siendo llevado por su hijo para ser enterrado. 

“-Tu nuera y los nietos te extrañarán -iba diciéndole-. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha comido el coyote, cuando te vean con esa cara tan llena de boquetes por tanto tiro de gracia como te dieron.”

Luvina

Un antiguo maestro le cuenta a un tercero cómo es San Juan Luvina, su suelo gris, como de piedras que sirven para hacer cal, lleno de cerros y barrancos, lleno de muertos a los que los pocos familiares que les quedan tienen que acompañar.

El maestro previene a su interlocutor de la tristeza que parece emanar del lugar, y de que está muy cerca de ser ‘el purgatorio’.

De repente el hombre interrumpió su discurso, “se quedó mirando un punto fijo donde los comejenes ya sin sus alas rondaban como gusanitos desnudos, afuera se escuchaba cómo avanzaba la noche. El hombre que miraba a los comejenes se recostó en la mesa y se quedó dormido”.

La noche que lo dejaron solo

Tres hombres cruzaban la sierra de noche, el último de ellos, que después nos enteramos es un muchacho, se quedó rezagado, no habían dormido por tres días y llevaba varios rifles y carrilleras terciadas, poco a poco se estaba durmiendo mientras caminaba y terminó por acurrucarse en unos árboles al lado del camino.

A la madrugada siguiente lo despertaron unos arrieros que le dieron los buenos días. No contestó, cruzó el monte y se deshizo de su equipaje, al llegar a los ranchos de aguas zarcas se acercó sigilosamente al bullicio de soldados que estaban por allí.

Reconoció a sus dos tíos colgados de un mezquite, no hizo por mirarlos otra vez, luego escuchó a unos soldados decir que esperaban a un tercer hombre, sabían que eran tres y que el más joven había tendido una mortal emboscada a un tal teniente Parra, que eran de los últimos cristeros que iban a unirse a las fuerzas ‘del Catorce’ y que en el peor de los casos iban a ejecutar al primero que pasara por allí.

Luego se escabulló hasta llegar al arroyo y “sentir que se disolvía en la llanura”.

Paso del Norte

El relato comienza con un hombre encargando su familia a su padre. La semana pasada habían comido solo quelites, y ahora ni eso, había escuchado que en el norte se ganaban muchos dólares, y como no había forma para él de subsistir en su tierra decidió ir para allá. 

El padre rehusó, pero ante la insistencia y reproches del hijo terminó por aceptar.

En la siguiente ‘escena’ el hombre ha regresado. “Padre. Nos mataron”, le dice. Entonces relata que al cruzar el río cerca de Ojinaga, unos desconocidos los ‘aluzaron’ y comenzaron a dispararles, sólo él sobrevivió.

Su padre le respondió: “Eso te ganaste por creído y por tarugo. Y ya verás cuando te asomes por tu casa; ya verás la ganancia que sacaste con irte … se te fué la Tránsito con un arriero. Dizque era rebuena ¿verdá? Tus muchachos están acá atrás dormidos”.

Acuérdate

Un hombre le habla a otro (nunca se sabe realmente quiénes son) sobre Urbano Gómez. Le recuerda la historia de varios miembros de su familia, como las hijas de su hermano Fidencio que eran ‘muy juguetonas’ o la madre de ellas apodada ‘la berenjena’ debido a que siempre estaba metida en pleitos.

Urbano era famoso por sus dotes de emprendedor, revendía naranjas con chile que le habían costado dos centavos a cinco y mercaba cuanta chuchería llegara a sus manos.

Su hermana Inés se casó con Nachito Rivero, que por algún motivo ‘se volvió menso‘, su mujer tuvo que poner un puesto de tepache en la garita del camino real para mantenerlos, mientras Nachito se la vivía cantando canciones desafinadas con una mandolina prestada.

Los hombres que estaban conversando iban a beberse el tepache de Nachito, acompañados por Urbano, y nunca le pagaban, todos los del pueblo terminaron por evitarlo pues le debían dinero.

Urbano huyó del pueblo luego de la paliza que le propinó su tío cuando lo expulsaron de la escuela por ‘jugar al papá y a la mamá’ con ‘la berenjena’, un día regresó como policía, se sentaba en una banca de la plaza de armas, con una carabina entre las piernas y mirando a todos con mucho odio.

Fué entonces cuando mató al de la mandolina, la gente estaba en la iglesia rezando cuando escucharon los gritos de Nachito.

Urbano le estaba descargando golpes con la culata de la carabina aún ante los reclamos de todos, hasta que un forastero se la quitó y lo dejó tirado de un golpe, pasó allí la noche y en la mañana se fué, lo atraparon en el camino.

Al final el narrador le menciona a su interlocutor: «Dicen que él mismo se puso la soga al cuello y escogió el mejor árbol para que lo colgaran».

¿No oyes ladrar a los perros?

En medio de la noche un hombre viejo lleva a cuestas a su hijo que estaba malherido.

Durante el trayecto a Tonaya, en donde sabe que hay un doctor, el hijo le dice a su padre que lo deje, que lo alcanzará en cuanto pueda, pero el viejo sabe que en el momento en que lo baje no podrá levantarse.

El hombre le dice que no hace esto por él, que ha sido un mal hijo, un salteador y asesino, lo hace por su difunta esposa, que quería lo mejor para él y que le recriminaría si lo hubiera dejado allí tirado, en donde habían matado a sus amigos.

El viejo le pide que se fije si están cerca del pueblo, si oye ladrar a los perros, pero su hijo no responde más.

Es de mañana y por fin han llegado a las primeras casas de Tonaya, escucha a los perros desde todos lados.

“¿Y tú no los oías, Ignacio? -dijo-. No me ayudaste ni siquiera con esta esperanza.”

El día del derrumbe

Dos hombres conversaban sobre el terremoto de septiembre en el occidente del país, recordaban en especial la visita del gobernador del estado, los cuatro mil pesos que les costó atender a su comitiva y lo bien que la pasaron.

Comiendo, bebiendo ponche y el gobernador dando un discurso que uno de los interlocutores se aprendió de memoria.

Recordaron que uno de los borrachos empezó a disparar al aire en apoyo del gobernador, que afuera, unos hombres peleaban con machetes y uno había muerto, del gobernador dando órdenes siempre acatadas con un ‘sí mi general’.

El hombre recordó bien la fecha de la visita del gobernador, veintiuno de septiembre, si hijo había nacido ese día y él regresó más borracho que sobrio, cuando su mujer le devolvió el saludo le dijo que ni para llamar a la comadrona sirvió, tuvo que arreglárselas como pudo.

La herencia de Matilde Arcángel

Un arriero que después nos enteramos se llama Tranquilino Herrera, comienza a relatar a un público indeterminado los sucesos relacionados con su compadre Euremio Cedillo y su familia.

Euremio era un hombretón grande y fuerte, tanto que hasta daba coraje estar cerca de él pues parecía que uno estaba hecho como de mala gana o con desperdicios.

Su hijo, también llamado Euremio Cedillo en cambio era flaco y de aspecto enfermizo. Había vivido siempre aplastado por el odio. Quien más lo odiaba era su padre.

La madre de Euremio, Matilde Arcángel, había sido novia de Tranquilino, un día éste llegó de una de sus diligencias y se encontró con que su novia se había casado con Euremio.

Matilde era sumamente hermosa, les alegraba la vista a todos los arrieros que pasaban por la fonda de su madre.

Tranquilino aceptó ser padrino de Euremio para siquiera poder verla de vez en cuando.

Venían del bautizo cuando el caballo en que iba Matilde con el niño se desbocó. Terminó en un charco de lodo, muerta, con una mirada de tristeza o felicidad, había salvado a su hijo.

Desde entonces su padre lo odió, decía que el niño asustó al caballo con uno de sus berridos y que por salvarlo su mujer había muerto. Se bebió toda su hacienda con tal de no dejarle nada, lo golpeaba todos los días, lo mataba de hambre, pero su hijo no murió.

Pasaron los años y algunas personas ayudaban al muchacho lo mejor que podían, aprendió a tocar la flauta y a veces se le escuchaba hasta bien entrada la medianoche.

Un día pasó un grupo de hombres armados por el pueblo, esa noche se escuchó a una flauta irse con ellos.

Algunos días después también pasó un grupo de soldados, Euremio el viejo se armó y les rogó que lo dejaran acompañarlos.

Pocas semanas después regresó el grupo de hombres ahora desarrapados y montados en caballos flacos, unos ‘estilando’ sangre y otros dormidos, se siguieron de largo.

Al final iba su ahijado Euremio montado en el caballo de su compadre que iba atravesado sobre la silla muerto.

Anacleto Morones

Un grupo de mujeres llega a una remota casa, buscando a Lucas Lucatero. Quieren su apoyo y testimonio para canonizar a su suegro, “el niño” Anacleto Morones.

Resulta que Morones era una especie de hombre milagroso que había curado multitud de dolencias y ayudado a muchas personas.

Lucatero estaba nervioso y quería que se fueran cuanto antes, así que buscó la forma de incomodarlas para que lo hiciesen.

Habló de los crímenes de Morones, de cómo no dejó a una sola vírgen en los alrededores, de que le entregó a su hija embarazada de él mismo y de que era tan aventurera como su padre.

Una a una las mujeres se marcharon, hasta que solo quedó Pancha Fregoso, hablando con completa franqueza decidieron pasar la noche juntos. Lucas le pidió que le ayudara a empedrar su corral pues es lo que le faltaba de faena, terminaron en poco tiempo, sin que ella supiera que debajo de las piedras estaba el cadáver de Anacleto Morones.

A la mañana siguiente Pancha le dijo: “Eres una calamidad, Lucas Lucatero. No eres para nada cariñoso. ¿Sabes quién sí era amoroso con una?. El Niño Anacleto. Él sí que sabía hacer el amor.”

Comentario

Sobre los libros de cuentos

Como he mencionado antes, el relato breve es mi forma favorita de prosa, siempre cito a Poe con su concepto de ‘unidad de efecto’ y también a Quiroga con sus opiniones respecto a lo que un buen cuento debe tener.

Si aplicamos estos estándares para ‘medir’ la efectividad de los relatos de Rulfo (nótese que no planeo definir si un cuento es bueno o malo sin importar el autor, la efectividad se refiere, de nuevo, al ‘efecto’ del relato (hasta las etimologías de ambas palabras se llevan muy bien haha)) entendemos por qué se consideran al nivel del mismo ‘Poe de latinoamérica’ o al ‘inmortal’ (codazo guiño) Borges.

Si bien las tramas y personajes del maestro Rulfo ya habían sido exploradas vagamente por otros autores (véase la sección de ‘Los precursores’ en ‘El boom de la novela latinoamericana’), como la violencia en el campo que se expresó muy bien en ‘Doña Bárbara’, o la violencia del mundo hispanoamericano a principios de siglo en algunos relatos tempranos de Borges (e.g. Hombre de la esquina rosada). 

Pero algo que me pareció sumamente novedoso en términos cronológicos es el uso del lenguaje en ‘El llano en llamas’ (libro), con un fuerte ‘sabor’ a vanguardia.

Como en ‘Es que somos muy pobres’, donde el niño/narrador dice algo como: “Y Tacha llora como si el río se le hubiera metido dentro” (estoy parafraseando), o en frases tan ‘simples’ como “… ni paró en su carrera hasta que sintió que el arroyo se disolvía en la llanura.”, dan la sensación de que el autor se tomaba su tiempo para encontrar las palabras adecuadas, un poco a la Flaubert, pero con una fuerte carga a veces surrealista que recuerda vagamente a ‘El reino de este mundo’ o ‘El señor presidente’.

Pero no en lo fantástico, se acerca más a un realismo expresado con algunas técnicas de la ‘vanguardias’, algo que no se ve todos los días.

Otro aspecto interesante de ‘El llano en llamas’(libro) es la idea de leerlo como un ‘ciclo’.

El ciclo de ‘El llano en llamas’

Así como hay álbumes conceptuales en los que cada canción contribuye a un todo, que bien puede ser una historia u otro aspecto inherente a la música y el montón de variables que tiene, también hay un equivalente en el mundo de los libros de cuentos que en ocasiones es llamado ‘ciclo cuentístico’.

Y la idea no es nada nueva, si pensamos un poco ‘Las mil y una noches’ son un ciclo extenso (¿ya viste la edición de Mirlo?, ¡está bien bonita!), pasa lo mismo con otras colecciones medievales europeas al igual que en otras literaturas.

Pues que algunos críticos proponen que ‘El llano en llamas’ (el libro completo) se puede leer como un ciclo cuentístico.

Y ¿cuál es el ‘hilo rector’ del ciclo de ‘El llano en llamas (libro)’? Yo diría que en dos palabras es: ‘violencia estoica’. Pero esas palabras encierran más de lo que aparentan. 

En un ‘ciclo cuentístico’ el orden en que aparecen los relatos importa mucho.

‘Nos han dado la tierra’ define el ‘marco histórico’ (no soy tan fan de la expresión) del resto de los relatos, es decir, los años después de la revolución, en los cuales los hitos más importantes fueron el reparto agrario y la guerra cristera (dato random, ‘Pedro Páramo’ también sucede en este ‘espacio temporal’, y ‘Pensativa’ lidia con las consecuencias de la guerra cristera).

Y así vemos a estos antiguos revolucionarios (se infiere por el recuerdo de las carabinas y los caballos que les fueron quitados) recibiendo tierra estéril, lo que expresa la opinión de la mayoría de los campesinos de que la revolución les falló después de tantos años de violencia.

El fracaso de la reforma agraria también se manifiesta en ‘La cuesta de las comadres’, esta vez por el bandidaje y la laxa aplicación de las leyes en el inmenso territorio nacional, labor dificultada por el centralismo gubernamental (again, esto sigue sonando insufriblemente actual). En ese relato se inaugura otro motivo constante en gran parte de los cuentos restantes, la violencia ejercida sin remordimientos, casi como un reflejo.

La palabra también pertenece a un campesino, que parece no comprender del todo ni la maldad de sus ‘amigos’ los Torricos, ni el peso de su propio crimen. Esta actitud, calificada de indiferente’, ‘fatalista’, ‘inmoral’ o ‘amoral’ por varios críticos, se repite en ‘El hombre’, ‘En la madrugada’, ‘Diles que no me maten’ y ‘Anacleto Morones’.

Aún así, en cada uno de los casos, el asesino tiene algún ‘motivo’ para su crimen. 

El viejo de ‘La cuesta de las comadres’ actúa en defensa propia y también se libra de un bandido; En ‘el hombre’ el perseguidor busca vengar la muerte de su hermano y de la familia de éste; Esteban mata a su patrón por el resentimiento de vivir explotado y hambriento, además de cumplir con su ‘obligación cristiana’ de matar a un incestuoso; Motivo análogo a Lucas Lucatero y el asesinato de Anacleto Morones; Juvencio de ‘Diles que no me maten’ mató a Terreros para salvar a sus animales pero también porque éste rompió el ‘sagrado vínculo’ del compadrazgo; Mientras el hijo de Matilde Arcángel mata a su padre en pago a los años de maltratos en los que lo mantuvo.

Tampoco se puede ignorar la crueldad/frialdad con la que se ejecutan los crímenes y los relatan sus mismos perpetradores, me viene a la mente el discurso de Rugiero en el que resalta que la gente del campo era “muy buena para sembrar maíz y batirse con una suerte de indiferencia”.

La vida en México

También está constante una naturaleza hostil, como el llano grande que parece una sucursal del infierno, o las fuertes lluvias (en contraste) que causan la muerte de “la serpentina”. También en ese relato (‘Es que somos muy pobres’) Rulfo inaugura su perspectiva crítica de la religión. La madre de Tacha está sumamente preocupada por la condena eterna del pecado de sus dos hijas mayores y que se asume será igual para Tacha, su padre por otro lado sabe que sus tribulaciones se deben a la pobreza y no a algún castigo divino, desmintiendo la opinión generalizada de que los campesinos son ignorantes.

La familia de Tacha no puede contar con las dos instituciones más poderosas del país: la iglesia y el gobierno, de hecho, siempre que se insinúa la presencia de cualquiera de estas autoridades es con matices negativos, idea que se manifiesta especialmente en ‘Talpa’ y ‘Anacleto Morones’.

Y ese sentimiento de desamparo abre el espacio a la idea de orfandad, muy extendida en la postguerra civil, y en los relatos de ‘El llano en llamas’ (casi todos).

Sobre todo su resolución proporcionada por la venganza, Rulfo atribuye una importancia capital a la figura paterna con las palabras del militar de ‘Diles que no me maten’: «Es algo difícil crecer sabiendo que la cosa de donde podemos agarrarnos para enraizar está muerta», idea que se repite en ‘La herencia de Matilde Arcángel”, y ya sabemos cómo terminan ambos relatos.

El resto de cuentos subrayan uno u otro de los aspectos ya mencionados con distintos matices, pero en términos generales podríamos decir que el hilo conductor de todos es, en palabras de Jorge Rufinelli, ‘la ausencia del padre’, en la que ‘padre’ engloba también a las instituciones (de nuevo, sobre todo las religiosas y al estado).

Para comprender a plenitud las ideas expuestas por Juan Rulfo por medio de estas familias disgregadas, asesinatos, violaciones, parricidios y relaciones incestuosas, como resultado de las revueltas sociales de principios del siglo XX, hace falta cierta familiaridad con la literatura e historia mexicana, porque no es que la gente matara así porque sí, el contexto de los personajes es distinto al de nuestros días.

Para los que no están tan fuertes en historia y literatura nacional y por lo tanto puede que escapen a su comprensión estas sutiles características, la altísima calidad de los relatos basta para transmitir los ‘efectos’ de los que hablaba Poe, muy a la Quiroga también, con injusticia, pasión, vida y muerte. El ‘factor humano’ que cualquier persona en cualquier parte del mundo puede comprender.

Conclusión

En resumen ‘El llano en llamas’ es un volumen de relatos que expresan muy bien la realidad nacional de los años posteriores a la revolución, y aunque esos aspectos no les interesen a ciertos lectores, la técnica y presentación de cada cuento bastan para retener la atención, de forma muy parecida a lo que pasaría en ‘El boom’, es decir, abordando la existencia humana en sus aspectos más básicos y por lo tanto, comunes a cualquier persona sin importar en dónde viva, temporal y espacialmente.

Como ‘bonus track’ (literal), acá está un audio del mismo Juan Rulfo leyendo ‘diles que no me maten’ (OMG), top tier!.

Fuentes

  • Mora, G. (1991). El ciclo cuentistico: “El llano en llamas” caso representativo. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 17(34), 121–134. https://doi.org/10.2307/4530564
  • Echevarria, G. R. (2012). Modern Latin American Literature: A Very Short Introduction. Oxford University Press.

¡Random! – La historia como ciencia (y por qué es importante)

Advertencia: Esta es la presentación de las entradas ‘menos sustanciales’, básicamente van a ser mi opinión y reflexiones sobre algún tema random y las cosas que he leído al respecto que no van a tener entrada. El único motivo por el que me atrevo a publicarlas es porque tal vez algún distraído lector va a encontrar algún material para leer o ver o jugar. Espero también que a pesar de que esta entrada no incluye demasiadas fuentes externas, sea de alguna utilidad.

Soy un ñoño de la historia (y por qué lo menciono)

Cicerón decía que quien no conoce la historia no deja de ser un infante (dato random, siempre que alguien menciona a ese filósofo/político romano, me lo imagino con la voz de este otro Cicerón (en su doblaje castellano (me pregunto quién va a escuchar treinta minutos de diálogos random de un sociópata ficticio jaja))).

Y no tengo nada contra quien desconoce o no se interesa por la historia, pero coincido en que ciertas nociones de nuestro ‘lugar’ en el tiempo son indispensables si se desea tomar decisiones importantes de manera informada.

Viene a la mente la frase: “los que no conocen la historia están condenados a repetirla”, luego está el corolario no oficial: “y los que la conocen están condenados a verla repetirse”.

No creo que el estudio de los hechos pasados sea una labor fútil, porque la labor del historiador (o del ñoño aficionado a la historia) no es enumerar sucesos y fechas y personajes. Es intentar discernir el aspecto humano implicado en los susodichos, comprender las variables que motivaron los sucesos y a las personas que tuvieron que ver con ellos, con el tiempo te das cuenta de que no somos demasiado diferentes.

No importa tanto la fecha de la caída de la Bastilla como las fiestas locas de la nobleza y el absolutismo francés (y de cómo surgió una nueva acepción de los términos ‘izquierda’ y ‘derecha’).

O si estás hasta el queso de referencias geopolíticas (yo lo estoy jaja), da más o menos igual la fecha exacta de la publicación de Azulcomparado con sus implicaciones en la literatura del mundo entero (literal).

Creo que una de las capacidades más notables de la historia es que nos permite comprender (aunque sea parcialmente) a las personas que han vivido en tiempos pasados y en lugares distintos, y a lo mejor si nos imaginamos en los mismos contextos no seríamos demasiado distintos, lo que coincide con mis teorías de que en términos generales todos, en todos lados y momentos pensamos más o menos igual.

No queremos morir, queremos cuidar de nuestra familia o tribu o nación y a todos nos gusta la poesía, etcétera (esto último en referencia a ‘La casa de la presencia’ de las obras completas de Octavio Paz, vamos a discutir de eso en entradas futuras, ¡OMG!).

Sobre la historia (no tan) universal

Historias antiguas

Hace pocos años se editó en México la biblioteca clásica de la editorial Gredos en alianza con RBA (en realidad tengo entendido que RBA compró a Gredos (OMG)), colección que incluye el primer set de libros que voy a recomendar: ‘Historia’ de Heródoto.

Ya tenía bastante tiempo que los tenía ‘en la mira’. Las guerras médicas son un episodio muy conocido de la historia occidental (léase europea y por herencia lejana de latinoamérica), luego las películas 300 y su ‘secuela’ lo hicieron más famoso todavía. 

En todos lados se apuntaba a Heródoto como el padre de la historia y como entusiasta de la misma era obligatorio leerlo.

Los libros abordan los orígenes de las guerras entre las ciudades-estado griegas y los medos (o persas), pero trata a un montón de otros pueblos, los egipcios (los más antiguos de los hombres según los griegos), los masagetas (y sus feroces mujeres combatientes), los afeminados lidios (no es peyorativo, en la Grecia clásica tenían una forma de ver la sexualidad muy distinta a las tradiciones judeo-cristianas a las que estamos acostumbrados hoy día), está (chef kiss) muy bueno.

Tengo entendido que Porrúa también editó los nueve volúmenes de ‘Historia’. Bastante más asequible y seguro de gran calidad, pero si puedes echar mano a la edición de Gredos no lo dudes.

Dicha edición tiene un montón de notas aclaratorias, apéndices y mapas, sin descontar la gloriosa traducción al español, ¡top tier!.

El mundo anglosajón es lo más importante (ironia activada)

Otro libro menos épico pero sí interesante (y que viene al caso) es ‘Historia alternativa del siglo XX’ de John Higgs.

En el prólogo se asegura que va a tratar la historia del más convulso de los siglos desde una perspectiva menos convencional, todos sabemos de las guerras mundiales, de la bomba atómica y de la guerra fría, pero ¿qué pasó con el arte, la ciencia (no militar) y la gente (¿la sociedad?)?.

El libro es agradable, tiene datos interesantes sobre una buena cantidad de temas que suelen ser ignorados, la teoría de la relatividad, las vanguardias, los cambios sociales relacionados con la sexualidad y el género, etcétera.

El único detalle que le encontré es que se debería llamar al menos en países latinoamericanos ‘Historia – europea y de la América anglosajona – alternativa del siglo XX’.

Pero fuera de eso está muy bien, como para descansar un poco de lecturas pesadas, también me parece una gran idea hacer una ‘Historia – latinoamericana – alternativa del siglo XX’.

Llevaría al Boom de ley, a Revueltas, al muralismo y otro montón de cosas, a lo mejor lo que pasó por acá no afectó demasiado al resto del mundo pero está tan interesante como cualquier otra historia, y es relevante para todo el mundo hispanohablante así que tampoco es cualquier cosa.

Cosas que me gustaría leer

También hay libros de historia que me gustaría leer. 

Tengo pendiente a Tucídides y su ‘Historia de la guerra del Peloponeso’, la narración y análisis del conflicto entre Atenas y Esparta, hay quien dice que es una crónica científica y objetiva del conflicto y por lo tanto el primer libro de Historia occidental (Heródoto todavía hacía referencia a las deidades y demás mitos), otros piensan que Tucídides fué un artista y que (sin poner en duda sus intenciones) “elige y coloca hábilmente su material, y desarrolla su potencial simbólico y emocional” más que ser un historiador en forma. De todos modos hay que leerlo.

Sobre la historia de la literatura los ensayos de Emir Rodrígez Monegal sobre el boom y los de Octavio Paz sobre el modernismo y la poesía también son textos que planeo leer, de este último tema, el volumen uno de las ‘Obras completas’ editadas por el Fondo de Cultura Económica me parece contiene la mejor selección de textos escritos por el Nobel mexicano (creo que en algún momento habrá una entrada sobre las opiniones encontradas relativas a Paz y por qué a pesar de eso lo cito tanto, esto va a estar bueno).

Sobre la historia de México

No es una sorpresa que esté un poco más enterado de la historia de México (lo que tampoco es mucho desde luego).

Las ‘Disertaciones sobre la historia de la República mejicana desde la época de la conquista que los españoles hicieron a fines del siglo XV y principios del XVI de las islas y continente americano hasta la independencia’ son unos auténticos mamotretos que vale la pena leer, no porque sean particularmente imparciales y precisas (no lo son), pero proveen una interesante imagen de la vida en México (y supongo que era muy parecida en el resto de latinoamérica) durante los periodos mencionados.

Hay varios libros para recomendar que creo entran en este subconjunto de libros de historia que intentan ser imparciales y no venderte la idea de individuos como villanos de pura maldad o ‘santos mártires’ de la civilización.

Uno de ellos es ‘En busca del señor Jenkins’ de Andrew Paxman, editado por Debate, sobre William O. Jenkins, en su momento el hombre más rico de México, uno de sus protegidos Manuel Espinoza fué el mexicano más rico luego de la muerte de Jenkins y a su vez ‘maestro’ de Carlos Slim, curiosamente pasó lo que a De Niro en ‘The Irishman’ hoy día a nadie le interesa Jenkins o Espinoza, pero ellos y su generación formaron parte integral de la constitución social, económica y política del México moderno, un libro interesante con un montón de referencias por si quieres sumergirte en ese ‘rabbit hole’ de los magnates mexicanos del siglo XX y sus ‘pragmáticas estrategias’.

Reflexiones sobre la historia

La historia es como un iceberg, tiene tropos repetidos hasta el cansancio y por tanto ampliamente conocidos, sobre todo de la historia europea en especial la anglosajona. A la fecha se habla de ‘edad media del Japón’ o que las sociedades mesoamericanas eran ‘neolíticas’. El deseo de ‘encasillar’ un periodo de cualquier parte del mundo en un periodo histórico europeo nos habla un poco de quiénes han recopilado la mayor parte de la historia que conocemos.

Nada de hate para con los historiadores de aquél lado (mi discurso está lleno de anglicismos, so no tengo nada contra ese lado del mundo), pero es innegable que la información que tenemos tiene en su mayoría un solo punto de vista, que en el peor de los casos está sesgada y en el menos malo es sumamente condescendiente.

¿Te has preguntado qué fué de las historias nativas de América?, los pocos códices y textos que quedan (muchos de ellos escritos ya en el periodo colonial (o virreinal si te gusta el colonialismo con pasos extra) son solo una fracción de la historia antigua que nunca vamos a conocer, además de que probablemente fueron escritos para granjearse el favor de los ‘importantes’ del momento), ¿y las de África, Asia, Oceanía?.

Tampoco es como para ignorar a la rica tradición historiadora de los clásicos por ejemplo, voto por un poco de equilibrio en todos sentidos.

Todo estudiante de historia también comprende que el hecho de que algo esté escrito en un libro no significa que sea necesariamente verdadero, por eso los que se dedican a eso buscan tantas fuentes como sea posible, intentan alejarse emocionalmente del objeto de estudio (es decir, que de entrada todos los libros de historia editados por cualquier gobierno están descartados), y evitan emitir juicios del tipo ‘X persona o país fué de lo peor’.

Ñoñadas varias (o cosas random de historia para ver, escuchar y jugar)

Otro libro que me interesa leer en algún momento es: ‘The Oxford History of Mexico’ aunque googleando un poco tiene varias críticas negativas. 

El motivo por el que lo recomiendo es por los videos de Kraut sobre México (acá el primero en su versión original y acá en español (OMG!)). Cuatro horas de video que cubren un montón de temas para terminar en la explicación de por qué México es como es y que a mí como nacional mexa me parecieron sumamente precisos y en los que coincido en repetidas ocasiones. Sobre todo en el origen y perpetuamiento de los vicios del poder en México y su distribución que se han mantenido constantes de una forma u otra desde hace quinientos años.

Dichos ‘video-essays’ son prácticamente la versión narrada de ‘The Oxford History of Mexico’ y por eso mi interés por el libro.

Y ya que menciono a ‘historiadores de youtube’, es decir gente que tal vez no es un autor publicado pero que hace mucha investigación y la expresa en términos comprensibles y divertidos no puedo dejar de recomendar al ‘Fall of civilizations podcast’ de Paul Cooper, a ‘Revolutions’ de Mike Duncan, al sumamente divertido ‘Oversimplified‘ y al podcast del legendario sub-reddit ‘AskHistorians’, este último con entrevistas a gente que sí se dedica a la investigación académica de sus respectivos campos, están muy buenos aunque todos están en inglés.

Historia para tontos’ se ve bien fundamentado y en español, con videos mucho más cortitos y divertidos, aunque también hay varios episodios de podcast en forma, todos muy buenos.

Y ya que nos estamos desviando de los recursos formales para aprender de historia tampoco puedo obviar la saga de juegos Civilization (la civilopedia está divertida pero no le hagas mucho caso, yo la uso sobre todo para saber a quién investigar si me siento interesado e.g. según su entrada Clara Shuman nada más fué conocida como una gran pianista, cuando en realidad hay quien teoriza que compuso varias de las secciones más famosas de la obra de su esposo).

También están los legendarios Age of Empires (aquí aprendí de los dragones y lanceros de caballería), y los complejísimos Europa Universalis, Crusader Kings y Victoria (después de cientos de horas de juego sigo sin lograr que mis imperios dejen de colapsar XD).

Obviamente ninguno de estos recursos es para ser tomado como ‘evangelio’, pero puede iniciarte en muchos temas que tienen el potencial de convertirse en investigaciones más formales eventualmente.

La conclusión es básicamente que ‘la historia es chida’ jaja, espero que la entrada no haya estado demasiado mala, pero la del mes que viene se va a poner tremenda, spoiler alert, se va a llamar ‘El llano en llamas’ (grito agudo), así que no te la pierdas :D.

Historia de la literatura hispanoamericana

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A partir de hoy, vamos a viajar (a muy grandes rasgos a veces) por tooooda la historia de la literatura hispanoamericana. Desde Cortéz y De las Casas, hasta los ‘instapoetas’ de nuestros días.

Declaración de intenciones

Uno de los objetivos originales de este blog era comentar obras de la literatura mundial y motivar a los lectores a darles una revisada si no lo habían hecho.

Con el tiempo, y aunque ese objetivo sigue siendo parte importante del sitio, empecé a inclinarme por la literatura latinoamericana en Español.

Así surgió la idea de esta ‘saga’ de entradas.

Antes de comenzar con este emocionante viaje vale la pena establecer las ‘reglas’ que van a moderar los contenidos.

Limitantes y objetivos

Primero los términos ‘hispanoamérica’, ‘iberoamérica’ y ‘latinoamérica’ serán usados indistintamente. Aunque en realidad creo que el primer término es más exacto para nuestros fines (‘id est’, países del continente americano que tienen al Español como lengua hablada por un número significativo de pobladores).

Por literatura hispanoamericana me refiero a los textos escritos originalmente en Español por autores nacidos en el continente Americano (aunque en ocasiones contemplaremos a los grandes escritores de España).

Cuando escriba América o su gentilicio siempre me estaré refiriendo al continente completo (o continentes, según a quién le preguntes), desde Alaska hasta el Cabo de Hornos.

Esta primera entrada va a servir de ‘mapa’ para el recorrido. Vamos a definir cada ‘época literaria’ en orden cronológico, además de un breve resumen de sus particularidades y autores más importantes.

Eventualmente cada ‘época’, ‘corriente’ o ‘movimiento’ tendrá su propio set de entradas, según vea adecuado. La idea es que al final tengamos una entrada para cada una de las obras fundamentales de cada periodo.

Seguiremos una estructura de ‘categorías’ que corresponden a periodos de tiempo relativamente extensos y las corrientes literarias que los componen.

Visto de manera gráfica será algo así:

Infografía de división arbritraria de la historia de la literatura hispanoamericana por periodos de tiempo. Antecedentes, Colonia, Literaturas nacionales, Modernismos, Literatura contemporánea, Literatura postmoderna.
Literatura hispanoamericana

Cada periodo de tiempo (definido arbitrariamente y sin demasiado rigor) será llamado ‘época literaria’. Y las épocas contienen de uno a ‘n’ ‘movimientos literarios’. Los ‘movimientos literarios’ contienen a su vez varios autores con sus obras respectivas. A veces un autor puede fluctuar entre ‘movimientos’ y ‘épocas’.

Mapa de entradas

A continuación está el índice de entradas del proyecto. Conforme las vaya armando voy a ir actualizando los enlaces.

Literatura hispanoamericana (esta entrada)

  • Antecedentes
    • Expresiones culturales prehispánicas
    • Afroeurasia
    • España
  • La colonia
    • Cartas y relaciones
    • Barroco
  • Literaturas nacionales
  • Modernismos
    • Modernismo
    • Pricipios del Avant-garde (Vanguardismo)
  • Literatura contemporánea
  • Literatura postmoderna

Brevísima historia de la literatura hispanoamericana

Ahora, vamos a ver desde ‘muy lejos’ a toda la literatura latinoamericana. Se entiende que habrá información más completa y detallada en la entrada correspondiente a los periodos/movimientos/obras. Pero para tener un panorama global de hacia dónde vamos tendremos esta breve relación de los hitos de la literatura hispanoamericana.

Antecedentes

Antes de ‘entrar en materia’ propiamente me parece adecuado considerar los antecedentes históricos y culturales que la influyen (nótese la conjugación en presente del verbo). Y que en ocasiones le dieron las características que la diferencian de otras literaturas.

En algún punto de la historia varia gente pobló el continente y dió origen a las únicas culturas realmente originales de América. Por originales quiero decir que se vieron libres de influencias externas. Distinto a lo que pasó en Afroeurasia. Donde desde la Roma imperial había cierta relación entre el oriente y el occidente (en realidad desde mucho antes si le haces caso a Heródoto, algunos teorizan que desde el calcolítico ya había intercambios intercontinentales :o).

Todo esto para establecer que las cosmogonías y formas de expresión artística de las naciones originarias americanas no fueron afectadas por poderes externos a la misma esfera cultural del continente.

Y aunque en la colonización europea del siglo XV se perdió mucho de esas culturas, su efecto en las naciones que surgieron después sigue presente.

Las mismas culturas europeas trajeron una gran cantidad de conocimientos y formas de pensar que habían surgido de intercambios análogos. En la península ibérica por ejemplo, la cultura española había heredado formas del lenguaje de los Romanos, sus instituciones y leyes. La presencia gótica llevó nuevos influjos culturales germánicos sin olvidar la raíz celtíbera de los antiguos pobladores.

Granada y otras ciudades de la actual España se convirtieron en las capitales culturales y científicas del mediterráneo durante la ocupación de los ‘moros’.

El árabe influyó notablemente en el desarrollo de la lengua y literatura del periodo.

Y es innegable el impacto de la llamada ‘tercera raíz’, la cultura de las personas originarias de África, en la América colonial.

Así, en cada país, en diferente medida y con sus propias particularidades, estas culturas contribuyeron a lo que hoy llamamos literatura hispanoamericana.

Codice prehispánico de Zouche-Nutall
Códice Zouche-Nuttall

Colonia

La conquista de las Américas trajo consigo el idioma y forma de hacer literatura que la tradición española llevaba puliendo durante siglos. El descubrimiento de este exótico nuevo mundo impulsó notables cambios en los motivos literarios del periodo.

Cronistas como Fray Bartolomé de las Casas y Pedro de Cieza, narran las conquistas y peculiaridades de la tierra que hoy llamamos hispanoamérica.

Con un ‘sabor’ a canto épico, estas relaciones y crónicas se convertían en las versiones modernas de las gestas antiguas de inclinación “nacional”. Análogas al ‘Poema del Mío Cid’ o el ‘Chanson de Roland’.

La mayoría de la producción literaria colonial fue escrita por autores nacidos en España (no es el caso de Garcilaso de la Vega). No obstante, se comenzaba a marcar cierta diferenciación entre las literaturas de América y las peninsulares.

Ya para el siglo XVII el barroco Español que surgió como respuesta al fallo del humanismo renacentista dominaba también la literatura hispanoamericana (¿virreinal?).

Sor Juana es la principal exponente novohispana del periodo, que con otros grandes autores dio lugar al llamado ‘Barroco de Indias’. Corriente que enfatizaba que ser americanos era uno de los rasgos distintivos de su propia identidad.

pintura de sor juana inés de la Cruz
Sor Juana Inés de la Cruz

Literaturas nacionales

La ocupación en España por Bonaparte y otro montón de factores, favorecieron las guerras de independencia en las colonias.

Literatura de la independencia

Resaltan las guerras de Simón Bolívar ‘el libertador’, que dieron lugar a las modernas Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.

No hay poeta más asociado a estas guerras que el ecuatoriano José Joaquín de Olmedo  que con su ‘Canto a Bolívar’ llevó a la independencia al nivel de una oda a la usanza de Virgilio. Con un fuerte estilo neoclásico de moda en la literatura española de aquél entonces.

Surgieron autores análogos en todo el continente como Andrés Bello en Venezuela y José María Heredia  en Cuba. Éste último se adhirió al romanticismo que tomaba fuerza en Europa como respuesta al neoclasicismo.

En Argentina Esteban Echeverría escribió ‘La cautiva’, que ignoró las ideas neoclásicas y en cambio llenó su obra de alusiones locales a la flora, la fauna y el terreno americanos. Además optó por usar una forma de verso más popular en contraposición a las métricas clásicas.

El costumbrismo

Expresar la realidad latinoamericana se convirtió en una de las principales preocupaciones de los escritores de prosa del período, lo que desembocó en una preferencia por el realismo. Con un fuerte énfasis en que las descripciones fueran lo más precisas y exhaustivas posible. Había surgido el costumbrismo.

Una derivación del realismo literario que tenía por objetivo el retratar las costumbres de la gente de la manera más fiel posible. Los costumbristas se enfocaron sobre todo en las personas marginalizadas de las ciudades y zonas rurales.

En México, José Joaquín Fernández de Lizardi publicó ‘El periquillo sarniento’ inspirándose en la novela picaresca española para satirizar a la ‘nueva’ sociedad mexicana. Manuel Payno e Ignacio Manuel Altamirano se dedicaban con profusión a la novela con fuertes tintes costumbristas.

Esteban Echeverría también escribió prosa. Su cuento ‘El matadero’ es considerado uno de los mejores del periodo. Tanto por su expresión costumbrista/realista como por su temática y dominio del contexto.

El también argentino Domingo Faustino Sarmiento escribió ‘Civilización y barbarie, vida de Juan Facundo Quiroga’, un relato de la fundación de una nueva sociedad, con sus aciertos y errores.

Mientras que el cubano Cirilo Villaverde y su ‘Cecilia Valdés’, exponían una fuerte crítica al pasado colonial y esclavista de su isla natal.

En general, los escritores de ese momento, influidos por el racionalismo europeo reclamaban libertad e igualdad para todos los americanos.

Ya desde Bello, que debido a sus labores diplomáticas vivió varios años en Europa, surgió la tendencia de los escritores y poetas latinoamericanos de hacer ‘juntadas’ literarias en el viejo continente, sobre todo en Francia.

Este sentimiento de formar parte de una cultura continental es evidente en los ensayos y poemas publicados desde mediados del siglo XIX, además de que en diversas publicaciones los editores admitían textos de autores de distintas nacionalidades.

Pintura de Esteban Echeverría
Esteban Echeverría

Los modernismos

Para entonces el romanticismo se había impuesto y el famoso ‘Martín Fierro’ del Argentino José Hernández habría de convertirse (según algunos críticos) en el mejor poema latinoamericano del siglo XIX, esto debido a que fue uno de los primeros trabajos que incorporaron con éxito los mitos locales de una nación americana.

Modernismo

Al mismo tiempo la literatura hispanoamericana producía su primer movimiento literario, el ‘Modernismo’.

Sus principales características son el refinamiento en el uso del lenguaje, pero a la vez cierta rebeldía respecto a los cánones tradicionales (en forma y temática) y un rechazo hacia la burguesía. Anticonformismo y renovación.

Buscaba contener el ‘fuego’ de las emociones desbocadas del romanticismo. De ahí saca su nombre, dominar la intensidad de las propias aflicciones usando la fuerza del lenguaje poético, del mismo modo que el hombre había ‘moldeado’ las fuerzas naturales con la ciencia y la tecnología.

También recibía la influencia de los avances en las ciencias sociales: sociología, criminología, antropología, entre otras.

Es de opinión general que el inicio del modernismo fue marcado por la publicación en 1888 de ‘Azul’, su escritor, el nicaragüense Rubén Darío, llegaría a ser considerado el más importante e influyente de los modernistas.

La prosa y el ensayo también se vieron envueltos en el modernismo, por ejemplo José Martí y su crítica hacia las élites y el creciente militarismo Cubano (y en general de toda latinoamérica), temores que se verían realizados en todo el siglo XX (¿alguien dijo dictadura militar?).

Para 1898 el movimiento ya había madurado y cobraba fuerza en toda hispanoamérica, ese año los U.S. vencían al otrora poderoso imperio español en la guerra de Cuba.

Mientras Darío y otros latinoamericanos aplaudían la liberación del yugo colonial de estos países, también mostraban preocupación por el nuevo poder imperialista que reclamaba todo el continente como su propiedad.

Y no sólo en términos políticos y militares. El mundo hispanohablante parecía desvalido ante el ‘expansionismo cultural’ estadounidense. En ‘A Roosvelt’, Darío llama a los U.S. “el invasor del futuro”, dato random, ya para ese entonces Estados Unidos había invadido a México repetidamente y Darío se consagró como un profeta (véanse todas las injerencias a soberanías latinoamericanas de EE.UU. en el siglo XX).

Fotografía de Rubén Darío
Rubén Darío

En 1900 José Enríque Rodó publicó ‘Ariel’, uno de los ensayos latinoamericanos más influyentes, en donde criticó al positivismo y pragmatismo capitalistas, actitudes encarnadas por los U.S. No le preocupaba demasiado el imperialismo norteamericano, no tanto al menos comparado con su tristeza al ver que la cultura estadounidense comenzaba a desplazar a la latinoamericana.

De nuevo se hicieron esfuerzos por manifestar la autenticidad y validez de los pueblos surgidos de la conquista, que no eran ni pobladores originarios ni invasores.

Inicios del Vanguardismo

Después de Darío nada volvería a ser igual y los poetas lo sabían, tendrían que buscar el modo de superar su influencia a fin de crear algo nuevo.

El mexicano Enrique Gonzáles, admirador de Darío, es muy conocido por su ‘asesinato del cisne’, símbolo predilecto del nicaraguense, muchos consideran esto el principio de fin del modernismo.

Leopoldo Lugones se consagró en Argentina como el más destacado de los modernistas, pero además de su poesía, su prosa rebosaba de excelencia, con Poe como una de sus principales influencias. Publicó ‘Las fuerzas Extrañas’ en 1906.

Su discípulo, el uruguayo Horacio Quiroga, se convirtió en el cuentista más influyente y consumado del periodo, publicó ‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ en 1917.

Lugones empujó al ‘modernismo’ más hacia la dirección del ‘avant-garde’ europeo, también llamado vanguardismo ( ‘modernism’ en Inglés), movimiento de renovación cultural pero más enfocado al tratamiento de temas antaño tabú, así como de inovación en forma y técnica.

Julio Herrera y Reissig, en Montevideo, empujó esta barrera aún más y se le considera un precursor del dadaísmo y surrealismo por su uso de audaces y abundantes metáforas. Darío seguía activo cuando Herrera y Reissing escribía su obra, pero el movimiento que había creado lo había dejado atrás.

Cuatro poetisas que fluctuaron entre el modernismo y el avant-garde habrían de cerrar la brecha y pasar de página definitivamente: Gabriela Mistral, Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y Alfonsina Storni, apelando a un erotismo inusitado, a la visión de la mujer en el mundo, a la muerte y a temas análogos de marcada naturaleza vanguardista, lograron fama y aceptación (crítica también) en los círculos literarios occidentales (geográficamente).

Fotografía de Juana de Ibarbourou
Juana de Ibarbourou

Literatura contemporánea

El auge del Avant-garde (vanguardismo)

A principios del siglo XX, el avant-garde se consolidó de la mano de los ‘líderes’ del movimiento, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, ambos chilenos.

Dato curioso, Pablo Neruda publicó ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’ en 1923 y se convirtió en el libro de poesía en Español más vendido de la historia, hay quien lo pone al nivel de Darío como figura revolucionaria. Huidobro por su parte publicaba ‘Altazor’ en 1931, considerado uno de los mejores poemas de la centuria. 

Cerca de ese tiempo surgió en España ‘la generación del 27’. Un grupo de poetas de la talla de García Lorca y Dámaso Alonso (entre muchos otros). Que junto a otros autores latinoamericanos como César Vallejo, Jorge Luis Borges, Nicolás Guillén, Octavio Paz, Nicanor Parra y José Lezama Lima (y más), dieron lugar a una suerte de edad de oro para la poesía en Español.

Vallejo publicó ‘Trilce’ en 1922, el poemario latinoamericano del ‘avant-garde’ por excelencia. Guillén publicó ‘Motivos de son’ en 1930, con una poesía que ‘sonaba’ cubana. Paz publicó ‘El arco y la lira’ en 1956, un ambicioso ensayo sobre teoría poética.

Novelas de la tierra

Los novelistas por su parte buscaban lo mismo que los poetas del periodo, expresar la individualidad americana de sus respectivas naciones, esa tendencia culminó en las obras cumbre del regionalismo y lo que algunos llaman: ‘novelas de la tierra’.

Las más conocidas son: ‘Don Segundo Sombra’ de Ricardo Güiraldes, sobre el gaucho argentino. ‘La vorágine’ de José Eustasio Rivera, sobre la poderosa selva. Y ‘Doña Bárbara’ de Rómulo Gallegos, probablemente la novela más influyente de las tres, sobre la situación del llano venezolano y el enfrentamiento entre la barbarie y la civilización.

Una ‘rama’ notable de la ‘novela de la tierra’ es la generada durante la revolución mexicana, evento que tuvo efectos bien lejos del país en que sucedió. De nuevo estas novelas seguían los preceptos del realismo de principios de siglo, pero conservaban un toque de ‘épicas’ a la antigua usanza. La más famosa es ‘Los de abajo’ de Mariano Azuela.

Dos escritores innovaron el ya bien conocido procedimiento de escribir novelas en hispanoamérica (narrador en tercera persona omnisciente y burgués, prosa que busca pasar desapercibida y una trama que se sigue sin interrupciones directo hasta el final). Estos son: Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier.

Carpentier incorporó el cubismo y surrealismo en su novela ‘Écue-Yamba-Ó’, aunque no tuvo demasiado éxito. Cuando Carpentier era famoso la calificó de experimento fallido, aún así indicó el camino para incorporar la estética del ‘avant-garde’ a la novela latinoamericana.

Miguel Ángel Asturias por su parte escribió ‘El señor presidente’, tomando fuertes influencias del surrealismo. También publicó ‘Leyendas de Guatemala’, un volumen de relatos cortos tomados del folklore Maya y Guatemalteco, tan influyente como las colecciones de Quiroga.

Miguel Ángel Asturias

El boom

La prosa, hasta ese entonces, se había quedado atrás respecto a la poesía (con excepción del relato breve).

Durante el auge del modernismo y el ‘avant-garde’ no se produjeron obras análogas a los ya legendarios ‘Azul’, ‘Altazor’ y ‘Trilce’. A pesar de la existencia de un distinguido grupo de novelistas regionales. Hasta ese momento, la literatura hispanoamericana era considerada una de poetas.

El advenimiento de lo que sería conocido como ‘El Boom’ es importante porque puso a la prosa latinoamericana al mismo nivel de su poesía. Incorporando las técnicas narrativas del ‘avant-garde’. 

Aunque no apareció de manera espontánea (como la palabra sugiere). Algunos especialistas definen sus orígenes en los años treinta y su maduración durante los cincuenta, hasta su total explosión durante la década siguiente. La literatura latinoamericana aportó entonces por primera vez características originales a la novela moderna, aunque principalmente debido a su adopción tardía de prácticas comunes desde Faulkner, Proust y Kafka.

Las innovaciones de Asturias casi coincidieron con los ‘pioneros del Boom’ y que se consideran parte de él.

Jorge Luis Borges (‘Ficciones’, 1944), Alejo Carpentier (‘El reino de este mundo’, 1949), Juan Carlos Onetti (‘El astillero’, 1961), Augusto Roa Bastos (‘Yo el supremo’, 1974) y Juan Rulfo (‘Pedro Páramo’, 1955).

Poco después de que Borges ganara notoriedad, Julio Cortázar publicó ‘Rayuela’ (1963), libro que muchos consideran el detonante del ‘Boom’. Iniciaba la edad de oro de los novelistas latinoamericanos contemporáneos.

Con autores como Gabriel García Márquez (‘Cien años de soledad’, 1967), Carlos Fuentes (‘La muerte de Artemio Cruz’, 1962), Mario Vargas Llosa (‘La ciudad y los perros’, 1962), José Donoso (‘El obsceno pájaro de la noche’, 1970), José Lezama Lima (‘Paradiso’, 1966), Guillermo Cabrera Infante (‘Tres tristes tigres’, 1967), entre otros.

Cerca de esa línea temporal, la revolución cubana se había consumado. Muchos escritores se volvieron a unir al sentimiento de lucha por la libertad. Hemingway, Sartré, Carpentier, Neruda, García Márquez, Fuentes y Vargas Llosa visitaron o manifestaron su apoyo a Cuba. La Habana se convirtió en el epicentro de la literatura hispanoamericana.

Y el nuevo régimen no dejó pasar la oportunidad. Creó varias instituciones para canalizar ese ‘fervor intelectual’ por la causa. Ya desde tiempos de Darío eran comunes las revistas literarias, y casi cada gran autor fundó la suya en algún punto de su vida. Aún así, la revista establecida por el régimen, llamada ‘Casa de las Américas’, se convirtió en la que más estrellas publicó durante sus años de gloria.

El número 26 incluyó textos de Alejo Carpentier, Julio Cortázar, Juan Carlos Onetti, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa, Juan Gystolo, Italo Calvino y Alain Robbe-Grillet.

Pero nada es para siempre.

Mientras el régimen de Castro se convertía en una dictadura comunista aliada a la Unión Soviética, el entusiasmo por sus iniciativas culturales comenzó a desvanecerse. Y como pasó con Stalin, empezaron las desapariciones. Muchos autores decidieron huir, otros tuvieron menos suerte y cayeron en prisión. Todo esto ocasionó que la comunidad literaria iberoamericana se escindiera.

García Márquez, Cortázar y Carpentier se mantuvieron leales al régimen. Otros como Neruda, Fuentes y Vargas Llosa se distanciaron.

Paralela a ‘Casa de las Américas’, el crítico Uruguayo Emir Rodríguez Monegal, publicaba desde París ‘Mundo Nuevo’. Revista que incluía colaboraciones de muchos de los autores de ‘Casa de las Américas’.

Y además de los ya consagrados escritores del boom, en ‘Mundo nuevo’ apareció una generación más jóven de autores fuertemente influidos por la ‘nueva novela’ del ‘boom’. Severo Sardui y Manuel Puig, los más insignes. Ambos murieron relativamente jóvenes, cortando de golpe la ‘herencia’ del boom para la siguiente generación.

Fotografía de Manuel Puig
Manuel Puig

El hoy y el futuro de la literatura hispanoamericana

El principio del ‘boom’ parece relativamente fácil de distinguir, caso contrario es el momento en que terminó.

A pesar de que la literatura hispanoamericana sigue activa y produce obras de gran calidad (inserte aquí los nombres de su autor vivo favorito). Los escritores de fama mundial como Darío, Mistral y Cortázar (por poner ejemplos) se han convertido en una rareza. Muchos consideran que la muerte de Paz en 1996 marcó el final de una era.

Ya desde los años ochenta varios grupos buscaban separarse del boom y del realismo mágico (marca distintiva de la mayoría de obras de ese ‘movimiento’).

Los más sólidos son ‘McOndo’ y la ‘Generación del Crack’, aunque de ningún grupo ha salido alguna obra que ejerza la misma influencia que las obras del ‘boom’.

Isabel Allende (‘La casa de los espíritus’, 1982) una de las supervivientes del ‘boom’, sigue activa y es muy apreciada en Europa, lo mismo que Mario Vargas Llosa que colabora con ‘Letras libres’, revista heredera de ‘Vuelta’ (fundada por Paz, en su momento la revista más prestigiosa de su nicho) y actualmente la más importante en literatura latinoamericana (aunque esa opinión no es generalizada).

Conclusión

No se puede predecir el futuro, pero sin duda tendrá cosas interesantes por leer.

Probablemente lo que sea que suceda irá de la mano de las nuevas tecnologías.

Tendencia que ya se puede vislumbrar con el surgimiento de los ‘instapoetas’ y toda la constelación de plataformas a la ‘wattpad’ que rondan por ahí.

Sin descontar el incierto futuro de la publicación de libros en formato físico. Dato random que desde mediados del siglo XX mucha gente asegura que el libro ‘está muerto’, pero hoy se escriben (e imprimen) más libros que nunca en la historia de la humanidad.

Así que no me sorprendería saber que en estos momentos, en algún lugar modesto y descuidado, un montón de degenerados (en el buen sentido de la palabra XD) está preparando un evento apoteosico de revelacion literaria que vuelva a romper todo.

Vaya momento para estar vivo.

meme, que momento para estar vivo

Fuentes

  • Echevarria, G. R. (2012). Modern Latin American Literature: A Very Short Introduction. Oxford University Press.
  • Lazo, R. (1999). Historia de la literatura hispanoamericana – El periodo colonial (3ra ed.). Porrúa.
  • Goic, C. (1991). Historia Y Critica De La Literatura Hispanoamericana (Paginas De Filologia). Editorial Critica (Grupo Editorial Grijalbo).

En memoria de Jorge Ibargüengoitia

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El 27 de noviembre de 1983 murió Jorge Ibargüengoitia

Fué un escritor mexicano cuyo sello de distinción era el humor enmarcado en un sarcasmo fino y salvaje que abunda en sus obras, pertenecía a una familia de clase media mucho más privilegiada que la actual (nació en 1928) de Guanajuato, uno de sus bisabuelos peleó contra los franceses de la época de Benito Juárez y Maximiliano.

Un dato curioso es que cursó los primeros semestres de Ingeniería Civil en la UNAM, la dejó faltándole dos años para terminarla y se dedicó a la escritura.

Primero escribió teatro, una de sus obras más famosas es «El atentado», que trata del asesinato de Álvaro Obregón, en ella se retrata muy jocosamente (ejem, se burla de todos) la imagen del clero, de los caudillos de la revolución (Obregón quería reelegirse después de todo lo sucedido en la lucha contra Díaz y todas las demás micro gerras subsiguientes, hablamos de los años 20, hace casi 100 años : o) y del propio concepto de ser mexicano.

También escribió columnas para algunos periódicos, existen varias recopilaciones de esos artículos de las cuales la más famosa es tal vez «Instrucciones para vivir en México», en esas notas relata las tribulaciones a las que se enfrentaba el mexicano común de esos años, aunque en muchos aspectos es sorprendentemente actual (todos los Godínez entenderán por qué escribí eso con el siguiente fragmento XD).

«Los efectos de madrugar son de muchas índoles, pero todos ellos corrosivos de la personalidad. Hay quien se levanta temprano a fuerzas, se para frente al espejo a bostezar y a arreglarse el cabello y la cara con el objeto de dar la impresión de que se lavó. Este intento generalmente es patético. Si alcanza lugar sentado en el camión que lo lleva al trabajo se duerme sobre el hombro del vecino, desayuna en la esquina del lugar donde trabaja unos tamales, o bien dos huevos crudos metidos en jugo de naranja -que es una mezcla que produce cáncer en el intestino delgado- pasa la mañana sintiéndose infeliz, trabajando un poquito y quitándose las lagañas; se va de bruces en el camión de regreso, a las seis de la tarde.

Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social de descontentos, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos con cualquier pretexto y en cualquier postura.» (Ibarguengoitia, 1972)

se puede leer el texto completo en http://www.literatura.us/jorge/malos1.html ?

Su primer novela «Los relámpagos de Agosto» llena de sátira y crítica al surgimiento de un nuevo gobierno después de la revolución y su modelo de partido de estado, le dió fama internacional.

Escribió mucho sobre ese tipo de cosas, «Maten al león» o ‘Cómo matar a tu dictador sin morir en el intento’ es una gran historia (hay una entrada al respecto : ) ), «Las muertas» que se inspira en la historia de ‘Las poquianchis’ (unas regenteadoras de un burdel que mataron a mucha gente en los 70), «Los pasos de López» que narra cómo se gestó la lucha de independencia de México al estilo Ibargüengoitia.

Todas esa historias se pueden agrupar en lo que algunos llaman el ‘Ciclo del plan de abajo’, esto debido a que El Plan de Abajo es un estado ficticio equivalente a Guanajuato (donde por cierto solo entran personas adineradas XD) y muchos de los sucesos narrados en esas novelas se dan en ese lugar o sus inmediaciones, a estas novelas se añaden «Estas ruinas que ves» que trata de un profesor universitario que regresa a Cuévano (capital El Plan de Abajo) después de vivir muchos años en la capital y «Dos Crímenes», las vicisitudes de un prófugo de la justicia apodado ‘el Negro’.

Y no queda más que agregar con la salvedad de mencionar el dicho para nada popular: «La mejor manera de recordar a un autor es leyendo su obra».

50 años del ‘Álbum Blanco’

Lanzado el 22 de noviembre de 1968 el álbum ‘The Beatles’ conocido no oficialmente como ‘The white album’ es el noveno álbum de estudio de la banda homónima y el único álbum doble de esta agrupación.

Sobre la importancia del mismo hay muchos argumentos y análisis de la crítica especializada, de modo que solo voy a escribir un poco de las canciones que suenan bien y su influencia en la música contemporánea.

Un poco de contexto, el año anterior habían publicado el legendario ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ el mejor álbum de la historia de la música si le haces caso a Rolling Stone, muchos dicen también que en 1968 ninguno de los Beatles se toleraba y que las sesiones de grabación fueron más una tortura que cualquier otra cosa, la banda había regresado de un curso de meditación en la India en el cuál se habían podido alejar de todo y clandestinamente escribir mucha música. Otro dato que viene al caso es que un álbum doble no es cualquier cosa, estamos hablando de el doble de canciones y del trabajo necesario para lograrlas, composición, arreglos, grabación, ingeniería de audio y demás arcanos ajenos a los legos.

El contenido del álbum destaca por su amplia variedad, incorpora canciones de Rock & Roll clásico como Back in the U.S.S.R que tiene secciones grabadas del despegue de un avión (una novedad para la época), una especie de proto Ska (Ob-La-Di Ob-La-Da), baladas acústicas (Julia), Blues crudo y ruidoso (Yer Blues), un clasico del Rock llamado ‘While my guitar gently weeps’ cuyo solo es ejecutado por el ‘amigui’ de George, Eric Clapton y una canción que muchos especialistas califican como uno de los primeros precedentes del Heavy Metal y Punk Rock, Helter Skelter.

Éste álbum ha influenciado a 4 generaciones de músicos en todo el mundo y un dato random es que justo este año fué relanzado con un montón de material adicional (ñoñadas que tal vez solo le parezcan interesantes a los fans).

En memoria de Dennis Ritchie

Pocos días después de la muerte de Steve Jobs, Dennis Ritchie muere el 12 de Octubre de 2011.

En esos momentos todo el mundo hablaba de cómo Jobs cambio el mundo de la computación, si bien es cierto que Apple y muchas de sus innovaciones cambiaron la forma en la que el mundo usaba las computadoras nada de eso pudiera haber sucedido de no ser por Ritchie y sus amigos.

Para poner en perspectiva la situación pensemos en que hay al menos dos películas sobre Steve y compañía, todos saben del hombre que vestía polos negros y jeans que presentaba la siguiente generación de lo que fuera que Apple sacara al mercado.

Prácticamente nadie fuera del ámbito de la informática sabe de Ritchie.

¿Y entonces por qué es tan importante este sujeto?

Dennis y sus amigos trabajaron en los laboratorios Bell y entre otras cosas creó junto a Ken Thompson el sistema operativo Unix, escribió junto a Brian Kerningan «The C programming languaje» una biblia del lenguaje además de haber desarrollado dicho lenguaje en sí mismo.

¿Y un sistema operativo o lenguaje inventado en los 70 qué importancia puede tener hoy día? pues …

El mundo corre en Unix, no es aventurado decir que Unix se convirtió en el estándar de oro de los sistemas operativos, OSX, Linux, ChromeOS, PlayStation e incluso Nintendo Switch son sistemas inspirados en Unix.

El mundo está escrito en C, no solo la gran mayoría de sistemas operativos existentes están basados en C, la mayoría del código escrito en todo el mundo lo está en C o corriendo en un entorno escrito en C o alguno de sus derivados como C++, ¿tu navegador? probablemente también está escrito en C a menos que uses ese compilador escrito en Rust.

Entonces, estamos hablando de uno de los hombres que más ha influido en el curso de la historia de la computación.

Como dato random los laboratorios Bell aún albergan el sitio web de Dennis Ritchie, me encanta el sabor simple y minimalista del sitio, tiene cosas interesantes como un manual de B y una breve biografía :).

Jobs-vs-Ritchie

Napoleón fué el mejor general de la historia y las matemáticas lo prueban

Cuando Escipión el Africano único comandante romano en vencer a Hannibal, le preguntó a éste quién en su opinión fué el mejor general de la historia, Hannibal nombró a Alejandro Magno, en segundo lugar a Pirro rey de Epiro y en tercer lugar se nombró a sí mismo, ante esa respuesta Escipión entre risas dijo: ‘no me imagino qué habrías dicho si me hubieses derrotado’.

 

Un científico quiso hacer un ranking parecido usando ‘Data Science’, a cada uno de los comandantes militares en su lista les asignó un conjunto de métricas parecidas a las que se incluyen en las tarjetas de baseball, generando un estimado imperfecto de quién es el mejor general de la historia mediante un conjunto de datos en el que se separaban los comandantes, las batallas en las que participaron, el número y tipo de tropas empleadas además del terreno y tecnología a su disposición para aislar lo mejor posible la habilidad táctica individual de cada general.

 

Entre todos, Napoleón obtuvo el índice más grande por un amplio márgen, aunque el índice cambia en gran medida dependiendo del número de batallas en las que se ha participado, de las 43 batallas en las que comandó Napoleón, ganó 38 y perdió solo 5, el siguiente general por número de batallas fué Robert E. Lee con 27, mientras que Alejandro de Macedonia a pesar de nunca perder una sola batalla generó un índice menor debido a que fueron solo 9.

 

A pesar de eso, fuera del índice anormalmente alto que obtuvo Napoleón, todos los demás comandantes se posicionaron en una distribución normal, lo que puede ser un indicador de su talento para dirigir tropas más que una anomalía del modelo utilizado.
También hubo resultados sorprendentes con generales poseedores de una reputación de grandes estrategas que generaron un índice muy bajo, por ejemplo los resultados del comandante del ejército de los Estados Confederados Robert E. Lee sugieren que cualquier general promedio tiene más probabilidades de salir victorioso que él.

 

El mariscal Erwin Rommel, El zorro del desierto, afamado comandante de la Alemania Nazi también obtuvo un índice que lo dejaría debajo de la mayoría de líderes militares de su tiempo, dato random es que algunos críticos han atribuido su reputación de avezado estratega a propaganda de ambos bandos de la segunda guerra mundial, los Alemanes para aumentar la moral y los Británicos para minimizar su culpa por las derrotas.
Todo indica que la guerra moderna ha evitado que muchos comandantes hagan gala de sus habilidades militares por lo que sus índices son bastante modestos, como los de George S. Patton o Moshe Dayan.

 

Finalmente, comparando el top 3 de los mejores generales de la historia que propuso Hannibal Barca con los resultados del modelo Hannibal subestimó sus propias habilidades pues quedó como el que obtuvo el índice más alto, de las 17 batallas en las que participó venció en 13, perdió dos y empató en dos ocasiones, Alejandro Magno quedó en segundo lugar con sus 9 batallas invicto, es posible que Hannibal tuviera razón ya que de no haber muerto tal vez nunca fuera derrotado, en lo que se refiere a Pirro parece que Hannibal lo sobreestimó demasiado pues su índice fué muy pequeño, eso sin contar la masiva cantidad de tropas que le costaba ganar cada batalla XD (léase victoria pírrica).

¿Cómo es presenciar la explosión de una bomba atómica?

El empleo de armas nucleares en la guerra tiene su ejemplo más conocido en las bombas arrojadas contra Hiroshima y Nagazaki en la segunda guerra mundial, lo que es menos conocido es que ha habido una cantidad enorme de detonaciones nucleares después de eso, la mayoría pruebas hechas por los Estados Unidos de Norteamérica y Rusia, muchos soldados británicos también participaron en algunas de esas pruebas.
El 29 de agosto, el día internacional en contra de las pruebas nucleares se reunieron varios de los ‘veteranos atómicos’ de gran bretaña sobrevivientes para compartir sus experiencias al respecto y hacer conciencia sobre lo terribles que son esas armas.
Cuando se les preguntó ¿qué se siente presenciar una explosión nuclear? Narraron que a algunos los tenían en la cubierta de un barco, les dijeron que se cubrieran los ojos con las manos o los brazos y que permanecieran agachados, al momento de la detonación cuentan que pudieron ver algo parecido a una radiografía, los vasos sanguíneos y los huesos que estaban en sus brazos y manos, esto se explica al pensar en que la intensidad de la luz generada es tal que se puede ver a través de la piel durante unos breves instantes, después una ola de calor insoportable los envolvió y una fuerte ráfaga de aire los golpeó causando en ocasiones lesiones severas.
Todo indica que estas pruebas estaban pensadas para determinar los efectos de una guerra nuclear en los cuerpos humanos, la guerra fría estaba en pleno apogeo y un conflicto de ese tipo parecía más probable que nunca.
Al final la humanidad no extinguió la vida en el planeta en un conflicto nuclear de alcance mundial pero los veteranos que formaron parte de esos experimentos sufrieron los terribles efectos de la radiación, incluidos problemas de salud que se extendieron a su familia, al mismo tiempo que las zonas en las que se realizaron estas pruebas quedaron severamente afectadas.