Pensativa – Resumen y análisis (parte 2)

Jefa Cristera; Jovita Valdovinos

Esta es la segunda parte del resumen y análisis de ‘Pensativa’, novela de narrativa cristera escrita por Jesús Goytortúa. Aquí está la primera parte.

Dejamos a Roberto en las inmediaciones de la huerta del conde. Allí Veva le contó el final de Carlos Infante a manos de un traidor llamado Muñóz.

Segunda parte del resumen de ‘Pensativa’

Visita a un general

Veva y Fidel le rogaron que se fueran de ahí, y prometieron explicarle todo lo que quisiera siempre que fuera en otro lugar. Así que prosiguieron su expedición al campamento de Cornelio. Llegaron por la tarde.

Los primos se saludaron efusivamente. Luego en confidencia Roberto le confesó su amor por Pensativa. El general brigadier como había admitido ser entre risas, se puso muy alegre y prometió bajar a Santa Clara el dia que se casaran.

Roberto le preguntó si estuvo presente el día de la venganza contra Muñoz. Cornelio cambió de semblante y asintió, Veva hacía señas que Roberto pudo distinguir y preguntó directamente sobre lo acaecido en la hacienda. Pensativa le había dicho que Carlos fue vengado. Basilio le dijo que había sido en el mismo lugar donde ejecutaron a Carlos y Veva le contó de las vejaciones al cuerpo del general.

Todo eso explicaba las tristezas de Pensativa, pero no del todo, aún había un secreto que nadie se atrevía a decirle. Amaba a Pensativa, pero no se casaría con ella si no sabía todo de su pasado. Cornelio le aseguró que era la mujer más buena y casta del mundo, lo que Roberto aseguró que creía cierto, pero no quería casarse con una santa, sino con una mujer.

Cornelio lo miró con firmeza y Roberto pudo ver al cristero implacable en que su primo se había convertido. El mismo niño amable y bonachón que lo acompañó en su infancia.

Entonces supo que no obtendría ninguna información de él ni de nadie. Se resolvió a regresar a la ciudad tan pronto dejara a Veva en la Rumorosa y alejarse de esa tierra llena de sangre y fratricidio.

Espada y sombrero cristeros, pensativa resumen
Espada y sombrero cristeros

Día de aniversario

Era 15 de julio, el mismo día que habían ejecutado a Muñoz. Roberto se despidió y estaba dispuesto a irse sin Veva y Fidel así que tuvieron que acompañarlo.

Llegaron a la huerta donde divisó a varios jinetes. Conforme se acercaba se dibujaba ante sus ojos la esbelta figura de Pensativa. Echó a correr al caballo y llegó en pocos instantes a donde estaba ella, acompañada por Basilio.

Pensativa preguntó qué hacía allí visiblemente irritada, Roberto respondió que venía de ver a Cornelio, él preguntó lo mismo. Ella iba a rezar por todos los muertos de la guerra religiosa.

Avanzaron al árbol en donde ejecutaron al general Infante y Pensativa guío los rezos. Roberto veía a los soldados emboscando a los bañistas, la ametralladora barriendo el prado, a Carlos colgando sin ojos del árbol, aún reinaba una atmósfera de peligro.

Cuando terminaron, fué a ver a Pensativa y audazmente le pidió que se fueran juntos. Ella iba a esbozar una sonrisa cuando un terrible grito se escuchó en la hacienda, un grito como el de un hombre siendo torturado.

En un abrir y cerrar de ojos Pensativa se convirtió en un bulto pálido, Basilio la llevó en brazos y huyeron. Fidel y Veva hicieron lo mismo y Roberto los siguió por instinto.

Cuando se recompuso le preguntó a su nana de quién huían, ¿bandidos?, ¿soldados?, ¿cristeros?. Al escuchar que era del diablo, montó en cólera y sabiéndose asustado por algún bromista regresó a la hacienda dispuesto a averiguar quién era el responsable.

No encontró nada salvo restos humanos abandonados. Cuando regresó por su caballo encontró dos mendigos de aspecto horripilante. A uno le habían amputado las orejas y la nariz, al otro lo habían cegado, las cicatrices de ambos le provocaron repulsión.

Los saludó y preguntó por el grito, el ‘desnarigado’ respondió con una voz poco ensayada que el sitio estaba maldito. Tal vez había gritado un fantasma.

Más secretos

Regresó cada vez más relajado. En un recodo encontró a Veva que lo abrazó espasmódicamente. Entonces le pidió una aclaración, ella le había ocultado algo y se iría a la capital de inmediato si no se lo decía. El recio Basilio y la recta Pensativa jamás se hubieran asustado por un grito de no tener un significado relacionado con ese secreto.

Ella accedió con profunda tristeza. Al llegar a la rumorosa encontraron a Basilio muy preocupado, la señorita había caído enferma y el doctor López ya la estaba atendiendo.

Roberto se informó del estado de su amada y repitió que se iría si no le contaban la verdad. Veva y Basilio se comprometieron a hacerlo.

A la tarde del día siguiente comenzó su relato.

Basilio escapó a la ejecución y huyó a Jalisco, en el camino se había cruzado con Cornelio que también juró venganza. Juntos fueron a donde la Generala. Después de meditarlo concibió un plan.

Se hizo pasar por ‘Carlota’ hermana del cochero de doña Enedina. Veva la colocó como sirvienta del doctor, y ella, además de hermosa, se mostraba inocente y recatada. Rápidamente estuvo llena de admiradores, pero solo mostró inclinación por Muñóz y aceptó ser su novia.

Entonces su ‘hermano’ enfermó gravemente y pidió permiso para ir a cuidarlo.

La venganza de la Generala

Ya en La Rumorosa, Muñóz le llevó serenata por varios días, hasta que ‘Carlota’ aceptó tener una reunión por la noche en el jardín.

Él no sospechaba nada y cuando la tuvo enfrente, su novia se convirtió en la Generala, y Basilio sometió al traidor. Lo llevaron a la sierra donde lo golpearon por varios días. Mientras que se encubría la partida de ‘Carlota’ desterrada por su hermano debido a su ligereza (¿qué señorita decente vería a su novio a solas por la noche? XD).

Cuando la Generala volvió con su tropa llevaron al prisionero al estanque donde ejecutaron a Carlos. Lo iban a colgar cuando el ‘desorejador’ pidió que antes de matarlo le cortaran las orejas, los hombres lo apoyaron, pero la Generala y Cornelio no estaban de acuerdo. Terminaron aceptando cegar al traidor en retribución por los agravios que hizo al cadáver del general y lo harían mientras el prisionero estaba con vida.

Ni la generala ni Cornelio podían negarse pues eso significaría un motín de su tropa y una gran cantidad de muertes en las poblaciones vecinas.

Roberto estaba admirado de la valiente mujer al principio. Pero cuando supo que permitió esa barbarie manifestó desprecio por sus métodos, el doctor le recordó que todas las facciones cometieron fechorías, y Roberto las maldijo también.

Ahora estaba tranquilo ya que sabía el motivo detrás del horror de Pensativa por los ciegos y su reclusión en la pobreza y austeridad. Sin duda deseaba expiar la culpa de las fechorías cometidas en nombre de su hermano.

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La calma antes de la tormenta

Roberto amaba a Pensativa y ya no sospechaba nada de ella, deseaba casarse y llevársela de esa tierra llena de sangre.

Pero seguía enferma, el doctor auguraba una recuperación si se le permitía descansar.

Pasaron tres semanas y Roberto pudo entrar a la habitación de su amada, conversaron un poco y él fue dichoso.

Al caer la noche le llevó serenata (‘my boy has game’ jaja). Fue regañado por su tía y el doctor, pero en el fondo todos estaban felices por el naciente amor.

Llegó la fiesta de Santa Clara y Roberto fue a pedirle al monseñor que redujera la manda que Veva había prometido cuando Pensativa se recuperase.

Allí, después de la misa vió a Basilio entre los danzantes. (En México durante algunas festividades religiosas había ‘danzantes’ que emulaban los bailes antiguos de las naciones indígenas, al día de hoy se sigue con esta tradición en varios sitios).

Los hombres de la Rumorosa enteraron a Roberto que también estaba cumpliendo su promesa de bailar cuando la señorita estuviera repuesta.

En eso vió al mendigo desnarigado de la huerta del conde. Miraba a Basilio con odio, entonces se le ocurrió desenmascararlo. Le dió unas monedas a un hombre dado al vino y le pidió que le gritara: ‘¡Alacrán!’, cuando lo hizo, el mendigo dió un salto y se dió cuenta del plan de Roberto, lo miró con furia y escapó.

No había duda, era el compañero de Muñóz, entonces el ciego, ¿sería Muñóz?.

De regreso a la Rumorosa, le preguntó a Basilio si estaba seguro de la muerte del traidor, él le aseguró que estaba muerto. Dudando de la veracidad de sus palabras le dijo: “Cuídese, desorejador”. Basilio se lanzó sobre él y le puso su cuchillo en la garganta, pasó varios segundos intentando dominarse hasta que se retiró.

Ya en la noche fue a tocarle la ventana para pedir disculpas. Roberto lo previno de el alacrán y le pidió que protegiera a su ama. Pensativa había regresado al Plan de los Tordos.

Tristezas sin fin

Roberto fué a ver a Pensativa al día siguiente. La regañó un poco por irse sin despedirse y la pasaron bien en la huerta. Los criados la habían limpiado y pintado, ahora todo tenía una apariencia primorosa.

Pasaron varios días y Roberto por fin se decidió a confesar sus afectos a Pensativa. Todos lo animaron incluso Basilio, no pudo hacerlo en la mañana, ni en la comida, ya era hora de la cena cuando se armó de valor y le expresó sus sentimientos. 

Ella, con cierta tristeza lo rechazó. No podría casarse por el pasado, y nunca lo haría. Roberto albergaba esperanzas avivadas por todos de que la altiva señorita no se negaría a vivir feliz con él. Saber que había sido rechazado lo embargaba de tristeza, no sólo por su amor propio, también por la situación de Pensativa.

Regresó a la Rumorosa completamente derrotado, su familia se mostró decepcionada y aunque Veva le aseguraba que con un poco de paciencia la convencerían decidió regresar a la capital al día siguiente.

Se despidió con gran pesar y mientras la volanta lo llevaba a la estación del ferrocarril, meditaba en las últimas semanas. Se había convertido en un aventurero, encontró el amor, y también una tristeza que nunca había experimentado. No creía ser capaz de volver a vivir como antes.

Entonces le pidió a Ireneo que detuviera el coche, no se iba a dejar vencer tan fácilmente.

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Gestiones de terceros

Llevaban un trecho del camino de regreso a la Rumorosa cuando los encontró Basilio, animó a Roberto y volvió al Plan de los Tordos.

Roberto fue recibido con gran alegría por su familia y por Cornelio. Estaba allí para casarlo con Pensativa, con ayuda del padre Ledezma. 

Él era el único sacerdote que permanecía en la lucha, aunque tal vez no fuera armada, se negaba a aceptar el armisticio del gobierno y despreciaba a los obispos que se habían sometido a los políticos.

En esos momentos estaba rezando en Santa Clara, pero volvería para la comida.

Mientras esperaban, Roberto previno a Cornelio de el alacrán, días antes de su declaración a Pensativa lo había emboscado y le disparó en el brazo.

El padre llegó entrada la tarde y de inmediato inspeccionó a Roberto. Lo calificó de ‘tibio’ y se lamentó de que Pensativa se hubiese enamorado de hombre tan despreciable si es que era cierto.

Prefería dársela a un comunista que al menos mostraba filiación por una causa y no a un joven frívolo y mundano.

Roberto recibió los golpes admirablemente y aseguró que ella lo amaba. “Ya lo veremos” respondió el padre que en esas tierras tenía más autoridad que el coadjutor mismo.

A la mañana siguiente partieron al Plan de los Tordos y regresaron dos días después, durante los cuáles Roberto estaba expectante. Cuando llegaron Roberto preguntó el resultado de sus gestions, sin siquiera saludarlos. Cornelio respondió : “¡Triunfamos!” (¡triunfó el amor!).

La boda cristera

Roberto no cabía en sí de felicidad, pidió detalles al severo padre Ledezma que entre insultos y desprecio por su condición de ‘tibio’ le dijo que en efecto Pensativa lo amaba y que la ‘culpa’ por lo sucedido en la guerra eran el motivo de su negativa.

El padre le aseguró que esa fue una guerra santa y que no debía avergonzarse por su hermano o la venganza de su muerte.

Roberto tuvo que esperar hasta el día siguiente para ir a el Plan de los Tordos. Era casi de madrugada y Basilio ya lo esperaba, llegaron y allí estaba Pensativa, visiblemente turbada pero con un dejo de felicidad en los ojos (ayñ).

Conversaron y Roberto confirmó sus afectos, quería casarse con ella cuanto antes.

La casta señorita prefirió esperar según la costumbre, a que se cumplieran varios meses de noviazgo, juntos acordaron casarse en noviembre, el día de San Carlos.

Ella le preguntó si aceptaría casarse ‘a lo cristero’, de madrugada y en una casa particular. Roberto se entusiasmó por el romántico proyecto y aceptó sin dilación.

Esas fueron las semanas más felices de su vida, se corrieron las amonestaciones, se hicieron los preparativos y se reforzaron las patrullas buscando ‘al alacrán’ y al ciego.

Llegó el día de la boda. Roberto era un manojo de nervios, habían llegado los líderes cristeros, hombres de voluntad férrea que lo intimidaron sobremanera. Fueron a dormir, allí recordó una carta que le había llegado de Jalisco. Un amigo había investigado el destino de la generala y halló que no había muerto.

A Roberto no le importaba ni la generala ni sus cristeros, era feliz y al día siguiente Pensativa sería su esposa.

Basilio le confirmó su lealtad al alba y lo ayudó a vestirse con torpeza. Roberto aceptó el gesto, notó cohibido al rudo caporal, le preguntó si había algo que le quisiera decir. Basilio se negó y continuó con su servicio.

Veva, Jovita y su tía se habían engalanado lo mismo que Fidel y Esteban, la nana le confió a Roberto que amaría aún más a Pensativa cuando la viera, también le envió un mensaje “¿leíste la carta?”, un poco extrañado Roberto le aseguró que sí y que no le importaba gran cosa.

Llegaron al altar presidido por el padre Ledezma y estaban a punto de tomar los votos cuando irrumpió ‘el alacrán’ con el ciego diciendo: “Buenos días mi generala”.

La generala

Muñóz y ‘el alacrán’ en persona se habían colado a la boda y desenmascarado a Pensativa. Ella era la Generala, la fiera guerrillera que había ordenado ejecuciones y permitido la tortura de los traidores, la mujer que había inundado de sangre el interior.

Roberto estaba aterrado, los cristeros ya habían cargado sus armas y apuntaban a los traidores.

Pensativa aceptó la responsabilidad de sus acciones y mirando con orgullo pero a la vez con tristeza le confesó a Roberto su pasado como líder cristero. Lo había confesado en una carta que Basilio debía entregarle en la mañana. Cuando Veva le dió la respuesta que Roberto había dado respecto a la carta de Jalisco había sido feliz.

Pero ya no era así, le pidió perdón y le aseguró que nunca lo quiso engañar ni lastimar. Basilio se había arrodillado rogando la muerte con tal de que se casara con la intachable Pensativa.

Al ver el horror de Roberto, Pensativa se quitó el velo y los azahares y después de confesarle que lo amaba y que lo amaría por siempre, se fue. Ordenando a su tropa jamás lastimar ni a Roberto ni a los mendigos.

En la Rumorosa todos estaban sumidos en la tristeza. Roberto tuvo que llevar a los traidores a Santa Clara y ellos esclarecieron el misterio, habían sobrevivido a sus ejecuciones. Cuando se enteraron de la boda de la Generala concibieron su venganza.

Ya de vuelta en su cuarto, Pensativa se revelaba con el amor de su vida, nunca lo engañó y siempre había actuado con rectitud. Aún la amaba.

Casi reventó a su caballo de camino al Plan de los Tordos. Allí vió a la casona de los Infante en llamas. Cuando llegó los mozos y mujeres hablaron de matarlo pero el muchacho que lo había ayudado antes les recordó el juramento que le hicieron a la generala. Se había ido y no volvería jamás.

Despedida

Roberto supo la causa perdida, fue a ver a Cornelio que lo comprendía y no le guardaba rencor, Pensativa lo sabía y por eso nunca le reveló su destino.

Llegó el momento de volver a la capital y no volteó la mirada ni una sola vez, esa tierra lo llenaba de pesar y le sería hostil para siempre.

No pudo volver a sus viejos hábitos. Gastó una fortuna buscando a Pensativa, viajó por todo el interior, por Jalisco, Querétaro y el Bajío, pero sin éxito. Doña Enedina murió pocos años después y luego el doctor López. Le encargó la Rumorosa a Jovita y se llevó a su nana a vivir con él. La acompañaba Fidel al que convirtió en su ayudante de cámara.

Veva le pedía perdón con frecuencia. Todos lo querían casar con Pensativa y guardar el secreto de su vida como la generala, pero ella nunca estuvo de acuerdo.

Un día, Veva le anunció la visita de una monja que le tenía un mensaje de ‘Sor Asunción de las Divinas Llagas’, en otro tiempo llamada Gabriela Infante.

Pensativa había profesado en Bélgica pues la guerra en España le impidió hacerlo allí, le pedía perdón y le relataba su historia.

Se unió a la lucha al igual que muchas mujeres. Se distinguió por su valor y astucia de tal modo que los líderes cristeros la envolvieron en un halo de misterio y santidad. Ella estaba convencida de la rectitud de la guerra y habría llevado una vida normal luego de la guerra de no haber tenido parte en la tortura de Muñóz.

Al principio despreció a Roberto por frívolo y mundano. Pero empezó a amarlo cuando la llevó en sus brazos en la crecida. Sufrió enormemente al declinar su declaración y de no ser por Cornelio y el padre Ledezma habría vivido por siempre en la austeridad del Plan de los Tordos.

Pero aceptó casarse con él porque lo amaba, su dicha fue completa al saberse perdonada. Pero no contaba con que Basilio no había entregado su carta.

Así sufrió mucho al ver cómo Roberto la despreciaba cuando supo la verdad. Lo instituyó como un hombre “sagrado” para que los cristeros no le hicieran daño y huyó a los Estados Unidos, para luego embarcarse a Europa.

La religiosa le pidó permiso para escribirle a Sor Asunción que la perdonaba. Roberto por toda respuesta dijo: “que ella sea quien me perdone” y salió apresuradamente para llorar en soledad.

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Aspectos literarios de ‘Pensativa’

Me apena un poco no haber encontrado demasiada documentación especializada respecto a ‘Pensativa’, aunque es considerada una de las obras más importantes de la literatura cristera. 

Dato random. ‘Pedro Páramo’, posiblemente la novela Mexicana más famosa de la literatura moderna también está situada en ese contexto histórico (un poco antes y un poco después ‘if you know what I mean’).

Tal vez por eso ha pasado desapercibida para los académicos. Que dicho sea de paso sí que han mencionado sus parecidos con ‘Doña Bárbara (novela)’ del venezolano Rómulo Gallegos.

Como dato random también, ‘Doña Bárbara’ es considerada una de las obras cumbre de la literatura Latinoamericana.

Comparaciones injustas

‘Doña Bárbara’ coincide en varios aspectos con ‘Pensativa’; ambas obras retratan la situación geopolítica y social de sus entornos. Por un lado el México post-revolucionario/ post-cristero, al comienzo de la ‘dictadura perfecta’ que Vargas Llosa hizo notar. Y por el otro la dictadura en Venezuela de Juan Vicente Gómez.

En ambos casos también se resalta el ‘atraso’ de los ‘amigos de provincia’ (Léase con voz de Chavelo jaja) y el campo respecto a la ciudad. Chocan dos mundos, el salvajismo de la gente rural en la forma de Basilio y sus cristeros, frente al civilizado abogado Roberto. (Santos Luzardo también es abogado por cierto).

Y ambas novelas presentan a mujeres fuertes, capaces en su momento de grandes crímenes.

Tristemente si se comparan los personajes, Pensativa es un poco débil. Aunque sus motivos son creíbles, es inconsistente cómo una mujer capaz de imponerse a bandidos tan peligrosos como el ‘desorejador’ sucumba a los remordimientos. Doña Bárbara es más consecuente (spoiler, vamos a tratar esa novela en el futuro, por eso no abundo en ese asunto).

Curiosamente ambas historias fueron adaptadas (muy libremente) en el cine de oro mexicano. Los cristeros (1946) y Doña Bárbara (película de 1943), ésta última en colaboración directa con Gallegos y coproducción Venezolana, ¡viva la hermandad y el llano!.

De amazonas y machismo

La comparación de Gabriela Infante con Doña Bárbara es injusta pero inevitable. Para muchos es una mala copia, un dulce para el lector que a pesar de su machismo se siente atraído por la imagen de la Amazona. Ese tropo es recurrente multitud de obras y telenovelas (no me preguntes cómo lo sé, solo lo sé lol).

El concepto de la Amazona en la cultura occidental tiene sus orígenes (como muchas otras cosas) en la antigua Grecia.

Heródoto, Homero, Píndaro, y la mayoría de los autores Griegos arcaicos trataban el tema de mujeres que vivían en una sociedad matriarcal, osadas en las proezas de guerra y separadas de la civilización. Una sociedad por lo tanto contranatural para los Helenos que limitaban el ejercicio de la guerra y la política a los hombres (siempre hay excepciones, pero en términos generales era así).

Este tema fascinaba a los antiguos Griegos que lo heredaron a los Romanos y por lo tanto al resto de Europa que con su influjo desde el siglo XV conformó el concepto moderno.

Así el término puede referirse a una mujer que ha alcanzado la excelencia atlética. Pero también a una mujer subversiva que se comporta de modo ‘atípico’. Lo que a veces implica que es ‘poco femenina’ y/o que ‘odia a los hombres’.

La imagen mítica de la Amazona servía para manifestar una anormalidad entre el orden natural de las cosas (para un ciudadano Griego) y lo contrario. Es decir, lo contranatural, lo extranjero y bárbaro.

vasija con grabado de heracles combatiendo a una amazona

Y así describe Basilio a ‘La generala’. Una mujer ‘horrosa’ que vestía de hombre y que combatía como el que más. Marcando un interesante contraste con la realidad. Roberto la calificó como ‘hermosa’ al instante de conocerla en su faceta de ‘señorita’, es decir, cuando se comportaba como la sociedad lo esperaba.

En una analogía notable, Octavio Paz escribió que el hombre nacional tenía a la mujer como ‘la otredad’. Suceptible de ser despreciada (aquí es de donde se origina una palabra malsonante que empieza con ‘ch’ y que puede ser conjugada en variadísimas formas) pero que al mismo tiempo podía ser adorada cual ‘virgen’ o ‘deidad maternal’ (una Tonantzin), nótese la connotación religiosa, prácticamente la misma veneración que los cristeros tenían por Gabriela Infante.

Y por eso el tropo de la mujer indomable que contravenía lo establecido era tan interesante para el hombre Mexicano de principios de siglo. El que veía a la mujer como medio para sus fines, un mero objeto, pero que al mismo tiempo veneraba con total devoción a una mujer santa, ajena a este mundo.

Han pasado casi cien años desde que terminó la guerra Cristera y más de medio siglo desde la escritura de ‘Pensativa’ y ‘El laberinto de la Soledad‘. Quiero creer que esta percepción ha cambiado, y hay esperanza de que es así, pero aún queda mucho camino por recorrer. La postura que me parece más apropiada es: ‘trata bien a todas las personas’. Nótese el término ‘persona’, es decir, a todos, sin distinguir género, religión o lo que sea.

Fotografía de mujeres cristeras, pensativa resumen

Conclusión

Admito que deseaba un final feliz para Pensativa y Roberto. Aún así no se nota ‘fuera de personaje’ que Pensativa se marchase, pues seguía teniendo sus dudas respecto a si se merecía vivir con el que amaba. Aunque no sé si es por la época pero el horror de Roberto al saberla la generala me parece un tanto exagerado. Pero ¿quién sabe?. Si me entero que mi crush estuvo comandando una banda de guerrilleros que cortaban orejas y hacían full de expolios a lo mejor también me replanteo el seguir teniéndola como tal.

¿Por qué será que en tiempos antiguos volverse religiosa era la única posibilidad para una señorita con el corazón roto?. Celeste, Aurora, Pensativa, incluso el personaje de María Félix en ‘Tizoc’ quería profesar para mandar al gorro a su novio infiel, y que yo sepa estaba situada en la ‘actualidad’ (1957).

¿En qué momento dejó de ser así?. Lo menciono por que en la literatura más reciente, digamos desde ‘el boom’ hasta hoy (2021) el motivo de la doncella con el corazón roto que se va a un convento ha sido más o menos olvidado. Lo mismo que el tropo de la amazona (bueno, ese sigue activo pero en variaciones un poco más modernas, véase ‘Action girl‘). En realidad es una pregunta retórica, eventualmente discutiremos el cambio cultural al respecto y sus efectos en la literatura (OMG, ¡que emoción!)

En resumen, el texto es legible y agradable, a veces tiende a predicar un poco pero siempre con buenas intenciones, i.e. criticar el fanatismo en ambos bandos de la guerra y denunciar los horrores que en ella sucedieron, estoy seguro de que mucha de la gente que anhela un conflicto armado nunca ha visto lo que pasa en ese tipo de eventos. Hay muchas referencias bíblicas y a otros hitos literarios como El Quijote. Siempre se agradecen los guiños a otros universos.

Muchos recomiendan este libro para introducir a personas jóvenes a la lectura, y es verdad que es de fácil lectura, tanto en vocabulario como en la trama, aún así requiere algún contexto para ser comprendido a plenitud, lo que no implica que deje de ser una lectura recomendada :), pero sí que se lee mucho mejor cuando sabes ciertas cosas de la historia nacional y de otras narraciones relacionadas, de todos modos, dale una revisada.

Fuentes

  • González Luna, Ana María (2013). La Literatura De La Cristiada: Una visión apocalíptica De La Historia De México. Altre Modernità, giugno, 100-111. https://doi.org/10.13130/2035-7680/3075.
  • Howatt, C. (1947). Books Abroad, 21(3), 331-331. doi:10.2307/40086531
  • Lorna Hardwick (1990). Ancient Amazons ‘ Heroes, Outsiders or Women?. Greece & Rome, 37, pp 14-36 doi:10.1017/S0017383500029521
  • Victoria Carpenter (2015). Spanish-American Literature: Spanish American Literature, 1900 to the Present Day. The Year’s Work in Modern Language Studies, 75, 215-224. Enlace
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Pensativa – Resumen y análisis (parte 1)

Jefa Cristera; Jovita Valdovinos

Pensativa es una novela corta escrita por Jesús Goytortúa y publicada en 1945. Cuenta los amores de Roberto, un soltero citadino y una mujer que responde al apodo de ‘Pensativa’ (ya sé, full de cursi). A pesar de la simplicidad del argumento, la historia está llena de matices notables, tanto de la forma de pensar de los hombres y mujeres de mediados de siglo, como de las heridas todavía abiertas, de los sucesos acaecidos en las últimas guerras cristeras.

Del autor

Goytortúa nació en San Luis Potosí en 1910. Publicó ‘Pensativa’ en 1944 con la que ganó el premio Lanz Duret, también escribió ‘Lluvia Roja’ y ‘Cuando se desvanece el arcoiris’.

Trabajó en la Secretaría de Agricultura y Fomento. Donde fundó ‘Las Democracias’. Además colaboró con cuentos y otros textos en diferentes medios impresos como ‘Arte y Plata’, ‘Hoy’, ‘Letras Potosinas’, ‘Mañana’, ‘Revista de Revistas’ y ‘Sucesos para Todos’.

Contexto histórico de ‘Pensativa’

Pensativa es considerada una obra representativa de la narrativa cristera.

Como se mencionó en la Guía para leer a Horacio Quiroga. Los autores tienden a escribir de los sucesos que definen su contexto.

En el caso de México, hubo muchos eventos notables en el acontecer político y social durante el siglo XX, de los cuales la revolución y las guerras cristeras fueron los que dejaron algunas de las ‘heridas’ más graves en el imaginario nacional (lo que no exime a las heridas físicas).

El conflicto entre la Iglesia y el Estado mexicanos es un tema complejo y vasto que no es fácilmente resumible en algunos párrafos. Tampoco me entusiasma escribir de política. Esta sección es una breve reseña histórica con los materiales que tengo disponibles, sin tomar partido por ningún bando.

Antecedentes desde la colonia hasta la independencia

Supongo que todo comenzó con la conversión/imposición de la religión católica a los supervivientes de la conquista en el Virreinato de la Nueva España. Es digno de notar, que muchas veces el clero defendió los derechos de los nativos y si le preguntas a Octavio Paz, sirvió de consuelo ante el ‘abandono’ que los indígenas sufrieron por parte de sus dioses e ‘instituciones’.

En la época colonial se sentaron muchas bases jurídicas y prácticas que le daban gran poder a la iglesia (el sistema de encomiendas, las órdenes monásticas, etc.).

Durante las guerras de independencia, el clero tuvo una influencia notable (don Miguel Hidalgo, el valiente Morelos, etc.) y ésta se dejó notar en la redacción de la primer constitución que definió al catolicismo como la única religión oficial.

Al naciente grupo que comenzó a gobernar el país eventualmente esto le dejó de gustar y ya para 1847 había notables tensiones entre el gobierno y las autoridades clericales. 

Las políticas de Valentín Gómez Farías y sus amigos buscaban destruir la base jurídica de la supremacía eclesiástica en los asuntos civiles, que en plena guerra contra los Norteamericanos detonó en la ‘Rebelión de los polkos’ (véase el párrafo ‘clases de historia’ en la entrada El fistol del diablo parte 6 y la sección ‘La primera reforma liberal’ de la entrada de Wikipedia para Gómez Farías).

Pintura de Valentín Gómez Farías
Valentín Gómez Farías

Reforma y porfiriato

Durante el resto del siglo XIX, las llamadas Guerras de Reforma que buscaban entre otras cosas, la separación de la iglesia y del estado, plagaron el país de muerte y desacuerdos con ocasionales invasiones extranjeras y full de cosas tristes.

Benito Juárez, Sebastián Lerdo de Tejada y otros políticos liberales lograron imponerse y quitarle el poder que por trescientos años había detentado el clero en estas tierras (entre otras cosas no relacionadas con el tema).

Entonces llegó don Porfirio Díaz y con su lema ‘menos política y más administración’, instauró algo parecido a una ‘Pax Romana’ llegando a un acuerdo con el aún poderoso clero.

El porfiriato aportó cierta estabilidad al país, a costa del sufrimiento de full de gente, de asesinatos y de ya sabes, lo que está en cualquier starter-pack de dictador latinoamericano.

Llegó la revolución y cuando todos terminaron de matarse, hubo cierta tolerancia mutua, lo que incluía un nivel de acuerdo entre las autoridades religiosas y el gobierno.

La guerra cristera

Todo terminó cuando el presidente Plutarco Elías Calles expidió la ley de tolerancia de cultos (léase Ley Calles) que a efectos prácticos buscaba reducir aún más la intervención de las iglesias en la vida pública.

Y eso no le gustó al clero, ni a los feligreses.

Comenzaron varios levantamientos que buscaban recuperar su libertad religiosa y mucha gente murió y/o hizo cosas muy malas, según la novela, soldados del gobierno asaltaron varios conventos y violaron a las religiosas que los habitaban. En realidad ya habían sucedido actos de violencia antes, como el asesinato de Álvaro Obregón y ejecuciones de amotinados en diversos puntos de la república.

Cómo dice uno de los personajes de la historia: ”En la guerra los dos bandos cometieron atrocidades”.

Después de varios años de conflicto, se firmó un armisticio y se emitió un perdón para todos los pronunciados que depusieran las armas. Muchos se negaron y siguieron combatiendo por bastante tiempo. Ya para 1934 cuando Lázaro Cárdenas tomó el poder, el levantamiento estaba prácticamente terminado, lo que no evitó varios linchamientos, asesinatos y ultrajes (‘if you know what I mean’) a “Maestros rurales”.

Al final en un acuerdo a la ‘Nicodemo’ ambas partes acordaron la paz, digno es de mención que la mayoría de las autoridades eclesiásticas estaban en contra del enfrentamiento armado.

La cosa se terminó enfriando poco a poco, pero hubo hombres y mujeres que siguieron combatiendo por muchos años, al cobijo de las sierras y los montes, aún sin la venia de las autoridades religiosas, hay registros de que el gobierno no siempre cumplió su parte del trato y siguió ejecutando cristeros.

‘Pensativa’ se desarrolla en este contexto de post-guerra fraticida.

Portada de la edición de Porrúa de 'Pensativa'

Resumen de Pensativa

Roberto, abogado con herencia necesaria para no tener que ejercer, disfrutaba de su vida de soltero en la capital. Un día recibió una carta en la que su tía le urgía a visitarla. Estaba muy enferma y temía que fuera a morir sin despedirse.

Así que se encaminó a su natal ‘Santa Clara de las Rocas’, aunque fastidiado por la idea de ir a un pueblo anticuado y aburrido, no dejó de admirar el paisaje y calma del bajío mexicano.

Después de un viaje agotador llegó a ‘La rumorosa’, finca de su tía. Cuando bajó del coche su nodriza Genoveva lo recibió entre sollozos, contentísima de volver a verlo.

Saludó a su tía Enedina que para alivio de todos (menos de él) iba a recuperar la salud. El anciano doctor López le dió la bienvenida y lo enteró de la congoja que la convaleciente sufría debido a las impresiones de la guerra cristera.

Yo le decía a doña Enedina: un par de viejos carcamales como usted y yo, no deben preocuparse de si ganan los rojos o los azules. Pero no me hizo caso y ahí tienes el resultado.

El doctor López

El doctor le sugirió casarse, pues en ese pueblo había muchas señoritas bonitas y bien educadas. El tema también fué sugerido por su tía, su nana  y su prima Jovita.

De hecho ya le tenían una ‘novia’, una mujer de gran abolengo, descendiente de los Infante, antiguos gobernantes de esas tierras. Una doncella intachable, hermosa y amable. Roberto, interesado por tanta alabanza a la enigmática doncella, comenzó a desear con fuerza por fin conocerla.

‘Pensativa’

Veva le urgió a hacerla su esposa y llevársela de esa tierra. Pensativa había perdido a su hermano en las guerras religiosas, sufría por no tener familia, ni ser rica como antaño. Vivía en la vieja hacienda de ‘El plan de los Tordos’. Pero era orgullosa y mostraba resignación y hasta altivez, fachada que ocultaba un corazón de oro.

Doña Enedina la había invitado a cenar, ese día asomaba una tormenta en el horizonte y Roberto, práctico y citadino, sentenció que no llegaría.

Era de noche cuando llegó el carruaje de la bella Pensativa. Basilio su caporal, la llevaba con suma atención, pero tan pronto confrontó a Roberto cambió su actitud a una de desprecio y recelo totalmente correspondida.

Tenía una fachada de bandido revolucionario, y el señorito sintió repugnancia ante el discurso salvaje y violento del acompañante de su futura novia.

Intercambiaron palabras serias y se separaron. Roberto juzgó una necedad estar tan furioso por tan poca cosa y para distraerse fué a la pieza de su tía, allí estaban todas.

Su tía los presentó formalmente. Ella, aunque educada y amable revelaba cierto desdén hacia el citadino que no se había dignado a visitar a su tía hasta ese día.

Cuando salió a cambiarse, Jovita, Veva y doña Enedina le preguntaron: “¿qué te parece?”

-Es hermosa –Contesté queriendo ser sincero– pero es excesivamente seria. En lugar de Pensativa debiera llamarse Adusta (lol). Y no me agradan las mujeres que hacen visitas en noche de aguacero, acompañadas de un mono horroroso, de un majadero que tiene cara de asesino.

Roberto

El desdén de Pensativa había picado el orgullo de Roberto. Se resolvió a incomodarla a toda costa, riéndose de sí mismo por estar tan desconcertado como un colegial en su primer amor debido a la señorita.

Conversación en el salón

Se supo derrotado tan pronto entró al salón. Allí estaba la aún más bella Pensativa con un vestido negro que no dejaba ver más que sus manos y rostro, por toda joyería llevaba una pequeña cruz de oro en el pecho. Intentó hacer conversación y parecer ligero para ocultar su turbación (léase enamoramiento lol) pero a cada palabra que intercambiaban se irritaba más y más.

Por intervención de Veva comenzaron a hablar de Cornelio, primo de Roberto, que en palabras de Jovita nunca bajaba de la sierra, ni siquiera por “el señor arzobispo”. Roberto lo juzgó como un loco. Pensativa replicó que era un gran hombre igual que Basilio, para despecho del citadino.

“¿Otro hombre admirable?, No lo elogie usted señorita porque creeré que Cornelio ha terminado por semejarse a Basilio – Los dos fueron cristeros –me respondió Pensativa. Y su respuesta me aturdió”

Roberto

Roberto dijo que odiaba a los cristeros. A lo que Pensativa respondió que no podía odiarlos pues su hermano había sido uno de sus altos mandos. Roberto no encontraba modo de disimular su vergüenza y se retractó, a lo que la señorita respondió con desprecio. Dijeron algunas otras cosas pero el ambiente estaba cargado de tensión.

Cenaron intercambiando pocas palabras, y Roberto se retiró a su habitación tan pronto le fué posible. Se sentía triste y derrotado, ¿cómo podía sentirse así por una mujer que lo despreciaba y que aún así no le era posible odiar?. Comprendió que para alguien que había sufrido tanto como ella era natural despreciar a un señorito que nunca había vivido las dificultades que su hermano, Cornelio o Basilio habían enfrentado.

¡Disculpaba a Pensativa!, se hizo un exámen de conciencia y concluyó en que si bien no la amaba, sí le ‘gustaba de un modo peligroso’, resolvió alejarse de ella en lo posible y cuando llegase a encontrarla dominarse y dejar correr las cosas sin exhibirse.

Aventura en los vados

Al día siguiente el cura del pueblo y el doctor López asistieron a la comida. El doctor llevó aparte a Roberto y le preguntó su opinión de Pensativa. Él admitió que probablemente la quería aún a pesar de su desprecio, el doctor lo animó a no cejar y a dejar en paz el asunto de los cristeros pues esa tierra los había dado por millares y eran las personas más orgullosas y vengativas del mundo.

Roberto salió a dar un paseo a caballo después de la comida para evitar despedirse de Pensativa y Basilio. Llovía en la sierra y a despecho de su orgullo decidió alcanzar a su amada que ya debería estar camino a su hacienda.

Se cruzaron cerca del río, Roberto disimuló y preguntó con civilidad si iban de regreso, Pensativa asintió y éste, se ofreció con osadía a acompañarla. Pensativa no pudo ocultar su desagrado y aceptó por educación, cuando llegaron al vado, Fidel, mayordomo de doña Enedina observó que si cruzaban el vado no podrían regresar a la Rumorosa.

Pensativa y Basilio le pidieron a Roberto que regresara, pero éste, con alevosía dijo que a menos que ella se lo pidiera, lo que implicaba que le desagradaba sobremanera, cruzaría con ellos.

La cohibida Pensativa tuvo que aceptar.

“Señorita, si mi compañía le molesta, regresaré a la Rumorosa. Pero quiero que sea usted quien me lo diga”

Roberto el conquistador (lol)

Había cruzado el vado y subían la cuesta cuando pensativa embistió a un muchacho con su caballo. Ella lo regañó por no estar atento y le preguntó si acaso estaba ciego. Roberto ayudó al muchacho que en efecto era invidente. Se lo hizo notar a la doncella y cuando regresó a su caballo la encontró al borde del colapso. Basilio estaba listo para molerlo a golpes por su impertinencia.

Roberto estaba a punto de pedir disculpas aunque no sabía exactamente por qué, cuando escuchó el rumor de la creciente.

Los animales huían. Víboras, coyotes y halcones buscaban refugio, él observaba todo ese espectáculo cuando un grito de Basilio lo despertó de sus cavilaciones: “¡Corra, corra!, ¡sálvela!”. Volteó a ver el fondo del cauce y allí estaba Pensativa, con las riendas firmemente asidas, esperando la creciente.

Cena en ‘El plan del los Tordos’

Roberto espoleó al caballo y bajó al cauce, le tendió la mano a Pensativa, pero ella le dió un fustaso, enfurecido, la tomó de la cintura y la cargó mientras la montura subía rápidamente a la orilla.

Cuando estuvieron fuera de peligro y sin soltarla preguntó “¿por qué ese deseo de suicidarse?”. Pensativa no respondió, buscaba a Basilio con la mirada. El caporal llevado por la corriente chocó contra unas rocas. Cualquier otro hombre hubiera muerto, pero cuando llegó a donde su ama besó sus botas y luego la mano de Roberto que alegre por dentro le espetó que no hiciera eso. Pensativa lo hizo prometer que no diría nada de eso.

La lluvia comenzó a caer y llegaron al “Plan de los Tordos” (la hacienda de Pensativa) cuando era de noche.

La casona había visto tiempos mejores. La mayor parte de los edificios estaba en ruinas y sus habitantes eran mozos y mujeres de rostros resueltos pero también sumamente empobrecidos.

En el recibidor de la única ala habitable, Roberto vió varios muebles de gran refinamiento aunque por lo demás el edificio era poco más que una barraca revolucionaria. Allí vió el retrato de un hombre joven con la misma expresión que pensativa, “mi hermano”, dijo ella, se llamaba Carlos.

Conversaron sobre cómo fue traicionado y luego vengado por sus soldados. Basilio y los demás habitantes de la hacienda, todos con graves marcas de guerra, extremidades amputadas y malos recuerdos.

Después de una cena austera pero que agradeció sobremanera, Roberto se retiró a dormir en el catre de campaña que le habían preparado.

A la mañana siguiente los anfitriones se desvivían para atenderlo. Probablemente Basilio les había insinuado que salvó a la señorita de algún peligro.

Conversó con Pensativa y Basilio. Le hablaron de ‘La generala’, jefa de su hermano. Una Juana de Arco de los cristeros que había operado en su natal Jalisco. Cuando depuso las armas aprovechando el ofrecimiento del gobierno, fue acribillada por agentes no identificados.

Roberto no era fanático del tema y Pensativa pudo notarlo. Lo llevó a ver la hacienda y cuando llegó el momento de despedirse, le pidió autorización para visitarla otra vez. Ella aceptó con reticencia.

Ataques osados

Roberto pasó la noche pensando en la mujer que ya amaba. Pero el secretismo que rodeaba su gran penar lo tenía inquieto. Le confesó sus dudas a Veva y a su familia. Que por toda respuesta le aseguraban la castidad y honestidad de la doncella.

Convencido de que no obtendría ninguna información de ellas fué a Santa Clara para probar suerte. Allí se encontró con el secretario del ayuntamiento, maestre masón que de no ser por doña Enedina que lo escondió en su ropero habría sido ejecutado por Carlos Infante, cuando tomó la ciudad. En cambio el presidente y sus delegados fueron colgados en un poste cercano.

Roberto preguntó sobre la captura del hermano de Pensativa.

El secretario lo enteró de que un traidor llamado Gustavo Muñoz con su ayudante apodado ‘El alacrán’, logró ganarse su confianza y lo hizo caer en una emboscada. Luego lo ejecutaron en circunstancias poco claras. Se decía que lo habían torturado. Roberto concluyó que tal vez lo habían cegado y por eso Pensativa se mostraba gravemente afectada al ver a un invidente.

Mire usted: aquí los de ambos bandos, hablando con verdad, merecíamos lo que nos pasaba. Tan fanáticos y tal salvajes éramos los pintos como los colorados. El presidente municipal le había entregado las monjas a la caballería, y bueno… había hecho muchas cosas más. Todos éramos deudores y acreedores y yo por eso digo: maldita sea la guerra civil, que rompe todas las leyes y que hace al hermano verdugo del hermano

El secretario del Ayuntamiento

Roberto aceptó que la amaba y se decidió a conquistarla. Así que planeó ir a ver a Cornelio para esclarecer aún más el motivo de la tristeza de Pensativa y de paso pedirle algún consejo. Veva se ofreció a guiarlo haciendo notar que Carlos y Cornelio habían sido amigos íntimos y que sin duda ayudaría a Roberto a casarse con Pensativa.

Antes de partir le quizo llevar algunos libros, dulces y otros obsequios a ella y a su tropa (ayñ).

Cuando llegó al vado del coyote la crecida le llegaba a los muslos aún sobre la montura. Allí estaban Basilio y otro criado de Pensativa, que no le ayudaron. Roberto se enfureció y dejó al caballo seguir su instinto, estuvo a punto de ser arrastrado por la corriente y se sintió lazado. Pero prefería morir a recibir la ayuda de esos hombres que ahora despreciaba. Se deshizo del lazo y logró salir a la margen del río, allí Basilio y su criado lo saludaron. Roberto pasó silbando sin hacerles caso.

Basilio lo alcanzó cuando estaba ya a la entrada del Plan de los Tordos y le pidió que no le dijera nada a su ama. Roberto irritado respondió: “Nada tengo que decirle a la señorita porque nada de lo de usted me interesa”.

Saludó a Pensativa, se quedó a comer y asomaba una tormenta de modo que también iba a pasar la noche en su hacienda. Por la tarde tomaron café en la huerta con un modesto servicio pero de valor incalculable para él.

Conversaron sobre la capital, el teatro, la cultura, “una vida maravillosa” según Pensativa. Roberto aseguró que lo creía así hasta que llegó a la Rumorosa, momento en que comprendió que le faltaba algo: “amor” (OMG¡¡¡¡).

Pensativa un poco cohibida no respondió nada. Roberto le preguntó “¿qué hace usted aquí?”, una mujer de clase y educación superior a la vida de guerrillera que llevaba, ¿qué pensaba hacer?, ¿vivir para siempre entre bandidos, valientes y llenos de fe, pero bandidos a fin de cuentas?. Ella dijo que consideraba un convento. Roberto preguntó, ¿y por qué no un hogar?, ella palideció y susurró “un hogar…”, Roberto agregó: “Pensativa, ¿no ha pensado usted nunca en casarse?” (bruh, Roberto tiene habilidades).

Segunda velada en el Plan de los Tordos

Pensativa se quedó callada. Después de unos minutos dijo que nunca habia pensado en eso, Roberto le recordó que habría que pensar en ello en algún punto de la vida, entonces se soltó la lluvia y entraron a la casona.

Pensativa se retiró brevemente y mientras Roberto conversaba con la tropa, Basilio le pidió unas palabras.

No sin reticencia accedió y afuera, Basilio le pidió disculpas por desear que se ahogara, Roberto le hizo saber que su odio era correspondido y Basilio apreció su sinceridad, entonces le preguntó sobre sus intenciones, él y toda la tropa amaban a la señorita más que a nada en el mundo y los atormentaba verla ahí, entre guerrilleros, sola y pobre.

Roberto le dió la mano a Basilio y le dijo: “quiero casarme con la señorita”. El rostro del caporal se iluminó y con una sonrisa le respondió: “hágase querer jefe”, le pidió que se la llevara de esa tierra que la llenaba de tristeza y la hiciera olvidar, que nunca sacara a colación el asunto de la guerra y que la hiciera feliz, ella era la mujer más santa y buena del mundo.

Aún así Roberto quería saber todo sobre Pensativa y le pidió que entonces le explicara por qué Pensativa se impresionaba tanto por los ciegos. El sargento/caporal se negó a decírselo y le repitió que lo mejor era olvidar todo ese asunto. Roberto se conformó con preguntar por el destino de el traidor Muñoz. Basilio respondió: “eso sí se lo contesto mi jefe, donde mataron a mi general Infante, allí matamos a Muñoz”.

La lluvia amainó y Pensativa estaba en el servicio leyendo uno de los libros de Roberto. Él se sentó cerca y conversaron hasta que se sirvió la cena, luego siguieron hablando hasta muy tarde. La señorita se despidió y Roberto se pasó a noche jugando a las cartas con la tropa.

Cuando se fue a acostar meditó en su amor por Pensativa, pero no dejaba de sospechar del motivo que llevaba a todo el mundo a querer enterrar el pasado de la intachable señorita.

A la mañana siguiente se despidió y Basilio lo acompañó hasta La rumorosa, si bien no serían amigos, ahora se mostraban cierto respeto.

Expedición a la sierra

Roberto tuvo que explicar cada detalle de sus avances con Pensativa y todos sentenciaron que la boda ya era un hecho, a pesar de las reservas del novio que no aseguraba que Pensativa le correspondiese.

Llovió toda esa semana. Lo que aplazó los planes de Roberto de ir a ver a Cornelio. Cuando por fin hizo buen tiempo emprendieron el viaje. Además de él iba Fidel y Veva que tenía muchas ganas de ver a Cornelio, aunque estaba visiblemente nerviosa al pasar junto a la antigua hacienda de los Condes de Río Negro.

La hacienda había sido construida en el siglo XVII por los españoles que habían descubierto una mina cerca. Fue abandonada cuando ésta se agotó y el último conde moría en el sitio de Cuautla.

Ahora era un montón de ruinas invadidas de vegetación y polvo. Roberto se mostraba muy interesado en explorarlas, interés que aumentó ante la turbación de sus guías que aseguraban que era un sitio maldito. Veva tuvo que acceder a contarle la historia de la hacienda ante la tozudez de Roberto siempre que se fueran de allí.

Carlos Infante era el más capaz de los generales cristeros, tan buscado por el gobierno como Gorostieta y la generala. Muñoz llegó a la Rumorosa pidiendo auxilio, allí Veva y doña Enedina que ayudaban a los cristeros aceptaron cuidar a su “hermano” un hombre apodado ‘el alacrán’. 

Por su parte Muñoz se ganó la confianza del general. Carlos y la liga estuvieron a punto de tomar Guadalajara pero alguien había puesto sobre aviso al gobierno y tuvieron que retirarse.

La traición de Muñoz

Carlos regresó con nuevos soldados, abogados, doctores, hasta un ‘gringo’. Entre los reclutas se distinguía ‘el desorejador’, un hombre tan valiente como salvaje que gustaba de cortarles las orejas a ‘maestros comunistas’. 

El general decidió tomar Santa Clara, organizó sus tropas y todo estaba listo, tomaron el camino de la hacienda del conde y decidieron comer allí.

Había una cisterna, y Muñoz sugirió al general que tomara un baño, los demás también lo hicieron, en ese momento Muñoz y ‘el alacrán’ subieron por una saliente y como si hubiese visto algo sobrenatural lo llamó. 

Cuando Carlos subió y con él los otros hombres un destacamento de soldados los capturó y empezó a disparar dispersando a las fuerzas del general. El traidor se burlaba de él y seguía gritando “¡a la horca, ¡a la horca!”. Carlos le respondió: “tienes muchas ganas de verme morir ¿verdad?, vivirás más que yo, pero tu muerte será peor que la mía”.

Lo colgaron en un árbol que Veva señaló, Muñoz estaba turbado por la profecía de Carlos y empezó a dispararle a su cadáver. Una bala reventó la soga y empezó a patear el cadáver, pero sus ojos lo asustaron, entonces se los sacó con una vara. Basilio no soportó más esto y rompió las sogas con furia y de no ser por ‘el alacrán’ que lo cortó con un machete en la cara lo habría matado.

Basilio cayó en la cisterna y lo dieron por muerto, pero sobrevivió, esperó a que el destacamento se fuera y enterró a Carlos, después regresó a Jalisco con la generala.

Eso explicaba en parte el horror de pensativa al ver a los ciegos, pero había algo oculto todavía. Cuando Roberto se lo preguntó Veva se negó rotundamente a decir más.

Fin de la entrada

Y hasta aquí llegamos hoy, aproximadamente a la mitad de la novela, no te pierdas la siguiente entrada en la que cerramos esta historia y consideraremos un breve análisis y comentario.

Por cierto que pudiera parecer que no le estoy haciendo caso al proyecto de la entrada anterior (Historia de la literatura hispanoamericana para los y las despistados (y ‘adas’ lol)), peroooo no, el comité de redacción (XD) está trabajando al tope de rendimiento en la labor de investigación, condensación y redacción de las entradas.

Como el amable lector comprenderá son entradas grandes y hay mucho texto por leer, de modo que se van a estar intercalando con otras entradas que a veces no vendrán demasiado al caso, como sea la cosa sigue corriendo y una buena entrada se está cocinando, no dejes de darte una vuelta por acá cada fin de mes :3.

El fistol del diablo – Resumen y comentarios finales

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la última entrada de una serie de resúmenes y comentarios de la novela ‘El fistol del diablo’, puedes ver un índice en las secciones inferiores. En la entrada anterior consideramos el último capítulo de la novela.

Antes de tratar el epílogo vamos a hacer un brevísimo resumen total del libro, así no estarás fuera de contexto si no has leído las otras entradas.

Por otro lado, si ya las leíste puedes saltar toda esta sección y dirigirte directamente al resumen del Epílogo.

Sinopsis de ‘El fistol del diablo’

‘El fistol del diablo’ es una novela escrita por Manuel Payno en los años 1846-1847. La novela trata de Arturo, un joven de familia acomodada que regresa de Inglaterra donde había sido educado. Tiene ganas de conocer el amor y por eso acude a un baile ofrecido por Santa Anna, en eso un conocido de Italia que se hace llamar Rugiero le ofrece sus consejos y ayuda.

Para eso le presta un fistol de vista casi sobrenatural que probará ser causa de muchas desgracias.

Acompañamos a los personajes por todo el territorio nacional, en una época enmarcada en la guerra, la traición y la vileza, pero también de muchas otras personas generosas, honorables y sobre todo, en medio del amor (ayñ).

Armé un resumen detallado de todo el libro repartido en varias entradas, es una novela muy extensa, por lo que la lectura de estos resúmenes también lo es.

Buscando en la red no encontré nada parecido y siento que esas entradas pueden aportar aunque sea un poquito de valor, por más mal escritas que estén (le estoy echando ganas, vamos mejorando (aunque sea lento) que es lo que cuenta XD), espero que sirvan de algo.

Meme de el profesor cerebrón para el fistol del diablo
Profesor Cerebrón jaja

En caso de no tener ganas de leer tanto te dejo el siguiente mini resumen.

Brevísimo resumen de El fistol del diablo [spoilers]

Volumen I

Parte I: De aventuras y romances (Capítulos I a XXI)

Arturo vende su alma para conquistar a alguna bella doncella, conoce al capitán Manuel, Aurora, Teresa y Celeste, por poco y se bate a duelo con el capitán, se amigan y él le cuenta su trágica historia con Teresa víctima de las maquinaciones de su tutor, por la noche Rugiero lo lleva a presenciar la casi muerte de Teresa, cuando se dispone a ayudar es interrumpido por un hombre, al que golpea y da por muerto, para su horror se trata de Manuel, entonces huye en una diligencia hacia Veracruz para embarcarse a las Europas.

Parte II: De costumbres y desamores (Capítulos XXII a XXXVI)

Arturo se encontró con Teresa en la diligencia, ella le hizo prometer entregarle sus cartas a Manuel, sin poder negarse aunque sabe que está muerto. Va de regreso a la capital cuando se cruza con él, arreglan los malentendidos y decidien vengarse de D. Pedro el tutor de Teresa y causante de sus desventuras. Se ven involucrados en un golpe de estado fallido y terminan presos. Los padres de Arturo mueren y él queda en la pobreza y el descrédito.

Parte III: Tormento (capítulos XXXVII a XLIX)

Un golpe mejor coordinado logra tomar el poder y Arturo y Manuel son liberados, se dirigien a Tampico, en el camino se cruzaron con el padre Anastasio que les ayudó a dilucidar lo sucedido en el exilio de Teresa y le pregunta por Celeste, una muchacha que le había pedido ayuda a Arturo y por muy mala suerte cayó en prisión, el padre la ayudó y ahora era feliz. Los hombres prosiguen su viaje mientras Celeste regresa a la capital. Nos enteramos de la vida de Aurora y sus tratos con un tal D. Francisco.

Volumen II

Parte IV: Las tribulaciones de Teresa, Aurora y Celeste (capítulos I a VIII y capítulo XVIII)

El relato de las cuitas de Teresa que logró escapar de los designios de su tutor y que por poco muere en un naufragio, está a punto de casarse con Manuel cuando este desaparece. Aurora que se ve en muchos problemas por sus aventuras con D. Francisco. Celeste con muy mala fortuna vuelve a parar en la indigencia.

Parte IV (bonus): Historia de una piedra preciosa (capítulos IV y V)

La historia de el fistol de Rugiero (léase ‘El fistol del diablo’, no escencial).

Parte V: Las cuitas de Manuel y las aventuras de Arturo (capítulos XVIII a XXX)

Manuel y Teresa se reencuentran en la capital, todos los amigos se reúnen y se instauran las ‘veladas en la quinta de Teresa’.

Parte VI: ¡Guerra! (capítulos XXXI a L)

La agitación bulle en la ciudad debido a la guerra con los norteamericanos y las políticas anticlericales del gobierno, estalla una breve guerra civil que propicia el encuentro de Aurora y Arturo que por fin se confiesan su amor, pero D. Francisco aparece y la calumnia causando la separación de los enamorados.

Parte VII: Y al final, triunfó el amor (capítulos LI a LXVI)

Las fuerzas norteamericanas llegan a la capital, muchos héroes mueren, incluido Arturo que antes de fallecer se casa con Celeste, la novela termina con mercenarios enemigos destruyendo la quinta de Teresa.

Epílogo [spoilers]

Habíamos dejado a Manuel moribundo con Teresa a su lado, Luis estaba cerca de la muerte, Valentín, Joaquín, Arturo y Celeste habían fallecido y Josesito era prisionero de Worth.

Los valientes hombres y mujeres murieron ya en Padierna, ya en Molino del Rey, ya en Churubusco o en la guerra urbana dentro de la capital. En todas esas batallas los norteamericanos habían vencido y según el autor la paz forzosa se antojaba inevitable.

La historia le dió la razón. Los norteamericanos vencieron y se firmaron los tratados de Guadalupe Hidalgo en los que se renunció a la mitad del territorio nacional.

En el epílogo, el narrador nos asegura que los eventos de la novela son una serie de escenas reales y positivas (véase positivismo) que tuvieron lugar entre personas que de verdad habían existido.

Después de la guerra, los personajes tuvieron variadas suertes.

Algunos terminaron su carrera durante la invasión de 1847, otros empujados por el destino tuvieron oportunidad de vivir raras aventuras.

Josesito tuvo diversos papeles en la historia de México lo mismo que el filósofo tendero que llegó a ser uno de los hombres más ilustres que ha producido el país.

El destino de Arturo se mantuvo en el misterio por mucho tiempo, ¿acaso murió de su doble herida de bala y amor?, por otro lado ¿Aurora profesó en Balvanera o volvió al lujo y la vida del mundo?, ¿qué pasó con Teresa y Manuel?, el narrador nos dice: ‘Todas estas cosas necesitan muchas y prolijas indagaciones, que ya no son de este libro’ (fuuuuuuu).

D. Manuel se despide prometiendo que indagará los hechos de los mismos personajes si es preciso pues muchos de ellos aún vivían, asegurando que incluso Rugiero podría darle alguna ayuda, además tenía gran interés en preguntarle también sobre su participación en los eventos de la larga guerra de reforma.

FIN.

De cómo se volvió a romper mi corazón [Comentario final]

Con esta entrada terminamos un viaje de casi un año (se inició la lectura del libro en julio de 2019). Tiempo en el que hemos visto grandes cambios en todos lados, y justo como Arturo, Teresa y sus amigos, todos hemos crecido.

Muchas cosas son distintas y lo más seguro es que muchas cosas vuelvan a cambiar. Y ya me puse predicador y a nadie le gusta leer ese tipo de discursos así que no abundemos en eso.

Considerando el libro como un todo, se constituye en una ficción histórica escrita por un hombre que vivió en el periodo que describe (ficción literaria, no ficción de que es mentira).

Su principal valor deriva de ello y radica en el retrato de la sociedad mexicana del periodo siendo casi un diario de lo acaecido durante la intervención estadounidense de 1847.

Y es esa perspectiva del autor, que permite abordar la historia desde un punto de vista normalmente ignorado lo que lo hace único.

Sobre el autor y su contexto

D. Manuel Payno fue un político liberal moderado, miembro de la clase social más acomodada de su tiempo, y su perspectiva de la sociedad se percibe como tal en todo el texto.

Respetaba al clero, era amigo de muchos de los valientes hombres de la guardia nacional, exhibe crítica a las clases más pobres y aunque defiende a hombres como Morelos y Guerrero (‘Indios’ en sus palabras) no se deja de notar que la mayoría de ‘léperos’ le caen mal, cosa bastante común en aquellos tiempos (es como cuando te enteras que Tolkien era full de racista).

Esto último se nota mucho cuando los argumentos de Rugiero de la derrota inminente se definen con números: “Los Estados Unidos tienen veintidós millones de habitantes, y vosotros apenas sois dos millones de gente blanca, pensadora, apta y capaz, con cinco millones de indios excelentes para cultivar el maíz y para batirse con una especie de frialdad e indiferencia, pero nulos para todo lo demás” (oye, tranquilo viejo).

De nuevo, así eran las personas acomodadas en su época, lo que no quita que estuviera mal, pero al menos no lo pone fuera de contexto.

Dibujo de Manuel Payno en México a través de los siglos
Dibujo de D. Manuel

Consideraciones literarias de ‘El fistol del diablo’ (y el amor lol)

La columna vertebral de la novela es una historia de amor, Arturo y Aurora y Celeste, Manuel y Teresa, y todos los demás demuestran que aunque el país se esté yendo al carajo, la vida sigue (palabras muy ciertas aún al día de hoy).

Como dice el dicho “los mejores amores florecen en medio de un asedio” (pensar en eso es lo que me puso un poquito triste).

Y tiene algo de sentido si pensamos que el libro se escribió en pleno apogeo del romanticismo latinoamericano, lo que me trae a la mente otro aspecto literario de importancia notable: ‘Rugiero es el diablo’.

El costumbrismo fantástico

Estamos viendo uno de los primeros ejemplos de lo fantástico en la literatura nacional moderna (cosa ya mencionada en entradas anteriores).

Rugiero se cuela en las casas como un fantasma, es aparentemente inmortal, tiene una apariencia inquietante y sus ojos transmiten un brillo sobrenatural.

Sus consejos siempre apelan a lo más oscuro del corazón humano y se encaminan constantemente al arruinamiento del alma de sus víctimas.

Y no olvidemos al motivo de muchos de los conflictos en la trama, ‘El fistol de Rugiero’ que es lo mismo que ‘El fistol del diablo’. Todos sus poseedores pasaron por muchas penurias, llegando algunos hasta la muerte.

Me parece tremendo que así como empezó todo; con Arturo ofreciendo su alma con tal de triunfar en el amor; termine su vida siendo llevado por Rugiero, pagando así su deuda y siendo acompañado por el amor de Celeste.

Como mencionamos en la sección ‘De la narrativa fantástica‘ la entrada 2, el relato califica como ‘fantástico puro’ por la vacilación que tienen los personajes de creer que lo que les sucede es en efecto sobrenatural o una mala pasada de su sistema nervioso.

Puede que Rugiero y su fistol, se traten de una representación de la naturaleza humana, ‘capaces de la nobleza de un ángel y de la vileza de un demonio’ (jueguen Diablo 3 lol), también puede que se trate de la sátira de un personaje real, pues es de notar que muchas de las referencias de la obra pasan desapercibidas al lector moderno, de nuevo, los aspectos históricos constituyen la base de todas esas alusiones.

La historia y la literatura

La rebelión de los polkos fué un hecho real y se les tenía por traidores, eso de iniciar un golpe de estado en plena guerra con los US está extremo, pero Payno expone muy bien sus motivos.

Civiles que compran sus propias armas por que el gobierno no tiene ni un peso y se disponen a defender su ciudad, que respetan al clero y que por las políticas gubernamentales muestran su desacuerdo (podrían ser unos cristeros 1.0), y que cuando se trata de luchar contra un invasor son capaces de pelear hasta la muerte como Peñuñuri y los defensores de Churubusco.

Al final la guerra es una cosa terrible (lo que me puso un poco más triste T.T).

Y aún con todo ese contenido político y de podredumbre social, el amor se abre camino (:3).

Sobre el fin de la novela, ciertamente se concluye de manera abrupta, cosa comprensible cuando piensas en los saqueos de la capital y a D. Manuel huyendo para salvar la vida.

Y eso entristece también por que no tuvimos un cierre en la mayoría de arcos narrativos, literalmente fue un final a la Shakespeare: ‘Y luego todos se murieron’.

El hecho de estar enmarcado en un suceso histórico trae a la mente a los episodios nacionales de D. Benito Pérez Galdós (véase Trafalgar).

Ya lo decía Pastor Fido, la novela mexicana tiene grandes influencias de la española (dude, hablamos español (mal español en mi caso), ¿qué esperabas? jaja).

meme de no he escuchado la campana para méxico
No he escuchado la campana

Resultados de una investigación

¿Quieres saber algo épico?, al igual que la rebelión de los polkos o las batallas de la guerra con los norteamericanos, los personajes parecen estar basados en personas reales (como ya afirmaba D. Manuel).

En el artículo de Wikipedia para la batalla de Cerro gordo encontramos a un capitán Manuel Robles y a un General Valentín Canalizo, si a eso le agregamos que la descripción que hicieron de la ya citada batalla en el libro concuerda con lo escrito en el artículo, la probabilidad de que se trate de nuestros héroes es bastante alta.

Desde el principio se entiende que no todos los hechos del libro fueron reales, pero sí que estuvieron fuertemente inspirados en la vida real.

Con todo y eso mi corazón de lector tomará por verdaderas las palabras del epílogo de que todo es cierto.

Un mundo de posibilidades

Entonces, con un poco de imaginación podemos agregar lo siguiente [comienza música de fanfiction]:

Valentín no murió por la bala de cañón, vivió feliz por siempre con Mariana en su natal Monterrey hasta que esta murió y se volvió a casar con una hermana de Francisco I. Madero.

Manuel por fin se pudo casar con Teresa y siguió con su carrera militar y política llegando a ser presidente de la república.

Bolao y Carmela vivían cerca pues el español fungió como administrador de sus bienes hasta la vejez, en continua colaboración con Luis y Florinda.

Aurora llegó a profesar y algunos años después se transfirió a un convento en Europa, amando a Arturo todos los días de su vida.

No se volvió a saber nada de Arturo ni Celeste, aunque se dice que se les observó en una hacienda enclavada en el bajío, vale la pena decir que el padre Anastasio iba con frecuencia a esa región lo mismo que todos sus amigos que tenían varias fincas en las cercanías.

De ‘El fistol del diablo’ no se volvió a saber, probablemente lo robaron los salvajes mercenarios norteamericanos, y así era mejor según los mismos Manuel y Teresa.

Y todos vivieron felices por siempre :) …

[Se intensifica música de fanfiction a niveles épicos]

Y luego Manuel y Teresa tuvieron muchos hijos, uno de ellos llamado Fernando que combatiría en la guerra contra los franceses y conocería a una hermosa mujer llamada Clemencia que sería su adoración (OMG¡¡¡¡, codazo guiño codazo para cachar la referencia a un crossover literario).

Hacienda reconstruida
Hacienda en el bajío

Conclusión

Vaya, que como dice D. Pastor Fido, este es nuestro Quijote, la primer novela larga Mexicana, idioma, diálogos, vestimenta, el retrato de la sociedad, ahh, todo expresa los antecedentes del hoy para los que vivimos en este pedacito de tierra, y a veces de todos los hermanos latinoamericanos.

También es nuestro Trafalgar o nuestro D.Q., por que aún en la derrota encontramos la forma de volver a levantarnos y que triunfe el amor (:3).

Para terminar, ¿recomendaría la lectura del libro?.

Sí y no.

Si tienes el tiempo para leer dos libros que en promedio tomaría cerca de treinta horas (aproximadamente 3000 páginas, la edición de Porrúa tiene muchas menos pero su letra minúscula y doble columna explican la diferencia) y quieres pasar por las más hondas tristezas del existir, ¡hazlo ya! lol.

Si no te gusta el lenguaje literario de hace doscientos años, si no te gustan las descripciones de cada mueble, puerta y atuendo, si te aburres fácilmente, o si no tienes el tiempo, bueno (ejem, ejem), para eso están las entradas :) (véase índice en el brevísimo resumen).

Meme de McLovin y Joker, al terminar de leer el fistol del diablo
Léelo bajo tu propio riesgo lol

Apéndice

A lo largo de estos nueve meses desarrollé un método casero de leer y condensar información, además de que me encontré con varios recursos para escritores, herramientas de síntesis de información y demás cosas que eventualmente aparecerán en alguna entrada, la investigación y redacción de estos textos se sustentó en algunas de ellas, los resultados finales fueron cuando menos curiosos y creo que podrían ayudar a obtener una mejor comprensión de cualquier libro, espera las entradas.

Recursos relevantes

Por otro lado, esta es una breve lista de las lecturas usadas para los comentarios.

  • Oscar Hahn. (1982). El cuento fantástico hispanoamericano. México: Premiá editora de libros S.A.
  • Arqueles Vela. (1999). Análisis de la expresión literaria. México: Porrúa.
  • Seymour Menton. (1997). El cuento hispanoamericano. México: Fondo de cultura económica.

En realidad yo las llamaría ‘Lecturas recomendadas’, bien por la escala de Todorov (Hahn), por las definiciones de romanticismo y el exotismo sentimental (Menton) o bien por el método para analizar una obra literaria (Vela, aunque vale la pena hacer notar que estoy aprendiendo XD).

Si tienes tiempo dales una revisada, planeo armar algún resumen/reseña de esos libros, Menton ya tiene la suya (Cómo leer cuentos).

Añadido a eso si quieres tener un contexto historico más nutrido del periodo, recomiendo el episodio 9.3 del Podcast ‘Revolutions’ de Mike Duncan (en Inglés, te lo dejo acá abajo, ‘pushale play’ lol).

Y ahora sí es todo, muchas gracias por leer hasta acá, ahí te va un corazoncito (no se lee ‘menor a tres’): <3.

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El fistol del diablo – diario de lectura (parte 7)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la séptima entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

Ufff, la semana pasada las cosas se pusieron épicas en serio, Arturo y Aurora por fin se habían reencontrado y jurado amor eterno (¡además se dieron un beso! :o).

Había estallado la guerra civil conocida hoy día como ‘La rebelión de los polkos’ (es que el nombre está curioso jaja) y en resumen las tropas del gobierno de Santa Anna y Gómez Farías iban a sofocar la revuelta de la clase acomodada.

Arturo escuchó las calumnias de D. Francisco que aseguraba haber estado con Aurora (ya sabes qué quiero decir con ‘estado’) y después de darle un golpe que lo dejó escupiendo sangre, lo retó a un duelo a muerte.

En eso estaban cuando llegó el líder de la guardia a imponer al comandante Arturo de sus nuevas órdenes: resistir la carga de las tropas del gobierno.

Consecuencias de la batalla (capítulos LI y LII) [Spoilers]

Arturo se puso en la línea frontal de la batalla dispuesto a hacerse matar con tal de no soportar más la tristeza que embargaba a su corazón.

Peleó con valor lo mismo que Josesito y la tropa a su cargo. Su posición no cayó, y el general Santa Anna entró en la ciudad poco después, pacificando ambos bandos y poniendo fin al conflicto.

Teresa estaba considerando esas cosas cuando llegó el doctor Martín a la tercera velada, allí el clérigo inquirió por Arturo, ella no sabía mucho de su amigo, solo que estaba realmente abatido y que deseaba estar solo, entonces le preguntó al padre si sabía del motivo de esa tristeza.

Velada tercera

El doctor relató entonces la visita que hizo a Aurora cuando la guerra había terminado, le había llegado una carta en la que Arturo le recriminaba fuertemente, reclamando que había esperado a verlo en la ruina para así poder comprarlo con su dinero (usó expresiones muy feas :c).

Después de leer estas duras e injustas palabras Aurora cayó como fulminada por un rayo.

Teresa estaba desesperada por limpiar el nombre de su querida amiga y convenció al padre de ayudarle a desmentir las calumnias del prostituido D. Francisco.

Josesito llegaba y recibió una reprimenda de Teresa por prestarse como testigo del duelo, cosa que deseaba evitar a toda costa.

Aunque no hizo falta pues D. Francisco les había dejado una carta en la que se excusaba con un pobre motivo, tanto sus testigos como los de Arturo montaron en cólera dispuestos a matar a bofetadas a semejante cobarde pero encontraron que había huido con el batallón que se dirigía a Cerro gordo.

Valentín y Manuel por su parte no tuvieron parte en la guerra civil pues se sospechaba de ellos debido a sus relaciones con la alta sociedad, cuando terminó el conflicto fueron llamados por el general en jefe Santa Anna y fueron ascendidos, ahora eran Manuel el teniente coronel y Valentín el general de brigada.

El principio del fin (capítulos LIII a LVII) [Spoilers]

Pasaron varios meses y Aurora estaba repuesta pero convaleciente, Arturo se había dado a la bebida y Teresa sufría por que el artífice de su actual felicidad, sufría grandemente por su aún amada Aurora.

La batalla en cerro gordo fué un desastre y el ejército nacional se tuvo que retirar dejando el camino abierto a los norteamericanos para entrar en la capital, D. Francisco murió miserablemente al incitar al desorden e intentar huir, la batalla fue en abril de 1847, pero los hechos ahora narrados sucedían en agosto.

Batalla de Cerro Gordo, pintura de Carl Nebel
Batalla de Cerro Gordo, pintura de Carl Nebel

Veladas cuarta y quinta

En la cuarta velada Teresa logró convencer a Arturo de no beber más, que se comprometió a no hacer nada más que su voluntad.

En la quinta velada Josesito sugirió que los casamientos de sus amigos, se llevasen a cabo en esos breves días de calma que no tardarían en terminar.

Si no fuese por los consejos de Teresa y por la sincera amistad que me liga con ustedes, yo habría evitado a los americanos el trabajo de meterme una bala en la cabeza.

Arturo

A la mañana siguiente toda la familia asistió a la iglesia del padre Martín, y allí se casaron Bolao con Carmela y Joaquín con Elena.

Teresa y Manuel estuvieron a nada de casarse también, pero la romántica doncella estaba convencida de que tan pronto lo hicieran, Manuel moriría en combate, una mirada de entendimiento entre los dos enamorados hizo innecesarias las palabras y se dirigieron a la casa de Florinda.

Los hombres tenían pendientes sus asuntos de guerra, pues los espías habían informado que los norteamericanos ya estaban a las puertas de la ciudad, algunas horas después Bolao llegó a la casa de Florinda para llevarlas a ver el pase de lista de las fuerzas nacionales en El Peñón viejo (según google maps al oriente de la ciudad, en el libro se mencionan varios cerros de tezontle (es una piedra roja de origen volcánico muy usada para pavimentar) así que posiblemente estuvieran cerca del cerro de Chimalhuacán).

El pase de lista (y la naturaleza del mexicano lol)

Allí estaba toda la sociedad capitalina y D. Mariano, el filósofo de Jaumabe había establecido su cantina y estaba muy contento vendiendo sus mercancías a precios exorbitantes.

Y tan pronto reconoció a nuestras heroínas y a Bolao les rogó tomar asiento en su improvisado establecimiento.

Entonces pasaron los batallones. El general Santa Anna con su estado mayor (incluidos Manuel y Valentín) y los regimientos de la guardia nacional donde Josesito era capitán acompañado por Arturo y Joaquín, también iban los osados regimientos de guerrilleros, la mayoría de los cuáles eran bandidos que se habían vuelto patriotas dispuestos a dar la vida por su país, entre ellos Culebrita y sus amigos junto al valiente Blas ‘Ojo de pájaro’ Contreras.

El ambiente estaba cargado de algarabía y fiesta, los hombres bebiendo y las señoras conversando, todos luciendo sus mejores prendas y los soldados en traje de gala.

Un mundo curioso, entusiasmado, como si fuese á una romería, se movía con el objeto de ver el campamento de los guardias nacionales, y de abrazar á sus deudos y amigos antes que comenzase la terrible embestida de las tropas enemigas.

La multitud en el Peñón Viejo

Velada sexta

La revista militar terminó y los valientes lograron escapar de sus obligaciones para ver a las bellas (lol), la estaban pasando muy bien allí en la fonda de D. Mariano.

Que por cierto iba acompañado de su esposa y la hermana adoptiva de Carmela (no murieron en el incendio, por lo visto nadie muere de verdad en esta historia XD).

Estaban recibiendo felicitaciones por sus matrimonios, saludando a los amigos, y recibiendo los abrazos de Blas y los guerrilleros (esto cuenta como la sexta velada).

Cuando un elegante hombre montado en silla inglesa y vestido con gran sobriedad bajó a saludarlos: Rugiero en persona.

Le dijo a cada personaje cosas alusivas a sus asuntos y confirmó que viajaba con los estadounidenses, buscaba firmar la paz y aprovechaba su amistad con los generales invasores para eso, justo iba en camino a una reunión entre los mandos de ambos ejércitos.

Cuando terminaron sus negocios todos fueron a la quinta para celebrar el banquete de bodas.

Velada séptima, última reunión general

Arturo estaba más sereno y mejoró notablemente de humor al ver entre los invitados a Apolonia, Elena y Margarita (no olvidemos que eran amigos desde la tertulia de Aurora).

Dato random es que Apolonia se iba a casar con un tal D. Francisco (lo detesto lol), las señoritas alarmadas por su amiga no vieron necesario advertirle debido a la muerte del calumniador, la Jalapeña estaba menos triste debido a la feliz coincidencia de ver a su viejo amor.

El doctor Martín observaba con enojo a esa voluble pareja, y cuando se marchaba le dijo a Teresa que Aurora estaba totalmente restablecida y esperaba profesar en el convento de Balvanera en pocos días, cosa que se aceleraría si como Rugiero estimaba, la paz se firmaba en pocas horas.

Teresa estaba convencida de que esa era una decisión muy desatinada para todos, incluido Arturo, el doctor había hecho todo lo posible por disuadir a Aurora, pero ella, tan orgullosa como bella, dijo que jamás lo perdonaría, pero sobre todo que él no la amaba, al menos no tanto como a la novicia de la caridad, cosa al doctor le parecía muy cierto, Arturo era capaz de hacerse matar por una mujer un día y de reír por ella y olvidarla al siguiente.

Teresa iba a responder cuando todos los caballeros se presentaron para despedirse pues debían ir a sus respectivos destacamentos.

meme de Arturo, resumen de el fistol del diablo
Cien por ciento

La guerra llega a la capital (capítulos LVIII a LXIV) [Spoilers]

Bolao fué el único que se quedó, pues no era parte de ningún cuerpo y como administrador de Teresa, Manuel le había pedido que la protegiese auxiliado por el soldado Martín.

Había anochecido y el español dormitaba en el mirador de la quinta cuando divisó un grupo de caballería con hombres y caballos tan grandes como nunca había visto.

Era Rugiero con una escolta norteamericana, que quiso pasar a saludar y advertir a los amigos del fracaso de las conversaciones de paz. Teresa había despertado por los ruidos y escuchó la terrible noticia, muy abatida por la amenaza de que Manuel y sus amigos muriesen, entonces se desvaneció en un sillón que había por ahí.

Rugiero le entregó un salvoconducto con el que los invasores les habrían de respetar y se despidió deseándoles buena suerte, agregando que iba a reunirse con Santa Anna para convencerlo de capitular.

La entrevista que voy á tener no la sabrá nadie, nadie, más que Dios y el diablo, y si se pregunta á los jefes de ambas fuerzas, la negarán. La historia nada sabrá de esto, nada dirá, y será necesario que alguno que tenga tratos y una cierta amistad con el diablo, la refiera con pretexto de un capítulo de novela, para que, pasados los años, llegue á saberse, y aun así no la creerán…

Rugiero

Derrota en Padierna

Eran días cercanos al 19 de agosto de 1847, y ambos bandos se habían enfrentado en la que sería conocida como la batalla de Padierna, las escaramusas no se habían hecho esperar y las monjas del convento de la caridad asumieron el papel de enfermeras de guerra, entre ellas destacaba Sor. María de las Nieves que sin miedo a las balas y metralla, había salvado muchas vidas.

Sor. María no era otra que Celeste. Después de agradecer las atenciones de Florinda se recluyó en el convento de la caridad y adoptó al turco y al perro del padre Anastasio, el buen hombre la iba a visitar muy seguido y la mantenía informada de lo que pasaba con la guerra y sus amigos, incluido su siempre amado Arturo.

Ahora tenía que prepararse pues una cruenta batalla habría de acaecer en el sur de la ciudad y ella había sido solicitada por el doctor en jefe para asistirle en las labores de salvamento.

Mientras tanto, a la mañana siguiente de la visita de Rugiero, Bolao salió a explorar la ciudad y se enteró de la derrota en Padierna, que Josesito había caído prisionero y que Joaquín el galante esposo de Elena había muerto, por otro lado Manuel y Valentín parecían estar bien.

Decidido a confirmar de primera mano el bienestar del capitán fué en su búsqueda a Churubusco, que es donde parecía que estaba Santa Anna.

Allí encontró a Arturo y a D. Mariano el filósofo, juntos vieron al general en jefe ordenarle al célebre general Anaya que defendiera el fuerte que (de nuevo) era un convento hoy conocido como el museo de las intervenciones.

Batalla de Padierna, pintura de Carl Nebel
Batalla de Padierna, pintura de Carl Nebel

La defensa de Churubusco

El objetivo era que contuvieran al enemigo lo suficiente para cubrir la retirada del ejército al interior de la capital y así ganar tiempo para preparar la defensa.

Anaya contestó: “Se hará así”, aunque apenas tenían una pequeña pieza de artillería y escaso parque, Manuel solo pudo excusarse con el general y se incorporó a la columna que iba en retirada a la capital, dejando solos a los bravos hombres que habrían de combatir en la Batalla de Churubusco.

Arturo, la guardia nacional (algunos consideran esta batalla la redención de los polkos), el batallón de San Patricio (son famosos los desertores irlandeses que se unieron a las filas nacionales, hay películas y todo de ese asunto), los piquetes de Tlapa (españoles residentes de la capital que decidieron defenderla también), los hombres de Anaya y el mismo Bolao se aprestaron para la batalla.

Parece más bien una venganza ó una gran infamia, pero este general Anaya parece de cartón. Un sólo músculo no se altera de su cara de pambazo. Es un verdadero héroe, y por lo que á mí toca personalmente, lo mismo me da una cosa que otra,—(era su refrán),— pero hay aquí soldados cargados de familia.

Arturo

La toma del convento le costó cara a las fuerzas invasoras, que fueron rechazados repetidas veces, pero la superioridad numérica y de armamento terminaron por hacer inevitable la derrota de Anaya y sus hombres.

Negandose a caer prisioneros, varios soldados de la guardia nacional comandados por Peñuñuri y Martínez de Castro cargaron con espadas y bayonetas tirando y acuchillando a los enemigos. Muy pocos de ellos sobrevivieron.

Cuando el general Worth se presentó a recibir la fortaleza, miraba con admiración al puñado de ciudadanos y soldados que pusieron fuera de combate a muchos de sus hombres, entonces se le ocurrió preguntar dónde estaba el repuesto de parque.

Anaya se acercó al intérprete y dijo: “Dígale usted que si hubiéramos tenido parque, no estaría él aquí”.

Worth saludó al general y ordenó que él y sus oficiales conservaran sus espadas.

Entrada al convento de Churubusco
Entrada al convento (nótese el cañon :o)

La última boda (T.T)

Cuando pudo salir de la acción, antes de que el el convento cayera, Bolao había ido al hospital de campaña a saludar al doctor en jefe, donde se encontró al padre Anastasio y a Celeste y desde allí observaron la batalla.

La noche había llegado y acompañó a la ambulancia a buscar supervivientes en las inmediaciones del convento.

Estuvieron buscando entre las milpas (terrenos de cultivo de maíz) por cerca de media hora y encontraron a varios cadáveres que indicaban gran arrojo en los combatientes de ambos bandos.

Entonces los perros de Celeste comenzaron a aullar.

Habían encontrado a uno de los jóvenes oficiales de la guardia nacional, estaba en una especie de casucha con el rastro de un balazo en el pecho, cerca del corazón.

El doctor revisó sus signos vitales y encontró que estaba vivo, pero el más leve movimiento podría mover la bala de tal forma que la muerte sería segura, decidió realizar una cirugía y para ello pidió la asistencia de Celeste.

Ella trabajaba con eficiencia, haciendo presión en la herida, limpiando de sangre el pecho del oficial, haciendo todo lo que estaba en su poder por salvarlo cuando vió su rostro. Con gran dominio de sí misma no dió un grito ni dejó de atender la herida, Arturo estaba desangrándose en sus brazos y ella estaba a punto de caer muerta sobre el cadáver del que adoraba.

La operación fué todo un éxito y algunos minutos después Arturo volvió en sí para verse sobre las rodillas de la que había robado su corazón esa noche en la que usó por primera vez el fistol de Rugiero.

Con la voz entrecortada solo atinó a tomar entre sus manos las de Celeste y le pidió, como si fuera su último deseo, que se casara con él.

El padre Anastasio, con mucho cariño intentó disuadirlo diciendo que cuando estuviera repuesto habría tiempo de sobra para eso, pero terminó cediendo como impulsado por una fuerza sobrenatural, bendijo esa unión que se celebraba en las puertas de la eternidad y Celeste, que no pudo dominar más su naturaleza, cayó sin sentido junto al cadáver de Arturo (¿oye qué?, ¿acabo de leer la palabra CA-DÁ-VER?).

De nada sirvió la operación, que salió como yo no esperaba, las pasiones, amigo mío, hacen más estragos que las balas. ¡Qué historia! ¿quién había de pensarlo? ¡Si Sor María se queda en su convento!… yo tengo la culpa, yo la pedí… pero ¿quién había de pensar en estas cosas tan extrañas?… ¡Muertos, muertos!…

El doctor Guijarro.

Justo en esos momentos apareció Rugiero en escena con un carro tirado por briosos y atemorizantes caballos que lucían como salidos de los infiernos.

Luego de ver la escena se ofreció a llevar a los trágicos amantes al hospital de la caridad, mientras aseguraba que no estaban muertos, a lo que el doctor y el padre accedieron.

Así, los amantes desaparecieron abrazados hasta el final, fundiéndose en la oscuridad de la noche.

Velada octava

Bolao regresó a la quinta al amanecer, intentó pasar desapercibido para no tener que dar cuenta de lo que había visto pero Teresa y sus amigas lo estaban esperando, allí tuvo que relatarles todo lo que vió.

Teresa se dejó caer en un sillón abatida, y Apolonia, la bella jalapeña, empezó a reír sin parar, a carcajearse sin control, con los ojos desorbitados y lágrimas brotando de ellos a raudales, tardó largo tiempo sin hacer otra cosa (esto antecede a la creación del Joker por al menos cien años haha).

En algún momento del día llegaron Manuel y Valentín para imponerse de los hechos y ver a sus amadas. Cuando se enteró de la muerte de Arturo se sintió grandemente afectado, su amigo al que amaba más que a un hermano y que había sido su compañero en intereses, amores y aventuras ya no estaría allí y la idea le aterraba.

Bolao se había enterado que los amantes nunca llegaron a la caridad, y el padre Anastasio se había propuesto saber de su protegida aunque fuera lo último que hiciera.

Aunque el armisticio se había firmado, todos concordaron en que lo mejor sería ir cerca de la ciudad, así que se decidió la separación y dispersión de la familia de la quinta.

Bolao habría de conducir a Celestina, Carmela, Apolonia y Mariana a San Ángel e instalarlas en una casa, avisando a Josesito que prisionero de los norteamericanos les servía de intérprete, después volvería para hacerse cargo de la quinta tomando cuantas precauciones fueran posibles para la seguridad de Teresa que no quiso moverse de allí.

Pasaron pocos días y aunque había esperanzas de paz, una mañana en que Teresa, Bolao, Manuel y Valentín desayunaban con desgano, las campanas de la catedral sonaron de manera distinta, entonces llegó un ayudante para informarles que la guerra se había reanudado.

La caída de la capital

Los norteamericanos decidieron atacar el Molino del Rey donde suponían que existía un gran repuesto de pólvora.

El combate fue reñido pero el valor y muerte de los generales León, de Balderas, de Gelaty y de sus tropas, no impidieron la completa derrota, y los restos del ejército del Molino se replegaron al castillo de Chapultepec, guarnecido por los muchachos del colegio militar.

Los mexicanos, como sus padres los españoles, son incansables en la guerra. Los derrotan hoy, y al día siguiente aparecen luchando otra vez como si nada les hubiese sucedido.

Manuel Payno

Allí sucumbieron el general Xicoténcatl con su batallón y similares muestras de valor se sucedieron por todas partes de la ciudad en la que hubiese norteamericanos.

Manuel lideraba a quinientos caballos y Valentín a otros tantos hombres, cuando una bala de cañón cayó cerca y partió en dos a Valentín, Manuel bajó del caballo en auxilio de su amigo que no volvió a abrir los ojos.

Bolao fue testigo de todo esto pues había salido a explorar, volvió a la quinta y enteró a Teresa.

Algunas horas después se firmó la paz seguido de un hurra de las tropas invasoras y un rugido de venganza del pueblo.

La población civil que se rehusaba a aceptar la humillación, atacaba al enemigo con lo que tuviera a mano, auxiliados por la guardia nacional y algunos rezagados del ejército, empezaron a hacer una guerra de guerrillas urbana.

De nuevo Bolao salió a explorar y se cruzó con Rugiero, le preguntó por Arturo y Celeste a lo que replicó “Esos dos están en mejor lugar que el infeliz de D. Pedro, pero ya habrá tiempo de hablar de eso, mientras tanto saque a Teresa de la quinta que allí corre grave peligro”

Batalla de Molino del rey
Batalla de Molino del Rey

La huida

Bolao urgió a Teresa a salir de la quinta, debido a que los nacionales habían roto el armisticio y las tropas norteamericanas iban a saquear y hacer gran cantidad de desmanes en toda la ciudad so pretexto de ello.

La bella prometida de Manuel no replicó y tomó algunas cosas, subió al carruaje que tenía listo Benito, el antiguo cochero de Aurora y dejaron encomendado el hermoso castillo de las alegres veladas al cuidado del fiel y esforzado Martín que ya no temía al diablo.

Las escaramuzas se extendieron por la capital pero Bolao y Teresa habían logrado evitar cualquier conflicto, estaban cerca de la casa de Florinda cuando un grupo de la contraguerrilla los asaltó (la contraguerrilla eran hombres que aceptando el pago norteamericano, cazaban y ejecutaban a cuantos espías y guerrilleros nacionales pudieran).

Un maleante tomó a Teresa listo para robársela y aunque le hubiera sido muy fácil a Bolao matarlo eso los condenaría a todos, así que les ofreció dinero con tal de dejarlos ir, estaban a punto de dispararle cuando la guerrilla de Culebrita apareció y atacaron a los traidores (¡eso!).

Teresa aprovechó para desembarazarse del cadáver del hombre que la quería robar y corrió hacia a la casa de Florinda sin que Bolao la pudiera alcanzar.

Entonces uno de los mercenarios norteamericanos, un gigante de barba roja y feroces ojos azules se apoderó de ella, le arrancó su relicario de diamantes con el retrato de Manuel, le desgarró las orejas para apoderarse de sus pendientes y concluyó por cogerla en brazos como si fuese una niña.

Los esfuerzos desesperados y los gritos de Teresa eran inútiles. Al doblar una esquina, el gigante monstruoso cayó como una masa pesada y Teresa encima de él. Una bala disparada desde un balcón le había destrozado el cerebro.

Teresa se levantó y siguió corriendo hasta la casa de Florinda, subió la escalera, con los ojos llenos de terror, sin aliento y casi desnuda. El portón estaba abierto y los gritos dolorosos de Florinda, Elena y Margarita se escuchaban hasta la calle, Elena acababa de recibir la última carta de Joaquín, Luis estaba moribundo y Manuel, herido y conteniendo la sangre con sus manos había logrado llegar a la casa y caer en el lecho de Florinda.

Teresa recorrió sin hablar a nadie las recámaras hasta que fué a caer sobre el cuerpo exánime de Manuel.

Esto ocurría del 13 al 14 de septiembre de 1847

Velada sangrienta

Cuando el parque se terminó y el mando supremo había huido (Santa Anna se fué a Puebla), la ciudad se rindió y las tropas de línea norteamericanas restablecieron el orden, labor en la que el ayuntamiento ayudó mucho, pero los voluntarios del norte (léase mercenarios) eran incorregibles, estaban derramados por las afueras de la capital y asaltaban ranchos, casas y calzadas.

La media noche del 16 de septiembre de 1847 un grupo de quince o veinte salvajes tomaron por objetivo la apacible quinta de Teresa y Manuel.

Martín, dos mozos y cuatro ordenanzas a los que les faltaba bien un brazo, un ojo o una pierna hicieron una heroica defensa y mataron a varios de los temibles invasores, pero fueron vencidos.

Al amanecer, los enemigos que habían robado y saqueado el otrora elegantisimo y refinado castillo se retiraban por órdenes del afamado capitán Mein-Reid.

El círculo se cierra [comentario]

Así termina el libro, con el saqueo del hogar de los enamorados y de sus amigos.

Con la muerte de la mayoría de los guerreros y un oscuro futuro para las doncellas.

No te culpo si también estás roto por dentro jaja.

De todos los personajes, me parece que el final de Arturo es el más completo.

En el capítulo I Arturo ofreció su alma a cambio de tener éxito en el amor. Y muchas mujeres lo amaron de diferentes formas, Aurora, Teresa, Celeste, Apolonia.

Despues de grandes aventuras y desengaños, después de haber viajado, peleado y disfrutado del amor, es llevado a las sombras por Rugiero, el diablo, acompañado por Celeste, la imagen de una santa.

Así se cierra el cíclo que dió inicio a todos los eventos narrados en el libro, así termina ‘El fistol del diablo’.

Perooooooo, aún nos falta el epílogo, la próxima y última entrada dedicada a esta historia va a tratar de eso y será publicada el 30 de mayo, ¡Hasta más ver!.

meme de hombre llorando en el suelo
‘Esos dos están en un mejor lugar que D. Pedro’ – Rugiero

El fistol del diablo – diario de lectura (parte 6)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la sexta entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

En la entrada anterior Manuel y Aurora se vuelven a encontrar en una quinta de San Jacinto, previamente Arturo y Josesito habían formado una alianza contra D. Pedro. Juntos se entrevistaron con Florinda que los enteró del destino de Aurora y decidieron robarsela. La noche en la que habrían de hacerlo Arturo encontró a Celeste y ya no se pudo separar de ella.

Nuevas maniobras (capítulos XXXI a XL) [Spoilers]

Después de todo el episodio del reencuentro de los amantes, la familia ahora ampliada con Josesito, Celestina, Florinda, Luis y sus hijos se reunió en la quinta de San Jacinto.

Allí, Arturo llevó aparte a Celeste y le volvió a hablar de amores, pero ella se había enterado de su proyecto de robarse a Aurora, y lo rechazó de plano más resuelta que nunca.

—¿ Y por qué no puedes ser mi esposa?— le preguntó Arturo entusiasmado.—Porque hay otra mujer que padece por tí, que ha preferido el encierro de un convento á vivir rica y sola en el mundo si tú le faltabas;

Celeste

Estaba por insistir cuando lo llamaron para hablar de asuntos importantes en un concilio de todos los varones.

El concilio de la quinta

Allí, Luis notificó que fué a visitar a D. Pedro para arreglar los asuntos financieros de todos sus amigos. Pero el viejo había actuado con tal habilidad que estaba completamente libre de cualquier acusación.

Con libranzas falsas desconoció el robo de las joyas de Arturo, con papeles firmados por Celestina la planeaba desalojar de la casa que le habían logrado arrebatar Arturo y Josesito y con el testamento de la madre de Aurora invalidaba toda indicación anterior a su muerte dejándola prácticamente en la calle, sin mencionar que ahora con Teresa ‘muerta’ disponía de su cuantioso caudal.

Los ánimos estaban por los suelos, los héroes no encontraban manera de sortear la tormenta que se avecinaba.

En eso estaban, cuando (adivinaste) llegó Rugiero, con una buena explicación justificó su presencia y confirmó las palabras de Luis, entonces de nuevo les propuso guiarlos, luego de que Arturo comprometiese su alma (again) en la empresa.

A todo esto, Manuel había sacado el cofrecito con las joyas de Arturo que Blas Contreras le había devuelto (recordemos que lo robó a Florinda y que ayudó a Manuel en su batalla contra el administrador de Teresa, véase la entrada 5).

Arturo aún tenía pendiente el asunto del fistol de Rugiero y lo mencionó, pero éste, en vez de aceptarlo, recomendó darlo a Aurora pues había sido su última dueña, resuelto el asunto, el visitante se despidió y todos durmieron un poco pues ya era muy tarde.

meme de celeste, resumen de el fistol del diablo
Lol (no digan malas palabras niños)

Diligencias contra D. Pedro

Al día siguiente Teresa les invitó a desayunar y le entregó una carta a Arturo en la que el padre Anastasio le notificó de la resolución de Celeste para entrar a las hermanas de la Caridad.

Arturo estrujó el papel, visiblemente enojado pues la chica lo había mandado al gorro otra vez, Florinda le recomendó decidirse y le entregó otra carta enviada por Aurora.

Se apartó para leerla, en ella Aurora le confirmó su amor de puño y letra (ohhhhh), le habló del primer baile, de su fingida indiferencia, de la vez en la que hablaron de su duelo con Manuel y de que siempre lo amó, aún cuando había caído en desgracia, le agradeció por no haber hecho una locura la noche de la cita y finalmente le pidió valor y diligencia para salvarla de D. Pedro, y el severo padre Martín.

Arturo de mi corazón: Hace muchos años que pensaba en un imposible, y hoy la realidad me llena de placer y de dicha: tú me comprenderás. Desde que vinistes de Europa y te vi por la primera vez, te amé; […] Adiós, Arturo; ámame mucho, porque de veras no encontrarás mujer en el mundo que te quiera como yo. Escríbeme por conducto de Florinda y no ceses de trabajar hasta que logres sacarme de este encierro. Te envía su alma y su corazón,— Tu Aurora

Carta de Aurora (:o)

Decidido por fin sobre sus amores volvió a donde Manuel y Teresa y acordaron ir a ver a D. Pedro en persona y resolver de una vez sus asuntos.

Arturo y Josesito se presentaron primero, lo increparon de sus respectivos asuntos y lo pusieron incómodo, el papel de Josesito era dar una fuerte cólera al tutor lo cual no le cayó nada mal, después Arturo y Manuel le pidieron sus papeles, las cosas se empezaron a poner tan mal para D. Pedro que iba a llamar a sus criados y a la policía cuando la voz de Teresa lo detuvo y le recomendó entregar los documentos o Manuel lo mataría.

Sus palabras y presencia tuvieron por todo efecto conducir al desvanecimiento del tutor. Josesito aprovechó la confusión para robar los papeles que Rugiero había sugerido y escapó disimuladamente.

La venganza de D. Pedro

Ya repuesto de la impresión de ver a la resucitada Teresa, D. Pedro consideró librarse de tantos problemas y dejar en paz todo el asunto, devolver las cosas que debía, dejarle sus posesiones a las bellas y vivir lo que le restaba de vida con su propia fortuna que no era pequeña.

Pero desechó de inmediato la posibilidad, la codicia y la lujuria lo tenían completamente cegado.

Entonces se dispuso a acelerar sus gestiones para desalojar a Celestina, incautar los bienes de Aurora y hacer totalmente improcedentes los reclamos de Luis ante las autoridades.

Y la situación política de la república se prestaba muy bien para lograr sus fines.

Clases de historia

Todo el mundo sabe que el virreinato de la Nueva España ocupaba una extensión territorial del doble del tamaño del actual México, después de la independencia salvo algunos ajustes con los vecinos del norte las fronteras quedaron más o menos igual.

El accidentado primer siglo de historia nacional se portó particularmente mal con el país.

En 1836 Texas se independizó, con apoyo norteamericano por cierto, este hecho hizo evidente la agenda expansionista de el país vecino, que ya para 1846 estaba en guerra abierta, por acá llamamos a ese evento ‘La intervención estadounidense’, todo indica que estos capítulos tuvieron lugar este año.

Escribo eso por que el narrador nos cuenta que el gobierno había instaurado una guardia nacional, al mismo tiempo que los ciudadanos organizaron otra.

Así que tenemos por un lado a una guardia nacional de ‘los puros’, compuesta por soldados, criados, vagabundos, y personas de los estratos más marginados de la sociedad.

Y por otro lado tenemos a ‘los polkos’: jóvenes de familias adineradas, artesanos y profesionistas que compraron sus propias armas, parque y demás bastimentos, dato random es que estos grupos se odiaban a muerte.

El ejecutivo impulsaba por aquél entonces políticas fuertemente anticlericales lo que le había hecho ganar el odio de las autoridades eclesiásticas y de bastantes sectores de la población ( y aún no aparecía don Beni en escena XD).

Como el genio táctico que era, D. Pedro decidió aprovecharse de los bandos enfrentados para frustrar los planes de sus enemigos que ahora tenían los papeles de su escritorio.

Fué a ver al hombre de fierro que estaba en el poder para prestarle algún dinero y poder armar a su guardia nacional y así incitarlo para mandar a Veracruz o disolver definitivamente a la guardia nacional ciudadana, también le advirtió de una conjuración que se estaba gestando contra él para que tomara cartas en el asunto (cosa cierta dicho sea de paso, todo indica que el alto personaje es Valentín Gómez Farías).

Previamente se había reunido con unos líderes de la iglesia que deseaban derrocar al régimen, concertaron sus métodos: facilitar fondos y recursos y de ellos lo previno (el viejo jugaba a dos frentes).

Con todo eso, la agitación política aumentó y los bandos enfrentados del gobierno con sus puros y la guardia nacional ciudadana partidarios de la iglesia estaban listos para iniciar una guerra civil.

Un día u otro debe producirse un conflicto en la capital entre la canalla que ha armado el gobierno y la guardia nacional […] Yo trato de calmar los ánimos y de conservar la disciplina y el orden, pero llegará el día en que ya no sea posible. Figúrense ustedes que trata nada menos que de hacer marchar á Veracruz los batallones, ó desarmarlos. No marcharán, porque todas esas gentes tienen familias y se han alistado para prestar solamente el servicio de la ciudad, y que la tropa de línea pueda marchar á donde convenga. Si intenta desarmarlos, no se dejarán y se defenderán á balazos.

Editor de un periódico capitalino

Se inauguran las veladas en la quinta (capítulos XLI a XLVII) [Spoilers]

Al día siguiente del robo de los papeles, se juntaron todos los amigos en la quinta para abrirlos, los empezaron a revisar, la mayoría de los cuales eran cartas subidas de tono (antes no había packs XD) y papeles sin importancia.

Consejo de familia

Luis advirtió que con la guerra ya en territorio nacional el gobierno que estaba quebrado no habría de hacer nada a favor de ellos y que ellos mismos tendrían que tomar acción para llevar a buen fin sus propósitos.

Sin más que añadir al tema discutieron un poco sobre su siguiente movida, Luis haría más gestiones y mientras tanto se disculpaba por que había comprado la quinta a nombre de Teresa y había contratado a carpinteros y albañiles para repararla.

Con el beneplácito de todos y las felicitaciones de Manuel y Teresa, el capitán cerraría el trato.

Aprovechando el buen humor, Josesito sugirió la instauración de unas veladas en la quinta, como joven de mundo Arturo habría de dirigir las remodelaciones y Josesito hacer las gestiones para el matrimonio de Manuel y Teresa que había sido repetidas veces frustrado.

Les quedó muy bonita, con lo último en moda europea, un jardín con muchos cactus y árboles del país y en cuya entrada había unos bancos hechos con piedras de templos y edificios aztecas (sospecho el INAH no existía XD, de hecho dato random, cuando los norteamericanos capturaron la capital algunos soldados usaron la piedra del sol como tiro al blanco (por eso no tiene nariz XD)).

Velada primera

A la primera de las veladas sugeridas por Josesito se presentaron todos los amigos, Luis mencionó que con la ayuda de jueces honestos y valientes había logrado revocar los poderes de D. Pedro sobre los bienes de Teresa, los asistentes celebraron el feliz desenlace de su ahora abogado de cabecera (lol), quedando pendiente de resolverse el robo al padre de Arturo, el desalojamiento de Celestina y el encarcelamiento de Aurora.

En medio de la fiesta, Josesito aprovechó para advertirles a sus amigos del inminente pronunciamiento que habría de derrocar al gobierno.

Todos creyeron que no era más que una de sus típicas exageraciones, y que no dirigía el movimiento como había dicho, sobre todo porque ni Manuel ni Valentin, miembros de alto rango del ejército, ni Arturo miembro de la guardia nacional ciudadana (los polkos) habían tenido noticia de nada.

Reunión social en una quinta del periodo, resumen de el fistol del diablo
Reunión social en una quinta del periodo

La reunión de los Martínes (lol)

Mientras tanto Martín, el criado de Manuel, le pidió permiso para ir a confesarse, el capitán enterado de lo poco religioso que se había mostrado su viejo subalterno se mostró interesado en saber los motivos de su repentina conversión.

Martín le dijo que tenía miedo, no a las balas, los machetes ni a la guerra. Le temía al diablo, y para él Rugiero era el mismo Lucifer, sabía que dentro de poco habría de entrar en combate, bien en la guerra civil, bien contra los norteamericanos o bien contra algún salteador, así que deseaba estar en paz con Dios y afrontar su muerte con la conciencia limpia.

Manuel accedió y al poco tiempo el viejo soldado estaba en la iglesia del doctor Martín (el hombre severo y anticuado que había ayudado a mantener a Aurora prisionera en el convento), que al principio no lo quiso confesar por que tenía cosas que hacer, Martín aceptó la negativa replicando que si su alma se perdía sería culpa del clérigo, lo que pareció ablandar un poco al severo capellán que entonces accedió.

En su confesión Martín admitió que había robado, asesinado, estado con mujeres y escuchado cosas que no debía.

El doctor le pidió explicar con detalle todo esto, Martín robaba comida para su capitán cuando estaban en campaña y el gobierno no les pagaba, había matado a un sinnúmero de personas en combate, ya fueran del bando enemigo o salteadores, gustaba de las mujeres como cualquier hombre y había escuchado a Rugiero hablar de que entre el Doctor y D. Pedro le habían robado a todos.

El doctor se dió cuenta de que había sido manipulado y se decidió a ayudar en cuanto pudiera a los amos del soldado Martín.

—¡Miserable naturaleza humana!— dijo recio el padre Martín.— Ha sido menester que este soldado rústico, encenagado en los vicios carnales, acostumbrado á la sangre y los horrores de la guerra, haya venido á quitarme la espesa venda que tenían mis ojos.

El doctor Martín

En otro lado de la ciudad estaban Josesito y Arturo conversando de las indecisiones de este entre sus dos enamoradas cuando vieron unos sacramentos notablemente fastuosos, con música, desfile militar y una gran procesión.

El fin de D. Pedro

Los jóvenes siguieron el cortejo que se detuvo en la casa de D. Pedro, allí se enteraron que estaba agonizando y que sus muchas relaciones habían organizado ese evento para ayudarlo a bien morir.

Entonces se les ocurrió que en la noche se colarían en su habitación para ver si esta vez podían obtener documentos más útiles a sus propósitos.
Llegó la noche y las criadas los dejaron pasar sin problemas pues desde que llevaron a Teresa a la casa se habían vuelto sus amigos.

Se acomodaron en la habitación secreta en la que la niña se había ocultado la vez anterior y esperaron a que todos durmieran para buscar los papeles.

Había dos padres que lo habían confesado, uno de ellos sospechaba que la conciencia de D. Pedro no estaba limpia y le pidió confesar lo que ocultaba, al negarse, el padre lo quizo obligar contándole de los tormentos del infierno pero una voz sobrenatural lo negaba todo, era Rugiero que escondido en el cortinaje de una ventana negaba todo lo que los hombres decían cuando se alejaban.

Animado por la seguridad de su consejero el tutor de Teresa se negó a confesar nada, convencido de que se repondría y disfrutaría de su dinero y los corazones de las bellas Teresa, Aurora y Celestina.

Al día siguiente el doctor Martín junto al médico de D. Pedro, estaba a la puerta del enfermo, se cruzaron con los padres que les impusieron brevemente sobre lo sucedido y decidió ir a verlo acaso podría salvar su alma.

El padre se encontró que el viejo seguía convencido de que se repondría, que los padres mentían y que no devolvería nada.

El padre Martín incluso le pidió recapacitar por su amistad, ya que su nombre estaba de por medio porque le había jurado a la madre de Aurora el cuidarla, pero se negó.

Entonces respondió lleno de ira y con voz de profeta: “—¡ Miserable gusano, pues que no quieres entrar en el reino de Dios por un puñado de oro que no te puedes llevar á la otra vida, yo te maldigo en nombre de Dios omnipotente, Señor del cielo y de la tierra! ¡Desañas su poder y desprecias su misericordia, pues muere, reprobo miserable, y húndete en lo más profundo de los infiernos!”

Todo esto lo estaban viendo los jóvenes ocultos, llenos de pavor y asombro.

Velada segunda

En la siguiente velada Arturo y Josesito relataron lo que vieron en casa de D. Pedro, todos estuvieron de acuerdo en que aunque anticuado e intratable, el padre Martín era la honradez en persona y que si el tutor vivía o no, no importaba, pues ya tenían lo más importante.

Teresa aprovechó para relatar una historia ambientada en España, un soldado buen mozo enamoró a la hija de unos pobres campesinos, recibió órdenes del ejército de ir a otro destino y la abandonó estando ella embarazada.

Valentín no pudo más y confesó que esa era su historia con Mariana y que Teresa por algo la había relatado.

Resulta que en efecto la había dejado con una niña y la lavandera tuvo que alejarse de ella para que tuviese un mejor porvenir, Valentín se la encargó a una elegante viuda dueña de una tienda llamada “El sol mexicano” (así es, la que se quemó, véase entrada 3).

El coronel aceptó que aún quería a Mariana, que se casaría con ella y que juntos buscarían a su hija.

Teresa ya había hablado de eso con la amable lavandera y dedujeron que Carmela, la hija adoptiva de Aurora era la niña extraviada. Todos estaban contentos y con el padre Anastasio presente decidieron casarse de inmediato, Teresa y Manuel fueron los padrinos.

—¡Qué diablos!— gritó Valentín,—¿ por qué no he de confesar delante de mis amigos que te quiero como el primer día que te vi? Ven acá, mujer, no tienes de qué avergonzarte has sido honrada y buena, y sobre todo una heroica madre, pronta á sacrificarse por su hija; ven acá, que tengo orgullo en abrazarte. Valentín abrazó estrechamente á Mariana, la que no pudo contenerse y quiso ahogarlo entre sus brazos.

Valentín y Mariana :o

En eso llegó Bolao y después de reportar los resultados de sus diligencias confesó que amaba a Carmela y quería pedir su mano a Florinda y a Teresa, los amigos lo enteraron de las últimas noticias y pudo pedir formalmente la mano de la niña (rayos, estoy seguro de que no tenía ni 15 años :s).

El último dato importante de la velada es que la guerra civil estaba a nada de comenzar y que solo terminaría cuando los norteamericanos conquistaran la capital, cerca de San Luis iba a tener lugar la Batalla de Buena Vista entre Santa Anna y el general Taylor, de todo eso se infiere que corrian los primeros meses de 1847.

La rebelión de los polkos (capítulos XLVIII a L) [Spoilers]

La escena se mueve a un cuartel de la guardia nacional en la que se estaba deliberando si obedecerían la orden de vicepresidente Gómez Farías de dirigirse a Veracruz o entregar las armas, unos deseaban pronunciarse y otros que la guardia se disolviese, en esa discusión algunos incluso habían llegado a las injurias y poco faltaba para que llevaran la mano a las espadas.

En eso llegó Josesito con una carta del coronel al mando de la guardia, en la que se declaraba el inicio del pronunciamiento, el congreso autorizaba la revolución y el clero las sostenía con su influjo y su dinero, el partido moderado los dirigía.

La revolución había comenzado.

Lo que no sabía Josesito, ni el coronel, ni la guardia nacional, era que habían sido traicionados y engañados por los mayordomos de los conventos para lanzarse a la refriega y así desestabilizar al gobierno por que de esa manera dejarían de molestarlos (véase La rebelión de los Polkos).

grupo de soldados del siglo XIX, resumen de el fistol del diablo
Soldados nacionales del periodo (se puede ver a un lancero, infanterías regulares y un par de guerrilleros)

La defensa del convento de la Concepción

Arturo fué asignado a la defensa del convento de la Concepción como comandante de un regimiento de los pronunciados, ¿recuerdan que es el mismo convento en el que Aurora estaba recluida?.

Su trabajo era mantener al convento seguro, que ahora estaba convertido en fuerte (recordemos que el gobierno era anticlerical en aquél entonces).

Ejecutó su labor con sofisticación y eficiencia, trataba a las reclusas con tal elegancia y decoro que rápidamente se empezaron a tratar con una respetuosa familiaridad, eso le permitió habitar una de las celdas con muebles y cocina que una criada se prestó a servir, está de más decir que el comandante buscaba la menor oportunidad para encontrarse con la bella Aurora.

Se cruzaron una o dos veces pero como no podían hablarse mucho, sólo intercambiaban miradas “más ardientes que los cañonazos y tiros de fusil que se disparaban durante el día en esta singular guerra”.

Un día se lanzó a explorar el convento con pretexto del servicio, notificando a la superiora para evitar motivo de alarma.

Se la pasó explorando hasta que anocheció y Arturo estaba perdido en los patios exteriores, los mismos que Aurora habría de cruzar la noche en que se la iba a robar, el comandante agradeció el tener frustrados sus planes y ahora poder casarse con la casta Aurora con todas las de la ley.

Lo que no lo quitaba de estar en un aprieto pues no tenía forma de volver al convento, no sabía qué hacer. Estaba en esas cavilaciones cuando una gentil mano lo guió por el laberinto hasta llevarlo a una de las entradas laterales del edificio.

¡La casta Aurora!.

¡Ahora sí que triunfe el amoooor! (:3)

Ella lo había guiado pues desde la noche del ‘robo’ se había familiarizado con esa parte del fuerte, pidió disculpas por su atrevimiento, y tuteándolo (omg!!!) le pidió que la dejara ir, pero Arturo la tranquilizó, dando gracias a la revolución porque por su causa ahora estaban juntos.

Aurora insistió en irse para evitar el escándalo pero Arturo respondió que antes de que se marchara debía decirle cuánto la amaba, sobre todo considerando que al día siguiente podría morir en batalla.

Aurora lo interrumpió y le dijo: “—Quiero hacerme siempre la ilusión de que me amas, y en lo que no cabe duda es que tú estás aquí, aquí hace años, sin que nadie te pueda sacar.”, mientras decía esto llevó la mano de Arturo a su corazón (oie kha?).

Y se hicieron la promesa de que tan pronto terminase la revolución, Arturo la pondría en libertad, se casarían y vivirían felices por siempre, entonces, Aurora tomó en sus manos el rostro de Arturo y lo besó (asasdasdkasdjk¡¡¡¡¡).

—Tú que eres el jefe de este convento, y que lo defenderás como un paladín de los tiempos antiguos, tendrás bastante influjo para libertar á tu dama; pues bien, la pones en libertad y negocio concluido; es toda tuya con alma y vida. Te casas con ella, la llevas á tu casa, á la quinta de esa querida Teresa á quien amo tanto después de tí, á Francia, á España, donde quieras… tu princesa te seguirá, pobre ó rico, por todo el orbe. En compensación, sólo exige que la quieras á ella solamente, á tu princesa, á ella solamente. Tú sabes mejor que yo lo que tienes que hacer. Toma, toma, es el sello de nuestro amor, la alma de tu Aurora que pasa á la tuya.

Aurora la enamorada (ayñ)

Nuevos encuentros inesperados

A la mañana siguiente Arturo estaba obnubilado por lo sucedido en la noche y se palpaba para comprobar que no lo había soñado, en eso llegó Josesito ofreciéndose para la batalla, había tenido una fuerte discusión con el coronel y ahora lo quería fusilar, en eso llegaron unos soldados confirmando la historia y pidiendo llevarse a su amigo, Arturo les dijo que él lo tendría bajo arresto y que en caso de portarse mal, él mismo lo fusilaría.

Ya más tranquilos un hombre con una gran mancha negra en la cara le pidió permiso de poner una cantina, lo cierto es que en esa guerra civil había algunos balazos, algún tiro de cañón y muchas injurias, pero por lo demás los mercados, comerciantes y las población en general llevaban una vida más o menos normal, eran como una gran familia que había convertido la guerra en una fiesta.

En la cantina del hombre con la mancha en la cara, Arturo lo llamó para verlo mejor y grande fué su sorpresa al reconocerlo como el tendero filósofo de Jaumabe, y este le contó sus peripecias, omitiendo convenientemente el episodio con Celeste.

El ambiente era festivo pero tuvieron que recomponerse rápidamente cuando un contingente se acercaba.

El capitán del contingente le entregó el batallón a Arturo y le advirtió que en pocas horas serían atacados por las tropas del gobierno y que tenían la orden de luchar hasta el último hombre, si el enemigo habría de triunfar, lo haría sobre ruinas y cadáveres.

Relatos de tiempos pasados

Tan pronto se marchó el capitán y su guardia, la algarabía volvió y los hombres, incluidos los refuerzos, empezaron a comer y chanzar.

A Josesito se le ocurrió pedir relatos de arrojo y amor a los presentes. Él como siempre, contó de la vez en que cincuenta bandidos le intentaron robar a Celestina y que él solo los habría puesto en fuga de no haber fallado sus pistolas y haber sido atacado a traición.

Un músico llamado ‘Miguelito’ contó de la vez en que con unos amigos asaltó un carruaje con las niñas a las que por aquél entonces daba clases y que les hizo cosas malas, seguido de risas generalizadas, salvo de los que conocían a las ofendidas (véanse las novelas de Rugiero sobre Elena y Margarita).

Cuando Miguelito fué a fumar en la parte posterior un hombre curtido y de andar resuelto lo golpeó de tal modo que quedó inconsciente y no se volvió a levantar.

Afrentas de honor

Mientras tanto, los soldados le pidieron a un viejo de cierto porte que relatara algo de su juventud, este les habló de una bella dama que era como la Aurora de la mañana, que la visitaba de noche en su balcón y que la última vez que se vieron, disfrutó del amor y la delicadeza de la sin par señorita (despreciable gusano¡¡¡¡).

Arturo que cuando empezó a escuchar el relato se puso visiblemente ansioso ahora estaba lívido de ira, se acercó al hombre y con el dorso de la mano le pegó una bofetada que lo dejó en el suelo y escupiendo sangre (bien ahí¡¡¡).

El hombre que atacó a Miguelito, junto a Josesito y otros caballeros aplaudieron la resolución del comandante.

Arturo se miró la mano ensangrentada y ante los reclamos de otros hombres aceptó que había hecho mal, lo que hacía falta era un duelo, un duelo a muerte.

Estaba a punto de verificarse ahí mismo cuando llegó el coronel con su regimiento, le confirmó su permiso para usar a Josesito, que defendiera el fuerte de las tropas que llegarían en breve y que dispusiera de sus hombres.

Arturo aceptó gustoso, en esos momentos no veía más que sangre y en su desesperación pensaba que lo mejor que podía acaecerle era recibir una bala en la cabeza o el corazón.

—Como usted mande, mi general,— respondió Arturo disimulando cuanto pudo el estado de trastorno de su espíritu,— y si usted gusta, me pondré á la cabeza de la fuerza y seré el primero en asaltar…

Arturo el del corazón roto

De revoluciones y balazos [Comentario]

Si bien ya se habían mencionado algunos eventos históricos en capítulos anteriores, es la primera vez que podemos identificar con certeza a los sucesos y personajes que rodean a la narración.

No solo eso, también tenemos noticia de algunos los lugares exactos en donde estos sucedieron, vale la pena aclarar que desde el capítulo uno se hacía mención de el teatro nacional (no lo encontré en google XD), de Chapultepec, de la calle de plateros (hoy la calle Francisco I. Madero) y muchas otras locaciones que los capitalinos deben conocer de primera mano incluso al día de hoy.

Está realmente interesante el hecho de que vemos cómo se gesta (según el autor) uno de los capítulos menos conocidos del periodo: ‘La rebelión de los Polkos’, pese a que, se les tiene por traidores, Manuel Payno logra explicar un poco de sus motivaciones y trabajos.

Dato random es que probablemente él mismo fuera uno de los acomodados jóvenes que componían a la guardia nacional, o al menos amigo muy cercano de muchos de ellos.

El romance también se puso intenso, el beso de Aurora y los insultos de D. Francisco llevaron a nuevos niveles la ‘curva de los clímax narrativos’, ese episodio en particular muestra mucho de las costumbres de la época (haha), es decir, si una morra (así les decimos muy coloquialmente a las señoritas) te rompe el corazón no te queda de otra que aguantarte y buscar por otro lado, en aquél entonces te tenías que batir en duelo con el enemigo y luego hacerte matar en una guerra random (idea que tiene cierto atractivo, no lo voy a negar).

Bueno, pues nada, está muy bien que ya no tengamos que agarrarnos a balazos y que las mujeres puedan expresar sus afectos sin ser consideradas ‘de la calle’. La próxima entrada será publicada el 16 de mayo.

meme de aurora comentario de el fistol del diablo
XD

El fistol del diablo – diario de lectura (parte 5)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la quinta entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

En la entrada anterior encontramos que Teresa y Manuel iban a casarse, por algún motivo el capitán desapareció como si se lo hubiera tragado la tierra, todos estaban desesperados por encontrarlo, la tristeza de la novia se volvió tan intensa que la casta y amante mujer no tuvo más fuerzas para sujetarse a la vida y murió, en esta entrada hablaremos del destino de Manuel y sus trabajos después de lo sucedido.

Las cuitas de Manuel (capítulos XIX y XX) [Spoilers]

Cuando el capitán salía a todo galope de la hacienda de Teresa acompañado de José (un empleado de confianza), fue emboscado por unos bandidos que revelaron ser esbirros del administrador de la hacienda (la forma de hacerlo estuvo interesante, literal los ‘lazaron’ en pleno galope como a las vaquitas en los eventos de charrería :o ).

Les cubrieron los ojos con una venda y fuertemente maniatados los llevaron por senderos lejos del camino principal.

El cautiverio

Habían avanzado algún trecho y Manuel ya no sabía dónde estaba, hicieron un alto y dominado por la ira empezó a amenazar a sus captores, pidiendo que si se le iba a asesinar se hiciese de inmediato, un ranchero se acercó y le dijo algunas cosas con tono de burla, Manuél alcanzó a darle un golpe en el pecho y los rancheros retrocedieron ante su resolución, el hombre que se burlaba continuó aparentando su buen humor y aún cerca de Manuel le susurró “Mi capitán, mucho cuidado porque lo quieren matar, pero aquí estoy yo, y soy agradecido”.

Pasaron varias jornadas, hasta que por fin se encontraron con el administrador, que entre mofas le recordó su amenaza de matarlo por su falta de respeto para con Teresa.

Ahora con las tornas en contra, Manuel concluyó que seguramente lo iban a matar en un lugar muy apartado y por eso la expedición que ya llevaba varios días. Se resolvió a mostrar todo el temple que le permitían sus fuerzas y esperar la oportunidad de escapar a su destino.

Cuando Martín, el criado de Manuel supo de la desaparición de su amo, sin decir nada a nadie ensilló el caballo más veloz y fuerte, cargó con doble bala sus pistolas y llenó de parque sus cartucheras y como si fuese a emprender la dilatada campaña de Texas se prometió no volver a presentarse ante la niña Teresa sin el capitán ya fuera vivo o muerto.

Con sobresalientes aptitudes detectivescas llegó a la conclusión de que su amo y José fueron lazados y secuestrados sin recibir daño alguno, luego siguió los rastros de la comitiva con tan buen instinto que a la media noche descubrió ‘la lumbrada’ que habían hecho para pasar la noche.

Un aliado inesperado

Al día siguiente y reanudado el viaje, Ojo-de-pájaro, el hombre que se había burlado antes, fué a verlo y le dijo : “Creo que mi capitán me conoce. Perfectamente: tu eres Blas Contreras, aquél soldado tan valiente del batallón de Toluca”.

Entonces Blas le enteró de la situación, de sus viajes y cómo se volvió mozo de cuadras de una señora muy bella llamada Da. Florinda (ya sabemos de ella). Y que a pesar de su buen trato decidió huir robándole un cofrecito lleno de joyas entre las que destacaba un fistol de proporciones nunca vistas (:o).

El administrador, llamado D. Jacinto se acercó y golpeó a Manuel para ‘bajarle los jumos’ después que éste le recriminara su cobarde proceder.

Al fin de cuentas, lo que deseaba era recuperar el control de la hacienda y para ello ofreció al capitán respetar su vida a cambio de que firmase un documento en el que se la cediera (como esposo de Teresa).

Manuel sabía que sin importar si firmaba o no D. Jacinto lo terminaría asesinando así que se negó rotundamente, el administrador le dió un día para que reconsiderara su decisión.

Batalla en el monte

Al anochecer, Blas se comprometió a ayudar al capitán, fraguaron un plan para huir, que ejecutarían cuando todos estuvieran dormidos, matarían a cuantos pudiesen y huirían al monte con los caballos.

Blas desató a Manuel y le dió un sable y dos pistolas, el conservó su tercerola y una maza improvisada de un tronco que había encontrado por una feliz casualidad.

Se acercaron sigilosamente y Blas, con su maza derribó al centinela y sin descansar un segundo empezó a repartir golpes a todos los hombres dormidos a su alcance. Un carbón brincó a la canana de un ranchero haciéndolo explotar (lol) y llenando el campamento de confusión, los salteadores empezaron a repartir tiros y puñaladas a todos lados sin saber realmente qué sucedía.

Manuel se acercó a D. Jacinto pero recibió de él un disparo a quemarropa.

En esto, una voz fuerte y como de trueno se escuchó:

¡Adelante, muchachos! ¡aquí está el tercero de caballería! ¡aquí está Martín! ¡por acá, mi capitán, por acá está el regimiento!.

Martín

Al escuchar esto los rancheros huyeron, unos en sus caballos, otros a pie. Y se dispersaron por las montañas y las barrancas.

Tercerola o carabina corta del siglo XVII, como parte del resumen de el fistol del diablo
Tercerola o carabina corta del siglo XVII

Las aventuras de Arturo (capítulos XXI y XXVIII) [Spoilers]

La escena se mueve a la capital, estaban unos jóvenes en un famoso café frecuentado por lo más granado de la ciudad recordando las aventuras del elegante Arturo, el valiente Manuel y las bellas mujeres dueñas de sus afectos.

La conversación tomó un tono oscuro al recordar la ruina de Arturo y su aprisionamiento en el pronunciamiento sin descontar la pérdida de sus padres.

Los jóvenes dejaron de hablar cuando vieron entrar a un elegante y curtido hombre que daba con el tipo de Arturo pero que tenían duda de que en verdad se tratara de él, resulta que sí, le rogaron que les contara sus aventuras y lances, le preguntaron por el capitán, por Teresa, y él confirmó las noticias que tenían.

La doncella había muerto, no se sabía nada de su amigo que probablemente había sido abatido por algunos bandidos y poco más.

Alianza de calaveras

Allí estaba escuchando un valiente joven, Josesito el empleadillo, que espero a Arturo a la salida del café, conversaron de la ocasión en la que se conocieron, la tertulia de la sin igual Aurora, de sus correrías con Rugiero, de sus relatos y las bellas señoritas que conocieron, Elena, Margarita, Apolonia, Florinda.

Con gran tristeza Arturo recordó sus aspiraciones de aquel entonces que con dinero, padres y prestigio podría incluso haber pedido la mano de la por siempre idolatrada Aurora, y que ahora pobre y sin amigos poco podría ofrecerle.

Josesito le enteró de su reclusión en el convento y de los muchos pretendientes que rechazó, a cambio de investigar más le pidió ayuda en una aventura que deseaba emprender.

Entonces se formó una alianza entre los dos calaveras.

Resulta que el valiente empleadillo no murió víctima del asalto durante su huida con Celestina (véase entrada 3), después de su casi milagrosa recuperación con no pocos cuidados de la misma Celestina, se enteró de que todo fué una manipulación de D. Pedro para lastimar a la muchacha, incluso le menciona que usó el fistol de Rugiero que D. Pedro tenía por aquél entonces después de defraudar al padre de Arturo.

Celestina ahora lo rechazaba, por que lo amaba realmente y no quería que le hicieran daño, pero Josesito se sentía engañado, temeroso y sin fondos.

Entonces le pedía consejo, a Arturo un hombre de mundo y de resolución, después de algunas preguntas y respuestas fraguaron un plan.

El destino de Aurora

Mientras se concretaban los detalles mecánicos del proyecto, nos enteramos de la vida de Aurora en el convento de la Concepción (atentos a esta ubicación para futuros acontecimientos), pacífica y sosegada, aún así sin desterrar de su mente la imagen querida del que amaba con todo su corazón (:o).

Su madre había muerto y D. Pedro persuadió al doctor Martín (el padre severo y anticuado de la entrada 4) de negarle las visitas y las cartas de modo que apenas tenía noticias del exterior, Florinda a cargo de Carmela recibía una pensión de los fondos de Aurora pero D. Pedro se encargó de negar cualquier otra petición de su testamento.

A veces tocaba el órgano en el templo y creyó ver a Arturo una o dos veces, después nos enteramos que el mismo Arturo sospechaba de esto al recordar lo bien que ejecutaba las más variadas piezas al piano de su familia.

Pues que decidido a saber más de ella y asesorado por Josesito fué a ver a Florinda, no sin antes ejecutar su plan.

Vista frontal del convento de la concepción, como parte de el resumen de el fistol del Diablo
Vista frontal del Convento de la Concepción

Victoria contra D. Pedro

Hicieron que Celestina, que de inmediato reconoció a Arturo como su amo pues era la criada de confianza de su madre, quedara de ver a D. Pedro en la casa que le había puesto. Allí el viejo administrador intentó forzar a Celestina a desistir de sus amores con José, pero en el acto aparecieron los jóvenes y Arturo lo obligó mediante la astucia y una sutil amenaza de violencia a firmarle los documentos que exoneraban a los dos amantes de cualquier acción legal.

El viejo se marchó lívido de cólera pensando en su siguiente jugada para vengarse por esa humillación.

Reunión de amigos

Josesito no dejaba de ponerse a las órdenes de Arturo y juraba ser su más leal ayudante, pero este solo deseaba saber más de Aurora.

Ya en casa de Florinda los dos amigos intercambiaron cumplidos y modestos flirteos (haha) aunque la bella viuda lo enteró de que se iba a casar con Luis, un abogado de gran honradez y futuro que siempre estuvo enamorado de ella (véanse las novelas de Rugiero).

Luego le preguntó si de verdad amaba a Aurora, él lo aceptó con vehemencia y aunque tal vez no tuviese oportunidad alguna quería hacer algo por verla, ella le notificó que Aurora lo amaba con igual intensidad si no es que más, le habló de su testamento y de las confidencias que le hizo al respecto, y le recomendó escribir una carta expresando sus sentimientos y que ella se la haría llegar.

Bien Florinda, confesaré a usted todo… amo, sí, y mucho a Aurora y deseo que usted me proporcione un desengaño pronto

Arturo

Arturo le escribió que regresando de sus viajes lo primero que hizo fué informarse de ella, que sabía que estaba enferma y le rogaba no profesar, que ella aún contaba con sus amigos y que lo contara a él entre ellos.

El destino de El fistol del diablo

Después de esto Florinda le preguntó por un cofrecito de joyas que Aurora le había entregado en su testamento, las gemas de su madre y el fistol de Rugiero, Florinda estaba apenada pero sabía que ya había visto las gemas en ocasiones pasadas y quería salir de la duda, el problema es que las habían robado, Arturo la tranquilizó asegurando que haría las gestiones con su prometido, que era amigo íntimo de Bolao para que no les faltara nada.

Algunos días después Arturo y Josesito en entrevista con Rugiero y Luis se enteraron de que D. Pedro movió los asuntos para desalojar a Celestina y mantener incomunicada a Aurora, su madre moribunda había firmado su testamento desheredándola por pérfida y rebelde.

Los jóvenes no sabían qué hacer y Rugiero sugirió que la robaran del convento.

Planearon todo, hicieron escaleras, sobornaron a los serenos, alquilaron carruajes y se hicieron de armas, Arturo logró hacerle llegar un recado para que fuera en la noche al patio y así pudieran sustraerla.

Y de nuevo, lo inesperado

Todo estaba preparado, la noche era lluviosa y Arturo estaba en camino al lugar donde se había citado con Josesito cuando se cruzó con el turco, el perro que lo acompañó en su cautiverio y correrías por los bosques del norte.

El noble animal lo guió hasta Celeste que yacía desmayada bajo el dintel de una puerta, conmovido por su situación le prometió jamás separarse de ella, en eso sonaron las doce y media, hora de su cita con Aurora.

Arturo deseaba correr a por ella pero Celeste se veía tan desvalida que decidió llevarla con Florinda, quien junto a Luis la recibió hospitalariamente pero con gran sorpresa.

Luego regresó al convento para no hallar ni a Josesito, ni a sus criados, solo había un carro con las escalas y el sombrero de su amigo, lo tomó y decidió ir a refugiarse a un Hotel.

El abrazo en Balvanera (capítulos XXIX y XXX) [Spoilers]

Solo encontró un mesón, allí convenció al mesonero de dejarle pasar la noche aunque era muy tarde y no se acostumbraba a hacerlo, de repente un grupo de rancheros armados y de aspecto peligroso tocaron la puerta, el hombre les pidió que se retiraran pues no tenía espacio, pero el capitán le sugirió preguntarle a Arturo si podían compartirlo, este accedió y cuando todos estaban dirigiéndose a sus catres jaló al hombre a su habitación, ¡era Manuel en persona!.

Después de un efusivo abrazo Arturo le relató las aventuras de su amada, que en realidad no murió (yeiiiiii), cuando estaba próxima a fallecer, una vieja indígena le dió unas pócimas que la salvaron, Arturo se encargó de regar el rumor de que había sucumbido a la enfermedad pues así D. Pedro no la seguiría incordiando, la alojó en una quinta que estaba por el rumbo de San Jacinto y le prometió llevarlo tan pronto amaneciera.

Al día siguiente Teresa y el capitán por fin se reencontraron, se relataron sus peripecias y se fundieron en un casto abrazo (ayñ, bueno tal vez el orden no fue exactamente así lol).

Sobre la sociedad mexicana [Comentario]

No sé ustedes pero la lectura de las confesiones de amor de Aurora y Arturo me dejaron todo cursi, en ese sentido el autor supo introducir muy bien el conflicto, porque aunque cursi y predecible no deja de sacarte un ‘Ayñ’ saber la desventura de ese par. Y no olvidemos a la romántica Teresa que desde sus cartas desde la Habana mostró una ternura inusitada (véase entrada 2).

D. Pedro sigue siendo uno de los antagonistas más antipáticos con los que me he topado. Es un viejito que aún se siente joven y se cree galán. Es bastante adinerado aún por sus propios medios pero no deja de codiciar más y más fortunas, en este sentido podría ser que el autor quería representar a un sector de la aristocracia mexicana más anticuado y mezquino.

Si pensamos en esa posibilidad, Arturo, Manuel, Teresa y Aurora serían la otra cara de la moneda, una clase alta devota, educada, respetuosa y caritativa para con los más desafortunados.

Lo mismo pasa con ese grupo con menos poder económico, vemos lo terribles que pueden ser los leperos como Culebrita (el líder de la banda que asaltó a D. Pedro, véase entrada 3) y al mismo tiempo la nobleza de Blas y Martín o la honradez de Celeste y Mariana.

Todos estos factores tendrán grandes implicaciones en el resto de la obra, pero oye, ¿Crees que estos mismos principios son aplicables a los tiempos actuales?.

La próxima entrada será publicada el ocho de mayo :).

El fistol del diablo – Historia de una piedra preciosa

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

En la entrevista que tuvieron Arturo, Manuel y Rugiero, y que por poco termina en tragedia, Rugiero decide relatar la historia del fistol y cómo es que desde épocas remotas había sido causante de inumerables desdichas a sus portadores.

La historia del fistol

Hace cientos de años un hombre de Abisinia estaba vagando cerca de unas pirámides en Egipto, entonces encontró entre la arena un enorme diamante y se lo llevó, un turco lo vió, lo siguió, lo mató y le robó el diamante, luego se dirigió a Bagdad donde gobernaba el poderoso Harún Al-Rashid (jueguen Civilization niñas y niños), y allí le vendió la gema.

El turco le había prometido darle la mitad del dinero al Cadí de la ciudad (una especie de juez civil/religioso), pero no lo hizo y este, informado por el califa en persona se convenció de la mala fe del turco, entonces movió sus influencias y logró que el Visir lo condenara a ser golpeado, perder el dinero y ser exiliado de la ciudad, al anochecer, mientras estaba afuera, unos chacales se lo comieron.

El califa mandó engastar el diamante en un turbante, y así de excéntrico como era (no olviden las mil y una noches), se fué a los arrabales a buscar diversión, encontró a unas mujeres hermosas y en el fragor de la conquista entraron unos hombres y le quitaron sus pertenencias, después lo sacaron y amenazaron con matarlo si no se iba.

A la mañana siguiente le dijo al visir que se encargara del asunto, a los cuatro días los hombres estaban empalados con las celosías de la casa en la que le robaron al califa y las mujeres fueron esclavizadas, el diamante se perdió en la trifulca.

Algún tiempo después lo encontró un filósofo griego llamado Euphatos, desconfiando del nuevo califa lo escondió y se lo llevó a Constantinopla, donde lo llamaban sus estudios.

En el camino cayó prisionero de una avanzada bizantina que lo llevó ante el emperador Nicéforo que en esos tiempos estaba de campaña contra los búlgaros, lleno de temor y bajo la acusación de ser un espía, el filósofo le ofreció el diamante con tal de salvar la vida, el emperador, conquistado por la gema, estaba dispuesto a darle grandes riquezas a cambio, pero este le solicitó únicamente su libertad.

Nicéforo engastó el diamante en una espada y Euphatos fué a ver a Crunno rey de los búlgaros, le dió toda la información necesaria para tenderle una emboscada, Crunno venció a Nicéforo y al final engastó en plata el cráneo del emperador para usarlo como copa.

Euphatos se retiró a una casita del campo con los regalos del rey y no se supo más de él.

Durante el asalto al campamento del emperador, un maniqueo robó la espada, le quitó el diamante y la mostró a la camarilla de Nicéforo, los ocho hombres que la componían codiciaron el diamante pero fingiendo respetar el recuerdo del emperador estuvieron de acuerdo en entregársela en una cajita a un joyero armenio diciéndole que eran las muelas de Nicéforo que lograron rescatar del platero de Crunno.

Pues que todos se querían matar para quedarse con la joya, el armenio y el maniqueo conspiraron para poner veneno en el vino de un banquete que prepararon, pero cuando el joyero se distrajo el maniqueo envenenó su copa y previamente el armenio había hecho lo mismo.

Los dos escaparon de la fiesta pues el vino haría efecto algunas horas después. Estaban en un lugar remoto esperando cada uno a que su compañero muriese cuando se dieron cuenta de sus respectivas traiciones, empezaron a luchar y murieron abrazados como los mejores amigos.

Atraídos por el olor de la sangre los animales feroces se comieron los restos de los hombres, la bestia que se comió una costilla del armenio también engulló el diamante y por acción del veneno fué a morir en su guarida.

Muchos años después un pastor que buscaba a dos ovejas perdidas entró en la cueva y halló el diamante, mirándolo con desprecio se decía a sí mismo que aunque probablemente valiese una fortuna hubiera preferido encontrar a sus ovejas, escuchó un balido y también las halló.

Ya en su casa le regaló la joya a su hija, una bella muchacha llamada Teodora (¿por qué siempre tienen que ser bellas?).

Ella respondió: ‘Creo que vale mucho, pero valen más nuestros corderitos’

‘Eres digna hija de tu padre, con el valor de esta gema podrías ser muy rica pero quizá no serías tan feliz, la inocencia y la paz de una vida retirada valen más que todos los tesoros del mundo’.

En esos tiempos reinaba en esas tierras Andrónico I que aún en su vejez no dejaba en paz a las mujeres y no le importaba si eran casadas, vírgenes, adultas o niñas, un día encontró a Teodora y la llevó a su palacio a pesar de sus ruegos.

Cuando el padre regresó, cayó sin sentido luego de enterarse que el emperador la había raptado. Ya repuesto de la tristeza inicial empezó a maquinar el medio por el cual librar a su hija del cautiverio, vendió sus posesiones y se mudó a Constantinopla, un año pasó y ya era líder de una conspiración que estaba infiltrada hasta el palacio real, aunque un hombre llamado ‘Isaac el Ángel’ era el jefe de cara al pueblo.

Teodora había logrado imponer cierto respeto en los ánimos del monarca de manera que no le hizo nada malo y, despreciando la gema se la entregó fácilmente.

El primer día en que el emperador se puso el anillo en el que había engastado el diamante la rebelión estalló y fué apresado y algunos días después, el 15 de septiembre de 1185 fué ejecutado.

Entonces Rugiero suspendió su relato para dejar descansar a sus oyentes, pero éstos, hipnotizados por la historia del diamante, se veían acompañando al fastuoso sultán, al fiero rey de los Búlgaros y a la ejecución de Andrónico y no querían dejar de escuchar la historia del fistol.

Entonces sucedió el lance mencionado en la entrada anterior y vuelven a amigarse, para esos momentos llegó el teniente Valentín, amigo de Manuel y aligeró aún más los ánimos, Rugiero suspende su historia y en cambio les revela la identidad del diablo.

La filosofía del diablo

Rugiero empieza a hablar de los clásicos latinos, de los emperadores romanos que eran los primeros en afilar el puñal y preparar el veneno.

Ya fuera para el amigo, para el hermano, para la madre misma, y que después de ser derrocados y de llenar la tierra de sangre eran deificados en un templo para que la población que asolaron los adorase.

Pues, amigos míos, el diablo está en todas partes, tiene diferentes formas, […] y los pueblos, sin haber jamás ni aún pensado en el enemigo, sufren las más grandes vejaciones. y a veces los más acerbos martirios [por él].

Rugiero

Rugiero dice que aunque en apariencia es un comerciante italiano que compra, vende, que se arroja al peligro y que fuma buenos puros, su vida en realidad es muy distinta de lo que parece.

Una vida de muchos siglos en la que ha personificado a cuantos caracteres notables se han desarrollado en la gran tragedia humana.

El fué Caín, Calígula, Cómodo, Heliogábalo y un largo etcétera.

Se divirtió quemando cristianos, también quemando paganos, en el norte fué Alarico, Atila, Enrique VIII, mientras que en el sur fué amigo de los papas, también su enemigo, lo mismo que de Lutero, fué Felipe II de España, y en resumen, se declaraba ser el mismo Mefistófeles.

Arturo intentó replicar con algunas divertidas alusiones a lo dura que era su crítica a la humanidad, siempre funesta hasta para su propia existencia.

A lo que Rugiero respondió con las palabras: “¿Qué podía ni qué puedo hacer, cuando en todos los pueblos, bandadas de gentes se precipitan al mal?”

Todos sus oyentes ya sin ánimos de responder cavilaban tristes reflexiones causadas por la amarga filosofía del diablo.

Rugiero concluyó entonces su discurso diciendo:

“Conque, amigos míos, os he contado todo lo que queríais saber; y en lo de adelante, si no sabéis quién soy, si no me conocéis cuando os he abierto mi corazón y contado mi larga vida, culpa será vuestra y no mía … pronto nos veremos en México, donde en breve pasarán escenas de grande interés”.

El fistol del diablo – diario de lectura (parte 4)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la cuarta entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

Es fascinante que cuando Payno escribió el libro, lo hacía en entregas publicadas en periódicos.

Uno se pone a pensar en que tiene sentido, pues desde el siglo pasado ha sido un método asequible para propagar información.

Y viéndolo así el periódico es el ancestro espiritual del Blog. Gente escribía sus opiniones, daba noticias, publicaba libros o cuentos y así por el estilo.

Lo menciono porque me acabo de enterar de que la intervención estadounidense de 1846 (ya sabes, lo de Texas y la pérdida de la mitad del territorio nacional) interrumpió las entregas de la novela.

Es decir que desde ya, sabemos que la obra está inconclusa :c. Pero como muchos sabios dicen: ‘Lo que importa es el viaje, no el destino’.

Así que cual Sísifo y su piedra (por lo fútil de reseñar algo que no está completo), seguiremos con el resumen y discusión de la segunda parte del fistol del diablo.

Las tribulaciones de Teresa (capítulos I a VIII y capítulo XVIII) [spoilers]

En la entrada anterior dejamos a nuestros héroes camino a Tampico. Cuando llegan se encuentran a Mariana (la lavandera que ayudaba a Teresa y Manuel para que se vieran), también encuentra a algunos mandos del ejército que son muy amigos del capitán, como el capitán Valentín.

Conversan y la pasan muy bien, en la tarde van a una fiesta y Arturo como siempre empieza a buscar una chica de la que enamorarse (literal hasta consideró ligarse a Mariana XD), y en media tertulia (y como estaban en la costa) alcanzan a divisar una goleta a punto de naufragar, como jóvenes valientes que son, y un poco persuadidos por las visiones del espejo en Jaumabe, deciden ir a auxiliar en el naufragio.

Dos goletas navegando

En una barca los tres amigos acompañados de otros jóvenes se lanzan al huracán que hundía la goleta. Cuando estaba a una corta distancia alcanzaron a ver a una doncella que se arrojaba al mar, Manuel se desmayó de la impresión pues estaba convencido de que era Teresa mientras Arturo no se podía mover, entonces Rugiero (invitado de la fiesta) se lanzó a la mar para rescatarla mientras los otros hombres de la barca ayudaban a los marinos que a duras penas escapaban del naufragio.

El perro del padre (no se confunda con el Turco de Arturo, mismo que le regaló a Celeste) se lanzó al auxilio de la doncella pues desde la perspectiva de Arturo parecía que Rugiero quería llevarla al fondo del mar.

Algunas horas después con todos en tierra menos Rugiero, Arturo corrió a ver a la chica que era Teresa en persona, el perro del padre Anastasio logró salvarla y ahora todos estaban a salvo en la isla de Lobos.

Cuando estaban repuestos del susto, y de los embates del mar, por fin se dió la reunión de los amantes, entonces el famoso Juan Bolao explica parte de sus aventuras: D. Pedro le asignó llevar a Teresa de Cuba a España, en el viaje a la Habana conoció a Manuel, una vez hallada Teresa le comunicó la resolución de su tutor, ella le rogó y convenció de ayudarle a escapar de tan perversos designios, después de algunas diligencias se embarcaron a la ciudad, momento en el que por poco mueren.

En Tampico, mientras Mariana cuidaba de Teresa, Manuel y sus amigos del ejército, Juan Bolao, el padre Anastasio y Arturo, concuerdan en que Rugiero es una fuerza del mal, que siempre causa incomodidad y pavor, además de que sus acciones muchas veces son para perjuicio de ellos, deciden cortar cualquier relación con él, aunque Arturo aún tiene pendiente con él el asunto del fistol.

La primera vez que le vea, le pondré mal modo, le diré algunas palabras, le provocaré, en fin, tendremos un duelo, y de esto resultará que, o seremos amigos francos y buenos, o..

Manuel

Después, ya en privado Manuel y Arturo siguen conversando del tema cuando llega Rugiero.

Accede a que Arturo le pague el fistol, pero antes decide contarles su historia, por ser ésta una pieza clave en la novela y una historia interesante por propio mérito decidí pasarla a la entrada ‘Historia de una piedra preciosa’ (que será publicada en pocas semanas).

Después de que interrumpe su fascinante historia y tienen una breve conversación, Manuel se decide y después de un intercambio de palabras serias, le apunta con una pistola a la cabeza, los reflejos y fuerza de Rugiero evitan una tragedia y con temple logra calmar los ánimos.

Capitán, venga esa mano y seamos amigos, vos sois un hombre valiente, habéis triunfado de vuestro sistema nervioso […], os juro que nadie en el mundo jamás se había atrevido a mirarme [como vos]

Rugiero

Resuelto el asunto y despedido Rugiero, la improvisada familia se dirige a una de las haciendas de Teresa para que se case con Manuel. El capataz, hombre de confianza de D.Pedro los recibe con nulo respeto, pero cuando se da cuenta de que la que llegó es la ‘amita’ no tiene de otra más que someterse, Teresa lo despide por sus malos manejos pues se las daba de patrón sobre los trabajadores, el hombre no se lo toma a bien y promete vengarse.

Algunos días después ya estaba todo listo para la boda y Teresa no cabía en sí de felicidad, entonces Manuel recibe una carta del comandante militar del estado que lo cita por algún delito, sabiendo que era un malentendido fácilmente explicable decide ir para llegar antes de que se note su ausencia, se lleva a un trabajador de confianza como acompañante, y no se les vuelve a ver.

Todos se cansan de buscarlo y Teresa, enamorada y de salud frágil cae en cama y muere :c (¡Teresaaaaaa!).

Las tribulaciones de Aurora (capítulos IX a XII) [spoilers]

Mientras tanto, en la capital, Aurora es víctima de los remordimientos debido a sus aventuras con D.Francisco (véase la entrada tres). 

D. Pedro se enteró de dichas aventuras y fué a ‘advertirle’ para cuidar su reputación, incluso se ofreció a casarse con ella como un favor a su honra, Aurora toma a broma esa invitación (literal se ríe en su cara XD) pero al ver que el hombre hablaba en serio, es decir que la estaba chantajeando se llena de ira y le grita que prefiere morir antes que ser la esposa de un viejo tan horrible y despreciable como él, le dice que le va a contar a su madre de sus tratos con D.Francisco y que se vaya muy lejos.

D. Pedro obedece pero se encarga de que de manera sutil, un padre estricto y anticuado convenza a su madre de enviarla al convento, decide que si no puede casarse con Aurora al menos se quedará con su dinero.

Aurora le confiesa sus faltas a su madre  y riñen fuertemente, decide irse de su casa sin saber realmente a donde ir, opta por visitar a su amiga Florinda (véase la entrada 2) y buscar refugio con ella.

Las cosas se mueven de manera tal que Aurora decide escribir su testamento, pidiéndole perdón a su madre y dejando órdenes para que Florinda y Carmela (la niña superviviente del sol mexicano) tengan lo suficiente, pues su esposo el famoso Argentón murió dejándola en la pobreza (la historia de Argentón se relata en las novelas de Rugiero), le pide que la cuide como a su hija y le deja el resto de su fortuna a Arturo, de quien siempre estuvo enamorada.

Entonces se recluye en un convento con intención de no salir jamás.

Las tribulaciones de Celeste (capítulos XIII a XVII) [spoilers]

Celeste llegó con bien a la capital y con las credenciales (y fondos) del padre Anastasio, y el auxilio de la familia de la señora que la acompañó desde Jaumabe establecieron una dulcería que generaba notables ganancias, un día Doña Venturita, una de las vecinas que la acusaron de robar el fistol de Rugiero se la encontró y poniendo bajo amenaza a Celeste de divulgar su pasado se vuelve su inquilina, corrompe a las otrora sumisas y trabajadoras sobrinas de la señora y convierte la dulcería en una suerte de antro de vicio.

Una noche Celeste se da cuenta de que unas personas intentan entrar en su recámara, presa del pánico y sospechando que le van a hacer cosas muy malas considera saltar de la ventana, entonces cesan los intentos por entrar y al alba decide huir con lo que llevaba puesto y el turco (el perro de Arturo).

Celeste la vuelve a pasar mal, renta un cuarto, vende cuanto puede, y cuando se queda sin dinero sale a vagar por la ciudad.

Después de algún tiempo, presa del hambre y la fatiga se queda dormida a la puerta de la casa/tienda/taller de una modista de París, que no es modista ni es de París (lol) aunque sí de un pueblito de Francia.

Celeste la logra convencer de que le dé asilo a cambio de sus servicios como costurera, se vuelven amigas y la pasan bien por algún tiempo.

Un día, después de hacer algunas diligencias, se vuelve a cruzar con Da. Venturita que la intenta extorsionar otra vez, entonces su amiga de la prisión que de ‘casualidad’ estaba por ahí la auxilia y se terminan liando a golpes, Celeste huye entre la confusión de la batalla para darse cuenta de que perdió el dinero que había cobrado.

Entonces un caballero muy elegante vestido de negro y con un ópalo rojo que brillaba como un carbón, le entrega el envoltorio perdido y se ofrece a acompañarla a la tienda de la francesa (este señor sabe muchas cosas de Celeste), una vez allí se declara su más fiel admirador y promete regresar.

Y así se la pasa varios días, la modista está muy celosa de que el caballero ama a Celeste y no a ella y la despide en malos términos.

Celeste sin más remedio vuelve a vagar por las calles acompañada de el turco dispuesta a nunca aceptar la oferta del adinerado caballero de ir a vivir con él.

De nuevo el hambre, la fatiga y los elementos la empiezan a vencer.

Los giros del destino [comentario]

A veces se siente demasiado forzado que todos se conozcan o tengan alguna relación lol, aunque no deja de ser agradable que todos sean amigos (o enemigos).

Sobre la dirección que sigue la trama, se siente una tendencia a complicar demasiado las cosas, en teoría, cada obstáculo que se pone entre el personaje y lo que desea es un constructor de expectación, cada nuevo obstáculo debe ser mayor que el anterior para generar algo parecido a una curva ascendente que culmine en el clímax.

En el fistol del diablo parece que hay varias curvas de clímax (véanse los miniclimax de la entrada tres), y no sé cuándo va a llegar el mayor de ellos o si lo hemos alcanzado, aunque la muerte de Teresa me parece de lo más inesperado y triste siendo posiblemente el peor suceso en la historia (:c).

También es cierto que después del clímax las cosas tienden a resolverse de manera más rápida.

Vale la pena mencionar que un final demasiado apresurado puede matar una buena historia.

De nuevo, la época y los demás factores del contexto justifican un poco estas decisiones.

El fistol del diablo – Diario de lectura (Parte 3)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la tercera entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

De la narrativa fantástica

Hay toda una teoría detrás de lo fantástico en la literatura, existen muchas derivaciones de lo fantástico dependientes de los sucesos, del cómo son percibidos por los personajes y de la forma en que se presentan al lector.

Oscar Hahn en su antología ‘El cuento fantástico hispanoamericano’ menciona dos de esas teorías, en esta entrada trataremos la primera.

En 1970 Tzvetan Todorov publicó ‘Introduction à la littérature fantastique’, postulando que la literatura fantástica es un género con reglas que es posible determinar de manera mas o menos estricta.

Define que toda obra narrativa se puede analizar considerando tres aspectos:

  • Verbal: La enunciación y el enunciado (las palabras y su significado léxico)
  • Sintáctico: Relación entre las unidades narrativas (las estructuras narrativas y gramaticales)
  • Semántico: Donde se evidencian los temas (El significado pleno de las palabras que leemos, la sutileza del lenguaje, un oxímoron, una alegoría, una hipérbole)

Lo fantástico debe estar presente en cada uno de esos aspectos para que la obra sea considerada como tal. (Está muy curioso que un compilador analiza esos mismos aspectos para convertir código en software usable por humanos)

Cuando el lector, el narrador y los personajes son enfrentados a los hechos insólitos y son incapaces de discernir si efectivamente se trata de una ruptura de las leyes del mundo (físicas o de alguna otra índole más ‘espiritual’) o de un fenómeno explicable por la razón, entonces hablamos de una narración fantástica. Dependiendo de cómo reaccionen los personajes al suceso puede hallarse en uno u otro subgénero.

  • Si se acepta como un hecho contranatural es un relato ‘maravilloso’
  • Si se explica racionalmente es un relato ‘extraño’
  • Si se vacila entre las dos posibilidades anteriores es un relato ‘fantástico’

Al mismo tiempo el mundo en el que se construye la narración debe ser presentado como real y cotidiano, no puede ser ni poético ni alegórico.

El fistol del diablo es un caso interesante, el mundo en efecto es bastante cotidiano, los personajes se llenan de pavor e intriga ante los hechos insólitos que prescencian, no encuentran explicación racional alguna a los sucesos, aunque la buscan, a veces justifican lo que ven por la excitación del momento, por la fatiga y por las sugestiones psicológicas pero siempre queda la duda, luego entonces, se trata de una novela de costumbres ‘fantástica’.

En r/writing (usen reddit niñas y niños) un desconocido de internet escribió: «Toda trama ha sido mas o menos concebida; el héroe traicionado, la heroína de la que abusaron sexualmente, el triángulo amoroso».

Y tiene sentido, así surgen los clichés, la chica incomprendida, el niño elegido, los amantes que deberían ser enemigos, cada historia que se nos pueda ocurrir ya ha sido explorada full de veces. Y no tiene nada de malo, una trama se vuelve cliché por que funciona.

Pero el universo en el que la pones, el punto de vista del narrador, los diálogos, eso es lo que la vuelve única. La humanidad que enfrenta una amenaza antigua es una trama presente en ‘Canción de hielo y fuego’ y ‘El señor de los anillos’ pero sus ejecuciones son totalmente distintas, jamás confundiremos una espada de acero valiryio con Elendil ni compararemos a Aragorn hijo de Arathorn con Juanito Nieve.

Todo esto para resaltar que El fistol del diablo tiene mucho de esto, Arturo y Manuel me recuerdan al traicionado Edmundo Dantés, al caballeroso Mr. Darcy, y al apasionado Durán, entonces llega el momento en que sospechas que va a pasar, a veces sucede, a veces no. Lo que tiene esta historia que no tienen otras es el componente ‘maravilloso’ (la ejecución), la descripción de los Méxicos en el s. XIX (el universo), la fuerza de sus diálogos y otro montón de cosas que seguramente se me escapan.

Las obras que se escriben en estos momentos toman mucho de sus antecesoras (véase el ejemplo de dos párrafos atrás).

El realismo mágico, posiblemente el género por el que los escritores latinoamericanos son más conocidos sin duda fue influido por las narraciones del periodo de Payno, incluida naturalmente ‘El fistol del diablo’, es como diría Isaac Newton en su carta a Robert Hook «Si he logrado ver más lejos, ha sido porque he subido a hombros de gigantes».

Literal estamos viendo los antecedentes de la literatura actual, tantas palabras para decir tan poco lol.

Tormento (capítulos XXXVII a XLIX)

En la entrada anterior dejamos a nuestros héroes prisioneros, Arturo en Santiago Tlatelolco y a su madre muriendo mientras Manuel fué alojado en el castillo de Acapulco. Algunos meses pasaron y un golpe de estado mejor organizado logró desbancar al gobierno y algunos de sus propiciadores recordaron su caso, ahora considerado héroe, Arturo es liberado e incluso le es ofrecida una plaza en el nuevo gobierno a lo que él se niega, pidiendo en cambio licencia para ir a liberar a su amigo.

Carcel militar de Santiago Tlatelolco.

Rugiero había ido a visitar a Arturo un par de veces y le regaló un bello perro cazador que le hizo compañía en su cautiverio, después de liberar a Manuel marcharon a la sierra y de allí partieron a Tampico, con objeto de ir a La Habana por Teresa, en el camino quedaba un pintoresco pueblecito llamado Jaumabe, con una tienda, una parroquia y algunas casas.

Grande fué la sorpresa de Arturo al encontrarse a Celeste en la parroquia de Jaumabe en la que se decía que su hermano era el cura, cuando llega el buen padre Anastasio de buen grado les da alojamiento y mientras están en sus habitaciones Arturo y Manuel conversan de lo insólito de su aventura cuando un hombre como salido de los infiernos se arroja por una ventana al interior de su pieza, ¡Rugiero en persona!, conversan un poco y entonces les hace ver unas terribles visiones en un espejo de cuerpo completo, Manuel es testigo de un naufragio en el que está convencido vió a la romántica Teresa mientras Arturo ve a la bella Aurora llorando mientras le firma unos documentos al detestable D. Pedro.

Al día siguiente despiertan aturdidos y sin Rugiero. Desayunan absortos en sus reflexiones y después de que Celeste se retira, los caballeros empiezan a confesarse lo que los apesadumbra. Arturo está de mal humor por que Celeste lo mandó al gorro (aunque lo ama profundamente), Manuel desea apresurar su expedición a La Habana y el padre confiesa amar a Celeste y estar muy atribulado por que nunca estarán juntos, cobran ánimo y deciden ir todos a Tampico mientras mandan a Celeste a la capital para después enviarla a un convento o por el estilo, el padre Anastasio está decidido a no volver a verla.

Los tres por distintos caminos hemos corrido tras la felicidad, y sólo hemos encontrado la desgracia

Arturo

Entonces se despiden y Celeste toda triste le pide a Arturo que le regale al perro de Rugiero, él accede y cada quién se va por su camino, es de importancia mencionar que a la llegada de los ‘jóvenes calavera’ a Jaumabe un tendero filósofo les dió alojamiento, es descrito con cierto desdén debido a que sus lecturas de Voltaire y sus amigos lo hicieron rechazar ‘la fe’ y demás.

Pues que ese señor le quería hacer cosas malas a Celeste y cuando se enteró de que se iría de Jaumabe sin la compañía de ningún hombre, vendió toda su tienda y contrató a unos maleantes para que lo escoltaran mientras iba a por ella.

Llevaban algunas jornadas cuando la alcanzó y le propuso acompañarla, cuando fué rechazado se puso violento e incluso pensó en llevársela a la fuerza, posiblemente eso hubiera hecho de no ser por el perro de Arturo que lo atacó con pericia y le infligió algunas heridas leves pero aparatosas, el tendero huyó planeando volver esta vez armado para cumplir sus propósitos. Entonces los hombres que había contratado por que les cayó mal por ‘hereje’ le dieron unos golpes y le robaron su dinero amenazándolo de muerte si lo volvían a ver en esas tierras.

Y nos movemos a la Ciudad de México, a ver qué tal le va a D. Pedro, resulta que se hizo amante de una chica llamada Celestina, que lo dominaba y al que le exigía mil caprichos, un día pelean y lo manda al gorro corriéndolo de la casa que le había comprado, D. Pedro va algunos días después a exigir que se retire y es recibido por un teniente de lanceros de trato tosco y poco educado que es el nuevo amante de Celestina, a esas alturas el «empleadillo» de la tertulia de Aurora llamado ‘Josesito’ es informado por D. Pedro de la chica y lo anima a cortejarla a manera de venganza contra el teniente y después le hará romperle el corazón. Los cortejos funcionan y una noche ambos se confiesan sus pasados y motivos y aún así están realmente enamorados, deciden fugarse, están en eso cuando unos salteadores sospecho dirigidos por el teniente de lanceros, los amagan y aunque Josesito lucha con bravura y da unos buenos cortes es herido y muere en su casa rodeado de su familia.

D. Pedro se apesadumbra un poco por su papel en las aventuras de Josesito pero rápidamente lo supera, ya está haciendo planes para su próxima conquista (la bella Aurora) mientras lleva el fistol de Rugiero a la iglesia, cuando unos jóvenes conocidos de Arturo y Manuel reflexionan sobre sus fechorías con Teresa y quién sabe que otras cosas, un joven lépero les dice que les puede conseguir un fistol como ese en un precio realmente asequible con un guiño a lo que el joven corresponde realmente complacido. El lépero lleva el proyecto a sus amigos y éstos hacen un trabajo de inteligencia que el mismo escuadrón volante de Catalina admiraría.

Ejecutan su plan con mucha habilidad, irrumpen en la casa de D. Pedro y le roban todo lo que pueden, incluido el cofre de Arturo, con un añadido cómico, lo hacen bailar algo llamado ‘El jorobante’ que según una nota de la edición es un baile extremadamente vulgar y de baja categoría, luego le propinan algunos golpes.

Entonces los maleantes se van a festejar a un establecimiento llamado ‘El sol mexicano’ que casualmente es administrado por el tendero filósofo de Jaumabe que se había vuelto amante de la dueña de la tienda, ahora cuidaba de ella y de sus dos hijas, entre las copas y el ambiente los pícaros le venden al tendero las joyas de Arturo para poder financiar sus diversiones, luego se caldean los ánimos por el reparto del botín y todo se resuelve en un duelo a cuchillos, el tendero es amenazado para que guarde silencio y después de enterrar clandestinamente al malhechor que perdió el duelo se van, prometiendo vigilarlo y hacerle cosas malas a su familia si se le ocurría huir o delatarlos.

No hizo mucha falta ninguna replesalia contra el tendero pues algunos días después la tienda/posada/casa se quemó hasta los cimientos muriendo todos sus moradores con excepción de una de las hijas de la posadera llamada Carmelita.

Paralelamente se describe un poco de la vida de las dos pordioseras que se instalaron en la que era casa de Celeste, un día una de ellas se encuentra a la niña que sobrevivió al incendio y la lleva a su casa a pesar de las protestas de su compañera, la niña le cuenta de las joyas y empieza a buscar el tesoro en las ruinas de la posada, de vez en cuando iba a ver a Aurora, así que le contó de su proyecto, Aurora fue condescendiente aunque no la tomaba en serio, pero le llamó la atención saber de la niña, le pide que se la lleve a la brevedad, mientras tanto logra encontrar el fistol de Rugiero (ufff) y como le había prometido darle la primera joya que encontrase aún con sus reservas se la planea entregar, la noche de ese día se da un atracón con su compañera y fallece mientras intentaba dejarle las joyas y la niña a Aurora por medio de un mensajero, después de algunas peripecias la pordiosera logra su cometido y muere.

Mas o menos al mismo tiempo que D. Pedro empezó a acariciar la idea de casarse con Aurora, se nos explica un poco de la vida de la chica; una muchacha muy bella y muy rica que todo lo que deseaba obtenía. Inocente y cándida, generosa con los pobres y tan religiosa como se esperaba de una chica de sociedad en aquél entonces, a pesar de los muchos pretendientes que tenía no sentía ni la más mínima atracción por ninguno, todos le parecían interesados, en su belleza o su fortuna, daba igual, nadie se preocupaba por lo que ella sintiera, el único hombre que alguna vez llamó su atención, el único que alguna vez la sacó de sus casillas fue Arturo, cuando lo dejó de ver y se enteró de que su padre había ido a la quiebra se preocupó genuinamente, pero el orgullo le impidió informarse con exactitud y se tuvo que atener a los rumores (de ellos hablaremos después), ya triste por que su crush no aparecía ni en la alameda, ni en el paseo ni en el teatro se empezó a sentir fastidiada de todo, hasta que un tal D. Francisco le hizo llegar una carta, en ella se declaraba admirador suyo sin esperanza alguna y le advertía que una amenaza se cernía sobre ella y solo por ello se atrevía a escribirle.

D. Francisco (haha, así le digo a un amigo lector) era un joven de gran tono, que en su porte algo recordaba al elegante Arturo, precisamente por eso llamó la atención de Aurora, después de varias cartas e intercesiones hechas por el ama de llaves de su casa que era la madrina del man logró una entrevista en el balcón de Aurora, entonces en la noche con la escalera de un sereno que era su amigo y cómplice (un sereno era un guardia nocturno/farolero) subió y mantuvo una conversación advirtiéndole de D. Pedro y sus planes de o casarse con ella o mandarla al convento (cosa de hecho cierta).

Y así se iniciaron las redadas nocturnas de D. Francisco que poco a poco fue ganándose la confianza de Aurora, un día por fin la abraza y la intenta convencer de ‘ya sabes qué’ cuando la chica recapacita y le pide que se vaya, D. Francisco insiste ahora con más efusividad pero ella se sigue negando, la cosa no pinta bien hasta que Carmelita, que había sido adoptada por Aurora y dormía en una pieza contigua pero de rápido acceso a sus aposentos, le preguntó si todo estaba bien, D. Francisco emprende la huida y cae del balcón, entonces un escuadrón de serenos entre los que no estaba su amigo lo aprehenden y llevan a prisión.

Sereno de Madrid

En prisión después de un buen rato de protestas puede conversar con su amigo el gobernador, que iba pasando camino a atender un asunto de estado y éste a cambio de ayudarlo a salir de su predicamento le pide santo y seña de las aventuras que lo llevaron a esa situación, D. Francisco confiesa sus episodios con Aurora y logra salir de prisión, el gobernador algunos días después conversa con D. Pedro y entre chanza y chanza le habla de la falta de recato de Aurora, D. Pedro aprovecha esta oportunidad y va a ver a D. Francisco, después de un agrio intercambio de palabras el elegante farol D. Francisco es sobornado para dejar el país, el hombre vendió sus amores por un plato de lentejas y D. Pedro ahora tiene un medio para obligar a Aurora a hacer lo que quiera.

Reflexiones sobre el conflicto

En la gestación de una historia el conflicto es vital, un obstáculo entre el personaje y lo que desea permite a la historia atrapar el interés del lector, conforme avanza la trama debe haber conflictos constantes y cada vez más intensos, Rugiero es el artífice de la mayoría de los que aparecen en el libro, el men está en todos lados en el momento justo para «ayudar», empiezo a dudar un poco de la mucha casualidad que se necesita para encontrárselo en todos lados, ¿Payno lo escribió así para que pensemos que en efecto es el diablo?.

Celeste es otro personaje que representa el conflicto, Arturo la quiere pero no más que a cualquier muchacha bonita que se le atraviese, el padre Anastasio por otro lado parece en serio sufrir por su situación, Payno expresa un poco sus ideas al respecto diciendo sutilmente ‘No sé por qué la iglesia tiene estas reglas arcaicas que hacen mas mal que bien’ (es su opinión, no te alborotes XD), y ella bueno, no estoy muy seguro de qué desea, quiere a Arturo pero en plan ‘de lejitos’, lo rechaza cuando le habla de amores argumentando su baja cuna y demás, y está realmente agradecida al padre por su gran ayuda, tal vez desearía estar con él pues sabe que estará segura bajo su cuidado y además lo tendrá friendzoneado para siempre.

Dato random es que cada una de las secciones delimitadas por las entradas 1 a 3 representa un conflicto mayor en la obra. Podrían ser llamados ‘Mini clímax’ por derecho propio:

  1. El lance la noche en que Teresa estuvo a punto de morir y en la que Arturo casi mata a Manuel para después huir a Veracruz y luego a las Europas.
  2. El golpe de estado fallido y la traición a la familia de Arturo y su encarcelamiento junto con Manuel.
  3. Los amores de Aurora con D. Francisco que posiblemente serán su ruina (este se siente abrupto pero lo definí así por que allí termina el primer volumen).

Caso especial el tormento de Celeste y la muerte de su padre por que no tiene efecto alguno en la trama principal de la primer sección, aunque propiciado por el encuentro con el padre Anastasio cobra mayor relevancia en forma de la decisión de los héroes de apresurarse en ir a Tampico.

El fistol hizo su efecto en D. Pedro y en los maleantes que se lo robaron, también le pasó factura al tendero que lo tuvo en su poder una noche y ahora lo tiene Aurora, considerando las visiones del espejo de Rugiero le va a ir bastante mal, los episodios con D. Francisco ya la empezaron a atribular.

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Después de mas o menos 600 páginas llegamos al final de la primera parte, un viaje divertido y educador, en el que D. Manuel Payno nos platica desde los atuendos de la época hasta cuestiones filosóficas y religiosas pasando por las armas y protocólos de cortejo de hace doscientos años, unos buenos shipeos y full de aventuras. ¡Un libraco masivo en muchos sentidos¡.

Y bueno, el anuncio:

Habrá una breve pausa antes de publicar las entradas de la parte dos, me he atrasado un poco en su lectura y en lo que me pongo al corriente tengo planeado reeditar algunas entradas y/o publicar alguna que otra de distinta temática, así que no hablaremos del fistol del diablo hasta el año que viene, y solo eso, gracias por estar acá :D.

El fistol del diablo – Diario de lectura (Parte 2)

Imagen destacada de reseña y resumen de el fistol del diablo

Esta es la segunda entrada de una serie de resúmenes y comentarios sobre El fistol del Diablo de Manuel Payno, puedes encontrar el resumen general del libro en la entrada: Resumen y comentarios finales de El fistol del diablo

La vida en México en la segunda mitad del siglo XIX

Me gusta divagar de vez en cuando sobre el contexto mundial del periodo. Santa Anna seguía intercalando presidencias con exilios, la mitad de los actuales EE.UU. era territorio nacional y Napoleón había muerto después de provocar profundos cambios en el sistema geopolítico de Europa y el resto del mundo.

El siglo XIX vió surgir grandes avances en la medicina (antibióticos, asepsia, anestesia), en la ingeniería civil (Proceso Bessemer para hacer mucho acero), en la filosofía (la mayoría de las corrientes filosóficas contemporáneas surgieron en éste periodo), y en general toda rama de la ciencia y la técnica (las revoluciones industriales, el cinetoscopio, mayor formalización del método científico, etcétera).

El renacimiento de la novela, marcó un punto de inflexión en la literatura y cómo era consumida por las masas.

Sobre los valores morales se tenía en gran estima la castidad y sumisión en las mujeres, los hombres en contraste tenían mucha más libertad social en lo que a ‘ligerezas’ se refiere. Está de más decir que las cosas han mejorado ostensiblemente en ese y otros aspectos, aunque (y no quiero predicar) aún queda mucho camino por recorrer.

Sobre la indumentaria usada, esta dependía grandemente del estrato de la población del individuo:

Jóvenes adinerados
Un lépero (suerte de mendigo/vagabundo)

Surgía el rechazo y escepticismo religioso entre los académicos y científicos, sobre todo en Europa, en contraste, en México incluso las clases más educadas sentían un profundo respeto por las instituciones religiosas, aunque nunca faltaba un ‘come curas’ en los círculos sociales.

También tanto en México como la mayoría de países recién formados y como habría de esperarse existía una gran inestabilidad política, cambios de gobierno , pronunciamientos, golpes de estado fallidos, etcétera.

Estos datos ayudarán a entender un poco mejor algunos de los sucesos narrados en el ‘segundo acto’ de la novela.

De costumbres y desamores (Capítulos XXII a XXXVI)

Pues que Arturo, después de sus aventuras en Xalapa, vuelve a la capital acompañado de Manuel, éste desaparece un poco de escena para centrarnos en la vida de Arturo como aspirante a Donjuán, se convirtió en ‘Un jovencito de gran tono’, al parecer volver a ver a su querida madre y a su respetable padre y el afeitarse y cambiarse operaron en él un cambio también en su personalidad, olvidó los tormentos del amor y se dedicó a pasarla bien como hijo de un adinerado comerciante.

Se levantaba a las 10, se vestía ricamente y salía a pasear a los barrios pudientes de la ciudad, compraba lo que se le antojara, después iba a jugar billar o ajedrez para luego dirigirse a comprar puros habanos y regresar a su hogar a comer. Ya en la tarde-noche iba al teatro vestido a la última moda a echarle el lente a todas las muchachas ‘que elegantes, hermosas, llenas de aromas y de atractivos’ iban a ver las funciones.

Pronto se convirtió en un hombre conocido por los altos círculos sociales y se relataban sus aventuras con el capitán, Teresa y el tutor como dignas de una novela (lol).

Un día se encontró a Rugiero y como es natural le pidió una explicación de los sucesos acaecidos la noche en que dió por muerto a Manuel. Este sin hacer mucho caso le dijo que le daría las explicaciones que quisiera a condición de que lo acompañase a una tertulia en la que tenía empeño en presentarlo. Y entonces el narrador describe con muuuucho detalle la opulenta casa en la que tendría lugar la fiesta. En resumen era una casa muy rica y muy bonita.

Los hacen pasar y mientras están esperando en un sofá aparece un viejo amor de Arturo. ¡Aurora en todo su esplendor!. Arturo no pudo menos que llenarse de cólera al pensar que ella que coqueta, llena de admiradores y riqueza lejos estuvo de padecer todas las penurias que Manuel, Celeste y Teresa tuvieron que soportar. Conversan cordialmente al principio, poco a poco se terminan recriminando sutilmente aunque con gran cortesía.

Ya que habláis del baile, os diré que me contaron que dos calaveras se desafiaron por cierta muchacha, y que el desafío tuvo el fin de que ambos se fueran a comer a una fonda; es esta una aventura que da risa. ¿No es verdad, Arturo?

Aurora

No llegó a mis noticias semejante lance, pero si los dos adversarios tomaron el partido de beberse una botella de champaña en vez de tirarse de balazos, juzgo que hicieron muy bien, porque acaso la muchacha sería tan insignificante, que no merecía que expusiesen su vida por ella…

Arturo

La conversación sigue hasta que son interrumpidos por dos invitadas de nombre Elena y Margarita (muy bellas todas, si D.Payno fuera un autor contemporáneo haría fanservice en cantidades industriales), después llega Apolonia para sorpresa de Arturo y conversan un poco sobre cosas que se habían dicho en Xalapa.

Ya en la noche cuando van a su hogar Rugiero y Arturo se ven acompañados de un personaje cuya única identificación es que se trata de ‘Un empleadillo’ que es presuntuoso, mitómano (dice haber sido amante de Aurora) y por demás insufrible, después de despedirlo Rugiero invita a Arturo a su habitación de hotel para responder sus dudas. Y podemos preveer otra lección de moral de Payno (esto me está empezando a cansar :c)

Cada gente es una historia, mejor dicho una novela, porque lo que pasa en lo interior de las casas y en el corazón de cada mujer, tiene más de novelesco que de verdadero.

Rugiero

Así se introduce la serie de capítulos  ‘Las novelas de Rugiero’, en las que le relata a Arturo las vidas a veces trágicas, a veces licenciosas, de Elena, Margarita y Florinda (personaje de soporte que estuvo en la fiesta y que no es de gran importancia (de momento) para el resto de la trama).

Algún tiempo después Arturo recibe en su casa una serie de cartas de La Habana y (por fin) va a ver a Manuel para leerlas con él. Cartas en las que la enamorada Teresa narra sus peripecias desde que dejó el puerto de Veracruz, cómo extraña a Manuel y lo triste que está, acá dos bonitas citas extraídas de ellas.

Él me ampara en estos abismos, y debo darle gracias, y esperar que si me conserva la vida, será para volverte a ver, para estrecharte en mis brazos, para poner este corazón adolorido sobre tu corazón y entonces morir …

Teresa (ayñ n.n)

Al fin, los hombres fácilmente se consuelan: hay tantos placeres; tantas distracciones para ellos en el mundo, que muy poco les importa el cariño de una mujer

Teresa (Manuel malo :c)

También se enteran de que el clérigo que Arturo vió en la mampara tiene las respuestas que están buscando, entonces van a verlo y el capítulo titulado ‘Esperanza’ comienza. El clérigo les cuenta que logró evitar que D. Pedro le hiciera daño a Teresa con la ayuda de un criado mudo (y fuerte) y que Teresa ofreció exiliarse a La Habana para que dejara en paz al capitán y que sería sumisa a sus órdenes, D. Pedro accede y ya sabemos el resto de la historia. Manuel y Arturo llenos de cólera deciden ir a matarle, pero el padre los calma, ya en confianza (y ni idea de cómo) le pregunta a Arturo si conoce a Celeste y si podría testificar a su favor.

Entonces nos enteramos de lo que pasó con Celeste, aunque debo mencionar que algunos capítulos se dedicaron a sus vivencias en prisión, no los contemplé por que no tenían mucho impacto en la historia en aquel entonces, ahora los voy a resumir. Cuando el juez de paz la llevaba a la comisaría ella estaba prácticamente inconsciente por ver a su padre morir, un policía la golpeó con la culata de su arma conminándola a que se moviera sin apenas respuesta de la niña, estaba disponiéndose a volver a hacerlo cuando el padre intercede y la ayuda, Celeste entonces le cuenta su situación y el clérigo promete ayudarla.

En la cárcel unos funcionarios menores (Tinterillos, ni idea de qué labor desempeñaba un tinterillo, suena a un tipo de escribano/mecanógrafo/capturista del siglo XIX) se ‘reparten’ a Celeste (‘If you know what I mean’ :c), ella se hace amiga de una prisionera que la defiende y logra que en sus ‘redadas nocturnas’ los tinterillos no le hagan daño, también le facilita una navaja para defenderse ella misma, Celeste considera quitarse la vida al ver que no se resuelve su caso pero renuncia a esa empresa, algunos días después el padre va a visitarla y le da esperanzas. Arturo se arrepiente de haber pensado mal de ella (lo hizo cuando Rugiero le contó de su destino en Veracruz) y se compromete a ayudarla.

El padre también les cuenta su historia, se trataba de un huérfano al que un abogado de un importante bufete convirtió en su pupilo, aprendió las ciencias de su maestro, latín y demás cosas pro, su protector tenía una hija hermosa, la imagen de Celeste, obviamente se enamoró de ella y se la pidió a su maestro cuando tenía una modesta posición pero mucho porvenir, el padre consintió siempre y cuando su hija correspondiera a sus afectos, y así era, el día en que se iban a casar la bella hija del maestro murió y se le reveló en ‘una visión’ dirigiéndose al cielo, entonces supo que la única esperanza de volver a verla era consagrarse a una vida de caridad, piedad y castidad. Precisamente por eso, cuando vió a Celeste en apuros sintió la necesidad irrefrenable de ayudarla.

Una vez aconsejados, Arturo y Manuel van a ver a D. Pedro, este los recibe afablemente y lamenta mucho las penurias de Teresa y el Capitán, ambos se comprometen a buscar la felicidad de ella y el Capitán le dice que si le permite casarse con Teresa está dispuesto a dejarle toda su heredad (dato random es que el capitán había amasado una modesta fortuna en una casa de apuestas algunos capítulos atrás), el tutor corresponde jurando hacer todo lo posible por que los dos amantes vuelvan a estar juntos con su bendición.

De manera paralela Payno describe someramente la condición política de la república, un polvorín que estallaba ante la más insignificante chispa, la chispa que nos interesa es la que se estaba gestando en la casa de Arturo, su padre D. Antonio al ser un comerciante de gran importancia se codeaba con los hombres más poderosos del país, generales, ministros de hacienda, magnates, etcétera, el caso es que en realidad D. Antonio había hecho malos negocios y su fortuna y posición pendían de un hilo, la única forma de salir de sus deudas era un negocio que únicamente podría hacerse si había un cambio de gobierno, entonces empezó a conspirar con sus amigos para organizar un golpe de estado.

Allí D. Pedro amigo de uno de los aliados de D. Antonio es invitado y sugiere sutilmente usar al capitán Manuel para una labor «mecánica» necesaria, a saber, apresar al presidente y su gabinete con la tropa bajo su mando.

Días después Manuel va a visitar a D. Antonio pues Arturo le había pedido que le ayudara a tramitar su baja en el ejército para que él pudiera ir a buscar a la romántica Teresa, cuando terminan de conversar y Manuel se dispone a retirarse ya con su baja en la mano, D. Antonio le platica de sus planes, Manuel se niega, D. Antonio le cuenta de su situación y Manuel se sigue rehusando, por fin apela a la amistad de su HIjo y Manuel acepta. D. Antonio lo ve como un peón, pero aún así ahora lo respeta por ser un hombre de honor, dato random es que Arturo le había prestado el fistol de Rugiero y lo llevaba galantemente durante esta entrevista.

Resulta que todo era un plan de D. Pedro para librarse del capitán, él se encarga de que el gobierno se entere de la conspiración y mandan a arrestar al Capitán, Arturo se entera por aviso del criado de Manuel y va a su casa a ayudarlo, se mete con el gobierno y también lo apresan, mientras tanto el padre de Arturo les pide ayuda a sus antiguos aliados, ellos desconocen saber nada de sus conspiraciones y más bien le cobran lo que les debe, entonces le cuenta de su situación a su esposa y ella acepta su destino con resignación y agradecida por los años en que vivió como una duquesa, su única preocupación era su hijo, entonces junta sus alhajas y se las da a D. Antonio para que las ponga a buen recaudo y así Arturo al menos no termine en la miseria, él hace lo mismo y por solicitud de Arturo hecha cuando se disponía a ir en ayuda de Manuel también guarda el fistol de Rugiero.

D. Antonio lleva las alhajas (me gusta esa palabra) a D. Pedro para que lo administre, algunas horas después le manda un mensajero pidiéndole algo de dinero del valor de las joyas pero D. Pedro desconoce de qué habla, tanta desilusión e ira llevan a D. Antonio al límite y muere.

La madre de Arturo lo busca y se entera de su encarcelamiento, intenta hablar con él pero a los presos políticos se les aislaba completamente, después de un par de sobornos logra verlo a lo lejos desde una ventana y Arturo la reconoce, es la última vez que la ve pues algunos días después, mientras está al cuidado de sus antiguos empleados que le habían ayudado, le escribe una carta dejándole un poco de dinero que había tenido el cuidado de conservar y muere (borra esto está muy sad). Mientras Arturo está en prisión, Manuel es llevado al sur, dispuesto a ser juzgado como conspirador y traidor al gobierno.

Sobre la esperanza

En la construcción de historias existen, diversas formas de hacerlo, naturalmente cambian respecto al tiempo, el área geográfica y demás factores.

Casi todo autor emergente comete este error: Aunque él mismo no es un personaje, se injerta en su historia, un lugar al que no pertenece, para matarnos de aburrimiento con contexto. Interrumpen al personaje que me está mostrando la historia con maestría y me la cuentan ellos mismos, como autores. Esto no es una buena decisión

Robert Newton Peck

Uno de los aspectos cardinales al relatar una historia, según los cánones modernos, es dejar que los personajes sean quienes la cuenten, la premisa de ésta  idea es: «Show, don’t tell».

Estás muy tranquilo leyendo cómo Arturo se despide de Manuel y del padre cuando al siguiente capítulo en el primer párrafo leemos: «Así como en otros países el artesano piensa en mejorar sus artefactos … bla bla bla … Mas dejemos de disertaciones políticas, poco a propósito para agradar al lector, y sigamos nuestra complicada historia». Este tipo de «interrupciones al ritmo» son frecuentes, cosa que por lo regular no me molesta demasiado, siempre es agradable saber de los usos y costumbres del México del siglo XIX, pero … ahhhh, después de los primeros treinta capítulos se vuelve agotador.

Claro que nada es un axioma en el arte y oficio de escribir historias, haciendo un poco de memoria hay muchos ejemplos de autores modernos que te llenan de contexto entre párrafos, capítulos e incluso a media conversación y no se siente para nada afectado el ritmo ni la fluidez de la lectura, me vienen a la mente «Cien años de soledad» y «El amor en los tiempos del cólera» de D. García Márques o cualquier novela de maese Ibargüengoitia.

Obsoleto¡¡¡

Aún así se entiende lo radical que puede ser la diferencia al leer una historia si te limitas a saber únicamente lo que los personajes saben y que ellos sean los que te lo cuenten, algunos relatos del mismo periodo tienen esa característica, por ejemplo en ‘El escarabajo de oro’ de Edgar Allan Poe el personaje principal es el que relata la historia y aunque a efectos prácticos es omnisciente, nunca se «rompe» esa atmósfera de que es el personaje quien cuenta su propia historia, caso parecido el de ‘En la noche de los tiempos‘ de Howard P. Lovecraft.

Citando a D. Manuel Payno «dejémos de fastidiar al lector» con ñoñadas y pasemos a los shipeos primero esperanzadores y luego que te rompen el corazón.

Las cartas de Teresa me sorprendieron gratamente, la verdad no le había puesto demasiada atención al personaje a pesar de ser uno de los ejes sobre los que gira la historia, pues que me dejaron todo endulzado, la forma en que las cartas están redactadas transmiten el afecto de la niña de manera tremendamente efectiva, creo que siendo un señor del siglo XIX eso es algo realmente difícil de plasmar, bien ahí.

MAESE Payno también muestra una gran habilidad en el oficio de crear personajes. no es tan fácil crearlos de modo que el lector los llegue a querer o detestar, la madre de Arturo tuvo muy pocos diálogos y párrafos centrados en ella pero llegas a sentirte muy triste cuando lees su carta de despedida. Celeste también había tenido relativamente poco protagonismo pero no deja de ejercer un efecto de empatía masivo y D. Pedro ufff, ya no puedo aguantarme las ganas de saber cómo le va con tantas cosas malas que ha hecho, es sin problemas el gran antagonista de la historia.

Y bueno, comienza a ponerse fuerte la situación (las novelas de Rugiero suben full la curva de cosas malas que pasan), también está interesante (y bastante evidente) que el título de la novela empieza a tener sentido.

Esto es: ‘A todos los que en algún momento tienen en su poder el fistol de Rugiero les va muy mal’.

  • Arturo: ni Aurora ni Teresa le hacen caso, al final sus padres mueren y cae en prisión y en la pobreza.
  • Celeste: sus vecinas conspiran para meterla en prisión, sus padres mueren y unos funcionarios la quieren violar.
  • El juez de paz: muere a manos de su cómplice mientras le roba el fistol.
  • El cómplice del juez de paz: es contratado por D. Pedro para asaltar a Manuel cuando va a buscar a Arturo para matarle, él y su amigo Juan Bolao lo terminan despachando y recupera el fistol, cuando se entiende con Arturo se lo devuelve.
  • Manuel: le pide prestado el fistol a Arturo y lo lleva cuando D. Antonio lo hace parte de la conspiración.
  • D. Antonio: recibe a su cuidado el fistol y se lo entrega a D. Pedro para que se lo administre, después muere debido a las impresiones causadas por las traiciones de las que es objeto.
  • D. Pedro: es el poseedor actual del fistol, en la práctica lo robó a Arturo y D. Antonio, ya veremos qué tal le va.