El cuento hispanoamericano (o cómo leer cuentos)

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El cuento hispanoamericano. Antología histórico-crítica (1964) – Seymour Menton

Editado por el Fondo de Cultura Económica, éste bonito libro (:3) ha tenido muchas reediciones desde que fué publicado, su autor el Profesor Seymour Menton fué un crítico literario y latinoamericanista de origen Norteamericano Estadounidense (no mexicano ni canadiense ?). Como académico fué considerado uno de los mayores especialistas en cuento y novela latinoamericanos y sus publicaciones sobre la novela histórica, cuento hispanoamericano y realismo mágico (discutiremos sobre eso en futuras entradas ?) son vistos como hitos en el desarrollo de la crítica literaria sobre estos temas, falleció en marzo de 2014 en California (un tanto curioso que el mayor especialista de su tiempo en literatura latinoamericana no fuese latinoamericano).

Sobre el contenido del libro, el Profesor Menton buscó suplir la falta de una antología que con un enfoque analítico abordara el desarrollo del cuento en latinoamérica (¿hispanoamérica?) como género literario desde su surgimiento hasta la época actual.

La antología está estructurada en orden cronológico, dividida según los movimientos que marcaron la evolución de la literatura en nuestro idioma desde el siglo XIX. Para cada uno de estos movimientos (romanticismo, realismo, naturalismo, modernismo, criollismo, cosmopolitismo y neorrealismo) se definen sus rasgos distintivos y algunas particularidades propias de su desarrollo en hispanoamerica, después aparecen los cuentos representativos (o anómalos) correspondientes al periodo y movimiento en cuestión precedidos por una breve biografía del autor y seguidos de un análisis crítico.

Así por ejemplo para la sección del romanticismo el primer cuento es ‘El matadero’ de Esteban Echeverría (Argentina 1809-1851), entonces primero aparecen datos relevantes del autor y después el cuento propiamente dicho, al final está un comentario que trata los significados, técnica y matices del texto.

La última edición de la que tuve noticias incorporaba nuevos cuentos y comentarios (eso fué en 2016), no tengo idea de si habrá más reediciones, se antoja difícil debido a que el profesor ha fallecido ?.

Hay quien dice que existen libros capaces de cambiar tu vida, y que algunos son tan afortunados como para encontrarse media docena de ellos a lo largo de su existencia. Este libro es uno de ellos en mi caso, el mismo Profesor en el prólogo escribió por qué pienso esto: «Esta antología tiene dos propósitos: 1) Presentar de una manera ordenada lo mejor de la producción cuentística de Hispanoamérica; 2) Propagar un método analítico que tal vez sirva de pase para la interpretación y el mayor aprecio de los cuentos que se han escrito y de los que quedan por escribir».

¡Épicoooo!, cuando supe de esa forma de leer cuentos, no tenía idea de qué hacer, ¿releer todos los cuentos que hasta la fecha había leído? (no lo hice lol), a partir de ese momento supe que un cuento es más que una historia, personajes o palabras escritas, tiene sentido (de dirección), a veces puede reflejar la realidad, a veces es una metáfora de algo más grande. Un cuento (y cualquier otra obra literaria) tiene matices, sentimientos, objeto (¿objetivo?), antecedentes, vaya, una cantidad industrial de variables que lo hacen único.

Es uno de mis recomendados incondicionales sin importar qué clase de cosas te guste leer, no solo sitúa cada movimiento literario de los últimos dos siglos en un contexto concreto, también abre la puerta a una forma distinta de leer historias, te hace reconsiderar las intenciones de todos los autores que has leído, es un sentimiento irrepetible.

Dato random: En la clase de ‘Lectura de textos literarios’ del bachillerato el libro de texto a veces analizaba algún cuento, uno de ellos (El hombre muerto de Horacio Quiroga) se quedó fuertemente grabado en mi memoria (ni idea de por qué), cuando lo volví a leer en El cuento hispanoaméricano me dió curiosidad y comparé el análisis del libro de texto con el del Profesor Menton, y ¡ah!, en el libro de la escuela estaba un flagrante copy-paste de la introducción y análisis de Menton, no sé si el antólogo debía mencionar de dónde sacó esa información, pero me pareció un tanto deshonesto no hacerlo, aunque en las referencias al final del libro sí estaba listado el libro, tal vez fuera cuestión de formato o estilos lo que les impidió dejar claro que nada de lo que leíamos -al menos en esa sección- lo habían escrito las personas cuyos nombres aparecen en la portada del libro de texto (ni idea de si en una antología se debe usar formato APA o por el estilo XD).

Orgullo y prejuicio

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Orgullo y Prejuicio (1813) – Jane Austen

Introducción

Orgullo y prejuicio es una novela bastante famosa escrita por Jane Austen, cuenta con una gran cantidad de seguidores en todo el mundo.

Puede ser considerada e interpretada de muchas maneras: una sátira a la sociedad inglesa del s. XIX, una novela de costumbres, una historia de amor, etcétera.

El marco histórico es un tanto idistinguible a lo largo de la novela, sabemos de movilizaciones de soldados, de protocolo y etiqueta, de los bailes de la época (La propia Jane Austen en sus años mozos gustaba mucho de esas ocasiones) y poco más.

La trama se sitúa entre las postrimerías del siglo XVIII y principios del XIX, cuando sucedieron los movimientos de independencia en América, la revolución francesa, las guerras Napoleónicas, la revolución industrial y demás.

La clase social a la que pertenece la familia Bennet y la mayoría de los otros personajes de la historia es conocida como “Gentry”, gente de provincia adinerada en la gran Bretaña de aquellos años.

Resúmen

La narración trata sobre la vida de Elizabeth Bennet y su familia a partir de la llegada del señor Bingley a la Longbourn.

Transcurre a lo largo de poco más de un año a partir de ese hecho y se puede deducir el argumento que la conducirá con el título de la novela y las palabras iniciales del primer capítulo: “It is a truth universally acknowledged, that a single man in possession of a good fortune must be in want of a wife”.

Una de las introducciones más famosas de la literatura inglesa por cierto, que en una traducción mexicana (hola Porrúa :)) está vertida así:

“Es una verdad universalmente reconocida que al hombre soltero, poseedor de fortuna cuantiosa, le hace falta casarse.”

Jane Austen se valió de sus conocimientos de primera mano de las costumbres y usos que aparecen en esta novela, su familia era parte de la burguesía agraria, y varios de sus hermanos pertenecieron a la milicia, es capaz de describir una escena con muy pocas palabras, permitiendo que el lector añada los detalles que pudieran faltar según su criterio.

Comentario

A lo largo de los más de 200 años que han pasado desde su publicación Orgullo y Prejuicio ha recibido críticas muy variadas, desde unas muy desfavorables, por ejemplo por asumir que el único objetivo en la vida de una mujer es casarse (se desprecian factores como la temporalidad y el contexto social en estas críticas), hasta enarbolar a Jane Austen como una precursora del feminismo (Lizzie es independiente y se expresa con una libertad inusitada para la época).

Esta novela además de su valor histórico, tiene todo lo que una buena narración necesita; protagonistas fuertes, un desarrollo agradable y sólido y una técnica que no estoy calificado para ponderar pero que es muy legible.

Y aunque la premisa que guía toda la trama es un tanto simple (vencer el orgullo o el prejuicio según se juzgue), además de que en la conclusión tenemos un clásico final feliz (a considerar está que la señorita Austen es calificada como “fría” e insensible por algunos autores contemporáneos de ella), se puede recomendar sin duda su lectura.

Dato random: Esta historia ha sido adaptada una cantidad sorprendente de veces, hay ejemplos de sobra conocidos (un par de películas, y un par de series, una de ellas producida por la BBC parece ser la adaptación más fiel de esta novela), particularmente divertida es “The Lizzie Bennet Diaries”, una adaptación libre situada en tiempos modernos (se empezó a transmitir en 2012), está interesante que presentan la historia como entradas de un video blog de Lizzie Bennet, ¡Dále una oportunidad!.

Si quieres leer sobre otra novela del periodo napoleónico te recomiendo Trafalgar, que trata sobre Gabriel de Araceli grumete en un galeón de una España entonces aliada de Francia que se enfrenta al afamado almirante Nelson de Gran Bretaña.

El cuento como género literario

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El cuento como concepto ha existido desde que la humanidad lo hace, ya sabes, el típico cazador relatando alrededor de una fogata cómo un oso desmembró a un par de sus amigos mientras regresaban con un bisonte a cuestas o por el estilo, añadiendo adornos aquí y allá y dando origen a un mito que los bisnietos de sus bisnietos tendrían como la crónica de la travesía de una deidad para vencer a sus enemigos y salvar a la tribu (estoy divagando).

Y así, no se puede determinar el nacimiento de muchas historias que por lo regular se consideran cuento en el sentido popular, cuentos del corte de «La bella durmiente» o la cantidad industrial de «cuentos dentro de otros cuentos» que se recogen en «Las mil y una noches» y sus equivalentes africanos, asiáticos, europeos y (de haber sobrevivido a ciertas invasiones) americanos.

Como género literario formal no surgió hasta el siglo XIX, con muchos antecedentes como el Decamerón de Giovanny Bocaccio (un compendio de cuentos del siglo XIV) o las «Novelas Ejemplares» de Cervantes (El Licenciado Vidriera y demás) o los «Cuentos de Cantebury» de Geoffrey Chaucer entre muchos.

En dicho siglo y con el auge de la prensa escrita se empezaron a popularizar narraciones breves que incorporaban las bases del cuento moderno, esto facilitó el surgimiento de los maestros del género, Nathaniel Hawtorne (famoso por ‘La letra escarlata’), Edgar Allan Poe (un maestro entre maestros, famoso por las ‘Narraciones extraordinarias’), Henry Guy de Maupassant (famoso por sus ‘Cuentos de terror’), mientras que del lado Hispanoamericano destaca Rubén Darío (famoso por su poesía) y Manuel Payno (más famoso por ser político liberal moderado que por otra cosa, que escribió ‘Los bandidos de Río Frío’).

Estos maestros junto a otros terminaron de ‘independizar’ el género y mas o menos definieron qué es un cuento.

Charles Baudelaire, en el prólogo a su traducción de las ‘Narraciones Extraordinarias’ de Edgar Allan Poe escribió: «Entre los dominios literarios donde la imaginación puede obtener los más curiosos resultados, puede cosechar los tesoros, no los más ricos, los más preciosos (éstos pertenecen a la poesía), pero sí los más numerosos y los más variados, hay uno sobre el que Poe siente un afecto particular: es el cuento.

Tiene sobre la novela de vastas dimensiones la inmensa ventaja que su brevedad añade al efecto. Esta lectura, que puede realizarse toda de un tirón, deja en el espíritu un recuerdo mucho más poderoso que una lectura rota, interrumpida frecuentemente por el tráfago de los negocios y el cuidado de los intereses mundanos.

La unidad de impresión, la totalidad de efecto, es una ventaja inmensa que puede dar a este género una superioridad completamente especial, hasta el punto de que un cuento demasiado corto (lo que sin duda es un defecto) sigue valiendo más que un cuento demasiado largo.

A esto se puede añadir lo que Horacio Quiroga (Otro maestro Hispanoaméricano del género que es famoso por su «Cuentos de amor de locura y de muerte») escribió en su «Manual del perfecto cuentista»

De mis muchas y prolijas observaciones, he deducido que el comienzo del cuento no es, como muchos desean creerlo, una tarea elemental. “Todo es comenzar”. Nada más cierto, pero hay que hacerlo. Para comenzar se necesita, en el noventa y nueve por ciento de los casos, saber a dónde se va. “La primera palabra de un cuento —se ha dicho— debe ya estar escrita con miras al final

Y la mayoría de los autores coinciden con ambos, la extensión del texto y la búsqueda de un efecto son los principales distintivos de un cuento moderno.

Dato random es que cuando alguien insinúa que los cuentos son prosa para niños me dan ganas de arrojarle una edición en letra grande de los Mitos de Cthulhu directo a la cabeza, (salvo que no lo haría por que no me atrevería a maltratar un libro XD).

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La carta robada (Cuento)

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La carta robada (The Purloined Letter) (1844) – Edgar Allan Poe

Relato corto publicado por primera vez en ‘The gift’ en 1844.

Éste es el tercer relato del maestro Poe en tener como portagonista al célebre Chevalier Auguste Dupin, se desarrolla en el París de principios del siglo XIX, un prefecto de la policía recurre a Dupin y a su amigo el narrador para resolver el robo de una carta de las cámaras reales y evitar que el ladrón la use para fines políticos contrarios a la corona.

Los relatos de este personaje que son , «El crimen de la calle de la morgue» y «El misterio de Marie Rogét» junto con «La carta robada», son considerados las bases del género literario policial, ni siquiera el término «detective» se había acuñado, la idea de un individuo que mediante los conocimientos de diversas ciencias y campos, el poder de la deducción y un considerable intelecto pudieran resolver misterios aparentemente imposibles de dilucidar nació en estos relatos.

Es fácil asumir que el famoso Sherlock Holmes estuvo fuertemente influenciado por Dupin, Sir Arthur Conan Doyle escribió: «Cada uno [de los relatos de Poe] es una raíz de donde se ha desarrollado una literatura completa… ¿dónde estaban las historias de detectives hasta que Poe sopló sobre ellas el aliento de la vida?».

Del mismo modo «El Detective» (Batman para los amigos) toma varios de los métodos racionalistas y naturalistas de ambos personajes para resolver muchos de sus casos.

Dato random es que están estos Crossovers legendarios en forma de cómic llamados «The League of Extraordinary Gentlemen», en ellos se relatan las aventuras de un grupo personajes tomados de la literatura universal que son reclutados por el gobierno británico para su protección, unos «Avengers» Literarios del siglo XIX si se quiere, en una de sus historias Mina Harker (Drácula), Campion Bond (ancestro de James Bond), El capitán Nemo (20,000 leguas de viaje submarino) y Allan Quartermain (Las minas del Rey Salomón) buscan capturar a un asesino de… hum… meretrices (lol) en París y le piden ayuda al gran detective Dupin, con su colaboración logran atrapar al criminal que resulta ser Edward Hyde, alter ego del doctor Henry Jekyll (El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde).

Maten al león

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Maten al León (1969) – Jorge Ibargüengoitia

Novela de sátira exquisita, y no se me ocurre mejor término para definir esa prosa, que el maestro Jorge «El Poquianchi» Ibargüengoitia (haha, ese apodo lo encontré en un comentario de una red social, no es oficial ni nada) escribió en los 60, narra la absolutamente ficticia historia de un país llamado Arepa en el que el general Belanzaurán ha gobernado por bastantes años, por otro lado la oposición, un grupo de magnates y hombres de negocios ( la crème de la crème de la sociedad de Arepa) propone al joven e inovador Ingeniero José Cussirat como candidato a la presidencia.

Pronto todo se convierte en una carrera para matar a Belanzaurán antes de que «gane» las elecciones siguientes.

Aunque en la opinión de algunos entendidos los personajes tal vez parezcan un poco acartonados, teatrales, demasiado exéntricos y demás, nadie por asomo cuestiona la sucesión de los hechos narrados ni el cierre de la historia.

A todo el que lee por primera vez a Ibargüengoitia lo embarga un sentimiento difícil de describir, por un lado, su prosa es cautivante por la forma que tiene de retratar la vida del latinoamericano/Mexicano tan divertida y a la vez depresiva, por otro lado inspira respeto por plasmar de manera tan sutíl la realidad sociopolítica del mundo en esos años.

Por ejemplo, en esta novela (en mi top personal de escritos de un autor nacional), se trazan los rasgos generales de la clase dirigente de un país en el que el tráfico de influencias, dictaduras militares, una forma muy «discreta» de lidiar con la competencia o con las personas que hacen algo que no le gusta al líder y demás características son frecuentes.

Dato random es que la primer novela de Don Jorge, Los relámpagos de Agosto aborda el tema de la revolución mexicana con el mismo humor ácido e incisivo, Maten al león sería la novela que seguiría en orden cronológico al menos a nivel ideológico pues en ella se encuentra una instantánea de las élites de poder contemporáneas en países similares al de Los relámpagos de Agosto.

Otro dato random es que hay una adaptación relativamente libre de esta historia en una película de los 70, que tuvo críticas bastante buenas en su tiempo.

(Hay más datos random, pero los planeo mencionar en futuras entradas dedicadas a la obra de este maestro de la sátira y las finas artes del burlarse de todos, incluido uno mismo).

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D.Q. (Cuento)

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De Prosas profanas

Rubén Darío fué un escritor nacido en Nicaragua en 1867, algunos lo tienen como el mayor representante del modernismo literario, es famoso sobre todo por su poesía, de los cuales ‘Azul’ y ‘Prosas profanas y otros poemas’ son sus trabajos más conocidos.

En el modernismo se rechaza a la civilización burguesa y otras instituciones ‘opresoras’ del espíritu humano, en un principio el término fue usado de manera despectiva por sus detractores (que las cosas nuevas no le gusten a algunos no es nada nuevo). Maese Darío y otros autores aceptaron insolentemente este apelativo. Hoy día ya no es peyorativo.

Algunas de las características de la corriente modernista además son:

  • El uso recurrente a las formas clásicas tanto en la forma (verso alejandrino, dodecasílabo, y así) como en la temática (mitología griega, uso de helenismos, etcétera)
  • El léxico que se empleaba era rebuscado
  • Se aspiraba a la perfección formal del texto

Por otro lado algunos de los temas más recurrentes del modernismo son a su vez: La tristeza, melancolía y angustia románticas (véase romanticismo literario), búsqueda de la soledad, rechazo a/de la sociedad, evasión de la realidad, amor y erotismo (sospecho que ésta es común a todas las corrientes), cierta defensa de los pueblos indígenas de América y lo Hispano como antecedente histórico de valor.

De guerras e imperialismo

Hay un dicho entre los anglófonos que reza: ‘Karma is a bitch’, y aunque las cuestiones teológicas/metafísicas escapan a los alcances del blog (osease que no se discutirá la naturaleza/existencia del karma), esa frase me viene full a la mente cuando pienso en el (en su momento) poderoso imperio Español; Piensa en que haciendo números, los manes tenían cerca de 20 millones de kilómetros cuadrados bajo su poder, imperialismo en su estado puro lol.

El caso es que como dice otro dicho más local ‘El que mucho abarca poco aprieta’ (ando muy dichoso lol). Doscientos años después de su punto de mayor esplendor el imperio estaba moribundo; Las revoluciones en latinoamérica, Napoleón, Bismarck, Gloriana y otros pueblos con agendas igual de imperialistas terminaron por propiciar el declive del imperio, sin descontar al gran poder que había surgido de unas cuantas colonias británicas que ya le habían dado mucha guerra a full de potencias.

Cuando esas colonias (los Estados Unidos) agarraron suficiente fuerza, empezaron a pensar en expandir su influencia en todo el continente, lo que inevitablemente los llevaría al conflicto con el debilitado imperio español.

El cénit de dicho conflicto fue la guerra de independencia de Cuba, los norteamericanos intervinieron full para tener otro satélite en el caribe y a los hispanos no les gustó, mucha gente se empezó a matar y después de full de cosas tristes se firmaron los tratados de parís en los que España perdía las pocas posesiones de ultramar que le quedaban en las américas (le quedaron algunas poquitas en otros lados), hablamos de finales del s XIX.

D.Q. (resumen) [Spoiler alert]

El narrador nos entera de su apremiante situación, él y su tropa están cerca de Santiago de Cuba, con hambre y tristeza, también con ansias de pelear e infligir el mayor daño posible al enemigo ‘Yanqui’.

Entonces llegan los refuerzos que esperaban, hombres igual de jóvenes y arrojados, les traen noticias de la patria, de los últimos movimientos y algunas provisiones, todos están impacientes, todos hablan de tal o cuál cosa y todos comen, todos menos uno.

El capellán habla de él con el protagonista, un hombre de cerca de cincuenta años, que podrían ser trescientos, manchego como él, que protegía y mimaba a su blasón con gran respeto y ceremonia y aunque algunos de la tropa se burlaban de él y la vieja coraza que decían llevaba bajo sus ropas, el capellan lo respetaba y lo tenía por hombre bravo y poeta.

Al día siguiente al toque de trompeta, los hombres se alistan para ir a encontrarse con el enemigo, entonces llega un oficial a todo galope y les informa de la derrota, ahora debían deponer las armas y entregarse como prisioneros de guerra al oficial ‘Yanqui’.

Unos lo hacían con juramentos, otros pálidecían de cólera, otros tenían los ojos anegados en lágrimas ‘estallando de indignación y verguenza’, y entonces, cuando llegó el momento de entregar la bandera, el abanderado con una mirada de amarga despedida, sin que nadie se atreviese a tocarlo, fué paso a paso al abismo cercano y se arrojó con su bandera.

El heroísmo en la derrota [Spoiler alert]

Maese Darío tenía gran predilección por lo esotérico y sobrenatural, en su autobiografía menciona que tuvo que dejar de investigar esos asuntos por que le afectaban la salud mental y física (¿pues qué andaba leyendo?).

Si apelamos a la escala de Todorov (véase el párrafo ‘De la narrativa fantástica’ de la entrada 3 del fistol del diablo) D.Q. no es un relato fantástico.

Y lo sabemos porque el suceso insólito no es puesto en duda ni por el soldado narrador ni por los otros personajes, es más bien considerado un hecho cotidiano, quiero decir que no es cotidiano ver abanderados lanzarse de un precipicio, pero los personajes no se sorprenderían tampoco si pelearan al lado del Apóstol Santiago o el Cid Campeador.

Cuando eso pasa, es decir, cuando suceden cosas que rompen las reglas de la realidad y los personajes las aceptan sin vacilaciones hablamos de lo que a principios del s.XX se llamó ‘Realismo mágico’.

Detalle importante que el autor eligiese como héroe a Don Quijano Manchego que es objeto de burlas y un hombre valiente y honorable, célebre por enfrentarse a la derrota con hidalguía e idealismo y no a alguno de los otros grandes héroes del imaginario hispano.

Este es un buen ejemplo de lo que dice Mario Vargas Llosa sobre la ficción, en sus ‘Cartas a un joven novelista’.

En la carta ‘El arte de la persuasión’ sugiere que una ficción, y con ello nos referimos a una obra escrita, es por definición una falacia. Que una historia sea buena, depende de qué tan persuasivo seas al contar esa mentira. Que la forma (ejecución) te haga creer al menos parcialmente que lo que lees es en efecto algo creíble.

Tiene sentido entonces que un relato basado en la realidad (la derrota de lo hispano ante lo anglosajón, el cambio de poderes de las américas, la amargura de la derrota), provea de mucho material para contar una ficción.

En D.Q por más descabellado que suene ver a Don Quijote cargando la bandera y guiando a los hombres en la derrota, tú como lector y bajo el entendido de que estás leyendo algo que no es realidad, no piensas en la imposibilidad del hecho.

Entiendes que no es que literalmente Don Quijote estuviera tirandose balazos con Teddy Roosvelt en Santiago. Más bien acompañas a los soldados, ves los razgos diablescos del capitán norteamericano, sientes respeto y tristeza por el viejo.

Eso es saber contar una historia, convencer y persuadir al lector de que tu historia es parte de nuestra realidad.

Canastitas en serie (Cuento)

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Canastitas en serie (1956) – B. Traven, traducción de Rosa Elena Luján

Relato que forma parte de los 10 cuentos que componen ‘Canasta de cuentos mexicanos’.

Narra la experiencia por la que tuvo que pasar Mr. E. L. Winthrop al intentar añadir un poco de capitalismo salvaje a la vida de un indígena de Oaxaca que hacía pequeñas canastas con materiales de la selva y poemas no cantados. De una manera sencilla y divertida el narrador describe los sucesos a la vez que hace guiños a las formas tan diferentes de ver la vida de los personajes, lo mismo que la situación económica de los habitantes del país en esos años.

La prosa con la que se relata la historia es un poco demasiado directa, pero no deja de ser una lectura recomendada y de hecho tal vez sea por eso que Canasta de cuentos mexicanos era un libro que te obligaban a leer en la educación básica.

Dato random es que corre el rumor de que que debido a la situación cultural de México en esos años B. Traven es en realidad el seudónimo de la traductora y que en realidad es la autora de estos cuentos además de varias novelas atribuidas al mismo autor.

Horacio Kalibang o los autómatas (Cuento)

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De autómatas y positivismo.

Nuestra palabra autómata, viene del latín ‘automăta’ y esta a su vez del griego ‘autómatos’, que implica: ‘ingenios mecánicos’; propiamente ‘espontáneos, que obran por sí mismos’.

Hoy se define a un autómata como una ‘máquina que imita la figura y los movimientos de un ser animado’ (https://dle.rae.es/aut%C3%B3mata)

Los primeros autómatas de los que se tiene noticia naturalmente provienen de la antigua Helas, en sus mitos Hefesto construyó a Talos, un gigante de bronce que protegería sus costas de los piratas y Dédalo tenía unas estatuas que podían hablar y moverse con total libertad.

Ctesibio, conocido como el padre de la neumática antigua, diseñaba relojes con buhos mecánicos que se movían y cantaban marcando las horas (The Rise and Fall of Alexandria: Birthplace of the Modern World by Justin Pollard and Howard Reid on page 132). Herón de Alejandría, el último gran ingeniero de la antiguedad escribió ‘Los autómatas’ (Αυτοματοποιητική), libro en el que compilaba ejemplos de autómatas que a veces sonaban difíciles de creer, como aves que volaban y cantaban.

La mayoría de los autómatas se construian para el entretenimiento, esta tradición de construcción mecánica continuó durante la edad media y el renacimiento mientras se extendía a otros lugares, incluyendo el mundo árabe y el norte de Europa.

Ya para la época de la revolución industrial, momento en que se habían descubierto mejores materiales y fuentes de energía, los autómatas mejoraron notablemente, tanto que algunos teorizaban que en el futuro se volverían indistinguibles de los animales o personas reales ¿quieres ver algo sorprendente? haha https://en.wikipedia.org/wiki/Maillardet%27s_automaton.

A partir de la segunda mitad del s.XIX mientras se estaban fabricando esas maravillas mecánicas, una nueva ola de positivismo científico surgió en Alemania (yo también lo goooglé XD (nunca había escrito el término lol), el positivismo es una teoría filosófica que considera que el único medio de conocimiento es la experiencia comprobada o verificada a través de los sentidos.), esto coincidió con el auge de las ciencias experimentales, en ese momento surgieron el realismo y el naturalismo como corrientes literarias.

(Léase el párrafo ‘De románticos y realistas’ de la entrada El almohadón de plumas).

Y en ese contexto Eduardo Ladislao Holmberg escribió ‘Horacio Kalibang’.

Resumen [spoiler alert]

El relato empieza con una escena en la que se describe al brugomaestre Hipknock (término que deriva del alemán ‘Bürgermeister’ y se refiere al equivalente de un alcalde), su sobrino Hermann, el mariscal Vogelplatz, su hija Luisa, de la que el narrador hace una inquietante aseveración a saber que cumplía quince años, ‘La edad más deliciosa para una mujer’ (oie qué?¡¡¡) y otros ilustres personajes.

Pues que los invitados estaban celebrando los quince años recién cumplidos de Luisa, Herman discutía con el burgomaeste sobre lo concebible y lo posible, en alusión a que hay hechos que la ciencia no podía explicar, Hipknock respondía con vehemencia que solo creía en lo positivo y lo tangible mientras engullía un trozo de jamón de Pomerania.

Entonces llegó el narrador, Fritz, primo del burgomaestre y violonchelista.

Lo enteran del motivo de la discusión; un hombre que puede perder su centro de gravedad, Hipknock vuelve a desestimar la opinión de su sobrino que pensaba que ese gran prodigio era un misterio para la ciencia moderna y prosiguen con la tertulia.

Algunos momentos más tarde un criado anuncia a Horacio Kalibang, el hombre que perdió su centro de gravedad. Los concurrentes muestran verdaderas señales de terror cuando ven al hombre en una posición imposible, ni siquiera el burgomaestre fué inmune a la naturaleza del fenómeno que prescenciaban. Después de mostrar sus habilidades Horacio Kalibang se despide con las palabras: ‘buenas noches, ahora saben que no soy un mito’ y se retira caminando en la misma posición antinatural.

Los invitados empiezaron a hablar profusamente de la maravilla que habían prescenciado, el burgomaestre está decidido a develar el misterio de quién es realmente Horacio Kalibang.

Fritz, ahora como voz activa de narrador ‘dibuja’ un retrato moral del su primo el Burgomaestre, un hombre que se regía por los principios del materialismo alemán, su tierra natal, no creía ni en Dios ni el Diablo y estaba excomulgado hasta la quinta generación, cosa que decía no significaba algo bueno ni malo. Figuraba en las listas de importantes sociedades científicas de todo el mundo y era honesto y directo, hombre de un solo carácter, comportándose igual con sus amigos que con el Kaiser, a pesar de que su rechazo a la religión le había ganado numerosos enemigos anónimos en realidad no conocía a ninguno cara a cara, todos los que entablaban una conversación con él se daban cuenta de que era un buen hombre, sus muchos amigos daban testimonio de ello, por último, debido a su curiosidad científica, cuando un misterio se le presentaba tenía por fuerza que resolverlo, Horacio Kalibang se había convertido en su nuevo objetivo.

Nos movemos de escena a una noche de lluvia tenue en la que el burgomaestre seguía a dos individuos, después de algún tiempo de hacerlo por fin se resuelve el misterio cuando uno de los hombres saca una presunta llave de las que se usaban para dar cuerda a constructos mecánicos y la introduce en el cuello del segundo sujeto y le dá algunas vueltas, Horacio Kalibang era un autómata.

Ya en su hogar satisfecho de sus descubrimientos, le llegó una invitación del hombre que le dió ‘cuerda’ a Kalibang, el fabricante de autómatas Oscar Baum que lo animaba a ver sus proyectos debido a su reputación de hombre ilustrado, el burgomaestre decide acudir en compañía de su primo Fritz el narrador.

Los dos acudieron a la invitación y fueron recibidos por un autómata, cosa de la que el burgomaestre no se percató hasta que Fritz se lo hizo notar, Baum les había preparado una demostración de gran complejidad, músicos tocando de manera exquisita, pintores con gran técnica, soldados batiéndose en duelo, hermosas niñas bailando, incluso se reprodujo la escena en la que conocieron a Horacio Kalibang, el burgomaestre estaba maravillado de lo indistinguibles que eran los autómatas de las personas reales, Bauhm les explicó que tenía varios miles regados por el mundo y así probaba sus obras en cuanto a habilidad y realismo, cuando se despidieron tanto Fritz como el Burgomaestre se cuestionaban si su acompañante era o no un autómata.

Algún tiempo después el ahora capitán Hermann Blagerdorff y Luisa Hipknock unían sus destinos.

‘Habían leído Werther y se amaban’.

Durante la celebración, el burgomaestre no paraba de buscar a Fritz, cuando todos estaban a la mesa preguntó con solemnidad «‘Amigos míos, permitidme una pregunta: ¿Hay entre ustedes algún autómata? Decídmelo, por favor’. Todos se miraron entre sí: los unos por que no sabían lo que era un autómata, los otros por que lo sabían demasiado.» Después agregó: ‘¿Y Fritz?, ¿por qué no ha venido Fritz?'».

Entonces entró Horacio Kalibang con una carta que explicaba que Fritz y Oscar Bahum eran la misma persona, que amaba a Luisa y que ahora que se casaba con el capitán nada tenía que hacer allí, su regalo de bodas sería Horacio Kalibang que además de ser un autómata era un preceptor y les enseñaría importantes cosas a sus hijos. Era un autómata la noche en que se presentó Kalibang por primera vez, era un autómata cuando visitaron a Bahum, y le advierte con las siguientes palabras:

‘Tengo al mundo en mis manos, por que lo manejo con mis autómatas.

Cuando, sumergido en el torbellino de la política, encuentres algún personaje que se aparte de lo que la razón y la conciencia dictan a todo hombre honrado… puedes exclamar: ¡Es un autómata!.

Cuando sumergido en las grandes batallas del pensamiento, tu adversario científico llame en su apoyo los misterios de la fe… puedes exclamar: ¡Es un autómata!.

Cuando veas un poeta que te pinte lo que no siente, un orador que adula al pueblo, un médico que mata, un abogado que miente, un guerrero que huye, un patriota que engaña, un ilustrado fanático y un sabio que rebuzna… puedes decir de cada uno de ellos: ¡Es un autómata!.

Recuerda con frecuencia a Oscar Bahum, o si quieres a tu primo Fritz. Persiste en tus ideas: ¡son la luz del porvenir!.

Un abrazo a todos’.

El burgomaestre terminó de leer la carta con los ojos llenos de lágrimas. Cuando Luisa ya esposa de Blagerdorff se despedía le dijo: «Serás felíz hija mía, tendrás hijos, yo seré el más felíz de los abuelos ya que soy el más desgraciado de los primos. Y cuando tenga un nieto yo sabré decirle, y si muero, díselo tú: ‘Hijo mío, antes de esparcir los aromas que broten de tu corazón, examina con cuidado si no es un autómata la copa que los recibe'».

La tecnología en la narrativa

Se considera fantástico a este relato por que hay personajes que aceptan el suceso (Kalibang y sus acrobacias) como algo fuera del entendimiento humano (el sobrino del burgomaestre, Luisa y otros asistentes) y también hay quienes buscan explicarlo mediante la ciencia y la razón (el burgomaestre). La vacilación entre las dos posibilidades es lo que le permite ser llamado así.

Posteriormente la naturaleza del relato cambia cuando el burgomaestre descubre que Horacio Kalibang es un autómata, Oscar Han llama a este tipo de relato (motivo) ‘El gólem’, por que se trata de un individuo artificial construido a la semejanza de su creador o algún ente natural.

El relato vuelve a cambiar cuando se plantea el hecho de que cualquiera puede ser un autómata, el mismo burgomaestre empieza a dudar si Fritz es uno, se le llama motivo del ‘Doppelganger’, palabra que surge del alemán doppel, que significa «doble» y gänger: «andante», en la mitología germánica y nórdica «El que ve a su doble es que va a morir», se trata de un doble exacto al de una persona, que en ocasiones incluso lo subplanta.

Haciendo alusión a que la mayoría de motivos literarios ya han sido explorados, la referencia más antigua que se tiene de un gólem es el que ‘construyó’ el Rabbi Judah Loew en el siglo XVI para defender el gueto de Praga de ataques antisemitas, aunque los filósofos hebraistas de la época consideran que Adán es el primero. Zeus y Uther Pendragón por su parte subplantan a otros hombres para llevar a cabo sus fines, ambas leyendas antiguas, que abordan la subplantación por un doble exacto.

Al final el tema pasa a ser una decepción amorosa cuando Fritz se despide debido a la pérdida de Luisa e incluso un poco de crítica a la sociedad aparece cuando se recrimina a los corruptos, traidores y mentirosos.

No encuentras muchos cuentos con tanta riqueza de contenido.

Un aspecto sobresaliente del relato es que construye el suceso insólito a partir de un avance tecnológico, cosa poco frecuente, la tecnolgía como fuente de lo fantástico se suele usar más en otros géneros literarios, me viene a la mente La invención de Hugo Cabré , algunas obras del Maese Julio Verne o la ciencia-ficción moderna del periodo de Asimov y sus colegas.

Un detalle curioso al respecto es que los relatos que basan su efecto en los avances tecnológicos tienden a envejecer mal, en el relato se habla de reproducir las funciones del cerebro humano con mecánica pura por ejemplo, aunque la verdad eso le añade full de encanto, me lo imagino todo steampunk como el episodio ocho de ‘love, death & robots’.

Marianela

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Marianela (1878) – Benito Pérez Galdós
Novela de Don Benito Pérez Galdós que narra la historia de una chica que es pobre y fea (cero mala onda XD) y sus aventuras (léase desventuras), entre ellas la de enamorarse del adinerado chico ciego al que cuida, el chico le corresponde (¿porque es ciego?) y de repente un médico lo cura de su ceguera, ahora la Nela (La chica se llama María) se enfrenta a un mundo en el que el único amigo que tenía y que no la discriminaba por su apariencia tal vez cambie la manera en que la trate cuando sepa lo «fea» que es.
La novela está ambientada en Socartes, una zona minera de España (no tengo idea de si es ficticia, así como Macondo o Comala), y en el periodo histórico en el que fue publicada, por esos años Tomás Edison patentó su fonógrafo, el imperio Otomano seguía existiendo y Caballo Loco rondaba las planicies de Norteamérica.

La historia es muy agradable y aunque los personajes de vez en cuando pueden parecer un poco artificiales para los estándares modernos (ejemplo de eso son los individuos virtuosos sin ningún defecto que rondan en novelas de la época), si consideramos que se publicó hace 140 años es bastante tolerable e incluso le añade un «sabor» a vieja escuela que puede ser uno de sus mayores encantos.
Dato random es que hay varias adaptaciones de esta obra, la más reciente una novela gráfica (al estilo de The Watchmen, 300, etcétera) que se ve muy interesante :o.
marianela-meme

Trafalgar

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Trafalgar (1873) – Benito Pérez Galdós
Primer volúmen de los ‘Episodios nacionales’ de don Benito Pérez Galdos, el principal objetivo de estos es narrar la historia española del siglo XIX, un ambicioso proyecto (46 novelas divididas en cinco series), en el que se leen vivencias de personajes ficticios enmarcados en los acontecimientos más importantes de la historia de España en un periodo que abarca de 1805 hasta 1880.
Vale la pena mencionar que el autor es considerado por algunos como el mejor novelista español después de Cervantes y el más avocado a lo popular después de Lope (¿por qué siempre el segundo lugar?).
En la redacción de sus episodios nacionales echó mano de sus propias experiencias y relatos de infancia (nació en 1843) así como de registros oficiales y no oficiales (se entrevistó por ejemplo con un marino veterano que participó en la batalla de Trafalgar) de los importantes momentos relatados en ellos.
Trafalgar presenta a Gabriel de Araceli y sus vivencias como un picaro de playa (un muchacho pobre y sin posición que debido a ello debe apañarselas como pueda) que termina como mozo de una adinerada familia en la que es criado de un viejo oficial de la Armada.
Por azares de la vida se convierte en un grumete de uno de los navíos que participan en la batalla de Trafalgar.
Dicha batalla es considerada una de las más importantes del siglo XIX, y enfrentó a una Francia al mando de Napoleón y sus aliados españoles (¿Pepe Botella?) con Pierre Vielleneuve como Vicealmirante y al Teniente General Federico Gravina comandando a la Marina Imperial Francesa y la Armada Española respectivamente en contra de la Marina Real Británica al mando del Vicealmirante Horatio Nelson (todos ellos muy famosos), la formación y estrategia empleados en esta batalla son ampliamente estudiados por los científicos de guerra, tuvo lugar en 1805.
Muchos historiadores tienen a la derrota de la Armada Española en esa batalla como el corolario del declive militar del otrora poderoso Imperio Español, también concuerdan en que de no ser por Napoleón y sus campañas de conquista en Europa los movimientos independentistas en latinoamérica habrían afrontado muchas más dificultades.
Esta obra es la más famosa de los episodios nacionales y presenta los hechos de manera vivaz y dinámica, se retrata a los héroes del relato con cierto dejo de heroísmo mas o menos subjetivo a la vez que el texto da cierta credibilidad mediante las circunstancias presentadas a la forma en que se dirigen los personajes.
Además del valor histórico del relato se puede resaltar la historia de amor truncado (sí, Araceli es firendzoneado como todo buen marino que se precie de serlo) y la emoción de una batalla que saca lo mejor de todos los involucrados, lo humano y la lucha por algo más grande que uno mismo.
En definitiva una lectura recomendada :).
trafalgar