La lluvia de fuego

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La lluvia de fuego es un cuento escrito por Leopoldo Lugones. Forma parte del volumen ‘Las fuerzas extrañas’, publicado en 1906.

El relato aborda el conocido pasaje bíblico de la destrucción de Sodoma y Gomorra desde la perspectiva de un adinerado noble Sodomita. En esta entrada encontrarás un resumen y un breve análisis de ‘La lluvia de fuego’, además de algunos datos sobre el gran Leopoldo Lugones.

Brevísima introducción a Lugones y su contexto

En la Guía para leer a Horacio Quiroga mencionamos brevemente que don Leopoldo Lugones, amigo y mentor de Quiroga, es considerado el fundador de la literatura moderna en Argentina.

Lugones adoptó al modernismo al grado de convertirse en su principal representante en Argentina, que en ese momento fué grandemente influido por Edgar Poe.

Como mencionamos en la Guía para leer a Horacio Quiroga

La afinidad de Poe con Lugones sirve como puente entre los modernistas hispanoamericanos y la tradición literaria de Poe y su línea romántica/naturalista. Al mismo tiempo presagiaba los contenidos de la ficción Argentina y Uruguaya del siglo XX.

La Biblioteca de Belzoond

Posiblemente una de sus obras  más ‘poescas’ es su recopilación de cuentos ‘Las fuerzas extrañas’. De los cuales ‘La lluvia de fuego’ es uno de los mejores.

fotografía de leopoldo lugones
Fotografía de Leopoldo Lugones

Resumen de La lluvia de fuego [spoilers]

La calma antes de la tormenta

El relato comienza con el noble recordando el comienzo del día. Hermoso y lleno de algarabía. La ‘ciudad libertina’ se alzaba al lado un ‘lago’, y se mostraba llena de actividad.

El hombre ajeno a este ajetreo, se había cansado de los placeres de la carne hacía diez años. Desde entonces se había recluido en su palacio inmerso en sus libros, peces y banquetes.

Notó que las primeras ‘gotas’ habían caído al medio día, gránulos de cobre fundido que se disimulaban por su relativa escasez y por el brillo del sol. Un dejo de preocupación ocupó sus pensamientos.

Eso no le impidió bajar de su terraza a almorzar, allí, un criado leía narraciones geográficas mientras él comía, estaba ya empezando a dormir su siesta cuando una gota cayó en la espalda de un esclavo que no pudo reprimir su dolor.

Todos comenzaron a preocuparse un poco más. La lluvia aunque dispersa caía constante sobre la ciudad.

El hombre consideró escapar, a pesar de su reticencia a abandonar sus libros, sus peces y su jardín. Decidió que nada se perdía con armar el carro.

Entonces escuchó el repicar de las campanas que anunciaban que la lluvia había cesado.

Toda la ciudad comenzó a celebrar, el hombre relata lo que vió y pensó al respecto; ‘un equívoco mancebo’, un lenon, un ‘negro amabilisimo’, anuncios de ayuntamientos bestiales (if you know what I mean), en fin, una exhibición del libertinaje que le dió fama a la gran ciudad.

En la tarde, la fiesta seguía en las calles y dos amigos lo visitaron. Comieron, se emborracharon y se fueron, luego el hombre fue a dormir.

Representación artística de una ciudad antigua
Representación artística de una ciudad antigua

La lluvia en plenitud

Despertó bañado en sudor, la ciudad estaba sumida en un silencio absoluto, sólo interrumpido por el rumor de la lluvia.

Se asomó al jardín y vió como todos los árboles y vegetación estaban carbonizados, un olor entre ‘fosfatado y urinoso’ inundaba el aire.

Llamó a los criados sin respuesta. Luego, con una pesada bañera como protección, fue a los establos y no encontró a ningún caballo.

Fiel a su naturaleza, el hombre aceptó que “estaba perdido”.

Bajó a su bodega donde había mucho alimento, vino y un vial de veneno, «su muerte le pertenecía». Aceptando su destino y fortalecido por el alimento, pensó en ver un rato más el inusual espectáculo, subió a su terraza y aunque no pudo ver nada, escuchó cómo la lluvia había arreciado y todo se quemaba.

Su pájaros habían comenzado a morir de sed, así que bajó a su cisterna por un poco de agua, ésta había tomado un sabor «entre natrón y orina, con tendencia a salarse», cerró las trampillas que comunicaban a la cisterna con los canales exteriores para evitar que se colase más cobre en el agua.

El resto de la tarde y toda la noche aún, se escucharon los clamores de muerte de todos los pobladores.

y la población agonizó bárbaramente, con ayes y clamores de una amplitud, de un horror, de una variedad estupendos. Nada hay tan sublime como la voz humana.

El noble

El aire se llenó de la fetidez de los cuerpos chamuscados, la grasa y el pelo de las bestias y el humo de los incendios.

Los gritos no se detenían. El hombre bajó a su cisterna otra vez y ahora, envuelto en su fresca oscuridad, comenzó a llorar profusamente, lleno de un temor que creía imposible de sentir.

Pasó la noche dormitando, intercalando el sueño de sus pesadillas con momentos de vigilia aterradora.

La cisterna comenzó a llenarse de humo y el hombre prefirió morir afuera que asfixiado como una alimaña en su madriguera.

El fin de un mundo antiguo

La lluvia se había detenido por segunda vez, era de mañana y el cielo azul brillaba certificando “indiferencias eternas”.

Lleno de curiosidad, salió a la calle y encontró a la ciudad muerta para siempre, sin rastro de vida ni objetos combustibles.

Entonces vió a un hombre que se acercaba, era un piloto que después de apuñalar al dueño, se había refugiado en una cisterna de manera análoga al noble.

El marino relató cómo todas las naves se habían quemado y el lago se había vuelto amargo.

Hablaban en voz baja, el noble le ofreció refugio y comida al piloto. Suspendieron su conversación cuando vieron en el horizonte una nube de polvo que se acercaba. Tal vez una partida de auxilio enviada por “Adama o Seboim”. Eran más bien la fieras del desierto que chamuscadas y sedientas, se abrían paso hacia el lago llenas de furia.

El hombre vió como los ignoraban y rugían mirando al cielo, como llorando por el cataclismo, como preguntando “¿por qué?” a la “extraña divinidad” causante de toda esa destrucción.

Entonces la lluvia volvió a caer más gruesa y tupida que nunca. Los hombres se refugiaron rápidamente y mientras el marino abusaba de su alacena, el hombre usó las aguas de su cisterna para bañarse, un sentimiento de calma lo inundó y mientras estaba allí en el agua vió como las llamas se comenzaban a colar, “Llev[ó] el pomo a [sus] labios, y…”

Comentario de ‘La lluvia de fuego’

La prosa de Lugones ha pasado notablemente desapercibida a la crítica, probablemente encandilada por su poesía.

Aún así se considera a ‘Las fuerzas extrañas’, como un hito en la literatura Argentina y latinoamericana. Esto tanto por los temas tratados, como por la técnica empleada en su construcción.

De todos los relatos que componen el libro, ‘La lluvia de fuego’ me pareció el más notable por su efecto y ejecución.

Según Robert Scari, el cuento contiene una gran cantidad de matices entrelazados con gran habilidad.

Se abre con una cita de la sentencia contra Sodoma y Gomorra del Génesis. Si extrapolamos ese hecho con el título, ya sabemos de qué tratará.

Aspectos principales

El estilo de maese Lugones, que tiene un velado tono de ironía, le imprime originalidad. Y la estructura de los episodios que da cohesión al relato a la vez que un ritmo notablemente dinámico (sin descontar el desenlace), hacen a ‘la lluvia de fuego’ el cuento «más logrado de la compilación» en palabras de Scari.

Don Leopoldo nos ‘confunde’ con anacronismos intencionales como los petardos, las campanas, el tráfico y los carteles que salpican varias escenas.

Con el claro objetivo de llevarnos lo más lejos de Sodoma que se pueda, manifestando su deseo de que consideremos al cuento como un retrato de la naturaleza humana, más que el de un ‘sodomita’ retirado (lol).

Lugones toma algo que podría parecer una anécdota y lo convierte en algo mucho más profundo, algo que conmueve el ánimo del lector. Constituyendo a ‘La lluvia de fuego’ en un auténtico relato de horror psicológico (de ahí la línea ‘poesca’ de Don Leopoldo).

Uno de los factores principales para que sea de este modo, es la perspectiva que tenemos de la psicología del sodomita, que en primera persona, nos relata lo que ve, lo que siente, lo que escucha, huele y piensa.

La necedad de un hombre que al enfrentar la muerte, solo se ocupa de su jardín, libros y animales. Que incluso en sus últimos momentos de vida busca un jabón para darse un último baño, es muestra de esto.

R. Scari escribió que el relato apela a la soledad de la humanidad frente a fuerzas que no comprende o controla. La cuestión ineludible de la muerte y de nuestra soledad al enfrentarla es cristalizada en este individuo. Lugones lo retrata con cuidado y atención, resaltando rasgos comunes a todos nosotros, lo que permite sentir con mayor potencia el dramático final de toda la humanidad.

Spoiler: Al final todos ustedes se mueren (meme)

Conclusión

Grata fue mi sorpresa al enterarme que una de las obras  más importantes de maese Lugones, era un volumen de cuentos intitulado ‘Las fuerzas extrañas’.

Y considerando sus momentos ‘poescos’, sus imponentes credenciales y el aura de respeto que inspiraba aún rodeado del brillante «chisperío intelectual» del río de la plata, no costó mucho trabajo convencerme de que tenía que leerlo.

De toda la compilación, ‘La lluvia de fuego’ me pareció el relato más memorable. Sin saber explicar por qué. Su efecto fue notable, y gracias al análisis de Scari puedo comprender un poco mejor el motivo de esa fuerza.

Contribuyeron a esto el tono cientificista de algunas de sus descripciones (e.g. los ‘olores fosfatados’ de la ciudad en llamas), la ‘explicación’ del origen del mar muerto (“el lago se volvió amargo” y la salazón de la cisterna), la sugerencia de que la civilización sodomita había alcanzado un gran nivel de sofisticación social y tecnológica (el carro, monumentos, los petardos, el tráfico), y la exteriorización de la soledad del hombre ante la muerte (los pensamientos del noble).

En resumen, estamos tratando a uno de los mejores cuentos del período, creo que no exagero si lo considero de lectura OBLIGATORIA (lol), sin duda al nivel de los que componen la compilación de Seymour Menton.

Fotografía del Mar Muerto
Fotografía del Mar Muerto

Fuentes

Guía para leer a Horacio Quiroga

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Considerando que tenemos ya varias reseñas dedicadas a don Horacio Quiroga, pareció apropiado escribirle un modesto ensayo que también sirva como guía de lectura.

Vamos a considerar el Uruguay de principios del siglo XX, las corrientes literarias que influyeron a Quiroga, su obra y su legado.

La Suiza de América (contexto geopolítico)

El territorio que ocupa Uruguay era habitado por un conglomerado de naciones hoy conocidas como ‘Charrúas’.

Fue objeto de discusión entre Portugal y España durante la época colonial, entonces formaba parte del Virreinato del Perú, y luego del Virreinato del Río de la Plata.

Después de varios años de conflicto por fin se establecieron los límites actuales entre Brasil y el Virreinato del Río de la Plata.

Así, luego de La revolución de Mayo se estableció el actual Uruguay.

Después de un periodo de inestabilidad, para finales del siglo XIX el país había completado su organización y alcanzó altos niveles de bienestar. Debido a esto, Uruguay comenzó a ser conocido como “La Suiza de América”.

De este breve comentario sobre la historia del Uruguay encontramos que su destino estuvo siempre ligado al de Argentina.

Este mismo sentimiento de hermandad también aplica a la literatura como veremos en las siguientes secciones.

Mapa de Uruguay
Mapa de Uruguay

Contexto literario

Brevísima historia de la literatura en el Río de la Plata

La historia de la literatura en esa parte del mundo es objeto de estudios notables que exceden los alcances de la entrada. Pero podemos decir que el siglo de oro y toda la literatura de España tuvo una influencia notable en los escritores americanos.

Cuando las naciones modernas se formaron en el siglo XIX, también se hicieron esfuerzos por diferenciar la nueva cultura nacional de la española.

Apareció la novela costumbrista en sus avatares latinoamericanos: la novela de la pampa, de la sierra, de la selva, las épicas nacionales, la poesía inspirada en el terreno agreste de las Américas.

Surgieron también las ‘novelas de la tierra’, en las que los autores buscaban reforzar su nueva identidad cultural estudiando el folklore, las peculiaridades lingüísticas, creencias y mitos de sus territorios.

Al mismo tiempo grandes maestros publicaban sus obras cumbre en Europa, creando movimientos como el Romanticismo, el Realismo y el Naturalismo.

En este contexto, Edgar Allan Poe publicó su obra. Que probablemente llegó al mundo hispanoamericano a finales de la década de los 1860 a partir de las traducciones de Charles Baudelaire o ediciones en Inglés que lograron cruzar los ocho mil kilómetros que separan a Boston de Argentina y Uruguay.

fotografía de Edgar Allan Poe
Fotografía de Edgar Allan Poe

Leopoldo Lugones, fundador de la literatura moderna en el sur

A finales del siglo XIX y principios del XX el movimiento Modernista estaba en su apogeo. Liderado por Rubén Darío, llegó hasta las vecindades del Río de la Plata, área en la que los modernistas adoptaron a Poe como su ‘Poeta-Profeta’.

John Englekirk asegura que la mayoría de ellos fueron influidos directa o indirectamente por Poe, con una predilección por su poesía.

En Argentina, el más notable de los modernistas fue Leopoldo Lugones. En su poesía, narrativa y ensayística se encuentra una fuerte línea ‘Poesca’ (jaja, que mala palabra).

Publicó ‘Las fuerzas extrañas’ en 1906. Una colección de cuentos en la que no es que repita los personajes, entorno y tramas de Poe, mas bien busca generar efectos de horror y desagrado similares, evocando los matices pseudocientíficos y las descripciones rigurosas de Poe.

La afinidad de Poe con Lugones sirve como puente entre los modernistas hispanoamericanos y la tradición literaria de Poe y su línea romántica/naturalista. Al mismo tiempo presagiaba los contenidos de la ficción Argentina y Uruguaya que tendrían lugar durante el siglo XX.

Parte esencial de esta oleada de escritores modernistas del nuevo siglo es el discípulo y amigo de Lugones, Horacio Quiroga.

fotografía de Leopoldo Lugones
Fotografía de Leopoldo Lugones

Vida y obra de Horacio Quiroga (microbiografía)

Primeros años

Nacido en Salto, Uruguay en 1878, hizo sus estudios en Montevideo, mostrando interés por la literatura desde muy joven.

Fundó varios grupos literarios de gran popularidad entre los intelectuales de la ciudad.

En 1901 logró publicar ‘Los arrecifes de coral’, libro de poemas, cuentos y prosa lírica, con dedicatoria a Lugones.

Poco después un amigo suyo llamado Federico Ferrando iba a batirse con un periodista que le había hecho malas críticas. Quiroga se ofreció para inspeccionar el arma, se le escapó un tiro por accidente que alcanzó a Ferrando y lo mató.

Esto lo llevó a disolver su grupo, y fue a vivir a la Argentina con una de sus hermanas, allí habría de madurar como escritor y dedicarse a la docencia con ayuda de su cuñado.

Madurez literaria

En Argentina trabó amistad con el admirado Leopoldo Lugones y lo acompañaría a una expedición a la provincia de Misiones como fotógrafo, dicho sea de paso una afición en la que era especialmente hábil.

Se enamoró de la selva y a su regreso se dedicó al cuento con pasión. Publicando en 1904 ‘El crimen de otro’, su primer libro de relatos, con fuertes influencias de Poe y Lugones. Recibió buenas críticas.

En 1906 decidió volver a la selva y compró una Chacra en Misiones. En 1908 ya estaba listo para mudarse, enamorado de una de sus alumnas (lol) logró casarse con ella, llevándola a su nueva aventura.

Allí daba clases, era Juez de Paz y criaba a sus hijos con severidad, entrenandolos para la vida agreste de la selva.

Su mujer se suicidó en 1915 comiendo un sublimado de químicos usados en la fotografía.  Poco después regresó a Buenos Aires y con ayuda de algunos amigos comenzó a trabajar en el consulado Uruguayo. En ese periodo publicó ‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ (1917), ‘Cuentos de la selva’ (1918) y ‘El salvaje’ (1919).

Ya con fama y menos problemas económicos se volvió a casar con una compañera de curso de su hija en 1927, mientras trabajaba en multitud de revistas y sociedades literarias de Argentina y Uruguay.

En 1932 regresó a Misiones por última vez con su esposa, pero el gobierno Uruguayo lo despidió. Gracias a la intervención de Enrique Amorim y otros amigos, obtuvo una pensión del gobierno Argentino. Su vida familiar era bastante mala, llena de conflictos y discusiones. En esta época de frustración publicó ‘Más allá’ (1935), en un esfuerzo por explorar nuevos estilos.

fotografía de las cataratas de Iguazú
Cataratas de Iguazú en Misiones

Últimos años

Pocos años después Quiroga comenzó a sentirse muy mal, al empeorar su salud su esposa logró convencerlo para salir de la selva y visitar a un médico, a pesar de esto, lo abandonaría definitivamente algún tiempo después.

Cuando su estado se volvió intolerable, Horacio fue a Buenos Aires, donde se descubrió que tenía un avanzado cáncer de próstata.

El 18 de febrero de 1937 los médicos lo enteraron de su estado terminal. Al ser internado,  se había enterado de que en los sótanos se encontraba encerrado un desventurado paciente con espantosas deformidades. 

Compadecido, Quiroga exigió y logró que el paciente —llamado Vicente Batistessa— fuera libertado y se le alojara en la misma habitación. Batistessa se hizo su amigo y rindió adoración eterna al escritor.

Horacio le confesó que se adelantaría al cáncer y abreviaría su dolor (como vió a su padrastro hacerlo cuando era un adolescente), Batistessa se comprometió a ayudarle. En la  madrugada siguiente (19 de febrero), tomó un vaso lleno de cianuro frente a su amigo, muriendo pocos minutos después.

Horacio Quiroga junto a su segunda esposa
Horacio Quiroga junto a su segunda esposa

El Edgar Poe de Latinoamérica (comentarios de su obra)

Lugones había sentado las bases de la literatura moderna en Argentina (el 13 de junio es el día del escritor, en homenaje a su natalicio). Quiroga siguió sus pasos, influyendo grandemente en muchos escritores que le sucedieron.

Varios críticos han señalado la relación alumno-maestro entre Quiroga y Poe, cosa que le agradaba. Sus amigos y biógrafos coinciden en que nunca ocultaba su admiración por Poe, Ezequiel Martinez decía que incluso al final de su vida “aún recordaba casi literalmente todos los cuentos de Poe, uno de sus ídolos”.

Esa relación se manifiesta en todos los escritos serios sobre Quiroga, de tal forma que incluso más que Lugones o cualquier otro escritor de su tiempo, solo a él se le otorga el manto de “el Edgar Poe de Latinoamérica”.

Esto pudiera malinterpretarse y sugerir que Quiroga solo era un imitador, pero con leer su obra, dicha idea se demuestra totalmente equivocada.

Reescribiendo a Poe: La venganza

De todos los paralelos entre Poe y Quiroga, la venganza es el mejor ejemplo de cómo el uruguayo trató los mismos motivos y les dió un toque propio.

Quiroga se mostró especialmente interesado en ‘El barril de amontillado’ (‘The Cask of Amontillado’) y repite la premisa en ‘El crimen del otro’, ‘La lengua’ y ‘Una bofetada’.

En el primero es prácticamente una parodia pues los personajes y la trama se repiten de manera simplificada, pero en los últimos logra replicar el motivo sin copiar a su antecesor.

De manera parecida, en ‘Un mono que asesinó’, Quiroga combina varios temas ‘Poescos’, la venganza de ‘The Cask of Amontillado’, la psicosis de ‘Ligeia’ y ‘Metzengerstein’ y el comportamiento homicida y brutal de un animal que hay en ‘The Murders in the Rue Morgue’.

En dicho relato el alma de un antiguo Brahman se venga de un descendiente del aldeano que lo asesinó, tomando posesión del cuerpo del argentino Guillermo Boox, y encierra el alma de este en el cuerpo de un simio.

La venganza está presente también en ‘La gallina degollada’, un relato en que unos hermanos descritos como ‘idiotas’ asesinan a su hermana luego de ver a la cocinera degollar a una gallina, sugiriendo que el maltrato del que eran objeto tal vez fuera uno de los motivos de su comportamiento animal.

La crítica coincide en que a pesar de su dependencia de Poe, Quiroga es mucho más que un imitador.

barriles de amontillado
Barriles de Amontillado

De amor de locura y de muerte

Quiroga le imprimió un toque único a sus relatos, influido por su entorno, particularmente la selva misionera.

Su compilación ‘Cuentos de la selva’ es el primer ejemplo de esto, lo mismo que en multitud de relatos diversos como ‘El hombre muerto’, ‘Una bofetada’ y ‘La miel silvestre’. Explora la muerte desde diversos ángulos pero que tienen como contexto vital a la selva.

Un hombre que se resbala y muere al limpiar su chacra, un trabajador que mata en medio de la selva a un capataz que lo maltrataba y un citadino que muere al probar miel narcótica de un panal (lol), nada de esto aparece en los cuentos de Poe.

También se hace evidente su pertinaz obsesión por la muerte y la locura en relatos como ‘La meningitis y su sombra’ que a pesar de ser uno de sus relatos más felices tiene connotaciones sombrías que amenazan la salud mental de los protagonistas.

El amor también es recurrente en sus historias, con fuertes paralelos Poescos, ‘La meningitis y su sombra’ tiene como principal conflicto el amor no correspondido de Durán por María Elvira Funes, al igual que en una de sus contadas novelas: ‘Pasado amor’, en la que Morán (interesante) vuelve a su yerbatal y se enamora de la hija de una familia adinerada, ella le corresponde y accede a huir con él, pero al final desiste por las presiones de su familia y deja plantado a nuestro héroe que acepta que no todas las batallas se pueden ganar.

Estos tres temas dan nombre a su más famosa compilación: ‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ que por declaración expresa de Quiroga no llevan comas. Esto tiene sentido al pensar que cada relato contiene a los tres factores en mayor o menor medida.

Los personajes de Quiroga (y lo que nos dicen de él)

Las historias de Horacio Quiroga se distinguen por tener a la naturaleza como adversario del hombre y un fatalismo constante.

Alfred Coester escribió que “la naturaleza es el personaje principal en sus historias, es ella quien derrota a hombres y bestias en su lucha por sobrevivir”. Henríquez Ureña dijo que “sus poderosos y horripilantes cuentos presentan con frecuencia al hombre derrotado por la selva o el desierto” y Seymour Menton anotó que sus relatos “en gran parte, presentan la derrota del hombre ante la barbarie de la naturaleza”

Esto pudiera sugerir que Quiroga buscaba reconocer el poder de la naturaleza, también cabe la posibilidad de que la usara como motor para el desarrollo de sus personajes.

La última opción nos mueve a un punto de vista normalmente ignorado: Quiroga usa el poderío de la naturaleza para mostrar sus pensamientos sobre la naturaleza humana.

En varios relatos como ‘A la deriva’ y ‘El hombre muerto’, se presenta al personaje en una situación de muerte en la que depende de sí mismo y nadie más, a pesar de lo imposible de sus situaciones, si se resiste heroicamente a su destino tendrá la oportunidad de alcanzar su objetivo. El personaje debe actuar con valor, propósito y disciplina.

Conforme pasó el tiempo y mejoraba como escritor, Quiroga comprendía cada vez mejor una de las herramientas principales para crear personajes efectivos: la empatía.

Rodríguez Monegal menciona que Quiroga a veces mostraba cierta compasión por sus personajes, compasión que tal vez nacía de su propia personalidad.

De pie Horacio Quiroga, Samuel Glusberg, Leopoldo Lugones y Arturo Cancela; sentados Baldomero Ferández Moreno, Alberto Gerchunoff y Roberto F. Giusti.

Guías para el perfecto cuentista

Entre 1925 y 1927, Horacio publicó tres guías para escritores noveles. En dos de ellas incluye algunas técnicas de Poe.

‘El manual del perfecto cuentista’, define que conocer el final de la historia antes de siquiera escribir la primera palabra es vital, este principio se puede extraer de ‘The Philosophy of Composition’.

El ‘Decálogo del perfecto cuentista’ comparte diez consejos breves, el primero es “Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en dios mismo”

Por último en 1928 publicó un artículo en el que defendía el relato breve mediante la inmediatez de su efecto, debido a la brevedad y claridad del género, como citando los pensamientos de Poe en ‘The Philosophy of Composition’.

El hombre

Según sus críticos y biógrafos, Quiroga fue un rebelde desde sus años mozos.

Pedro Orgambide escribió que era agresivo e intratable cuando estudiante, lo que le granjeaba la aversión de sus compañeros y maestros. Creía que su acercamiento prematuro con la muerte tuvo como resultado un conflicto con la realidad, tal vez era la causa de su naturaleza hirsuta.

Emir Rodríguez Monegal registra una anécdota.

Un periodista, entusiasta de Horacio Quiroga, estaba ansioso por conocerlo y se hallaba cerca de su hogar, cuando lo abordó el escritor estaba trabajando en su jardín, “¡¿Que quiere?!” dijo Quiroga con no demasiada delicadeza. el periodista respondió: “Quería verlo”. “Bueno, ya me ve”, dijo con voz fuerte el escritor. “Eso fue todo”.

El gran Leopoldo Lugones dijo que en las fiestas que organizaba, Quiroga “permanecía mudo las más de las veces, sin dejar, por eso de hacer los debidos homenajes al brillante chisperio intelectual y a las tortas, no menos excelentes de madama Lugones”.

A pesar de su reputación de solitario intratable, Quiroga valoraba sus amistades con notable intensidad. Se conservan varias de sus cartas en las que manifiesta su cariño por sus amigos y la gran tristeza que lo embargaba con la pérdida de alguno de ellos.

En 1936 le escribió a su amigo Asdrúbal Delgado: “No dejes de escribirme de vez en cuando, pues si en próspero estado los pocos amigos a la caída de la vida son indispensables, en mala salud forman parte de la propia misma vida”

Horacio Quiroga en 1900
Horacio Quiroga en 1900

El legado

En resumen, Horacio Quiroga era un hombre complicado, capaz de una sensibilidad notable que le permitió escribir historias que encienden los corazones de sus lectores, al mismo tiempo era un hombre de difícil acceso, de palabras directas, pesimista y un ingenuo soñador.

Englekirk describe a Horacio Quiroga como el más prominente escritor en su región durante los primeros años de los treinta. Al día de hoy es considerado el más consumado maestro del relato corto en el Río de la Plata y uno de los más grandes en la literatura hispanoamericana.

Muchos de los escritores que le sucedieron crecieron con su influencia, gracias a él leyeron a Lugones, a Poe y a la pléyade de modernistas de su tiempo.

Algunos de ellos se convirtieron en los grandes escritores latinoamericanos del siglo XX, Borges y Cortázar en el Río de la Plata, precursores del más grande movimiento de la literatura hispanoamericana moderna, ‘el boom’.

En conclusión, seguimos leyendo a Quiroga a más de cien años de su primera publicación. Y de una u otra manera lo seguiremos haciendo por muchos siglos más.

Casa de Horacio Quiroga en Misiones
Casa de Horacio Quiroga (hoy un museo) en Misiones

Fuentes

  • Flores, A. (1955). Magical Realism in Spanish American Fiction. Hispania, 38(2), 187-192. doi:10.2307/335812
  • Giwen, K. (1989) The Limits of Modernismo: Delmira Agustini and Julio Herrera y Reissig, Romance Quarterly, 36:3, 307-314, doi: 10.1080/08831157.1989.9932634
  • Orgambide, P. (1954). Horacio Quiroga, el hombre y su obra. Editorial Stilcograf.
  • Param, C. (1972). Horacio Quiroga and His Exceptional Protagonists. Hispania, 55(3), 428-435. doi:10.2307/339305
  • Phillips, P. E. (2018). Poe and Place (Geocriticism and Spatial Literary Studies) (1st ed. 2018 ed.). Palgrave Macmillan.
  • Rodríguez Monegal, E. (1967). Genio y figura de Horacio Quiroga. Editorial Universitaria de Buenos Aires.
  • Rodríguez Monegal, E. (1961). Las raíces de Horacio Quiroga. Editorial Alfa.

La galina degollada

imagen destacada de resumen de la gallina degollada

La gallina degollada es un relato corto publicado por Horacio Quiroga en 1917. Es el sexto de sus Cuentos de amor de locura y de muerte. En donde un grupo de niños realiza un acto horroroso a su hermana.

Hay una versión en vídeo de esta entrada (lol), la puedes ver acá si te da flojera leer :).

Recordando a don Horacio Quiroga

Ya habíamos tratado la biografía del ‘Edgar Poe de latinoamérica’ en la reseña de ‘La meningitis y su sombra’. En resumen que la pasó mal, rodeado de muerte, locura, y la selva de misiones.

También hemos discutido brevemente su contexto literario en las reseñas de ‘El almohadón de plumas‘ y ‘El hombre muerto‘. Emparentado siempre con el realismo y naturalismo latinoamericano.

Estoy pensando en armar una entrada para él concretando todo y así no tener que repetir todo esto a cada cuento suyo que analicemos lol.

fotografía de Horacio Quiroga
Don Horacio Quiroga

Resumen de ‘La gallina degollada’ [spoilers]

La historia comienza con la presentación de cuatro niños ‘idiotas’ que no hacían más que mirar al horizonte.

Le habían nacido al matrimonio del señor Mazzini y Berta Ferraz, hermosos y saludables, cada uno enfermaba y terminaba en ese estado. El mayor tenía doce años y el menor ocho.

Los padres intentaban tener un hijo saludable y se culpaban secretamente del destino de las criaturas. Peleaban y se reconciliaban, esperando que el siguiente hijo estuviera libre de su penosa enfermedad.

Así pasaron varios años hasta que nació Bertita, una niña completamente saludable que a los dos años seguía tan sana como siempre, ahora todo era felicidad.

Berta tomó todo el episodio como una terrible pesadilla y relegó a sus hijos al olvido.

Vivían como animales, malamente vestidos y alimentados, se mostraban indolentes y aletargados la mayor parte del día sentados en un banco.

Cuando el sol comenzaba a ocultarse tenían fiesta, la luz roja del crepúsculo llamaba poderosamente su atención, sus ojos se animaban y reían estrepitosamente, mirando con una alegría primigenia.

Un día el matrimonio por fin se dijo cosas hirientes. Mazzini culpando a su esposa por su ‘pulmón picado’ y ella atribuyendo al alcoholismo y locura de su suegro el haberla hecho madre de los cuatro engendros.

—¡Víbora tísica! ¡eso es lo que te dije, lo que te quiero decir! ¡Pregúntale, pregúntale al médico quién tiene la mayor culpa de la meningitis de tus hijos: mi padre o tu pulmón picado, víbora!

Mazzini (lol)

Esa noche Bertita se mostró enferma, rápidamente se reconciliaron y vieron aliviados que mejoraba notablemente sin mayor sobresalto.

Al día siguiente Berta ordenó a la sirvienta matar una gallina pues no tenían tiempo de ir al mercado, la mejor forma de hacerlo según su madre era cortarle el cuello y desangrar al animal. Los niños vieron estupefactos toda la operación, ¡lo rojo!.

La sirvienta estaba notablemente incómoda por la visión de los cuatro niños que la observaban. Así que con la autorización de la señora los expulsó brutalmente de la cocina.

Después de almorzar, salieron todos. La sirvienta fue a Buenos Aires, y el matrimonio con Bertita a pasear por las quintas, al regreso se cruzaron con una vecina y empezaron a conversar.

La niña, consentida e impaciente decidió ir a la casa por su cuenta.

Allí estaban sus hermanos. Se acercaba la puesta de sol y su visión se vió interrumpida por la niña, que también quería ver e intentaba subir la cerca. De repente fué arrebatada por ocho brazos que, cual gallina al matadero la llevaron a rastras a la cocina.

No pudo gritar más. Uno de ellos le apretó el cuello, apartando los bucles como si fueran plumas, y los otros la arrastraron de una sola pierna hasta la cocina, donde esa mañana se había desangrado a la gallina, bien sujeta, arrancándole la vida segundo por segundo.

Narrador

Mazzini creyó haber oído a la niña así que apresuró la despedida y al ver que la niña no respondía entró a la casa con visible pánico.

Se encontró con un charco de sangre que surgía de la cocina, su esposa iba entrado, alcanzó a ver la sangre y solo pudo abrazarlo soltando un terrible suspiro.

La familia Mazzinni Ferraz del cuento 'La gallina degollada'
La familia Mazzini-Ferraz

Patrones y estructura (análisis de ‘La gallina degollada’) [spoilers]

Si ‘La meningitis y sombra’ es el amor y ‘El almohadón de plumas’ es la muerte, yo diría que ‘La gallina degollada’ es la locura dentro de los famosísimos Cuentos de amor de locura y de muerte de Horacio Quiroga.

Ya con estos tres relatos podemos encontrar patrones en la estructura de sus narraciones.

Los patrones

Primero se presenta una situación relacionada con el amor. Durán se enamora de María Elvira. Jordán y Alicia están de luna de miel. Y Mazzini y Berta se aman y realizando ese amor tienen a un hermoso bebé.

Este amor nos lleva a la esperanza de que tendremos un relato feliz, pero nada es más aburrido que una historia sin conflicto.

Por eso la situación se complica debido a algún hecho insólito o inexplicable. La meningitis de María Elvira que se va después de prometer amor eterno a Durán. Alicia que cae enferma justo después de aclarar las cosas con Jordán.

Y en el cuento que nos ocupa, el pequeño Mazzini enferma y queda ‘idiota’. Una forma ‘aceptable’ de referirse a una persona con algún desorden mental a principios del siglo pasado, aunque hoy día suena bastante mal.

Ahora, el horror se presenta de maneras diferentes en los tres relatos, con Durán no pasa de querer morir por que María Elvira no lo quiere. Jordán descubre al homúnculo sanguinolento que mató a Alicia (iuuu). Y Mazzini se encuentra con el cadáver de Bertita.

Es digno de mención que en el último caso, Quiroga no transmite el horror con una descripción escatológica de un cadáver degollado con salvajismo. 

Lo hace de manera gradual, estableciendo una asociación entre la gallina y la niña que se infiere fué ejecutada de manera análoga. Usando frases como: “Uno de ellos le apretó el cuello, apartando los bucles como si fueran plumas” (uffff, eso está siniestro aún para nuestros días, don Horacio era un genio).

Dibujo hecho por un paciente con esquizofrenia
Dibujo hecho por un paciente con esquizofrenia

El legado del cuento ‘La gallina degollada’

Aunque el fatalismo impera en la mayoría de las historias de Quiroga, algunos críticos consideran que no se le debe considerar un escritor naturalista.

Esto porque en su obra siempre emerge la diversidad humana, desde sus aspectos más enfermos y abyectos hasta los más heroicos y desinteresados.

En la mayoría de su trabajo el conflicto entre el individuo y su destino contiene el mismo valor que el desenlace.

Según George Schade una de las mayores contribuciones de Horacio Quiroga a las letras latinoamericanas tiene relación con las lecciones que extrajo del modernismo.

A pesar de haber rechazado sus temas y características al principio de su carrera, la estética modernista y su atención a la presentación formal del texto son una de sus mayores preocupaciones.

En este sentido encontramos reminiscencias de Poe, que presenta con higiene situaciones parecidas, por ejemplo en ‘Los crímenes en la calle de la morgue’.

La presentación cuidada y formal se constituye uno de los rasgos más distintivos a lo largo de toda su obra.

Conclusión

Podría considerarse que ‘La gallina degollada’ es uno de los relatos menos fantásticos de su enorme producción cuentística.

Si le preguntamos a Todorov, el hecho insólito es explicable por la ciencia médica y psicológica.

Eestoy vacilando entre la repentina enfermedad de los niños y la muerte de Bertita causada por una asociación con el rojo, y la puesta del sol.

Luego entonces, hablamos de un relato extraño.

Su efecto es particularmente perturbador. Nada mal para un relato de más de cien años. Aunque si no lo habías leído creo que los spoilers ya te lo quitaron para siempre :c.

Fuentes

  • Brody, R. (1977). Latin American Literary Review, 6(11), 107-109. Retrieved July 13, 2020, from www.jstor.org/stable/20119111.
  • Marta Morello-Frosch (1964) Realidad Y Fantasía en la Narrativa de Horacio Quiroga, Kentucky Foreign Language Quarterly, 11:4, 209-217.

El hombre muerto

imagen destacada de el hombre muerto, cascada de iguazú

El hombre muerto es un cuento escrito por Horacio Quiroga publicado en 1917 en los Cuentos de amor de locura y de muerte. Trata sobre los últimos minutos en la vida de un hombre que resbaló al cruzar un alambrado y se clavó su machete en el vientre por accidente.

Armé un vídeo con los mismos contenidos de la entrada (por si no tienes ganas de leer lol), lo puedes ver aquí.

Contexto literario de ‘El hombre muerto’

Cuando el romanticismo estaba muriendo ya llevaba un declive que se extendió por que en las tierras latinoamericanas tuvo aceptación. Aquí coexistió con otras corrientes literarias dando lugar a amalgamas que no se encuentran en ningún otro lugar.

El realismo es la antítesis del romanticismo, buscaba retratar la realidad de la manera más objetiva posible en oposición al heroísmo y perfección de los protagonistas románticos.

Adquirió matices únicos en latinoamerica siendo influenciado por la situación geopolítica, el clima, la orografía y la cultura heredada de los antiguos pobladores de estas tierras.

Don Horacio Quiroga amaba a la provincia Argentina de Misiones. La conoció en 1903 cuando participó en una expedición de Leopoldo Lugones amigo y mentor, como fotógrafo.

En 1906 compró una chacra a orillas del Alto Paraná en sociedad con un amigo, y comenzó a hacer los preparativos para vivir allí, mientras enseñaba Castellano y Literatura.

Se casó con una de sus alumnas (oie que?) y la llevó a su chacra, tuvieron dos bebés y varios años después ella se suicidó (oh raios).

Quiroga sabía de la vida en la selva, la colonización de las tierras vírgenes y lo que implicaba, la lucha del hombre contra los elementos y la naturaleza.

Conocimientos empleados en muchos de sus textos, incluido ‘El hombre muerto’.

Cascadas de Iguazí en la frontera de la selva Misionera, en donde sucede el relato 'El hombre muerto'
Cascadas de Iguazú en la frontera de la selva Misionera

Resumen de ‘El hombre muerto’ [spoilers]

El relato es breve.

Un hombre se ha herido de muerte mientras volvía a su casa, yace tendido en el alambrado que intentaba cruzar y empieza a reflexionar en su familia, el monte que era virgen cuando llegó y que transformó en su hogar.

Piensa en la dirección de los poblados cercanos, los vecinos que pasan a lo lejos, su esposa y sus dos hijos.

El hombre va a morir y lo sabe, su caballo se aleja tranquilamente al oír a su familia acercarse, cuando pasa a su lado, el hombre ha muerto.

La muerte en la obra de Horacio Quiroga [spoilers]

La muerte es un tema frecuente en la mayoría de los cuentos de Don Horacio que se desarrollan en Misiones, en los que aparece como algo bastante común.

Para nosotros, acostumbrados a una vida urbana, la muerte atroz de la mayoria de sus personajes escapa de lo normal, pero si te imaginas en medio de la selva de Misiones, prácticamente aislada de la civilización, adquiere una cualidad auténtica que cabe en lo natural.

Con depredadores al acecho, flora venenosa y un clima extremo.

Se percibe que veía a la naturaleza como una fuerza dadora de vida pero también despiadada a la hora de reclamarla.

Morir en la selva

En contraste con otros de sus relatos como ‘La gallina degollada’ y ‘La meningitis y su sombra‘, la muerte no siempre es una anulación violenta de la existencia.

En este relato, el hombre muere apaciblemente despechado por la continuidad de la vida a su alrededor, el malacara, el bananal, los monos, las serpientes, su familia.

La realidad monótona lo hace dudar de la veracidad de su situación, ¿es de verdad posible que muera en medio de tanta vida?, mientras fallece, está suspendido en una irrealidad llena de cuestionamientos de este tipo, los detalles concretos y cotidianos que usa el maestro le dan al cuento un aire de alucinación, muy posible en un mediodia tropical.

Horacio Quiroga se enfoca en las posibilidades metafísicas de la muerte, ese pasaje entre estar vivo y yacer muerto debajo de un bananal.

Universos alternos

Se hace constante referencia al tiempo, a la muerte y al cansancio, el salto entre un narrador omnisciente y los propios pensamientos del hombre pasa desapercibido.

El cuento transcurre en un instante y en varios a la vez. Por un lado unos pocos minutos pasan desde que intenta cruzar el alambrado y cuando por fin muere, pero en el mundo interior del hombre parece ocurrir un espacio de tiempo mucho más extenso.

El hombre se pasa los últimos minutos de su vida pensando que tras diez años de trabajar en el monte debería saber cómo usar un machete sin matarse en el proceso y en que nunca se espera que el momento de la muerte puede venir de la manera más inesperada y a veces ridícula posible.

Se percibe el realismo en la descripción del accidente: ‘Apreció mentalmente la extensión y la trayectoria del machete dentro de su vientre, y adquirió fría, matemática e inexorable, la seguridad de que acababa de llegar al término de su existencia.’

Conclusión

Al final, el efecto es: ‘Te puedes morir en cualquier momento’ y lo que la perspectiva provoca en el ánimo del lector.

A lo mejor de esa manera por fin te decides a declarártele a tu crush o a hacer eso a lo que no te animabas por temor o que postergabas con un ‘cuando tenga tiempo’, no te olvides de que ‘éste puede ser tu último segundo’.

Fuentes

El almohadón de plumas

el almohadón de plumas resumen y reseña

El almohadón de plumas (cuento) (1917) –  Horacio Quiroga

De románticos y realistas

A mediados del s.XIX el romanticismo había sido sustituido por el realismo en Europa, en América por otro lado llegó más tarde y estuvo vigente por mucho más tiempo, Menton escribió que algunos de sus motivos seguían vivos en la literatura contemporánea, si aceptamos esa aseveración el romanticismo ha coexistido con todas las corrientes artísticas que le han sucedido.

El realismo reaccionaba en contra del tono exaltado del romanticismo, buscaba apegarse a la verosimilitud y en vez de buscar temas exóticos se examinaba el entorno del autor.

Según varios especialistas su máximo exponente es Honore De Balzac en Francia (no he leído nada de él :c) , Charles Dickens (Oliver Twist) en Inglaterra y don Benito Pérez Galdós  (Trafalgar, Marianela, Doña Perfecta) en España.

En las narraciones realistas se desestimaba al protagonista heróico y arquetípico, en su lugar se recurría a los tipos más interesantes de la clase media a veces caricaturizándolos, los protagonistas frecuentemente representaban ciertos rasgos de carácter, rara vez son complejos lo mismo que rara vez evolucionan dentro de la trama, el conflicto no se libra dentro de los personajes, sino entre ellos.

Y aunque el realismo ya había sido explorado en hispanoamerica a mediados del siglo XIX, llegó a su apogeo a finales del siglo en éstas tierras.

En éste contexto Horacio Quiroga escribió sus Cuentos de amor de locura y de muerte, en ellos podemos encontrar trazas de las dos corrientes antes descritas.

El almohadón de plumas es un relato bastante breve (una lectura de 10 a 15 minutos), de modo que recomiendo su lectura antes de continuar con los spoilers, su efecto es muy bueno la primera vez que lo lees y es de dominio público ? (https://www.literatura.us/quiroga/plumas.html).

El almohadón de plumas (resumen y spoilers)

La historia cuenta la nueva vida de Alicia después de casarse con Jordán, ella esperaba una vida llena de afectos, amor y demás, él por otro lado aunque la amaba profundamente era bastante parco, aún así se las arreglaron para ser felices durante esos primeros días de casados.

Entonces ella empezó a sentirse mal, a ponerse pálida, delirar, a tener accesos de fiebre. Por lo regular conforme pasaba el día ella se reponía, pero a la mañana siguiente ella se sentía peor, así fué hasta que no pudo levantarse más.

Alicia empeoró rápidamente, el médico hacía lo que podía pero en realidad no había mucho que pudiera realizar en favor de la enferma, Alicia murió a los pocos días.

Al limpiar la habitación de Alicia la sirvienta hizo notar que en la almohada había lo que parecían manchas de sangre, Jordán le pidió examinarla a contraluz, ella lo hizo y al instante lo arrojó presa del pánico, entonces Jordán lo abrió y la mujer gritó de horror, una masa sanguinolenta y viscosa que movía lentamente sus patas a la que apenas se le notaba la boca había succionado la sangre de Alicia cada noche hasta que la dejó vacía.

El autor «fuera de cuadro» aclara que se trataba de un parásito común en las aves y que son «diminutos en el medio habitual, [aunque] llegan a adquirir en ciertas condiciones proporciones enormes. La sangre humana parece serles particularmente favorable, y no es raro hallarlos en los almohadones de pluma.»

Quiroga y el realismo sentimental

Al principio del relato leemos un motivo romántico , las emociones encontradas de Alicia al estar desilusionada por los afectos de su nuevo esposo apelan a las emociones para captar la atención, entonces se resuelve rápidamente el conflicto sentimental al ellos abrazarse y ella sollozar su espanto contenido.

Después surge el motivo realista/sentimental, al Alicia enfermar y revelar la causa de su muerte.

Menton decía algo sobre el realismo en Hispanoamérica, que al seguir vigentes con bastante fuerza otras corrientes, sobre todo el romanticismo, éstas se mezclaban con frecuencia dando lugar a quimeras que a veces no correspondían plenamente a alguna de ellas pero que precisamente eso les daba valor.

Y eso se percibe en el almohadón de plumas.

Si quieres leer otra entrada de un cuento de Quiroga tal vez te interese La meningitis y su sombra

La meningitis y su sombra

locomotora antigua

La meningitis y su sombra es el título del último de los ‘Cuentos de amor de locura y de muerte’ del maestro Uruguayo Horacio Quiroga. Publicado en 1917.

La historia gira en torno a la bella María Elvira Funes, que cae en cama por una enfermedad, en su delirio pregunta por el ingeniero Carlos Durán una y otra vez, cuando se recupera, el hombre se enfrenta a la incertidumbre y tormentos de un amor que ya no existe más.

También hay un video con el contenido de esta entrada (y varios chistes malos) en YouTube (https://youtu.be/WAIy6zldgis)

De amor, locura y muerte

Horacio Quiroga

Maese Quiroga siempre estuvo rodeado de la muerte.

Presenció el fallecimiento de su padre, el suicidio de su padrastro, la muerte de sus hermanos y mató por accidente a un amigo.

Además de escritor, poeta y dramaturgo también era un aficionado al campo. Le marcó particulamente un viaje hecho a la provincia Argentina de Misiones. Lo que influyó mucho en su narrativa.

Admiraba a Edgar Allan Poe, uno de los más grandes maestros del cuento moderno que además vivió una existencia tan trágica como la de él.

Tanta tragedia se transminó a sus relatos, de los cuales ‘La meningitis y su sombra’ es uno de los más cálidos. Aunque no deja de tener cierto aire triste y melancólico en momentos.

Acá está el texto completo, que  ahora es de dominio público (yei) https://ciudadseva.com/texto/la-meningitis-y-su-sombra/ .

Resumen de La meningitis y su sombra [Spoilers]

El valiente Durán comienza su relato mencionando la primera vez que se le requirió en la casa de los Funes.

Maria Elvira funes, señorita de familia adinerada y de abolengo, es víctima de una meningitis.

En su delirio solo atina a pronunciar el nombre de Durán.

Ayestarain, el médico de la familia lo entera de la situación. Y antes de asegurarse de que no hay nada entre ellos, le ruega ir a ver a la moribunda acaso fuera su última voluntad.

El buen hombre termina yendo todas las noches a sujetar las manos de la enferma y a decir un montón de cursilerías.

Hasta que un día logra reponerse, todo ese episodio termina con la pregunta:

«Y cuando no tenga más delirio… ¿me querrás todavía?»

María Elvira

Pasan algunos días y ya no se le vuelve a llamar. Durán está feliz ella pero muere de tristeza por que no la volverá a ver.

Cerca de un mes después, los Funes invitan al ingeniero a cenar en agradecimiento por sus noches en vela. María Elvira actúa fría, amable y distante como si nada hubiese pasado.

Durán sufre, pues entiende cuán ridículo es que se haya enamorado de una chica que solo pensaba en él cuando estaba afectada por un delirio.

La stalkea en la iglesia y la ve feliz, fatua, coqueta (haha, creo que ya nadie usa esa palabra) y sufre terriblemente.

La vuelve a encontrar en un baile, la ama con locura pero no es correspondido. María Elvira flirtea (otra palabra que ya nadie usa) con él ocasionalmente, pero no más que con nadie (Ayestarain incluido).

Con el corazón roto decide irse «a Europa, a Norte América, o a cualquier parte, donde pueda olvidarla».

¿Y si le pidiera que no se fuera?

María Elvira

Por bravata (me gusta esa palabra) y con boleto en mano, pasa a despedirse de los Funes. Se siente suicida, encuentra a María Elvira y esta le saca de sus casillas. Durán no resiste más y le expone con vehemencia su frustración, que lo están matando los celos, la tristeza y que mejor se va.

Al final triunfa el amor :).

Breve análisis de La meningitis y su sombra

El relato es más o menos extenso, leerlo toma poco menos de una hora, es decir es un cuento ligeramente largo. Aunque su lectura no es pesada una vez se entiende el conflicto y el tormento que padece el apasionado Durán.

Tanto por el tema de la historia como por el predominio de las emociones, se le puede considerar un ejemplo del romanticismo latinoamericano, un poco más tardío que el europeo.

Menton llamaba a este motivo «exotismo sentimental», historias que giran en torno a un amor imposible.

Dato random es que al momento de la publicación del cuento, la mayoría de la producción literaria en hispanoamérica correspondía a lo que los especialistas llaman modernismo (véase la sección ‘De prosas profanas’ de la reseña de D.Q.).

Sobre la técnica

Las escenas se narran en primera persona lo que le da al cuento un ritmo dinámico e íntimo, moviendo la historia entre los pensamientos de Durán y los sucesos como él los percibe.

Ocasionalmente «adjunta» algunas notas que le son entregadas, esto parece indicar que leemos las entradas de un diario o una carta dirigida a algún amigo. Con la salvedad de que en ocasiones leemos expresiones como » (¡qué iba a hacer, quiero que me digan!)» que bien pueden interpretarse como interjecciones formularias (no siempre).

La historia tiene un momento que me emocionó totalmente, lo llamaría el clímax del conflicto, este es cuando María Elvira sugiere por unos breves instantes que es amante de Ayestarain, casi se puede sentir lo roto que está el corazón de Durán «ya amargado del todo».

La mujer en la literatura hispanoamericana

En la tradición hispanoamericana encontramos vez tras vez el tropo de la doncella inmaculada digna de ser la esposa y de la ‘mujer mala’, la que solo satisface a la carne y aún así es acreedora del desprecio de todos, incluido su amante.

Y es interesante porque revela el ideal del amor que impera en la sociedad del escritor.

Ya Octavio Paz abordaba el tema relacionando la dualidad de la mujer santa y la mujer mala, con la psicología del hombre.

Reconocer que el buscar en otra persona la realización propia es un error, nos permite deshacernos de esa idolatría a la imagen del sexo opuesto, para ser feliz con alguien más primero debemos ser felices con nosotros mismos.

Antes de pertenecer a un género, todos somos personas, con sueños e ilusiones, con aciertos y fallas, no hay mujer impoluta y la mujer no tiene que ser perfecta, como el hombre tampoco tiene ni puede serlo.

Si aceptamos esos dos hechos nos acercamos un poco a la libertad de elegir que Paz echaba de menos

Mujer joven de principios del siglo XX
Mujer de principios del siglo XX

Finales felices

Quiroga por su parte vivió en otro tiempo, por eso la desilusión de Durán al ver ‘manchado’ al objeto de su amor. La misma desilusión y despecho se manifiesta en ‘Historia de un amor turbio’ también de Quiroga y en multitud de obras de otras latitudes como la historia de Aurora en ‘El fistol del diablo’.

Durán no desprecia a María Elvira únicamente porque era una mentira que fuese amante de Ayestarain.

El mismo relato es atípico en ese sentido, en cualquier otra historia el protagonista se hubiera marchado para sumergirse en sus libros y su ciencia. Que de hecho es su intención cuando va a despedirse de los Funes.

Al final todo se resuelve de manera ligeramente predecible para los estándares modernos, lo que no necesariamente es un defecto, el mundo actual está plagado de historias mucho más predecibles y al final eso es lo que buscamos: «finales felices» ¿o no? (hay un breve comentario relacionado en la sección ‘A todos nos gustan los finales felices’ de la reseña de 1984).

Portada de 'Historia de un amor turbio'
Portada de ‘Historia de un amor turbio’

Contra el patriarcado

En relación a lo que Paz escribió, es notable que otros críticos interpretan las acciones de la doncella como manipulaciones al patriarcado.

Y es que los funes eran miembros de la burguesía, mientras Durán y Ayestarain pertenecían al equivalente a una clase media-alta.

Una unión entre Maria Elvira y cualquiera de los dos hubiese sido escandaloso para la conservadora burguesía hispanoamericana de principios de siglo.

Entonces tuvo que enfermarse literalmente, llamar al objeto de su deseo (nótense las connotaciones sexuales) y manipularlo hasta el punto de romper su determinación y hacer que sea él quien se confiese (Kaguya-Sama anota esto).

Dato random es que esta narración está llena de frases cursis que si te sientes romántico (y de malas) puedes usar siempre que la ocasión lo amerite. Una de mis favoritas personales: «Porque te quiero como un idiota».

Conclusión

En lo personal creo que en efecto el relato muestra veladamente ciertas insinuaciones, Luis María era el hombre de la casa y como tal era el encargado de cuidar a sus hermanas y madre, autoridad manifiesta en la carta que dió origen a todo y a las gestiones de Luis María con Durán para resolver el asunto de su hermana. 

La misma madre aceptaba que Durán les había hecho un gran servicio pero no lo consideraba un pretendiente de Maria Elvira aún cuando pasó incontables noches junto a su lecho, María Elvira es dibujada como una coqueta y fatua señorita como cualquier niña adinerada.

Aún así el pensar que Quiroga fuese tan cínico como para escribir esta historia de manipulación y sexualidad reprimida me parece demasiado.

Al final tengo a ‘La meningitis y su sombra’ como una bonita historia de amor que no debe ser teñida por reclamos anti-patriarcales

Lo que no implica que debemos ignorar el retrato de la sociedad de principios de siglo XX, que a veces parece desafortunadamente actual, el machismo imperante, la represión del amor y los deseos (no necesariamente sexuales) de las mujeres y la idolatría/desprecio del que eran (y en algunos casos son) objeto.

Debemos entender el cuento como una historia de amor del siglo pasado, reconocer sus aciertos y también sus errores.

Fuentes

  • Vargas Durán, R. (2015, August 6). La forma semiótica artística-textual de decir y hacer lo in(debido): La meningitis y su sombra de Horacio Quiroga.
  • Gustavo San Román. (1995). «Amor Turbio,» Paranoia, and the Vicissitudes of Manliness in Horacio Quiroga. The Modern Language Review, 90(4), 919-934. doi:10.2307/3733066
  • Paz, Octavio (1991). El laberinto de la soledad, México, Fondo de Cultura Económica.