Resumen y micro ensayo/comentario sobre el poema ‘Nocturno’ de Manuel Acuña, también conocido como ‘Nocturno a Rosario’.
Sobre Manuel Acuña
Manuel Acuña fue un poeta Coahuilense nacido en 1849 y fallecido en 1873 (tenía 24 años). Su carrera literaria fue breve pero intensa y prolífica. Escribió una obra de teatro que tuvo éxito y su obra poética ha sido reconocida por autores de la talla de José Martí y Alí Chumacero.
En tiempos de Acuña México era una nación joven y convulsa, sumamente inestable y complicada (algunas cosas nunca cambian :c). A mediados del siglo XIX la guerra con los U.S. había dejado al país en la ruina (véanse las reflexiones sobre la geopolítica del periodo en la reseña de ‘El fistol del diablo’). Y después vinieron las guerras de reforma, la guerra con los franceses, el Segundo Imperio Mexicano, etc.
Bruh, el siglo XIX fue difícil en los Méxicos.
En resumen los tiempos en los que Acuña vivió fueron peligrosos.
Payno, Altamirano, Ramírez y sus contemporáneos. habían dejado un legado que el joven poeta supo aprovechar junto a otros camaradas que llegaron a ser nombres insignes del por algunos llamado ‘Parnaso Mexicano’.
Manuel Gutiérrez Nájera, Justo Sierra, Juan de Dios Peza, etc. Supongo que en esos tiempos todos los escritores se conocían porque no había muchos y porque en casi todos los casos era un ‘side-job’ siendo la política su ocupación principal XD.
A excepción de ‘my boy’ Acuña que estudiaba medicina mientras se dedicaba a la literatura.
Manuel Acuña
Hora del cotilleo
Y ahora viene lo que nos interesa, ¿por qué es tan importante Manuel Acuña?. No estoy cualificado para ofrecer crítica a su obra, que la mayoría de autores reconocen demostraba un potencial enorme pero a la vez adolece de fallos y vicios comunes en los escritores noveles, algo comprensible considerando su edad y profesión.
Lo que sí puedo escribir es que aunque según algunos pudo convertirse en el mejor poeta Mexicano de su época, nunca llegó a serlo. Muchos se lamentaron de la prematura muerte de esta joven promesa y no estoy seguro de si debido a ello su fama llegó más lejos (a la Cobain por falta de un mejor ejemplo). Acuña se convirtió en un ‘poeta maldito’, un Rimbaud Mexicano (yo le puse así jaja, porque fueron jóvenes superdotados y la pasaron mal).
De cualquier modo aquí va la historia:
Cuenta la leyenda que entre los círculos literarios que Acuña frecuentaba estaban las tertulias (no soy fan de esa palabra) ofrecidas por Don Juan de la Peña. Donde la ‘creme de la creme’ intelectual Mexicana se juntaba y leía sus cosas y la pasaban bien.
Probablemente uno de los motivos por los que dicho círculo fue tan famoso era que su anfitriona. La hija de Don Juan, Rosario que era absurdamente atractiva e instruida.
No hay poeta joven (o no tan joven lol) del periodo que no se hubiera enamorado de ella, incluidos el cubano José Martí, ‘El nigromante’ Ramírez y nuestro empobrecido y bohemio poeta Manuel Acuña.
Fue rechazado, no se sabe si por su estilo de vida o por sus reducidos medios económicos o porque simplemente no le gustaba a la doncella.
Y Peña no lo soportó.
El joven bardo se suicidó con cianuro (a la Quiroga) el seis de diciembre de 1873 culpando a Rosario por su muerte.
O eso dicen algunos.
La misma Rosario desmintió que su muerte fuese propiciada por su causa.
Y honestamente culpar de tu suicidio a una persona me parece de mal gusto. Por más que la quieras, ¿te imaginas la carga que eso representa?, estoy casi seguro de que el bueno de Acuña nunca quiso causarle problemas a la amada.
Además de eso, es sabido que Acuña tenía tendencias depresivas agravadas por su pobreza y la manutención de un hijo que tuvo con otra poetisa llamada Laura Méndez.
Rosario de la Peña
Sobre Nocturno
Es importante anotar que el poema más famoso de Acuña se llama ‘Nocturno’ y no ‘Nocturno a Rosario’. Aunque en varias ediciones ‘A ROSARIO’ aparece como la primera línea del poema. Y desde su creación ha sido recitado incontables veces por el montón de corazones rotos nacionales, ja ja, siempre ha habido ‘hora sad’.
Lo que nos lleva a la lectura completa que transcribo porque es la única forma correcta de citar a los tañedores de la lira.
NOCTURNO
A ROSARIO
¡Pues bien!, yo necesito decirte que te adoro, decirte que te quiero con todo el corazón; que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro, que ya no puedo tanto, y al grito que te imploro te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión.
Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días estoy enfermo y pálido de tanto no dormir; que ya se han muerto todas las esperanzas mías, que están mis noches negras, tan negras y sombrías, que ya no sé ni dónde se alzaba en porvenir.
De noche cuando pongo mis sienes en la almohada, y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver, camino mucho, mucho y al fin de la jornada las formas de mi madre se pierden en la nada, y tú de nuevo vuelves en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos jamás han de ser míos; comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás; y te amo, y en mis locos y ardientes desvaríos bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos te quiero mucho más.
A veces pienso en darte mi eterna despedida, borrarte en mis recuerdos y huir de esta pasión; mas si es en vano todo y mi alma no te olvida, ¿qué quieres tú que yo haga pedazo de mi vida? ¿qué quieres tú que yo haga con este corazón?
Y luego que ya estaba concluido el santuario, la lámpara encendida tu velo en el altar, el sol de la mañana detrás del campanario, chispeando las antorchas, humeando el incensario, y abierta allá a lo lejos la puerta del hogar…
¡Qué hermoso hubiera sido vivir bajo aquel techo. los dos unidos siempre y amándonos los dos; tú siempre enamorada, yo siempre satisfecho, los dos, un alma sola, los dos, un solo pecho, y en medio de nosotros mi madre como un Díos!
¡Figúrate qué hermosas las horas de la vida! ¡Qué dulce y bello el viaje por una tierra así! Y yo soñaba en eso, mi santa prometida, y al delirar en eso con alma estremecida, pensaba yo en ser bueno por ti, no más por ti.
Bien sabe Dios que ese era mi más hermoso sueño, mi afán y mi esperanza, mi dicha y mi placer; ¡bien sabe Dios que en nada cifraba yo mi empeño, sino en amarte mucho en el hogar risueño que me envolvió en sus besos cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza… mas ya que a sus fulgores se opone el hondo abismo que existe entre los dos, ¡adiós por la última vez,amor de mis amores; la luz de mis tinieblas, la esencia de mis flores, mi lira de poeta, mi juventud, adiós!
Reflexiones sobre ‘Nocturno’
Aunque la obra de Acuña es breve y quizá demasiado cursi para el gusto moderno, es indudable que tenía un talento y sensibilidad notables. El poeta busca transmitir estados de ánimo, percepciones alteradas, una simple queja, un aspecto de la realidad.
Esa es la belleza de la poesía, que el mismo Poe calificó como la forma más sublime de literatura. La capacidad de usar al lenguaje bajo una serie más o menos rígida de reglas para expresarse, denunciar, o simplemente crear belleza.
Lo que se lleva muy bien con el Parnasianismo que discutimos brevemente en Azul. Dato random, varios de los autores que iban a tomar el té con Rosario fueron parnasianos o incluso tuvieron relación con el Modernismo.
Hablando del tema y ‘musicalidad’ de ‘Nocturno’ es innegable la sinceridad del lamento de Acuña y el sonido desgarrador y directo de cada línea.
Y por eso por lo menos tres generaciones han citado este poema cuando tienen ganas de expresar su tristeza porque les rompieron el corazón.
Lo que me lleva a preguntarme ¿por qué ya no citamos a ‘Nocturno’?. No soy particularmente joven (eso sí es triste lol) y aún así hace relativamente poco tiempo que me enteré de todo el drama Rosario-Acuña .
Ese asunto siempre había sido muy famoso pero en algún punto simplemente dejó de ser parte de la cultura popular y se convirtió en una referencia para los iniciados cuando menos. Tal vez se cumplieron los temores de Darío de que la cultura anglosajona terminaría por desterrar al viejo romance hispánico. Eso y que la brecha generacional cada vez está más marcada. Lo que incluye naturalmente las referencias culturales.
Hoy día pocas personas nacidas después del año 2000 habrán escuchado de Acuña, pero seguro que hay algún equivalente moderno. Siempre va a haber corazones rotos por lo que dudo que ‘Nocturno’ deje de ser relevante. Aún para los pocos ñoños que pudieran conocerlo o peor aún recitarlo al crush que los desdeña.
Fuentes
Lainé, R. (Ed.). (2012). Obras de Manuel Acuña : comprendiendo el drama El Pasado. Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Enlace.
‘Azul’ es un volumen de relatos cortos y poemas escrito por Rubén Darío y publicado en 1888. Es considerado el detonante del ‘Modernismo’ latinoamericano y uno de los hitos en la literatura en Español. En esta entrada discutiremos el contenido del libro, su contexto y su legado.
Sobre Rubén Darío
Aunque fascinante, su vida no es el objeto de esta entrada. Además de prodigio de las letras, le gustaba irse de fiesta y pasarla bien con los amigos. Muchos de ellos poetas y diplomáticos. Nació en 1867 en Nicaragua.
Criticaba a la burguesía pero al mismo tiempo dependía de ella y tenía opiniones encontradas respecto a los movimientos socialistas de principios del siglo XX.
Mucho de su trabajo se cristalizó en lo que hoy se llama ‘Modernismo’ (va a haber entrada, de momento revisa la ‘historia de la literatura hispanoamericana‘ XD), aunque no fue el único inventor del movimiento pues muchos de sus contemporáneos colaboraron en el refinamiento de esta estética.
Lo que es cierto, es que fue el más influyente y famoso de los modernistas. Su influjo es perceptible en todos los países de habla hispana.
Tan es así que se le apodó ‘El príncipe de las letras castellanas’. Pocos autores pueden gloriarse de ser tan influyentes como él en toda la historia de la literatura en Español.
Monumento a Rubén Darío
Contexto literario (y no tan literario) de ‘Azul’ de Rubén Darío
En 1888 Jack el destripador se paseaba por Londres. La era Meiji de Japón estaba en su apogeo y la ‘Pax Porfiriana’ tenía bien sujeta a México.
En el mundo literario el gran Antón Chéjov publicaba ‘La estepa’. El maestro del relato breve Guy de Maupassant también hacía de las suyas y Benito P. Galdós llevaba ya varios años ejerciendo como escritor.
El romanticismo estaba pasando de moda al menos en Europa. Y había un poco de neoclasicismo derivado del (y este es el último ‘ismo’ del párrafo XD) parnasianismo francés.
Por algún motivo todo lo que hacen los franceses gusta (¿gustaba?) en Latinoamérica, así que hubo versiones del parnasianismo en toda la región. Autores como Salvador Díaz Mirón, Manuel Gutiérrez Nájera y Amado Nervo (entre otros) son considerados parnasianos y al mismo tiempo precursores del modernismo.
La estética de este movimiento tenía a la belleza como fin más importante. Le daba un gran cuidado a la forma clásica, así que no había mucho espacio para la innovación estilística. Abordaba temas de cariz artístico lo más lejos posible del ‘vulgar’ realismo que también estaba en boga como respuesta al romanticismo.
Los parnasianos como su nombre sugiere (del monte Parnaso, hogar de las Musas) preferían referenciar a la antigua Grecia y los clásicos. Aunque también manifestaban interés en el lejano oriente (son los weebs/otakus de principios de siglo lol).
En fin, que esta forma de hacer literatura estaba de moda cuando Darío publicó Azul y es de opinión generalizada que el parnasianismo tuvo mucha relación con el modernismo.
El modernismo coincidía en su admiración a los clásicos griegos. En el cuidado de la presentación formal del texto y en su rechazo al ‘sentimentalismo’ del romanticismo. Se separaba del realismo al preferir temas y contextos exóticos/fantásticos, pero no se limitaba a las formas clásicas. En el modernismo hay verso en prosa, verso libre, se recuperó el verso alejandrino entre otras ‘innovaciones’.
Se considera a ‘Azul’ el primer volumen plenamente modernista.
‘El parnaso’, fresco de Rafael en el Vaticano
Contenido de ‘Azul’ de Rubén Darío (y un micro resumen de cada cuento)
La primera edición se dividía en cuatro secciones: ‘Cuentos en prosa’, ‘En Chile’, ‘El año lírico’ y dos ’poemas sueltos’. Ediciones posteriores agregaron varios relatos, poemas y notas aclaratorias, vamos a resumir únicamente los componentes de la primera edición.
Cuentos en prosa [spoilers]
El Rey burgués: Relato de un poeta en un reino gobernado por un rey burgués, por contradictorio que pueda sonar, [spoiler] precisamente por ser un rey de pacotilla tiene mal gusto y por lo tanto no le encuentra utilidad al poeta, así que lo pone a darle vueltas a la manivela de una máquina que produce música y así podrá comer, llega el invierno y el rey se olvida del poeta dejándolo solo en la intemperie moviendo su manivela para siempre.
La Ninfa: En una reunión, seis amigos, todos artistas ‘unos más, unos menos’, discuten de variados temas. La anfitriona, la excéntrica actriz Lesbia, expresó su inclinación amorosa hacia los sátiros y los centauros, luego de una digresión del sabio del grupo recordando antiguas referencias a los citados. El narrador dijo que él amaría a una ninfa si existiese, Lesbia le aseguró que vería a una.
El fardo: Relato muy emparentado con el naturalismo en el que un viejo trabajador de puerto le cuenta a un poeta sobre la muerte de su hijo, que al final de su vida fue tratado como (adivinaste) nada más que un fardo en el tráfago portuario…
El velo de la reina Mab: Una reina de las hadas, la reina de Mab estaba escuchando a cuatro hombres lamentarse de los regalos que les habían hecho; ‘una cantera, el iris, el ritmo, el cielo azul’, todos tenían alma de artista y habían logrado grandes obras, pero les esperaba un futuro sombrío de pobreza, tristeza e ignominia. La reina terminó de oírlos y con su velo les insufló esperanza, desde entonces los artistas piensan ‘en el porvenir como en la aurora’.
La canción del oro: ‘Un harapiento, con trazas de mendigo, quizá un poeta’, se paseaba por la calle de los palacios, en eso llegó un carruaje con una pareja muy adinerada. El hombre los vio entrar a un edificio magnífico y después de morder un mendrugo de pan petrificado que sacó de su bolsa comenzó a cantarle al oro, con ironía y desprecio. ‘El eco se llevó aquel himno, mezcla de gemido, ditirambo y carcajada’.
El rubí: Una asamblea de gnomos discutía sobre el último invento del hombre, un rubí artificial, los mineros mostraban su admiración por la gema creada por la ciencia, excepto un viejo patriarca que les contó el origen de los rubies genuinos. Luego de ello los antes admirados gnomos repudiaron la falsa gema y le agradecieron a la madre tierra, de ‘seno inextinguible’ por sus dádivas y regalos.
El palacio del sol: Cuento notablemente sugerente que relata la historia de una niña enfermiza que es curada por un hada que la lleva al palacio de un rey sol, donde baila y disfruta de la pasión juvenil. Al final el narrador les recomienda a las madres de niñas con problemas de salud que las manden al palacio del sol y verán cómo regresan llenas de vigor y color en las mejillas (bruh, esto está fuerte XD)
El pájaro azul: Una pandilla de poetas y demás artistas se reunían con frecuencia en un café, allí acudía también Garcín, ‘el pájaro azúl’. Se había ganado ese apodo porque siempre decía que en su cabeza había un pájaro azul que lo encaminaba a los versos, y escribía unos muy buenos, algunos dedicados a Niní, su amable vecina. Un día su padre le quitó la pensión y le prometió volver a dársela si dejaba todo eso de la poesía. Garcín se volvió más alegre desde entonces y vivía para su arte. Luego de eso Niní murió y algunos días después Garcín dejó volar al pájaro azul que vivía en su cabeza.
Palomas blancas y garzas morenas: Un poeta cuenta de su infancia con su bella prima Inés, cuando crecieron él le confesó su amor (norteño time jaja, creo que a principios de siglo era más o menos común que los primos se casaran). Ella le respondió con risas, el muchacho despechado sufrió su primer dolor de hombre. Luego nos relata su primer beso de verdad con la inolvidable Elena, a la que siempre estaría agradecido por enseñarle las delicias del amor.
En chile
Álbum porteño: Textos en prosa que narran el viaje de un poeta por diversas locaciones, sus observaciones y pensamientos.
Álbum santiagués: Otra colección de breves textos que tratan temas diversos, entre ellos el amor y la belleza.
El año lírico
Cuatro poemas inspirados en cada estación, desde la amorosa primavera hasta el triste invierno.
Primaveral
Estival
Otoñal (Autumnal en algunas ediciones)
Invernal
Poemas sueltos
Poemas que como su nombre indica no entran en las secciones anteriores.
Pensamiento de otoño
Anagke
Comentario sobre ‘Azul’ de Rubén Darío
Se ha escrito mucho sobre ‘Azul’, y necesitaríamos de varias entradas para analizar cada uno de sus cuentos y poemas (bruh, siguen saliendo entradas de todos lados T.T). Por esta vez nos limitaremos a tratar al libro como un todo.
‘Azul’ y el modernismo
Si consideramos lo que los contemporáneos publicaban cerca de la línea temporal de ‘Azul’ es comprensible el revuelo que causó, aunque vale la pena mencionar que dicha atención fue tardía y según a quién le preguntes debido a la crítica favorable de algunos autores como Juan Valera.
Sea como fuere, multitud de críticos han demostrado esas opiniones como merecidas. Entre ellos el mismo Octavio Paz en ‘Los hijos del Limo’ y ‘El caracol y la sirena’, el primero un libro/ensayo enfocado en la transición del modernismo a las vanguardias y el segundo un prólogo a una atología de Darío.
En ellos el Nobel Mexicano demuestra la importancia del modernismo en el desarrollo de la literatura en Español en todo el mundo y su papel como etapa de transición entre las tendencias artísticas del siglo XIX y la modernidad, con ese término Paz hablaba de una modernidad como la que vemos en el siglo XX, con las vanguardias y el postmodernismo.
Es decir, que mucho de lo que aún hoy se escribe está muy cercano a lo que Darío y los modernistas propusieron.
Tal vez ya no en la forma y técnica empleados. En pleno 2021 las formas clásicas del verso no se usan mucho por ejemplo. Dato random, Darío fue un precursor en el resurgimiento del verso libre y del verso en prosa, junto a Martí, Nervo y otros.
‘El beso’ de Gustav Klimt, pintura modernista (aunque no se debe confundir el modernismo literario del modernismo en la pintura o la arquitectura)
Legado de ‘Azul’ de Rubén Darío
Los temas del modernismo que se vislumbran en ‘Azul’ profetizaban los asuntos que tratarán los poetas hasta la fecha.
En ‘El palacio del sol’ por ejemplo la ironía disfraza un erotismo muy pocas veces visto hasta entonces y que reconocemos en multitud de autores posteriores (véanse a las poetisas de la primera vanguardia).
‘El rey burgués’ también incluye mucha ironía, un rey por definición no puede ser un burgués, una monarquía no da cabida a toda la maquinaria capitalista necesaria para que exista una burguesía.
Un rey burgués es un pseudo rey, un monarca de pacotilla con mal gusto y pobre sensibilidad artística. Me parece interesante que para Darío un rey de verdad, un auténtico ‘rey sol’, es el monarca que consiente a los poetas y a los artistas (pero sobre todo a los primeros XD). Es como decirle al rey ‘si no me aprecias eres un necio y no deberías gobernar’ nada perdido ¿ha?.
Otra tendencia que ciertamente cayó en desuso es la referencia a mitos clásicos y en general al folklore Europeo.
En ‘Azul’ encontramos gnomos violadores, ninfas etéreas, hadas bienhechoras y un poco de todo, bien a tono con la tendencia subversiva del modernismo.
Conclusión
El modernismo (va a tener entrada) es en serio muy importante, separa no de tajo pero sí muy evidentemente a la literatura previa de la siguiente, y es igual de evidente su influencia en la literatura moderna (jaja, ¿lo notas? lo lleva en el nombre). ‘Azul’ de Rubén Darío es considerado el primer libro modernista por muchos.
Así que vale la pena leerlo. Su crítica a la burguesía, al desprecio por el desprecio del arte, y al pragmatismo capitalista, su tratamiento de lo erótico y lo existencial, del amor y de la experiencia humana en hispanoamerica (aunque sobre todo de Chile y Argentina) lo hacen un volumen obligatorio en cualquier biblioteca :D.
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Fuentes
Aguinaga, C. (1980). La ideología de la clase dominante en la obra Rubén Darío. Nueva Revista De Filología Hispánica, 29(2), 520-555. Retrieved June 3, 2021, from http://www.jstor.org/stable/40298389
Alberto Acereda (2002) La modernidad existencial en la poesía de Rubén Darío, Bulletin of Spanish Studies, 79:2-3, 149-169, DOI: 10.1080/147538202317344961
Mercado, J. (1918). Rubén Darío. Hispania, 1(1), 38-42. DOI:10.2307/331680
Rafael Soto Vergés: «Rubén Darío y el neoclasicismo (La estética de Abrojos)», en Cuadernos Hispanoamericanos, nº 212-213 (agosto-septiembre de 1967).
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A partir de hoy, vamos a viajar (a muy grandes rasgos a veces) por tooooda la historia de la literatura hispanoamericana. Desde Cortéz y De las Casas, hasta los ‘instapoetas’ de nuestros días.
Declaración de intenciones
Uno de los objetivos originales de este blog era comentar obras de la literatura mundial y motivar a los lectores a darles una revisada si no lo habían hecho.
Con el tiempo, y aunque ese objetivo sigue siendo parte importante del sitio, empecé a inclinarme por la literatura latinoamericana en Español.
Así surgió la idea de esta ‘saga’ de entradas.
Antes de comenzar con este emocionante viaje vale la pena establecer las ‘reglas’ que van a moderar los contenidos.
Limitantes y objetivos
Primero los términos ‘hispanoamérica’, ‘iberoamérica’ y ‘latinoamérica’ serán usados indistintamente. Aunque en realidad creo que el primer término es más exacto para nuestros fines (‘id est’, países del continente americano que tienen al Español como lengua hablada por un número significativo de pobladores).
Por literatura hispanoamericana me refiero a los textos escritos originalmente en Español por autores nacidos en el continente Americano (aunque en ocasiones contemplaremos a los grandes escritores de España).
Cuando escriba América o su gentilicio siempre me estaré refiriendo al continente completo (o continentes, según a quién le preguntes), desde Alaska hasta el Cabo de Hornos.
Esta primera entrada va a servir de ‘mapa’ para el recorrido. Vamos a definir cada ‘época literaria’ en orden cronológico, además de un breve resumen de sus particularidades y autores más importantes.
Eventualmente cada ‘época’, ‘corriente’ o ‘movimiento’ tendrá su propio set de entradas, según vea adecuado. La idea es que al final tengamos una entrada para cada una de las obras fundamentales de cada periodo.
Seguiremos una estructura de ‘categorías’ que corresponden a periodos de tiempo relativamente extensos y las corrientes literarias que los componen.
Visto de manera gráfica será algo así:
Literatura hispanoamericana
Cada periodo de tiempo (definido arbitrariamente y sin demasiado rigor) será llamado ‘época literaria’. Y las épocas contienen de uno a ‘n’ ‘movimientos literarios’. Los ‘movimientos literarios’ contienen a su vez varios autores con sus obras respectivas. A veces un autor puede fluctuar entre ‘movimientos’ y ‘épocas’.
Mapa de entradas
A continuación está el índice de entradas del proyecto. Conforme las vaya armando voy a ir actualizando los enlaces.
Brevísima historia de la literatura hispanoamericana
Ahora, vamos a ver desde ‘muy lejos’ a toda la literatura latinoamericana. Se entiende que habrá información más completa y detallada en la entrada correspondiente a los periodos/movimientos/obras. Pero para tener un panorama global de hacia dónde vamos tendremos esta breve relación de los hitos de la literatura hispanoamericana.
Antecedentes
Antes de ‘entrar en materia’ propiamente me parece adecuado considerar los antecedentes históricos y culturales que la influyen (nótese la conjugación en presente del verbo). Y que en ocasiones le dieron las características que la diferencian de otras literaturas.
En algún punto de la historia varia gente pobló el continente y dió origen a las únicas culturas realmente originales de América. Por originales quiero decir que se vieron libres de influencias externas. Distinto a lo que pasó en Afroeurasia. Donde desde la Roma imperial había cierta relación entre el oriente y el occidente (en realidad desde mucho antes si le haces caso a Heródoto, algunos teorizan que desde el calcolítico ya había intercambios intercontinentales :o).
Todo esto para establecer que las cosmogonías y formas de expresión artística de las naciones originarias americanas no fueron afectadas por poderes externos a la misma esfera cultural del continente.
Y aunque en la colonización europea del siglo XV se perdió mucho de esas culturas, su efecto en las naciones que surgieron después sigue presente.
Las mismas culturas europeas trajeron una gran cantidad de conocimientos y formas de pensar que habían surgido de intercambios análogos. En la península ibérica por ejemplo, la cultura española había heredado formas del lenguaje de los Romanos, sus instituciones y leyes. La presencia gótica llevó nuevos influjos culturales germánicos sin olvidar la raíz celtíbera de los antiguos pobladores.
Granada y otras ciudades de la actual España se convirtieron en las capitales culturales y científicas del mediterráneo durante la ocupación de los ‘moros’.
El árabe influyó notablemente en el desarrollo de la lengua y literatura del periodo.
Y es innegable el impacto de la llamada ‘tercera raíz’, la cultura de las personas originarias de África, en la América colonial.
Así, en cada país, en diferente medida y con sus propias particularidades, estas culturas contribuyeron a lo que hoy llamamos literatura hispanoamericana.
Códice Zouche-Nuttall
Colonia
La conquista de las Américas trajo consigo el idioma y forma de hacer literatura que la tradición española llevaba puliendo durante siglos. El descubrimiento de este exótico nuevo mundo impulsó notables cambios en los motivos literarios del periodo.
Con un ‘sabor’ a canto épico, estas relaciones y crónicas se convertían en las versiones modernas de las gestas antiguas de inclinación “nacional”. Análogas al ‘Poema del Mío Cid’ o el ‘Chanson de Roland’.
La mayoría de la producción literaria colonial fue escrita por autores nacidos en España (no es el caso de Garcilaso de la Vega). No obstante, se comenzaba a marcar cierta diferenciación entre las literaturas de América y las peninsulares.
Ya para el siglo XVII el barroco Español que surgió como respuesta al fallo del humanismo renacentista dominaba también la literatura hispanoamericana (¿virreinal?).
Sor Juana es la principal exponente novohispana del periodo, que con otros grandes autores dio lugar al llamado ‘Barroco de Indias’. Corriente que enfatizaba que ser americanos era uno de los rasgos distintivos de su propia identidad.
Sor Juana Inés de la Cruz
Literaturas nacionales
La ocupación en España por Bonaparte y otro montón de factores, favorecieron las guerras de independencia en las colonias.
Literatura de la independencia
Resaltan las guerras de Simón Bolívar ‘el libertador’, que dieron lugar a las modernas Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela.
No hay poeta más asociado a estas guerras que el ecuatoriano José Joaquín de Olmedo que con su ‘Canto a Bolívar’ llevó a la independencia al nivel de una oda a la usanza de Virgilio. Con un fuerte estilo neoclásico de moda en la literatura española de aquél entonces.
Surgieron autores análogos en todo el continente como Andrés Bello en Venezuela y José María Heredia en Cuba. Éste último se adhirió al romanticismo que tomaba fuerza en Europa como respuesta al neoclasicismo.
En Argentina Esteban Echeverría escribió ‘La cautiva’, que ignoró las ideas neoclásicas y en cambio llenó su obra de alusiones locales a la flora, la fauna y el terreno americanos. Además optó por usar una forma de verso más popular en contraposición a las métricas clásicas.
El costumbrismo
Expresar la realidad latinoamericana se convirtió en una de las principales preocupaciones de los escritores de prosa del período, lo que desembocó en una preferencia por el realismo. Con un fuerte énfasis en que las descripciones fueran lo más precisas y exhaustivas posible. Había surgido el costumbrismo.
Una derivación del realismo literario que tenía por objetivo el retratar las costumbres de la gente de la manera más fiel posible. Los costumbristas se enfocaron sobre todo en las personas marginalizadas de las ciudades y zonas rurales.
En México, José Joaquín Fernández de Lizardi publicó ‘El periquillo sarniento’ inspirándose en la novela picaresca española para satirizar a la ‘nueva’ sociedad mexicana. Manuel Payno e Ignacio Manuel Altamirano se dedicaban con profusión a la novela con fuertes tintes costumbristas.
Esteban Echeverría también escribió prosa. Su cuento ‘El matadero’ es considerado uno de los mejores del periodo. Tanto por su expresión costumbrista/realista como por su temática y dominio del contexto.
El también argentino Domingo Faustino Sarmiento escribió ‘Civilización y barbarie, vida de Juan Facundo Quiroga’, un relato de la fundación de una nueva sociedad, con sus aciertos y errores.
Mientras que el cubano Cirilo Villaverde y su ‘Cecilia Valdés’, exponían una fuerte crítica al pasado colonial y esclavista de su isla natal.
En general, los escritores de ese momento, influidos por el racionalismo europeo reclamaban libertad e igualdad para todos los americanos.
Ya desde Bello, que debido a sus labores diplomáticas vivió varios años en Europa, surgió la tendencia de los escritores y poetas latinoamericanos de hacer ‘juntadas’ literarias en el viejo continente, sobre todo en Francia.
Este sentimiento de formar parte de una cultura continental es evidente en los ensayos y poemas publicados desde mediados del siglo XIX, además de que en diversas publicaciones los editores admitían textos de autores de distintas nacionalidades.
Esteban Echeverría
Los modernismos
Para entonces el romanticismo se había impuesto y el famoso ‘Martín Fierro’ del Argentino José Hernández habría de convertirse (según algunos críticos) en el mejor poema latinoamericano del siglo XIX, esto debido a que fue uno de los primeros trabajos que incorporaron con éxito los mitos locales de una nación americana.
Modernismo
Al mismo tiempo la literatura hispanoamericana producía su primer movimiento literario, el ‘Modernismo’.
Sus principales características son el refinamiento en el uso del lenguaje, pero a la vez cierta rebeldía respecto a los cánones tradicionales (en forma y temática) y un rechazo hacia la burguesía. Anticonformismo y renovación.
Buscaba contener el ‘fuego’ de las emociones desbocadas del romanticismo. De ahí saca su nombre, dominar la intensidad de las propias aflicciones usando la fuerza del lenguaje poético, del mismo modo que el hombre había ‘moldeado’ las fuerzas naturales con la ciencia y la tecnología.
También recibía la influencia de los avances en las ciencias sociales: sociología, criminología, antropología, entre otras.
Es de opinión general que el inicio del modernismo fue marcado por la publicación en 1888 de ‘Azul’, su escritor, el nicaragüense Rubén Darío, llegaría a ser considerado el más importante e influyente de los modernistas.
La prosa y el ensayo también se vieron envueltos en el modernismo, por ejemplo José Martí y su crítica hacia las élites y el creciente militarismo Cubano (y en general de toda latinoamérica), temores que se verían realizados en todo el siglo XX (¿alguien dijo dictadura militar?).
Para 1898 el movimiento ya había madurado y cobraba fuerza en toda hispanoamérica, ese año los U.S. vencían al otrora poderoso imperio español en la guerra de Cuba.
Mientras Darío y otros latinoamericanos aplaudían la liberación del yugo colonial de estos países, también mostraban preocupación por el nuevo poder imperialista que reclamaba todo el continente como su propiedad.
Y no sólo en términos políticos y militares. El mundo hispanohablante parecía desvalido ante el ‘expansionismo cultural’ estadounidense. En ‘A Roosvelt’, Darío llama a los U.S. “el invasor del futuro”, dato random, ya para ese entonces Estados Unidos había invadido a México repetidamente y Darío se consagró como un profeta (véanse todas las injerencias a soberanías latinoamericanas de EE.UU. en el siglo XX).
Rubén Darío
En 1900 José Enríque Rodó publicó ‘Ariel’, uno de los ensayos latinoamericanos más influyentes, en donde criticó al positivismo y pragmatismo capitalistas, actitudes encarnadas por los U.S. No le preocupaba demasiado el imperialismo norteamericano, no tanto al menos comparado con su tristeza al ver que la cultura estadounidense comenzaba a desplazar a la latinoamericana.
De nuevo se hicieron esfuerzos por manifestar la autenticidad y validez de los pueblos surgidos de la conquista, que no eran ni pobladores originarios ni invasores.
Inicios del Vanguardismo
Después de Darío nada volvería a ser igual y los poetas lo sabían, tendrían que buscar el modo de superar su influencia a fin de crear algo nuevo.
El mexicano Enrique Gonzáles, admirador de Darío, es muy conocido por su ‘asesinato del cisne’, símbolo predilecto del nicaraguense, muchos consideran esto el principio de fin del modernismo.
Leopoldo Lugones se consagró en Argentina como el más destacado de los modernistas, pero además de su poesía, su prosa rebosaba de excelencia, con Poe como una de sus principales influencias. Publicó ‘Las fuerzas Extrañas’ en 1906.
Su discípulo, el uruguayo Horacio Quiroga, se convirtió en el cuentista más influyente y consumado del periodo, publicó ‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ en 1917.
Lugones empujó al ‘modernismo’ más hacia la dirección del ‘avant-garde’ europeo, también llamado vanguardismo ( ‘modernism’ en Inglés), movimiento de renovación cultural pero más enfocado al tratamiento de temas antaño tabú, así como de inovación en forma y técnica.
Julio Herrera y Reissig, en Montevideo, empujó esta barrera aún más y se le considera un precursor del dadaísmo y surrealismo por su uso de audaces y abundantes metáforas. Darío seguía activo cuando Herrera y Reissing escribía su obra, pero el movimiento que había creado lo había dejado atrás.
Cuatro poetisas que fluctuaron entre el modernismo y el avant-garde habrían de cerrar la brecha y pasar de página definitivamente: Gabriela Mistral, Delmira Agustini, Juana de Ibarbourou y Alfonsina Storni, apelando a un erotismo inusitado, a la visión de la mujer en el mundo, a la muerte y a temas análogos de marcada naturaleza vanguardista, lograron fama y aceptación (crítica también) en los círculos literarios occidentales (geográficamente).
Juana de Ibarbourou
Literatura contemporánea
El auge del Avant-garde (vanguardismo)
A principios del siglo XX, el avant-garde se consolidó de la mano de los ‘líderes’ del movimiento, Vicente Huidobro y Pablo Neruda, ambos chilenos.
Dato curioso, Pablo Neruda publicó ‘Veinte poemas de amor y una canción desesperada’ en 1923 y se convirtió en el libro de poesía en Español más vendido de la historia, hay quien lo pone al nivel de Darío como figura revolucionaria. Huidobro por su parte publicaba ‘Altazor’ en 1931, considerado uno de los mejores poemas de la centuria.
Vallejo publicó ‘Trilce’ en 1922, el poemario latinoamericano del ‘avant-garde’ por excelencia. Guillén publicó ‘Motivos de son’ en 1930, con una poesía que ‘sonaba’ cubana. Paz publicó ‘El arco y la lira’ en 1956, un ambicioso ensayo sobre teoría poética.
Novelas de la tierra
Los novelistas por su parte buscaban lo mismo que los poetas del periodo, expresar la individualidad americana de sus respectivas naciones, esa tendencia culminó en las obras cumbre del regionalismo y lo que algunos llaman: ‘novelas de la tierra’.
Las más conocidas son: ‘Don Segundo Sombra’ de Ricardo Güiraldes, sobre el gaucho argentino. ‘La vorágine’ de José Eustasio Rivera, sobre la poderosa selva. Y ‘Doña Bárbara’ de Rómulo Gallegos, probablemente la novela más influyente de las tres, sobre la situación del llano venezolano y el enfrentamiento entre la barbarie y la civilización.
Una ‘rama’ notable de la ‘novela de la tierra’ es la generada durante la revolución mexicana, evento que tuvo efectos bien lejos del país en que sucedió. De nuevo estas novelas seguían los preceptos del realismo de principios de siglo, pero conservaban un toque de ‘épicas’ a la antigua usanza. La más famosa es ‘Los de abajo’ de Mariano Azuela.
Dos escritores innovaron el ya bien conocido procedimiento de escribir novelas en hispanoamérica (narrador en tercera persona omnisciente y burgués, prosa que busca pasar desapercibida y una trama que se sigue sin interrupciones directo hasta el final). Estos son: Miguel Ángel Asturias y Alejo Carpentier.
Carpentier incorporó el cubismo y surrealismo en su novela ‘Écue-Yamba-Ó’, aunque no tuvo demasiado éxito. Cuando Carpentier era famoso la calificó de experimento fallido, aún así indicó el camino para incorporar la estética del ‘avant-garde’ a la novela latinoamericana.
Miguel Ángel Asturias por su parte escribió ‘El señor presidente’, tomando fuertes influencias del surrealismo. También publicó ‘Leyendas de Guatemala’, un volumen de relatos cortos tomados del folklore Maya y Guatemalteco, tan influyente como las colecciones de Quiroga.
Miguel Ángel Asturias
El boom
La prosa, hasta ese entonces, se había quedado atrás respecto a la poesía (con excepción del relato breve).
Durante el auge del modernismo y el ‘avant-garde’ no se produjeron obras análogas a los ya legendarios ‘Azul’, ‘Altazor’ y ‘Trilce’. A pesar de la existencia de un distinguido grupo de novelistas regionales. Hasta ese momento, la literatura hispanoamericana era considerada una de poetas.
El advenimiento de lo que sería conocido como ‘El Boom’ es importante porque puso a la prosa latinoamericana al mismo nivel de su poesía. Incorporando las técnicas narrativas del ‘avant-garde’.
Aunque no apareció de manera espontánea (como la palabra sugiere). Algunos especialistas definen sus orígenes en los años treinta y su maduración durante los cincuenta, hasta su total explosión durante la década siguiente. La literatura latinoamericana aportó entonces por primera vez características originales a la novela moderna, aunque principalmente debido a su adopción tardía de prácticas comunes desde Faulkner, Proust y Kafka.
Las innovaciones de Asturias casi coincidieron con los ‘pioneros del Boom’ y que se consideran parte de él.
Jorge Luis Borges (‘Ficciones’, 1944), Alejo Carpentier (‘El reino de este mundo’, 1949), Juan Carlos Onetti (‘El astillero’, 1961), Augusto Roa Bastos (‘Yo el supremo’, 1974) y Juan Rulfo (‘Pedro Páramo’, 1955).
Poco después de que Borges ganara notoriedad, Julio Cortázar publicó ‘Rayuela’ (1963), libro que muchos consideran el detonante del ‘Boom’. Iniciaba la edad de oro de los novelistas latinoamericanos contemporáneos.
Cerca de esa línea temporal, la revolución cubana se había consumado. Muchos escritores se volvieron a unir al sentimiento de lucha por la libertad. Hemingway, Sartré, Carpentier, Neruda, García Márquez, Fuentes y Vargas Llosa visitaron o manifestaron su apoyo a Cuba. La Habana se convirtió en el epicentro de la literatura hispanoamericana.
Y el nuevo régimen no dejó pasar la oportunidad. Creó varias instituciones para canalizar ese ‘fervor intelectual’ por la causa. Ya desde tiempos de Darío eran comunes las revistas literarias, y casi cada gran autor fundó la suya en algún punto de su vida. Aún así, la revista establecida por el régimen, llamada ‘Casa de las Américas’, se convirtió en la que más estrellas publicó durante sus años de gloria.
Mientras el régimen de Castro se convertía en una dictadura comunista aliada a la Unión Soviética, el entusiasmo por sus iniciativas culturales comenzó a desvanecerse. Y como pasó con Stalin, empezaron las desapariciones. Muchos autores decidieron huir, otros tuvieron menos suerte y cayeron en prisión. Todo esto ocasionó que la comunidad literaria iberoamericana se escindiera.
García Márquez, Cortázar y Carpentier se mantuvieron leales al régimen. Otros como Neruda, Fuentes y Vargas Llosa se distanciaron.
Paralela a ‘Casa de las Américas’, el crítico Uruguayo Emir Rodríguez Monegal, publicaba desde París ‘Mundo Nuevo’. Revista que incluía colaboraciones de muchos de los autores de ‘Casa de las Américas’.
Y además de los ya consagrados escritores del boom, en ‘Mundo nuevo’ apareció una generación más jóven de autores fuertemente influidos por la ‘nueva novela’ del ‘boom’. Severo Sardui y Manuel Puig, los más insignes. Ambos murieron relativamente jóvenes, cortando de golpe la ‘herencia’ del boom para la siguiente generación.
Manuel Puig
El hoy y el futuro de la literatura hispanoamericana
El principio del ‘boom’ parece relativamente fácil de distinguir, caso contrario es el momento en que terminó.
A pesar de que la literatura hispanoamericana sigue activa y produce obras de gran calidad (inserte aquí los nombres de su autor vivo favorito). Los escritores de fama mundial como Darío, Mistral y Cortázar (por poner ejemplos) se han convertido en una rareza. Muchos consideran que la muerte de Paz en 1996 marcó el final de una era.
Ya desde los años ochenta varios grupos buscaban separarse del boom y del realismo mágico (marca distintiva de la mayoría de obras de ese ‘movimiento’).
Los más sólidos son ‘McOndo’ y la ‘Generación del Crack’, aunque de ningún grupo ha salido alguna obra que ejerza la misma influencia que las obras del ‘boom’.
Isabel Allende (‘La casa de los espíritus’, 1982) una de las supervivientes del ‘boom’, sigue activa y es muy apreciada en Europa, lo mismo que Mario Vargas Llosa que colabora con ‘Letras libres’, revista heredera de ‘Vuelta’ (fundada por Paz, en su momento la revista más prestigiosa de su nicho) y actualmente la más importante en literatura latinoamericana (aunque esa opinión no es generalizada).
Conclusión
No se puede predecir el futuro, pero sin duda tendrá cosas interesantes por leer.
Probablemente lo que sea que suceda irá de la mano de las nuevas tecnologías.
Tendencia que ya se puede vislumbrar con el surgimiento de los ‘instapoetas’ y toda la constelación de plataformas a la ‘wattpad’ que rondan por ahí.
Sin descontar el incierto futuro de la publicación de libros en formato físico. Dato random que desde mediados del siglo XX mucha gente asegura que el libro ‘está muerto’, pero hoy se escriben (e imprimen) más libros que nunca en la historia de la humanidad.
Así que no me sorprendería saber que en estos momentos, en algún lugar modesto y descuidado, un montón de degenerados (en el buen sentido de la palabra XD) está preparando un evento apoteosico de revelacion literaria que vuelva a romper todo.
Vaya momento para estar vivo.
Fuentes
Echevarria, G. R. (2012). Modern Latin American Literature: A Very Short Introduction. Oxford University Press.
Lazo, R. (1999). Historia de la literatura hispanoamericana – El periodo colonial (3ra ed.). Porrúa.
Goic, C. (1991). Historia Y Critica De La Literatura Hispanoamericana (Paginas De Filologia). Editorial Critica (Grupo Editorial Grijalbo).
Esta es una breve entrada relativa al famoso soneto de Sor Juana Inés de la Cruz ‘Detente Sombra’, también trataremos un poco sobre la poetisa, su contexto y una interpretación del poema.
De Sor Juana
Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana, mejor conocida como “Sor Juana Inés de la Cruz” fue una poetisa y literata del virreinato de la Nueva España, estuvo activa hasta 1695 año en que murió, aunque gran parte de su obra fue publicada de manera póstuma.
Muchos críticos y escritores concuerdan en que en aspecto de técnica y dominio de la lengua, estuvo al mismo nivel de los grandes nombres del periodo, todos hombres.
Sor Juana se ha convertido en la heroína de muchas personas pues toda su vida luchó contra adversidades de múltiples tipos y salió victoriosa.
Cuenta la leyenda que pensó disfrazarse de hombre para estudiar. Y cuando se presentó la oportunidad de dedicarse a una orden religiosa que le permitiera llevar a cabo sus ambiciones intelectuales aceptó sin dilación.
Naturalmente tuvo cierta oposición de parte de algunas partes conservadoras véase Respuesta a Sor Filotea de la Cruz, aún así nada la detuvo y estudió y escribió hasta el día de su muerte.
El barroco español surgió como respuesta al fallo del humanismo renacentista que no había podido eliminar el sufrimiento ni las injusticias, a esto se añadió la palpable pérdida del poder político global del imperio.
En reacción a esto los escritores del barroco reaccionaron de diversas formas, unos evadieron la realidad y se concentraron en historias de heroísmo, o en mundos ideales en los que todo salía bien, como Lope de Vega y sus seguidores. Otros eligieron burlarse de la realidad, como Quevedo. También hubo quienes apelaron a los valores y creencias predominantes para dar prédicas morales buscando el mejoramiento de la civilización.
Casa de Sor Juana en Amecameca
Del amor
Sor Juana estuvo en activo durante la parte final del barroco y el Siglo de Oro, así que recibió alguna influencia de los maestros del periodo.
Escribió profusamente sobre el amor, algunos críticos sugieren que eso se debía a algún amor frustrado, idea no demasiado aceptada pues de haber sido así sus ‘insinuaciones’ no debieron pasar inadvertidas y se habría suscitado un escándalo, cosa que nunca sucedió.
Muchos de sus poemas y sonetos ‘amorosos’ tienen como objeto manifestar su afecto hacia su mecenas y amiga la ‘Marquesa de la Laguna’.
También escribió sobre situaciones amorosas variadas, en muchos de sus poemas al respecto, confrontaba a la pasión con la razón, que para ella representaba la sustancia misma del amor verdadero.
Lo que nos lleva a uno de los sonetos más famosos de Sor Juana.
Comentarios línea por línea de ‘Detente sombra’
El objetivo de un poema puede variar, pero por lo general busca transmitir un estado emocional mediante diversos recursos. Los aspectos técnicos los dejo a los especialistas, en este breve comentario vamos a tratar más bien el posible significado de cada una de las líneas del soneto y su implicación con el sentimiento que buscan transmitir.
Primera parte
Detente, sombra de mi bien esquivo
La expresión “mi bien” indica afecto, el hecho de que sea esquivo sugiere que aunque ella lo ama, él huye a sus afectos (nótese que ella le habla a su sombra, bien como prolongación de su amado o bien porque de algún modo lo relaciona con la oscuridad o la muerte), la poetisa le pide que se esté quieto, y que deje de hacerse el interesante.
imagen del hechizo que más quiero,
Declara su afecto y lo asemeja a la “imagen” es decir, a la representación perfecta, de un hechizo, viene a la mente la idea de que el “amor es un hechizo”, que hace que la mente más racional actúe con locura y sin sentido.
bella ilusión por quien alegre muero,
¿Sor Juana entiende que su amor es una ilusión? ¿o se refiere a ilusión como anhelo, algo que desea y espera que se cumpla?, en todo caso, en dicha esperanza (o resignación) ella muere alegre (nótese la contradicción, a esto se le llama oxímoron). Nota también la rima consonante quiero-muero, es bien conocida la frase: “me muero por tí”.
dulce ficción por quien penosa vivo.
y aquí se aclara la duda anterior, el idilio es una ficción que causa la infelicidad de la apasionada Sor Juana.
Segunda Parte
Si al imán de tus gracias atractivo
No sé si de algún modo el mancebo le ofrece alguna “gracia” que la hace pensar que le corresponde, pero sí que ella lo considera atractivo
sirve mi pecho de obediente acero,
Está tremenda esa metáfora, porque implica que las “gracias” del amado son como imanes que atraen el “pecho de obediente acero” de la que ama, el pecho es la coraza del corazón (¿notas como hasta la raíz etimológica de esas palabras está relacionada? :o) y aunque el de Sor Juana es duro como el acero, a él se presenta obediente (es que lo quiere lol)
¿para qué me enamoras lisonjero,si has de burlarme luego fugitivo?
Y luego recuerda que el muy lisonjero solo la enamora para echarse atrás cuando cumple su objetivo. El término lisonjero puede significar: “Que agrada y deleita.” o bien: “Adulador” (https://dle.rae.es/lisonjero), en ambos casos ella hace una observación que considera verdad (le gusta y es un adulador).
Mas blasonar no puedes satisfechode que triunfa de mí tu tiranía;
La valiente mujer asegura que no está derrotada, ni que la tiranía del fugitivo la doblega
que aunque dejas burlado el lazo estrechoque tu forma fantástica ceñía,
Tampoco estoy seguro de las implicaciones de estas líneas, ¿el lazo que ceñía la forma fantástica del fugitivo es un cinturón? (you know what I mean), ¿o se refiere a que en efecto se escapa a los afectos de la poetisa, ‘lazos’ con los que lo intenta ceñir?
poco importa burlar brazos y pechosi te labra prisión mi fantasía.
Bueno, pues sin importar qué haga el sujeto, ni que eluda sus brazos y su pecho (sus afectos y corazón), ella lo ha hecho prisionero de su amor. Es decir, ella lo va a seguir queriendo aún a la distancia.
Pintura de Sor Juana
El soneto como un todo
La estructura de cuatro versos de ‘Detente sombra’, los primeros dos con cuatro líneas y los últimos con tres transmite un cambio de ritmo, un soneto que comienza en un sentimiento y después muda el ‘ángulo’.
El último verso tiene una rima asonante (ceñía-fantasía) que corta un poco la musicalidad de las otras rimas, esto transmite un sentimiento de intranquilidad o tristeza.
Las metáforas y demás recursos retóricos (el arte del bien hablar/escribir) en conjunción con la correcta elección de líneas y tipos de rima (lo que Pat Pattison llamaría ‘prosody’, que la obra actúe como un todo en la búsqueda para expresar el sentimiento) hacen a este un poema notablemente efectivo para expresar un afecto frustrado pero rebelde al desengaño.
En pocas palabras es una declaración de la que ama diciendo: “No importa que no me peles, no importa que escapes, yo te voy a querer”.
Me parece un motivo muy agradable y que aún al día de hoy muchas niñas (y niños) toman a pecho, me recuerda un poco a Celeste y Aurora de El fistol del diablo.
Siento que en ese aspecto (y citando a Bruce Lee (o eso creo)) «es mejor tener una cicatriz en la mano por valiente que tener la mano intacta por cobarde».